Laicos Misioneros Combonianos

Reino de Dios, ¡¿ mito o realidad?!

LMC Portugal“… Dios revela al hombre las inconmensurables riquezas de su Ser, su Poder, su Bondad.

La Creación y la Revelación son su lenguaje…”

(Pablo VI)

 

¡El amor no es un mito!

¡Entonces el Reino de Dios tampoco es un mito! ¡Porque hablar de amor es hablar de Dios! Su Reino no es un espacio, un lugar, una jerarquía, un sistema. ¡Él está dentro de nosotros, al igual que el amor! Somos (todos) una partícula de Su Reino.

Tenemos la obligación de cuidarlo, de alimentarlo; ¡Cada uno con su responsabilidad y su forma, pero siempre con mucha intimidad! ¡Todos somos diferentes, es cierto! ¡Pero la diversidad es la riqueza que Dios nos da para conocer y darnos a conocer!

Es en esta relación de intercambio que Dios está presente y se revela, haciéndonos sentir ese amor incondicional, que nos hace creer en nuestra capacidad de crecer con él y para él; ¡Ese amor que se funde y nos transforma en una hermosa unidad, trascendente que nos hace ver en el otro su rostro!

¡Un Amor único, grande, misericordioso, que nos provoca constantemente!

¡Sin embargo, es necesario e imprescindible que este Amor se instala en nuestras entrañas y brote en nuestros corazones a través de las palabras, pensamientos, acciones y ambiciones para así ser partículas activas de su Reino!

Porque el Reino es real, el amor es el que no siempre es cierto! (La pregunta más correcta sería: Amor: ¡¿mito o realidad?!)

Cristina Sousa (Portugal)

Reunión del Grupo de LMC Alemán en Nürnberg del 9 al 11de octubre 2015

LMC AlemaniaFue bonito poder comenzar el Día de Comboni, el 10 de octubre, con la celebración junto con los Misioneros Combonianos de la casa. Después trabajamos en la encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco. Pia Schildmair dio una explicación sobre la base teológica del documento. Steffen Riedel nos dio, desde el punto de vista de un asesor técnico de energía, la buena noticia de que podemos hacer frente a los desafíos de nuestra tierra y preservarla en el sentido amplio. Por supuesto hubo una discusión al respecto. Además de la encíclica realizamos la programación para el 2016 y hemos dado los primeros pasos para participar en el 100. Katholikentag en Leipzig, donde la Familia Comboniana de Alemania quiere presentarse. En la misa del domingo en la comunidad de Santa Kunigunda celebramos nuevamente a Daniel Comboni. El Provincial, padre Karl, habló del carisma de Daniel y los puntos principales del Capítulo General de Roma. Los LMC enriquecieron la misa con cantos y textos de la encíclica “Laudato Si”.

LMC Alemania

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Asamblea Nacional de los LMC Italianos. Verona 2015

