Laicos Misioneros Combonianos

Reunión grupo LMC en Ghana

Reunion en GhanaEl 21 de octubre de 2014 me encontré con el Padre Provincial y conversamos sobre el caminar de los candidatos LMC. La provincia nos ha asignado un nuevo capellán y ha definido una nueva estrategia para el grupo. Nuestro nuevo capellán es el P. Godwin Kornu. Desde entonces, estábamos buscando cómo encontrarnos y este 5 de diciembre pudimos celebrar nuestra decima séptima reunión en Mafi-Kumase la Quasi-Parroquia donde está nuestro capellán. Estábamos en total 8 laicos con nuestro capellán. Después de la oración de apertura, se procedió a la lectura espiritual del libro “Vivía sólo para África” de B. Ward y A. Mondini. El pasaje leído fue la experiencia de la Cruz. Por ser nuestra primera reunión con nuestro nuevo capellán, nos presentamos. Como acordamos en nuestras reuniones anteriores vimos el trabajo de dos de los comités creados: Formación y Recaudación de Fondos. Los dos Comités reflexionaron sobre el proceso de formación y las diferentes formas de generar ingresos. Sus sugerencias necesitaban ahora de un análisis crítico. En este sentido y antes de tomar cualquier decisión esperamos la ayuda de nuestro capellán. De esta manera también aprovechamos para informar del camino recorrido como grupo así como nuestras actividades. Nuestro capellán tomó entonces la palabra para explicarnos el camino que tiene que hacer con nosotros. Su servicio se centrará en formarnos, una formación espiritual que conlleva una formación “laical, misionera y comboniana”. Nos explicó cómo pensaba proceder con nosotros: temas, convivencias, retiros… El lugar, la hora y fecha la decidimos entre todos para nuestra próxima reunión y el tema de qué hablar. Después de esto, se discutieron algunos asuntos y la reunión llegó a su fin con la oración conclusiva (Oración de la Familia Comboniana) con una bendición. Nos hicimos nuestra foto de familia almorzamos juntos antes de salir.

Estamos muy contentos de la atención y el celo de la Provincia hacia nosotros y agradecemos, de todo corazón, por todas las decisiones tomadas para nuestro crecimiento espiritual y vocacional. Vimos cuan serio y dedicado es nuestro capellán. La experiencia que tuvo con LMC cuando estuvo en Chicago y también algunos años en la formación lo han predispuesto para este servicio asignado a él por el P. Provincial y su consejo. Que el Señor le fortalezca espiritualmente para fortalecernos y guiarnos tras los pasos de Comboni. Estamos tan bendecidos porque estamos rodeados de personas tan dedicadas y celosos sacerdotes que creen en la realidad LMC. Que también nosotros podamos inspirarnos y seguir su celo misionero y comboniano.

Justin Nougnui, coordinador.

Asamblea anual de los LMC Brasil

LMC BrasilLos LMC de Brasil se remontan a los orígenes de su vocación, actualizan el directorio y evalúan los progresos realizados a lo largo de 2014.

“En breve, ¿quién es el misionero? Resumiendo, resumiendo, es el que transmite el amor de Dios para que otros se tornen discípulos”. Con motivo del primer día de la reunión anual, que se inició el 5 de diciembre, los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) de Brasil tuvieron la posibilidad de volver a los orígenes de su vocación reflexionando con el Provincial P. Alcides. Que hizo hincapié en la importancia de la iglesia ir al encuentro de la gente y de preguntarnos lo que el Espíritu habla hoy ante una realidad tan compleja. El provincial de los Combonianos de Brasil – que citó varias veces el Concilio Vaticano II y la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “La alegría de Evangelio” – quiso recordar que “todo el mundo es tierra de misión y quien salva es Cristo, y no la iglesia”.

En la reunión participaron varios LMC brasileños – João, Lourdes, Guilherma, Valdeci, Adélia – tres italianos – Emma, Valentina y Marco – y un paraguayo, Alejo. Por la tarde llegó también el P. Adriano, que fue nombrado representante MCCJ para los laicos.

Otro tema importante de la reunión fue revisar el Directorio de los LMC en Brasil, que es un documento que había sido escrito hace casi 20 años y estaba en la necesidad de una actualización. Entre otras cosas, el directorio ahora prevé la llegada de LMC de otros países y define las modalidades de cooperación con las otras provincias en estos casos.

La reunión, como siempre, fue también la ocasión para aprender más sobre el camino que realizan los diversos LMC tanto en Brasil como en otros países del mundo: en Mozambique, Perú, Rondônia, en Nova Comtagem (MG), en Itauna y en otras ciudades (APAC). También se anunció la disponibilidad de los LMC de Mozambique en recibir a Guilherma, LMC brasileña, ya el año que viene. Entre canciones y dinámicas, en la tarde también se hizo un informe sobre la economía de los LMC.

