Laicos Misioneros Combonianos

Desde Chiapas

Isa¡Hola amigos! Buen día de Dios tengan todos ustedes! Desde este pueblo elegido de Dios los saludo con un fuerte abrazo y alegría en el corazón. Deseo que todos y cada uno de ustedes amiguitos y hermanos en Cristo y San Daniel Comboni se encuentren bien física y espiritualmente y gozando de la vida que nos da nuestro Padre del cielo cada día.

Después de mi formación en experiencia comunitaria como LMC, me encuentro de misión en Chiapas. Aquí yo estoy muy bien, laborando en el Hospital San Carlos, viviendo una nueva experiencia misionera y comenzando esta gran misión que Cristo me está encomendando entre estos pueblos indígenas, ya que de la Parroquia son 80 comunidades, pero tenemos más de 100 que caminan hasta 15 horas o más, para venir a nuestro Hospital de San Carlos, pues a veces, en otros hospitales o centros de salud no los quieren atender porque no les entienden, pues tenemos 6 principales dialectos, tzeltal, tojolabal, tzotzil, ladino, chol, pero los que predominan son el Tzeltal y Tzotzil.

Es un gran trabajo misionero y una gran labor humanitaria dirigida por la Congregación de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Padua desde hace más de 30 años, han puesto una escuela de enfermería dentro del hospital y ahí es donde capacitan a los mismos indígenas como enfermeros, y ellos son quienes trabajan en este hospital atendiendo a su propia gente, ellos son quienes nos traducen. Aquí, los pacientes se sienten como en casa y en familia, y aunque paguen cuotas de recuperación, prefieren éste, su hospital. Con esto se está realizando lo que el mismo San Daniel Comboni profetizó en su Plan ” Salvar a los Indígenas con los Indígenas”. Mis recuerdos y oración por todos y que sigamos unidos en nuestra fraternidad con nuestro corazón y nuestro espíritu misionero, los quiero mucho a todos y les deseo los mejor de su vida misionera. Saludos y un abrazo a todos.

Isa

Su amiguita y hermana: ISA.  😉

Pastoral del niño hoy

Pastoral
Equipo fundador de la Pastoral del niño Don Icaivera en Contagem (MG), Doña Alicia y su esposo de 85 años. La de camisa verde es de Petrolândia, Contagem (MG).

Este trabajo se realiza en todo Brasil voluntariamente por parte de 218.000 personas que participan en esta red de solidaridad humana que une fe y vida. Gracias a este trabajo voluntario la realidad de Brasil ha cambiado. A esta historia de éxito se fueron incorporando diferentes acciones complementarias, tales como la generación de ingresos, la alfabetización, las ludotecas comunitarias, programas de seguridad alimentaria, salud mental, etc.

Esta gran red de solidaridad humana se ha extendido por todo Brasil y en la actualidad está presente en 3.616 municipios, acompañando aproximadamente 79 mil 500 mujeres embarazadas y más de 1 millón y 630 mil niños. El promedio nacional es de 12 niños por líder, más del 90% de los líderes de la comunidad son mujeres pobres.

Pastoral
¡Mirad que equipo!

“EL MUNDO NO SERÁ MEJOR SI ES MÁS RICO, SINO SI TODAS LAS PERSONAS CRECEN EN IGUALDAD ” (Zilda Arns)

Gracias al equipo de líderes del sector 189, que con entusiasmo y compañerismo durante todo el año 2014 hizo posible la Pastoral del niño en el sector de Renza de la parroquia. Santo Domingo, Icaivera y Jesús Obrero.

Por María de Lourdes, Laica Misionera Comboniana

Reunión de los Consejos Generales de la Familia Comboniana

Consejos FamiliaCombonianaEste pasado sábado 24 de enero nos hemos vuelto a reunir como Familia comboniana a nivel de Consejos Generales en Roma.

Hemos dedicado la mañana a reflexionar sobre los retos que presenta la vida misionera en los contextos en que estamos presentes. Cada una de las ramas hemos compartido los desafíos que estamos afrontando en la misión.