LMC ItaliaDel 18 al 20 de septiembre tuvo lugar en Verona, en la casa madre de las hermanas Combonianas, la tercera asamblea nacional del LMC italiano.
Discutimos sobre todo acerca de los lugares y los tiempos donde los LMC están llamados a ser testigos de su vocación, a ser misioneros de acuerdo al carisma de San Daniel Comboni. El segundo objetivo importante encontrarnos y compartir experiencias, problemas y alegrías que cada grupo enfrenta en sus compromisos diarios en su propio territorio.
Fuimos calurosamente recibidos por las hermanas Combonianas. Había muchos grupos diferentes que venían de todas partes del país: Venegono Superior, Milán, Padua, Verona, Bolonia, Florencia, Palermo, Agrigento y Bari. También hubo “invitados especiales”: el coordinador del comité internacional LMC Alberto de la Portilla, el referente MCCJ de la provincia italiana P. Massimo Robol, el MCCJ encargado del secretariado de la evangelización de la provincia italiana P. Giorgio Padovan y otros padres y hermanas Combonianas.
El primer aspecto positivo fue el elevado número de personas que asistieron a la asamblea. Éramos unas 90 personas y muchas eran caras nuevas y, además, eran jóvenes. Esto significa que el carisma de Comboni todavía fascina y atrae a personas de diferentes edades, diferentes lugares y con un fondo muy diferente.
LMC ItaliaEl viernes por la tarde se dedicó a dar la bienvenida a los participantes; después de una breve bienvenida oficial de la secretaria nacional y los invitados especiales, nos reunimos para una oración inicial. Gracias a algunas canciones y símbolos nos introducimos en el tema de la reunión. Después de la cena, tuvimos un juego especial para poder conocernos mejor entre nosotros. Durante el sábado, desarrollamos el tema principal de la asamblea: después de una breve oración, nos encontramos con María Soave Buscemi quien nos guio a través de algunos versículos de la Biblia. Estas explicaciones nos ayudaron a leer profundamente y con un nuevo punto de vista las Escrituras. Durante la tarde, organizamos cuatro talleres con el fin de profundizar cuatro aspectos diferentes de nuestro Carisma: la animación misionera, la inmigración, los nuevos estilos de vivir, la Justicia y la Paz. Dividimos el grupo grande en cuatro grupos más pequeños. Dentro del grupo, el organizador dio un poco de información sobre el tema y después hubo la oportunidad de compartir. A pesar de que no era tan fácil, el taller nos permitió compartir algunas buenas ideas que todos y cada grupo podremos aplicar en nuestra propia realidad siguiendo algunos criterios comunes. Por la noche, por suerte, pudimos ver un espectáculo presentado por un grupo de jóvenes procedentes de Malí.
El domingo, después de la oración de la mañana, nos reunimos todos juntos y los cuatro grupos diferentes informaron a los demás lo compartido durante las sesiones del día anterior. Después de esto, celebramos juntos la Santa Misa. Durante la celebración, tuvimos la oportunidad de “enviar” oficialmente a Bárbara pidiendo sobre ella la protección del Espíritu Santo. Barbara es una LMC que se prepara para salir en agosto de 2016 por tres años a Mozambique. Después de la celebración, Federico (representante italiano en el comité europeo) y Alberto de la Portilla presentaron el encuentro europeo de agosto 2016 que tendrá lugar en Portugal.
Ha sido muy importante durante la asamblea, escuchar de la voz de muchos MCCJ diferentes que tienen la necesidad y la voluntad de cooperar más con los laicos. Se nos pidió que tomar parte en algún comité nacional y dar nuestro apoyo a Nigrizia (la principal revista nacional de la familia Comboniana).
Al final de la asamblea fue muy claro que no es tan fácil de encontrar la forma y el tiempo para vivir nuestro carisma misionero, pero la única posibilidad que tenemos para lograr este objetivo es construir una red con el fin de mantenernos en contacto y el apoyo de los unos a los otros.

Barbara LMC Italia
LMC Italia

La misión es un plan de amor en el que no podemos ahorrar esfuerzos

ComboniEsta es una de las muchas frases que Comboni nos ha dejado como prueba de su entrega y la convicción de su vocación.

Cada día podemos escuchar, ver y leer en las noticias las desigualdades del mundo. Cada día encontramos tantas personas que necesitan de esperanza.

Un mundo, casa de todos, que está profundamente interrelacionado, que necesita que todos despertemos y unamos esfuerzos para proponer una nueva manera de vivir, más justa y digna para todos y todas. Necesita que nos remanguemos la camisa y nos pongamos a proponer y llevar adelante una nueva humanidad. Necesita personas que se disponibilicen para estar junto a aquellos y aquellas que más sufren la exclusión y que son ninguneados. Necesita de personas que lleven la ternura y el amor de Dios a cada rincón del planeta donde sea necesario.

En un mundo donde el dinero encuentra facilidades y las personas barreras necesitamos recuperar y hacer presente el amor de Dios. La misericordia que restaure las heridas y la fraternidad y solidaridad que nos permita compartir esta tierra que es casa de todos y todas. De la que todos tenemos derecho de disfrutar sin importar el lugar donde hayamos nacido o las posibilidades de la familia que nos ha acogido.

Necesitamos que des un paso al frente y te unas. La misión es un plan de amor en el que no podemos ahorrar esfuerzos.

Mi experiencia vivida en Chiapas

Isabel¡Hola a todos mis amigos y amigas, a los LMC de México y el mundo, a la Familia Comboniana, colegas y familiares!

Aquí les comparto un resumen de mi experiencia vivida en Chiapas, en esta etapa de mi vida que fue muy especial y diferente y que Dios me ha regalado,  a donde me llevó a realizar una misión durante el periodo de Enero a Agosto de este año 2015.
Estuve viviendo, trabajando y compartiendo la vida comunitaria con mi amiga Rocío, quien también es LMC y juntas estuvimos en Altamirano, una Cabecera Municipal del Estado de Chiapas.

