Abril – Para que las misioneras seculares combonianas vivan siempre en la dinámica pascual de muerte y resurrección, con la certeza de que el Espíritu seguirá guiando su camino. Oremos.
Familia Comboniana
El asno y el perfume
Comentario a Mc 11, 1-11 y a Mc 14-15, Domingo de Ramos, 28 de marzo de 2021
La liturgia nos ofrece hoy dos lecturas del evangelio de Marcos: la primera, antes de la procesión de ramos, sobre la bien conocida historia de Jesús que entra en Jerusalén montado sobre un pollino (Mc 11, 1—11); la segunda, durante la Misa, es la lectura de la “Pasión” (las últimas horas de Jesús en Jerusalén), esta vez narrada por Marcos en los capítulos 14 y 15.
Con ello entramos en la Gran Semana del año cristiano, en la que celebramos, re-vivimos y actualizamos la extraordinaria experiencia de nuestro Maestro, Amigo, Hermano y Redentor Jesús, que, con gran lucidez y valentía, pero también con dolor y angustia, entra en Jerusalén, para ser testigo del amor del Padre con su propia vida.
Toda la semana debe ser un tiempo de especial intensidad, en el que dedicamos más tiempo que de ordinario a la lectura bíblica, la meditación, el silencio, la contemplación de esta gran experiencia de nuestro Señor Jesús, que se corresponde con nuestras propias experiencias de vida y muerte, de gracia y pecado, de angustia y de esperanza. Por mi parte, como siempre, me detengo en tres puntos de reflexión:
- El rey montado sobre un pollino.
Hace algunos años he podido visitar Jerusalén durante diez días. Y, entre otras cosas, pude caminar desde Betfagé hasta el Monte de los olivos, desde el cual se contemplan los restos del antiguo Templo y la ciudad santa en su conjunto. Es un tramo no muy largo, pero en pendiente, por lo que exige un cierto esfuerzo. Según el texto de Marcos, Jesús hizo este recorrido montado sobre un pollino y aclamado por la gente.
Se trata de una escena que se presta a la representación popular y que todos conocemos bastante bien, aunque corremos el riesgo de no entender bien su significado. Para entenderlo bien, no encuentro mejor comentario que la cita del libro de Zacarías a la que con toda seguridad se refiere esta narración de Marcos:
“Salta de alegría, Sion,
lanza gritos de júbilo, Jerusalén,
porque se acerca tu rey,
justo y victorioso,
humilde y montado en un asno,
en un joven borriquillo.
Destruirá los carros de guerra de Efraín
y los caballos de Jerusalén.
Quebrará el arco de guerra
y proclamará la paz a las naciones”.
(Zac 9, 9-10).
Sólo un comentario: ¡Cuánto necesitamos en este tiempo nuestro lleno de arrogancia, terrorismo y conflictos de todo tipo la presencia de este rey humilde y pacífico que no se impone por “la fuerza de los caballos” sino por la consistencia de su verdad liberadora y su amor sin condiciones!
- El perfume “despilfarrado”
La narración de la “Pasión” según Marcos, que leemos hoy, comienza con un episodio también conocido, aunque menos que el de la procesión de ramos. Se trata de la historia del frasco de alabastro, “lleno de un perfume de nardo puro, que era muy caro”, y que una mujer anónima rompe para derramar el perfume sobre la cabeza de Jesús. Los presentes en la escena, según Marcos, consideran aquel gesto un “despilfarro” sin sentido. Pero Jesús la defiende diciendo que la mujer se ha anticipado a ungir su cuerpo para la sepultura.
Contemplando aquel precioso frasco de perfume, que se rompe y se “despilfarra”, uno no puede menos de pensar, de hecho, en el mismo cuerpo de Jesús, que será roto para entregar el precioso “perfume” del amor del Padre. La historia de la Pasión que leemos hoy nos habla de un Jesús traicionado por sus amigos, un Jesús angustiado ante el sufrimiento que le espera, un Jesús martirizado hasta el extremo, un Jesús que se siente abandonado… pero un Jesús que se entrega libre y amorosamente: “No se haga como yo quiero, sino como Tú quieres”.
Su muerte puede parecer un “despilfarro”, como la muerte de los misioneros muertos de ébola o de malaria cerebral, como ha sucedido a los dos Hermanos de San Juan de Dios (Liberia) o a algunos combonianos españoles, que yo he conocido personalmente. Uno puede preguntarse: ¿Por qué arriesgar la vida? ¿No es un gesto inútil? ¿No es mejor protegerse y no pasarse en generosidad? La respuesta es sencilla: el amor no tiene límites; quien ama no tiene dudas: quiere romper el frasco, para que su perfume se extienda en un mundo donde no falta el mal olor.
