Laicos Misioneros Combonianos

La misión es un plan de amor en el que no podemos ahorrar esfuerzos

ComboniEsta es una de las muchas frases que Comboni nos ha dejado como prueba de su entrega y la convicción de su vocación.

Cada día podemos escuchar, ver y leer en las noticias las desigualdades del mundo. Cada día encontramos tantas personas que necesitan de esperanza.

Un mundo, casa de todos, que está profundamente interrelacionado, que necesita que todos despertemos y unamos esfuerzos para proponer una nueva manera de vivir, más justa y digna para todos y todas. Necesita que nos remanguemos la camisa y nos pongamos a proponer y llevar adelante una nueva humanidad. Necesita personas que se disponibilicen para estar junto a aquellos y aquellas que más sufren la exclusión y que son ninguneados. Necesita de personas que lleven la ternura y el amor de Dios a cada rincón del planeta donde sea necesario.

En un mundo donde el dinero encuentra facilidades y las personas barreras necesitamos recuperar y hacer presente el amor de Dios. La misericordia que restaure las heridas y la fraternidad y solidaridad que nos permita compartir esta tierra que es casa de todos y todas. De la que todos tenemos derecho de disfrutar sin importar el lugar donde hayamos nacido o las posibilidades de la familia que nos ha acogido.

Necesitamos que des un paso al frente y te unas. La misión es un plan de amor en el que no podemos ahorrar esfuerzos.

Gymkana de la juventud

Se realizó el pasado domingo la gymkana con el tema “jóvenes somos llamados a vivir”. Fue organizado por los coordinadores de jóvenes de la parroquia de Santo Domingo y tuvo como objetivo promover la integración, incentivando a los jóvenes en el compromiso en el camino de fe y la construcción del Reino de Dios por medio de la civilización del Amor.
Durante el encuentro y como propuesta para el mes de las vocaciones, se presentaron algunos puestos organizados por los misioneros combonianos, hermanas salesianas, hermanos de san Gabriel y los Laicos Misioneros Combonianos.
La organización de la gymkana comenzó con la santa misa en la comunidad de San Judas, el ofertorio de esta misa se ha donado al asentamiento Rosa León como un gesto concreto de acción: “Vengo a hacer, con placer, tu voluntad Señor”.

[Mozambique] Llegada de los jóvenes del grupo “Fe y Misión”

Chegada01Hoy llegaron a la misión de Carapira un grupo de 5 jóvenes portugueses para estar un mes de experiencia misionera en esta realidad. Ellos forman parte del grupo vocacional “Fe y Misión”, desde octubre del año pasado estuvieron en un proceso de reflexión y discernimiento vocacional misionero. Este camino vocacional culmina compartiendo en este tiempo en una misión concreta.
Llegaron muy animados, tres muchachos, Germano, Leonardo y Pedro; dos muchachas, Mariana y Sofía; acompañados por el P. Jorge MCCJ y la secular Paula Clara; que son parte del equipo de formación de los jóvenes.

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Esta noche dimos la bienvenida y compartimos con el equipo misionero.
Recemos para que este sea un “Tiempo de Gracia” en cada una de sus vidas.

¡Estamos Juntos!
LMC Mozambique

Alegría Misionera

El encuentro mensual de junio de los LMCs de Mexico D.F. se llevó a cabo en la casa de Cuernavaca de los misioneros combonianos. Un lugar hermoso y tranquilo, al lado del famoso callejón del diablo. Si, leyó usted bien, del diablo. Según la leyenda, hace más de cinco siglos, el entrometido diablo ayudó a saltar en su caballo Rucio, una barranca de cinco metros a Hernán Cortés para ponerlo a salvo de los ancestros tlahuicas que seguían de cerca sus pasos para asesinarlo.

Juanita, LMC desde hace unos años y asidua visitante del seminario otros muchos más, fue quien se encargó de los preparativos para nuestra llegada. La recepción fue cálida aunque un poco lluviosa, lo cual no impidió realizar las actividades previstas en un ambiente de amistad y alegría. Por la mañana, hicimos la oración de los laudes, el tema central para los que se acercaron a conocer el grupo fue la acción de los laicos en la iglesia y por la tarde el padre José Infante –hermano de Pedro Infante, como él se presenta siempre con una gran sonrisa– nos compartió la devoción al Sagrado Corazón de Jesús que vivió San Daniel Comboni y como confiaba en ese corazón divino todos sus proyectos e inquietudes. Por la tarde, tuvimos la celebración eucarística y en nuestras oraciones no olvidamos a toda la familia comboniana, los LMCs ausentes, y las elecciones del día siguiente.

El domingo, algunos tuvieron que partir muy temprano. Los demás dimos un pequeño paseo por la catedral, dónde por cierto recibimos la bendición del obispo Ramón Castro para todo el grupo LMC. Así nuestro encuentro de este mes nos invitó a avanzar en la oración, el sacrificio y a seguir caminando unidos por la misión, animándonos unos a otros. Gracias a Dios por su presencia.