Chiapas es una de las 32 Entidades Federativas de México. Se encuentra en el Sureste del País, en Frontera con Guatemala. Su Capital es Tuxtla Gutierrez, posee varios de los destinos turísticos más importantes de México, principalmente zonas Arqueológicas y Nichos Ecológicos de gran belleza.  Tiene 122 municipios, es uno de los Estados con mayor población indígena en México, ya que un 30 % de su población habla alguna lengua originaria del Continente.  Además del idioma Español, sus lenguas oficiales son: Tzeltal, Tojolabal, Tzoxil, Chol, Zoque, Lacandon, Chuj, Quiché, Kakchikel.  El territorio de Chiapas presenta una morfología muy compleja: la sierra formada por extensas zonas montañosas, grandes valles, llanuras costeras y aluviales, por este motivo presenta gran diversidad climática y biológica. Algunas zonas han sido declaradas “Reservas de la Biósfera” por albergar varias especies animales y vegetales. En Chiapas se desarrollaron importantes Culturas Mesoamericanas durante la Época Precolombina: la Olmeca, la Maya y la Chiapaneca. A lo largo de los siglos XIX y XX en el Estado se reprodujo y fortaleció una amplia desigualdad social. Los abusos contra los pueblos indígenas y las comunidades rurales generaron un conflicto latente hasta el año 1994 cuando estalló el Levantamiento Zapatista encabezado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, conflicto que continua sin resolverse hasta el momento.

En la historia de Altamirano, se narra que este pueblo se fundó en 1806, por pobladores de las Haciendas de San Antonio y San Vicente que pidieron a la Vicaría de Ocosingo, terreno propio para fundar un pueblo nuevo, eligiendo el paraje de Nacashlan, a unos 30 km al sur de Comitán, en las cercanías del Río Tzaconejá, el cual en 1814 ya contaba con 90 familias indígenas, todos ellos de Etnia Tzeltal. Primeramente fue llamado Ashlumal San Carlos.  Ashlumal (pueblo nuevo).  En 1911, sobre este pueblo que había pertenecido al Departamento de Chilón, se erige el Municipio. En 1935 el Gobernador Victorio R. Grajales le cambia el nombre al pueblo San Carlos, por el de Villa Altamirano en homenaje al poeta Ignacio Manuel Altamirano y en 1942 lo elevan a Municipio de segunda clase. En enero de 1994 se convirtió en uno de los pueblos ocupados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Estuvimos laborando en el Hospital San Carlos, el cual fue construido por el Gobierno de Holanda y es mantenido y financiado en una gran parte por una ONG Holandesa.  En esta unidad de salud, se atiende a toda la gente, en especial a los indígenas, los cuales en su mayoría son tzeltales, pero también llegan tojolabales, Tzoxiles, Zoques y Choles.
La Parroquia de San Carlos, Altamirano cuenta con 85 comunidades, pero se reciben indígenas de comunidades pertenecientes a otros Municipios como son: Ocosingo, Oxchú, Palenque, Yajalón, Chilón… es triste ver como esta pobre gente viaja tanto para recibir atención médica en este hospitalito, que tiene recursos para una atención médica de primer nivel, ya que sólo cuenta con médicos generales y no tiene especialistas de base.  Solamente en algunas fechas del año llegan médicos especialistas voluntarios de México, Estados Unidos, España e Italia los cuales, ayudan a nuestra gente en Campañas Médicas Quirúrgicas de: Ginecología, Urología, Cirugía Plástica y Dermatología. Se cuenta con los programas de Nutrición, Tuberculosis y Salud Mental.
Me impactó también, el darme cuenta de, que en el Estado de Chiapas el Sector Salud es muy deficiente, cuentan con muy pocos hospitales públicos. Es por eso que en este hospital, muchas veces no se puede trasladar a los pacientes graves que necesitan atención especializada de segundo o tercer nivel y que sabemos que aquí se complicarán más o morirán, y en muchos de ellos se pudo haber evitado fatalidades si se contara con buen servicio de salud Estatal.