Una reflexión que ha tocado puntos como la necesidad de vivir la misión desde la cercanía a la gente, con una presencia cercana a las necesidades de las personas, caminando según el ritmo de las comunidades y acompañando a cada uno según su ritmo. Guardando el necesario equilibrio entre la promoción humana y ayuda a las necesidades más inmediatas. Cuidando que los proyectos no tapen a las personas y nosotros como misioneros no seamos vistos sólo como agentes de desarrollo sino sobre todo como portadores de una alegría, la alegría del evangelio y del deseo de una vida mejor para todos que brota del amor del Padre. Salvar África con África, como decía Comboni, buscando siempre el protagonismo de la gente y nunca el del misionero. Confiando en las capacidades del otro, potenciando sus fortalezas y descubriendo nuevas maneras de hacer las cosas, abiertos a que la gente nos enseñe nuevas formas.

También reflexionamos sobre el hecho de ser un número menor de misioneros y misioneras hace unos años; a la vez la mayor diversidad de nuestros miembros, cada vez menos europeos y más americanos y africanos, nos lleva a constatar una gran diversidad y un nuevo estilo de misión. También esta disminución nos exige redoblar esfuerzos para seguir pidiendo la ayuda de otros y otras a que salgan al camino a servir junto a nosotros a los hermanos más necesitados.

Consejos FamiliaCombonianaProfundizar en el desafío de la espiritualidad, que nos permita tener un fundamento sólido de la acción que desarrollamos y nos impulse a anunciar el amor de Dios que, transformando nuestra vida, nos envió al mundo para que lo compartamos con los pueblos más necesitados. La necesidad de hacernos agentes de reconciliación, especialmente en las situaciones de guerra y posguerra en las que seguimos presentes, ser capaces de hablar de paz, amor y perdón como base para un futuro mejor.

Junto con esto la necesidad de repensar los ministerios que llevamos adelante, adecuarlos y formarnos para servir mejor a las necesidades de los hombres y mujeres de hoy en los diferentes continentes donde estamos presentes. Ser misioneros en el contexto en que cada uno se encuentra. Actualizando nuestra especificidad carismática, que al fin y al cabo es la única manera de mantenernos fieles a él. Con un lenguaje nuevo que llegue a las personas de hoy. Permanecer abiertos a los jóvenes y ofrecer una vida que vale la pena vivir, encarnada, no exenta de esfuerzo y sacrificio, pero sobre todo llena de felicidad y gozo. Ofreciendo también a nuestros miembros una formación que ayude a crecer desde el corazón, que no se quede en lo superficial o lo utilitarista sino que igualmente nos ayude a crecer como personas de manera individual y como comunidad cristiana.

Y por último reflexionar sobre nuestra realidad de Familia carismática, nuestro estilo de presencia y sobre todo nuestra apuesta como Familia por ser semilla de una Iglesia más comunitaria donde sacerdotes, religiosos, religiosas, seculares y laicos podamos compartir responsabilidades y en función de nuestras capacidades y especificidades servir a la gente, siendo germen de un nuevo tipo de relaciones como hermanos y hermanas de nuestra comunidad cristiana.

Finalizamos la mañana con la eucaristía, poniendo a los pies del altar todas estas reflexiones y la vida de todos los misioneros y misioneras esparcidos por el mundo y la de los pueblos que acompañan.

Consejos FamiliaCombonianaEn la tarde pudimos tener un rato para compartir los acontecimientos más relevantes de este pasado año 2014 para cada una de las ramas. Nos informaron desde la comisión que prepara el evento celebrativo del 150 aniversario del Plan de Comboni que tendrá lugar del 13 al 15 de marzo en Roma.

Terminamos la jornada con un momento de oración y nos citamos para finales de año. Esperamos que estos encuentros y cada pequeño encuentro que tengamos en nuestras comunidades nos ayuden a seguir caminando y sirviendo a la misión como Familia comboniana.