Lo mismo puede decirse de tantas madres y padres que rompen el frasco de su vida en favor de sus hijos, tantos sanitarios que se entregan generosamente a los enfermos, tantas religiosas dedicadas en alma y cuerpo a los ancianos… Cada uno de nosotros es invitado a romper el frasco de su vida a favor del prójimo necesitad.
Contemplar a Cristo en la cruz es identificarse con Él, es ponerse a caminar sobre las huellas de su entrega, confiando en que, aunque se rían de nosotros, el amor es más fuerte que la muerte.
P. Antonio Villarino
Bogotá
Experiencia misionera de Cristina en la República Centroafricana
Les presentamos una entrevista con Cristina Souza sobre su experiencia misionera en la República Centroafricana.
(La entrevista está en portugués).
“La vida, nos la han regalado y la merecemos dándola”
Comentario a Jn 12, 20-33: Quinto Domingo de Cuaresma, 21 de marzo 2021
Estamos ya acercándonos a la Semana Santa, la gran Semana del año litúrgico y de la vida cristiana. Leemos el capítulo 12 del evangelio de San Juan, antes de iniciar el gran drama de la pasión, que comienza con el famoso gesto del lavatorio de los pies.
El evangelio que leemos hoy sitúa a Jesús en Jerusalén durante una fiesta judía, en la que normalmente participaban personas venidas de distintas partes del mundo de entonces. En ese contexto, se nos dice que algunos “griegos” querían conocer al Maestro, el cual pronuncia unas breves pero significativas palabras.
- “Quisiéramos ver a Jesús”.
En primer lugar, fijemos nuestra atención sobre estos “griegos” que querían conocer a Jesús. De hecho, cuando el evangelista escribe su evangelio, ya había comunidades de discípulos y discípulas, cristianos y cristianas, que provenían de la cultura “griega”, que era algo así como la cultura globalizada de nuestro tiempo. Esta presencia de “griegos” en las comunidades de discípulos de Jesús supuso ya un primer gran salto cultural y religioso. La gran propuesta de renovación humana y espiritual de Jesús, dirigida en principio al pueblo judío, se abrió muy pronto a gentes de otras culturas y prácticas religiosas. Desde entonces, el cristianismo (el seguimiento de Jesús) se fue extendiendo siempre a nuevos pueblos y fue superando sin cesar nuevas fronteras. En cada nueva época histórica, siempre ha habido nuevos grupos humanos que han dicho: “queremos conocer a Jesús”. A los misioneros Andrés y Felipe, que hicieron posible el encuentro de Jesús con estos griegos, siguieron después otros: Pablo, Irineo, Agustín, Javier, Comboni y otros muchos.
Estamos convencidos que también hoy a muchas personas y grupos humanos, más allá de cualquier frontera geográfica o existencial, les gustaría conocer a Jesús, al Jesús real, a ese que hay que encontrar desde la verdad más profunda de la propia existencia (no desde los libros o los estereotipos culturales). Y también hoy se necesitan nuevos Andrés y Felipe, nuevos misioneros que, conociendo a Jesús personalmente, puedan prestar el servicio de facilitar el encuentro de estas personas con Jesús, personas que sienten que el encuentro con Jesús ha sido un tesoro para ellas y quieren compartirlo con otros.
- Si el grano de trigo no muere…
Cuando le presentan a los “griegos”, Jesús pronuncia un breve discurso que puede parecer enigmático para algunos, pero que a mí me parece bastante claro, si nos fijamos con atención. Vayamos por partes:
a) “Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado”. Aquí y en otras partes del evangelio Jesús habla de su “hora” y de su “gloria”, que podríamos traducir también por “triunfo”, “victoria”, “estima”. Jesús, como todos nosotros, busca su triunfo, su gloria, su “honra”. Pero la gran diferencia con nosotros es que la gloria que Jesús busca no es la “vanagloria” o la auto-satisfacción, sino la “honra”, la estima del Padre. Esa honra Jesús la comparte con los griegos, con sus amigos, con los sencillos, con las personas humildes que confían en Dios.
b) “El grano de trigo seguirá siendo un grano solo, a no ser que caiga dentro de la tierra y muera; solo entonces producirá fruto abundante”. Esta es una frase bastante conocida y su significado bastante claro: la gloria, la victoria, el triunfo no son fruto de una actitud egoísta o timorata ante la vida. Como el grano de trigo sólo da fruto cuando se deja enterrar y destruir, así la gloria de Cristo sólo se producirá después de su enterramiento, de su muerte.
c) “Quien vive preocupado por la vida, la perderá…”. Esta frase nos hace recordar la parábola de los talentos, en la que viene condenado aquel que esconde su talento en vez de negociarlo para ganar más. Amar la vida es entregarla, donarla, gastarla, ponerla al servicio. Como dice el conocido poeta indio, “la vida, nos la han regalado y la merecemos dándola”.
