Laicos Misioneros Combonianos

Mensaje del Consejo General para la fiesta de San Daniel Comboni

Comboni

REAVIVAR EL FUEGO DE LA PASIÓN MISIONERA

Queridos hermanos:

Comboni

Os saludamos con la paz y la alegría de Nuestro Señor Jesucristo y os expresamos nuestros más cordiales deseos con motivo de la solemnidad de San Daniel Comboni, nuestro Fundador. Este día es una ocasión especial para todos nosotros y para todos aquellos que han visto sus vidas iluminadas por su ejemplo y su misión.

Hace dos semanas concluyó nuestra Asamblea Intercapitular, que comenzó con una jornada de formación sobre el tema «Reavivar el fuego por la Misión». De ella surgió con fuerza la urgencia de reforzar nuestra unidad y construir comunidades capaces de responder a los retos de nuestro tiempo, valorando con cuidado los recursos humanos y materiales de que disponemos. Al mismo tiempo, debemos reconocer que nuestra identidad comboniana necesita ser custodiada y reforzada: algunos hermanos abandonan el Instituto, otros se retiran, y nos preguntamos dónde está hoy el valor de ir donde otros no se atreven.

Desde el principio hemos sido una familia internacional y multicultural. Esta diversidad no es un simple detalle: es un signo del Reino y un testimonio de que la comunión entre los pueblos y las culturas es posible en Cristo. Es un mensaje de esperanza para un mundo a menudo dividido. Custodiar este don es hoy más necesario que nunca, si queremos superar los nacionalismos y tribalismos que amenazan con infiltrarse también en nuestras comunidades.

Para afrontar estos retos, debemos reavivar el fuego de nuestra pasión misionera. El fuego es símbolo de celo, valentía y convicción; nos impulsa hacia la misión y nos sostiene en los momentos difíciles. Jesucristo, primer «Misionero del Padre», afirma: «He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera encendido!» (Lc 12,49). También Comboni recurría a menudo a la imagen de un «corazón ardiente de puro amor de Dios»: «Cuando el Misionero de la Nigricia tiene ardiente el corazón de puro amor a Dios, y con la mirada de la fe contempla lo sumamente beneficiosa, grande y sublime que es la Obra por la que él se fatiga, todas las privaciones, los esfuerzos continuos, los más duros trabajos se vuelven para su corazón un paraíso en la tierra» (Escritos, 2705).

Cuando este fuego arde en nosotros, las cruces y las dificultades no pueden detenernos. Un corazón encendido permanece fijo en la meta y no se deja distraer por los obstáculos o los fracasos.

Estamos convencidos de que una misión como la nuestra —cuyos frutos a menudo no veremos plenamente, en la que años de trabajo pueden parecer vanos, y que desafía la lógica y a veces parece desesperada— solo puede llevarse a cabo si estamos realmente inflamados por la pasión.

Hoy más que nunca sentimos la llamada a reavivar este fuego. Muchos de nosotros nos sentimos cansados o frágiles, y este cansancio también afecta a las comunidades. Para alimentar la llama, hay que quitar las cenizas y añadir leña nueva. La mejor manera de hacerlo es volver al fuego original que ardía en nosotros cuando recibimos la llamada misionera comboniana, esos momentos en los que la vida de Comboni y la misión de los Misioneros Combonianos nos tocaron profundamente.

Cada uno de nosotros guarda el recuerdo de cuando la vida de Comboni encendió su corazón: tal vez fue su altruismo al escuchar la llamada de Dios, a pesar de ser hijo único; o el valor de dejar el Instituto Mazza para seguir lo que consideraba esencial; o la perseverancia ante las oposiciones, incluso por parte de la Iglesia; o la fe tenaz durante la pérdida de sus compañeros; o su convicción de la dignidad del pueblo africano, su incansable compromiso con una transformación humana integral, su apertura a las diferentes culturas y su visión profética de la misión.

Sea cual sea la chispa que nos iluminó, sigue viva y puede reavivar nuestro fuego. Cuando dejamos que arda de nuevo, superamos el cansancio, la indiferencia y las cómodas costumbres; nuestro amor por la misión se renueva y nos da fuerzas para afrontar cualquier desafío.

¿Y qué mejor momento que la fiesta de nuestro Fundador para reavivar esta llama, recordando que nos ha dado una identidad única en la Iglesia y en el mundo como Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús?

¡Feliz fiesta!

Roma, 10 de octubre de 2025

Solemnidad de San Daniel Comboni,

El Consejo General MCCJ

La tierra, regalo de Dios

LMC Moçambique

Cuando Dios creó el mundo y se lo entregó al ser humano,

pensó en su bienestar, no en el caos que el hombre causó.