La reunión fue también una ocasión para que los LMC compartiésemos los progresos realizados durante 2014 de una manera más informal, almorzando y cenando juntos en la casa Comboniana de Nova Comtagem. Este sábado, 6 de diciembre, será el segundo y último día de la reunión, con una agenda muy rica: la programación para el próximo bienio, el informe sobre el encuentro de Guatemala y la situación de los laicos en Açailândia (MA), de Adélia, la elección del coordinador de los LMC en Brasil, reflexión con el psicólogo Richardson y otros asuntos.

LMC Brasil

Hemos descubierto la riqueza de la vida

Entrevista a Emily y Rafael Harrington en “Misión sin fronteras”.
Una pareja de laicos que encontró el amor y la inspiración en la entrega a niños con habilidades diferentes y a sus familias.

PeruLos Harrington vivieron su primer año de casados en Estados Unidos y se prepararon para colaborar con el trabajo de los misioneros combonianos en el Perú. Llegaron a Lima desde Minneapolis, Minnesota, hace tres años y al día siguiente partieron rumbo a Trujillo, donde los esperaban 30 pequeños de una escuela para niños especiales. La pareja termina este año el primer periodo de labor y evalúa si renovará el compromiso. Interpelados relatan algunos pormenores de su experiencia.

¿Qué actividades realizaron en estos tres años?
Grupo reposteriaEmily: Trabajamos en tres centros de la parroquia: Santa Rosa, Kumamoto y Villa El Paraíso, todos en la periferia del distrito de El Porvenir. En Santa Rosa, he apoyado en el área de psicología de la escuela y Rafael en educación física. He participado en la escuela para las madres de familia y, durante la cuaresma, en un grupo de oración junto a mi esposo. Además, la comunidad de señoras se entusiasmó con la repostería, solicitaron a la directora de la escuela que diera un taller y me eligieron coordinadora. Tres veces por semana, asistimos a los niños de Kumamoto, y algunas veces a Villa El Paraíso, en la organización del reforzamiento escolar, oración y juegos.

¿Qué desafíos encontraron en su labor?
Emily: Los primeros meses sirvieron para conocer a los vecinos. En Kumamoto, fue difícil convocarlos porque no vivimos allí y conocemos a poca gente. El centro pastoral permanecía cerrado y cuando abrimos las puertas nadie entraba. Tuvimos que salir a buscar a los niños. Ahora son tantos que tenemos que dividirlos en pequeños grupos para trabajar con comodidad. En Santa Rosa, el desafío fue organizar mi trabajo en el departamento de psicología de la escuela especial, porque me confundían con terapeuta. Cuando alguien necesita esa atención los refiero a la persona adecuada.
En el grupo de repostería, las mamás quedaron contentas desde la primera reunión. Pero el reto en ese grupo fue la falta de recursos y las pequeñas peleas internas. A partir de esas crisis aprendieron a trabajar en equipo, crearon normas de convivencia y tomaron mejores decisiones.

Rafael: La primera dificultad que encontré en la educación física fue carecer de entrenamiento adecuado para personalizar mis intervenciones terapéuticas. Cada niño tiene habilidades diferentes: uno está en silla de ruedas, algunos no caminan bien o su estado intelectual difiere del resto. No he podido ayudar a todos de igual manera. Mi tratamiento ha sido general para abarcar a la mayoría. Uno o dos niños han quedado al margen, porque requieren la atención exclusiva de una persona.
La segunda limitación fue la falta de recursos. Por ejemplo el primer año, la escuela no tenía ni siquiera una pelota y poco a poco adquirimos el equipo básico que era necesario. En tercer lugar, la escuela es pequeña y el espacio de recreación no alcanza para realizar bien las actividades físicas.

¿Cómo se ayuda a las madres de los pequeños?
Emily: Las familias por lo general no aceptan fácilmente tener en casa a un niño con habilidades diferentes. Deben vivir con la carga de la gente en la calle, que se los queda mirando o hace comentarios inapropiados. A raíz de eso, creamos el grupo de apoyo para las mamás que se reúne dos veces al año. Allí tienen oportunidad para contar su experiencia. Yo las acompaño para moderar, controlo el tiempo para que todas tengan oportunidad de hablar y al final del ciclo hacemos un pequeño paseo. Es una actividad que gusta y las señoras preguntan cuándo organizamos otra reunión nuevamente.

¿Qué alegrías les ha dado su trabajo?
Rafael en TrujilloRafael: Una de las cosas positivas ha sido incentivar el básquet, como principal actividad deportiva. Logramos que cada niño tenga su propio balón. Por eso, este año ha aumentado la población de niños especiales, ahora asisten 30. Me gusta ver como cada niño avanza en cositas sencillas, que son grandes logros para ellos. Por ejemplo, había un niño que no podía saltar, pero luego de mucho trabajo y esfuerzo, al final del año logró hacerlo. La sonrisa que te da cuando cumple su cometido es emocionante. Ver el fruto de su dedicación es un regalo de Dios. Otro momento lindo es ver como un joven desde su silla de ruedas participa en el básquet, sus compañeros lo empujan y el hace rebotar la pelota. Pocas veces encesta, pero cuando le da, todos aplauden y se alegran con él.