Estas palabras de Jesús no son unas “bellas palabras” de laboratorio. Son la expresión de su propia vida, entregada totalmente al Padre para el bien de sus hijos. Jesús no dudó en morir como un grano de trigo, confiando en que el Padre haría surgir de su muerte frutos abundantes de vida.
Contemplando a Jesús en la Palabra y en la Eucaristía, en el trabajo, en el servicio a los pobres, ya cerca de la semana de Pasión, también nosotros nos sentimos animados a vivir generosamente, entregando nuestro tiempo, nuestras energías, nuestra capacidad de amar, nuestra vida misma, sabiendo que esa entrega generosa es la mejor manera de “ganar” la vida para siempre.
P. Antonio Villarino
Bogotá
Foro Social Comboniano marzo 2021
Los pasados 5-6 de marzo hemos celebrado el segundo encuentro del Foro Social Comboniano 2021. Si en las anteriores ediciones este evento se hacía coincidir con los Foros Sociales Globales, en esta ocasión se optó por celebrarlo on line, lo que permitió enriquecer la participación, superándose los 200 participantes. Este encuentro da continuidad al encuentro del pasado diciembre en el que se reflexionó sobre la ministerialidad comboniana.
Esta edición del FSC partió de los desafíos de la significatividad de la misión comboniana, la sinodalidad dentro de la Familia Comboniana y el estilo de vida. Para avanzar respuestas, se ha diseñado el Mapeo de la Ministerialidad Social en la Familia Comboniana, que se presentó en este encuentro. Durante varios meses se recogieron un total de 205 presencias combonianas, que ahora se han presentado en una web propia a la que se puede acceder también desde la web del Secretariado General de la Misión de los MCCJ.
En una tarea formidable, las diversas presencias se han clasificado según el instituto que las coordina, la región geográfica, el sector [Salud, Educación, Desarrollo y Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC)] y el ámbito prioritario, entre los que se pueden encontrar afrodescendientes, trata de personas, animación misionera, migrantes… Cada sector se subdivide a su vez en otros más concretos, para detallar en lo posible cada presencia.
Entrando en cada continente se puede acceder a las presencias concretas que se dan en el mismo, presentadas cada una a través de una completa ficha que incluye un breve resumen, el carisma comboniano al que se vincula, los Objetivos de Desarrollo Sostenible implicados o los grupos humanos que participan principalmente. Entre los carismas, podemos destacar Hacer causa común, Regenerar África con África, Cenáculo de Apóstoles o Al pie de la Cruz.
Además incluye un elemento de análisis muy interesante, como es el Rombo del Ministerio Social, que permite visualizar rápidamente esa presencia concreta en función de 2 dimensiones: servicio directo y Justicia y Paz:
Este rombo se puede utilizar para visualizar el conjunto completo de todas las presencias, pero también por continentes o en función de qué instituto la lidera:
Una primera impresión muestra que la dimensión más presente es la de promoción humana, mientras que la de denuncia es minoritaria. En África, este sesgo es aún más claro, y en cuanto a las presencias lideradas por LMC, el peso del eje vertical de JPIC es mayor que en el promedio.
Otros aspectos muy relevante recogidos en el mapeo son la articulación de cada presencia con entidades civiles o eclesiales y la participación conjunta de varios de las varias ramas de la familia comboniana en el mismo.
No es posible resumir toda la cantidad de información que presenta este mapeo sino más bien invitar a que cada uno la explore, según sus inquietudes propias. Por otra parte, en las conclusiones del mismo que se presentaron durante el FSC se insiste en la necesidad de crecer en la dimensión de denuncia profética. En esas conclusiones también destacamos el reto de la sinodalidad, pues esta primera foto que hemos dibujado invita sin duda a compartir entre proyectos semejantes en cuanto a geografía, sector, ámbito… para la reflexión-acción compartida. Y el potente enfoque sistémico que nos permite buscar respuestas nuevas a los enormes retos misioneros que afrontamos. Es una inyección de entusiasmo conocer todas las presencias combonianas documentadas y todo lo que este mapeo nos invita a crecer al servicio del Reino.
Gonzalo Violero, LMC España