LMC México

¿A que se dedican los Laicos Misioneros Combonianos?

CarolinaLa respuesta es un poco compleja, por el momento sólo te contaré lo que hacen Mine y Caro, dos LMC que se encuentran en la Montaña de Guerrero, en la cultura Na‘Savi, oficialmente conocida como Mixteca.

Ellas se encuentran en el pueblo de Huexoapa, perteneciente al municipio de Metlatónoc, y a la parroquia de San Miguel Arcángel, diócesis de Tlapa. En Huexoapa viven alrededor de 200 familias, su lengua es tu’un savi o mixteco, aunque hay quienes hablan también el español.

Los LMC tenemos la misión en este pueblo desde hace seis años, hasta la fecha han sido ocho las misioneras que han servido en esta misión, en periodos diferentes. Cada una de ellas ha compartido parte de su ser, de sus conocimientos, de su fe con el pueblo y a su vez, el pueblo con ellas.

Caro llegó a esta misión en septiembre del 2014 y Minerva en febrero del 2015 para relevar a las compañeras que ahí se encontraban. Primeramente Dios, ellas estarán por tres años en este pueblo. Aunque el tiempo que llevan ahí no es suficiente para conocer y comprender todas las riquezas y carencias que la cultura tiene, han tratado de asimilar lo que les ha sido posible, sintiéndose parte del pueblo, disfrutando y valorando lo bueno que hay en él, y aportando su granito de arena en la construcción de un lugar mejor, cada una desde sus capacidades y conocimientos.

Caro ofrece por las tardes clases de regularización, por el momento participan 19 niños de distintos grados escolares, por lo que los atiende en horarios diferentes. El apoyo se reduce únicamente a lectura (para 12 de los niños), y matemáticas (7 de los niños) nivel primaria. Es muy probable que el número de menores aumente, pues cada vez son más los que se interesan y se acercan a ella pidiéndole que “los ayude a estudiar”. Minerva a su vez da clases de tejido y costura, aunque ahora de manera informal, puesto que como lleva menos tiempo en estar en el lugar, las señoras apenas comienzan a conocer su trabajo, sin embargo quienes ya se han acercado han mostrado gran interés, y no sólo señoras sino también algunos de los jóvenes, quienes aprenden con mucha facilidad.

Otras de las actividades que realizan, es el acompañamiento a los niños, jóvenes y algunos adultos que participan en las actividades pastorales, como son el apoyo a los tres catequistas de la comunidad en la preparación del catecismo para confirmación, primera comunión y platicas pre-sacramentales; la reunión semanal con los jóvenes en las que se da formación humana y cristiana; formación en valores y catequética con los niños; Hora Santa los días jueves; apoyo en la preparación de la Celebración de la Palabra al o la joven que la va a presidir, o en la organización de la liturgia cuando hay Eucaristía, que es la mayoría de la veces; clases de guitarra, teniendo ya un cuasi coro: dos mandolinas, un pandero, tres guitarristas (dos mujeres y un hombre), y dos interesadas más, pero que no han podido aprender por falta de instrumento, aunque todos apenas están aprendiendo, ya se animan a tocar algunos cantos en Misa o Celebración de la Palabra.

Además dedican un día de la semana para visitar a las familias y así poder conocerlas más de cerca, alguna de las veces van acompañadas de algún(a) joven o niño(a) del lugar que les ayuda como traductor, puesto que ellas no hablan la lengua local, y no en todas las familias hay quien hable español. Ellas se están esforzando por aprenderla, tanto en la convivencia diaria, intentando memorizar las palabras que la gente les enseña, como en las horas que le dedican de estudio, con la ayuda de una joven del pueblo.

También están tratando de cultivar una pequeña huerta, en un terreno que es parte de la casa que la comunidad les presta para vivir. Para esto, como para otras actividades que realizan, así como en las necesidades que se les van presentando, cuentan con el apoyo de las personas que participan en las actividades ya antes mencionadas, quienes lo hacen gustosamente.

Caro y Mine saben que el trabajo es mucho y que las cosas a veces no marchan como ellas quisieran, pues aunque son muchos los signos de vida que descubren en esta cultura, también están presentes los signos de muerte, aunado a esto sus limitaciones y defectos personales, sin embargo saben que “las obras de Dios nacen y crecen al pie de la Cruz” (San Daniel Comboni).

Al estar ellas en este pueblo se dan cuenta que es más lo que reciben que lo que dan, pero sobre ese tema hablare en otro momento.

Concluyo haciéndote la invitación a unirte en esta construcción del Reino de Dios, desde que lo que te sientas llamado a aportar: asesoría, apoyo económico, oración, dando parte de tu tiempo o entregando tu vida al servicio de la misión.

“La mies es mucha y los trabajadores pocos” ¡Haces falta tú!

LMC México