Y bueno, quiero compartir mi sentir en estas tierras, ya que por un lado ha sido satisfactorio poder trabajar para y por los pobres, pero a la vez he vivido diferentes sentimientos encontrados de tristeza, dolor, impotencia, rabia, incertidumbre, pues me he topado con un contexto muy fuerte y deprimente, nuestros hermanos indígenas aún viven en la miseria, están aislados y excluidos, abandonados y pisoteados por el Gobierno, las Instituciones, por la misma gente que no es indígena y que se nombran mestizos.
Los indígenas viven en comunidades alejadas donde ni siquiera cuentan con los servicios básicos para llevar una vida digna, no cuentan con atención médica rural, casi no hay escuelas y por este motivo un gran porcentaje son analfabetos, no cuentan con recursos económicos para hacer producir sus tierras, sufren y hay gran mortalidad materna, neonatal, infantil y de todas las edades, ya que los está consumiendo el hambre, la desnutrición, las infecciones, la parasitosis, la tuberculosis, el cáncer, el alcoholismo, entre otras…

Es muy doloroso ver como llegan al hospital con sus padecimientos muy avanzados, complicados o terminales, porque no había quien los atendiera en sus comunidades y no tenían dinero para trasladarse a un hospital. Algunos llegan diciéndonos que caminaron horas en la selva y otras más en una pasajera por un camino o por carretera para llegar a nuestro hospital.  Otro de los problemas que tienen es, que a veces dicen que no los quieren atender en los hospitales del IMSS o Salubridad porque no hablan Español y estas Instituciones no tienen personal que funja de traductores. Algo que nos gustó del Hospital San Carlos es que ahí mismo en años anteriores se abrió una escuelita de enfermería donde capacitaron a indígenas como enfermeras y enfermeros y así, ellos mismos son los que traducen a los pacientes. Pues todos los médicos son de fuera y no hablan lengua. Me gustó estar ahí porque me identificaba con el carisma Comboniano también, ya que siempre tenía presente el lema del Plan de Comboni: ” Salvar a África con África”, pues aquí era: “salvar a los indígenas con los propios indígenas”.

IsabelYo llegué en el mes de Enero, y posteriormente en el mes de abril se unió a esta experiencia mi compañera y amiga Rocío, LMC.

Juntas estuvimos laborando en el Hospital San Carlos, ella en administración y recursos humanos, pues su profesión es Administración de Empresas, y yo como Médico General. Ahí, pudimos compartir la vida laboral, así como también la vida comunitaria donde compartíamos rentando una casita en el pueblo. Fue bonito que todos los días nos levantábamos temprano, nos íbamos a caminar y a hacer ejercicio, y regresábamos a casa, hacíamos juntas oración en las Laudes de la mañana consagrando nuestro día y pidiendo por todos;  y después cada una nos íbamos al hospital a hacer nuestra propia tarea laboral. Pudimos compartir, convivir y aprender juntas en esta experiencia misionera.  Compartimos la vida con los indígenas, parte de su cultura, aprendimos a hablar algunas palabritas en Tzeltal como: Jocolawal = Gracias, Cashan = pase, ¿ban ti cux? = ¿dónde le duele?, respire profundo = icha ik!, etc. Disfrutamos el sabor del Pozol que es su bebida popular hecha con maza de maíz y agua, comimos sus ricas gorditas de calabaza, que son rellenas de frijol… fue algo muy especial conocerlos, curarlos, escucharlos, animarlos y motivarlos, darles una palabra de aliento y esperanza, hablarles del amor de Dios, confortarlos espiritualmente especialmente cuando alguno de sus familiares estaba grave o fallecía en el hospital…

Hicimos nuevos amigos, tuvimos buenos compañeros de trabajo y encontramos gente buena en las calles, en los comercios, en la iglesia y hasta en los lugares turísticos a donde tuvimos la dicha de trasladarnos y conocer…  En el último mes, Rocío pudo estar haciendo misión también con los niños, en un barrio de la periferia, donde son indígenas y carecen de muchas cosas, en especial de la educación, Chío pudo ayudarles un poco con sus tareas, a que aprendieran a leer y escribir los que aún no sabían, y hasta dio clases de computación a algunas jóvenes. Yo la acompañé en algunas ocasiones, ya que me la pasaba más en el hospital dando consulta y haciendo guardias de 24 horas y a veces turnos de más carga horaria, en este aspecto era pesado trabajar así, pues eran jornadas muy largas y sobrehumanas poder aguantar mucho tiempo con este ritmo… Pero aunque fue poco tiempo el que estuvimos compartiendo con los niños y sus familias, fue algo muy bonito y reconfortante como misioneras… Creo que para Rocio lo fue aún más intenso, pues fue su propia iniciativa…