Emily: En el grupo de mamás la actividad que nos une es la repostería, pero estamos allí para algo más. Una vez pregunté a las señoras: “¿Por qué vienen?” Mencionaron que para hacer amistades, compartir ideas o para tener un espacio donde desenvolverse, pero nadie recordó la repostería. Están allí para algo más profundo y ha sido muy bueno ver cómo se ha desarrollado el grupo. Por ejemplo, dos señoras vivían en la misma cuadra por más de veinte años, pero desconocían sus nombres. El año pasado nació de ellas hacer una oración al empezar y al terminar las reuniones. Y aun cuando no todas son católicas, porque tenemos una señora adventista, se turnan para dirigir la oración. Este año hicimos repostería de inclusión. Organizamos un compartir en la capilla e invitamos a otros niños para crear vínculos de amistad. Lamentablemente, algunos niños copian las actitudes de sus padres y hubo niños que no querían que sus compañeros especiales les repartan galletas.

¿Qué se llevan de esta experiencia?
Uno viene a la misión con la idea que va a dar más que a recibir. Pero nunca es así. En la misión uno recibe más de lo que puede dar. Para mí la sonrisa de un niño es lo máximo que puedes recibir y lo máximo que él te puede dar. Yo viví en un orfanato y cuando llegaban misioneros que me regalaban una hora para jugar, eso era suficiente. No recuerdo regalos o cosas, pero sí el acompañamiento de muchas personas. Mi presencia en medio de ellos es lo más importante y hago lo imposible para que un niño sonría.

¿Algo que deseen añadir?

Emily: Desde la perspectiva de nuestros amigos en Estados Unidos, hemos detenido nuestras vidas por tres años para venir a la misión. Pero para mí ha sido descubrir la riqueza de la vida.
Rafael: En Norteamérica hemos olvidado las cosas sencillas, nuestros amigos nos dicen que hemos sacrificado nuestras vidas. No saben que estamos creciendo y nos vamos uniendo más. La misión ha sido una experiencia que no podríamos comprar con todo el dinero del mundo.

III Encuentro continental LMC América [Guatemala 2014]

En septiembre celebramos el III Encuentro continental de los LMC de América en Guatemala del cual ya os hemos informado en el blog. Así como también se pueden encontrar las conclusiones del mismo en nuestra página web (sección de documentos).
En esta ocasión compartimos con ustedes un video que grabó el equipo de “Mil Vidas para la Misión” durante el encuentro.

Un saludo a todos.

Una Iglesia pobre para los pobres y el Pacto de las Catacumbas

CatacumbasEl 16 de noviembre de 1965, cuarenta padres participantes en el Concilio Vaticano II se encontraron en las Catacumbas de Domitila, en Roma, para una celebración eucarística. En esa ocasión redactaron y firmaron un documento titulado el “Pacto de las Catacumbas”, en el cual se comprometían a vivir un estilo de vida pobre y a relanzar una Iglesia “sierva y pobre”. Hoy el papa Francisco llama de nuevo a todos a la centralidad de una “Iglesia pobre y para los pobres”. Efectivamente, sólo una Iglesia pobre podrá caminar con los pobres, haciéndose voz de sus derechos negados. Cincuenta años después del Pacto de las Catacumbas, un numeroso grupo de religiosos y laicos se encontraron ayer, domingo 16, en Roma, para celebrar la memoria de aquel grande acontecimiento eclesial.

Mientras el Concilio Vaticano II estaba por concluirse, el 16 de noviembre de 1965, cuarenta padres conciliares se dieron cita en las Catacumbas de Domitila, en Roma, para una celebración eucarística y dieron vida a un documento que marcó una etapa importante en la vida de la Iglesia. En el texto, titulado “Pacto de las Catacumbas de Domitila”, los pastores se comprometían a vivir un estilo de vida pobre y a relanzar un Iglesia sierva de los pobres. El documento, con una lucidez poco común, tocaba los temas más candentes del momento y sigue siendo actual aunque falten enfoques más actuales como la ecología y la globalización de la guerra y del terrorismo.

Para conmemorar el 50º aniversario del hecho y del documento, convocados por los responsables de Justicia y Paz de los institutos religiosos, decenas de religiosos, religiosas y cristianos comprometidos se encontraron en las Catacumbas de Domitila para una celebración litúrgica de dos horas. En un clima de oración y de reflexión, el Pacto fue leído ante todos y luego retomado en pequeños grupos que, en diversas lenguas, fue profundizado presentando algunas sugerencias concretas para ser realizadas en la comunidad religiosa los presentes.

Los organizadores manifestaron su satisfacción y reconocieron que la respuesta y la participación fue más numerosa de lo previsto.