Y, como ley de la vida, hubo cosas positivas y negativas en este tiempo de misión, algo de lo más negativo o decepcionante, fue que no pudimos actuar con los enfermos, el personal y la gente, como nos hubiera gustado; tuvimos demasiadas limitaciones y obstáculos, ya que las religiosas Vicentinas (Hermanas de la Caridad) quienes son las que dirigen este hospital, tenían un sistema muy cerrado y les costaba abrirse a los cambios…

Además, no pudimos entrar a las comunidades indígenas, donde queríamos hacer un proyecto con nuestro apostolado y trabajo pastoral misionero, ya que actualmente está fuerte el conflicto zapatista y existen enfrentamientos y divisiones entre los mismos pueblos. No dejan entrar tan fácil a sus pueblos.  Por esta razón, ha sido difícil para el mismo párroco, para las religiosas y demás voluntarios y otras organizaciones que quieren trabajar en estas tierras para ayudar a combatir esta pobreza material y espiritual que existe.  Hasta para la misma evangelización ha sido difícil, pues hay diferentes religiones y sectas que se están infiltrando, es triste ver que hay pueblos donde tienen varias iglesias de diferentes religiones y conocimos algunos donde no tienen ninguna iglesia católica, pero sí de otra religión.

Realmente hace falta que vayan más misioneros, laicos, sacerdotes y religiosas a estas tierras…
Aunque fue poco tiempo el que pudimos estar en Altamirano y que hemos decidido salir por el momento, yo no me quedo convencida de retirarme, renunciar y no regresar jamás a estos pueblos, que están tan pobres y abandonados… ha quedado una gran inquietud en mi interior, pues sé que necesitan ayuda. Es ahí donde la misión llama, es ahí donde vemos los Cristos sufrientes, es ahí donde es preciso misionar y dar la vida, cargando nuestra propia cruz con ellos que llevan una cruz que pesa más y que unidos podemos cargarlas y hacer que pesen menos. Es en estas tierras donde hay que ir a hacer promoción humana, para que se desarrollen y alcancen su propia dignidad de seres humanos. Es necesario que sientan que también ellos son hijos de Dios y merecen ser felices en esta tierra.
Yo creo fielmente que no es imposible y con el corazón en la mano, les digo que podemos encontrar una alternativa y una forma de armar un proyecto misionero… mayormente como laicos podemos actuar investigando y buscando apoyo en alguna Institución o en una ONG nacional o internacional, en la Congregación Comboniana, en la Diócesis, o tal vez en otras opciones, para trabajar en estos pueblos de Chiapas, ya que realmente es uno de los Estados más pobres y necesitados de nuestro país. No estoy contenta con decir fui y trabajé y conocí grandes maravillas de la naturaleza, pues aún me está taladrando en mi mente y en mi corazón todos esos rostros de sufrimiento, amargura, dolor, enfermedad, depresión, impotencia, tristeza, desesperación, sed de Dios y hambre de dignidad humana… Que Dios nos ayude a ayudar, los Laicos tenemos muchas capacidades y potencialidades, tenemos muchas locuras, pero que son buenos deseos y sobre todo, tenemos ese espíritu misionero de caridad, y esa alma retadora, pero que a veces solos no podemos, necesitamos gente y recursos; y una cabeza no piensa igual a muchas, los invito a reflexionar en esto y si como LMC de México y el mundo algún día podemos lanzarnos en acción por los indígenas de Chiapas, hagámoslo. Aunque sé que tenemos otros lugares de misión donde se necesita de los LMC, somos conscientes que a veces no podemos cubrir esas necesidades ya sea por falta de economía o hasta por falta de salud personal, meditemos y luchemos por ir cubriendo esos pueblos que no están tan alejados ni en climas y ambientes tan difíciles, y que sí es más posible poder ir y dar lo mejor de nosotros con todo lo que somos y tenemos.  Oremos a Dios para que siga bendiciendo a todos los indígenas del mundo, a los Afroamericanos y a los Africanos… Que San Daniel Comboni interceda por ellos y por todos sus misioneros.

Saludos a todos de su amiga: ISA. LMC.