En una vida plena para todos, a la que se dedicó con mucho amor.

La tierra es un regalo divino, sin ella no hay vida.

Necesitamos cambiar el destino, transformar la realidad.

Saber que somos responsables de que la vida continúe.

Preservar lo que Dios creó, reforestar el lugar.

Limpiar ríos y lagos, respetar el océano.

Cuidar de los animales y las plantas y preservar la vida.

Cambiar nuestro estilo de vida, reciclar y reutilizar.

Usar abono orgánico y plantar nuestras hortalizas.

Cambiar nuestra agricultura y evitar las enfermedades.

Exigir a nuestras autoridades políticas públicas para mejorar.

La vida del ciudadano y el lugar donde vive.

Tener el valor de asumir que la política es para trabajar.

Mejorar la vida de las personas y respetar el planeta.

Esta es la conciencia que todo ser humano debe tener.

Que no estamos solos, que fuimos creados para vivir juntos.

Respetando a cada uno, por pequeño que sea.

Todos tienen su utilidad, todos tienen derecho a vivir.

La Laudato Si nos enseña que es posible transformar.

El papa Francisco nos muestra prácticas que podemos utilizar.

La encíclica es el camino en el que el cristiano debe inspirarse.

Regimar Costa – LMC Brasil en Mozambique

Nuestra experiencia en el taller de Gataka Napenda Kuishi

LMC Kenia

Del 19 al 21 de septiembre, tuvimos el privilegio de asistir a un taller en Gataka Napenda Kuishi. El evento, de tres días de duración, fue más que una simple serie de sesiones: fue un tiempo significativo de aprendizaje, creación de comunidad y bienvenida a nuevos miembros al grupo. Tuvimos el honor de dar la bienvenida a 11 nuevos miembros que asistieron físicamente, entre los que se encontraban tanto estudiantes como profesionales. Además, participantes de Meru y Kitelakapel se unieron virtualmente, ampliando nuestro alcance y garantizando la inclusión. El ambiente fue cálido y acogedor, y las conversaciones y conexiones se establecieron sin esfuerzo entre todos los participantes. Uno de los momentos más destacados fue una sesión dirigida por Lorna, nuestra invitada y especialista en psicología. Su tema, «Construir relaciones interpersonales», hizo hincapié en la importancia de la empatía, la escucha activa y la comunicación intencional para crear vínculos fuertes y saludables. Nos recordó que las relaciones verdaderas se construyen no solo sobre la presencia, sino también sobre la comprensión y el respeto mutuo. Sus ideas eran prácticas y seguirán siendo aplicables tanto en las interacciones personales como en las profesionales. El domingo, también nos inspiró Maciej, que moderó una sesión sobre catequesis bíblica. Sus reflexiones profundizaron nuestra comprensión de la fe como un viaje compartido y ofrecieron una base espiritual que conecta a nuestra comunidad más allá del entorno del taller.

«Me encanta la colaboración y el vínculo entre todos los chicos; sentí como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo. Espero con interés más reuniones y experiencias».  David Marigu

«Los temas que se enseñaron los podré utilizar, usaré los conocimientos en mi vida cotidiana».  Angela

«Estoy muy feliz de formar parte de este grupo. La experiencia fue buena y espero con interés más». Muthusi Emmanuel

Al concluir el taller, los participantes expresaron su alegría y gratitud por la oportunidad de aprender y conectar. Cada uno se llevó consigo valiosas lecciones, nuevas amistades y un propósito renovado. El evento fue todo un éxito y esperamos con ilusión nuestro próximo taller, una oportunidad aún mayor para crecer juntos en conocimiento, fe y unidad.

Preparado por: Yvonne Kilemi

Misión en Kenia

LMC Kenia

Primeros pasos en suelo keniano

A principios de junio aterricé en Nairobi, la capital de Kenia. Fue aquí donde comenzó mi viaje misionero, lleno de nuevos retos, aprendizajes y encuentros con personas que rápidamente se convirtieron en una segunda familia para mí. Pasé las primeras semanas en la Casa Provincial de los Misioneros Combonianos, donde inmediatamente experimenté la gran apertura y calidez de los Padres Combonianos y de la comunidad de Laicos Misioneros Combonianos. Gracias a su cordial acogida, me sentí como en casa, lo que me dio valor y esperanza para las siguientes etapas de mi misión.

Aprendizaje del idioma y primeros viajes

Uno de los primeros retos fue el estudio intensivo del inglés. Cada nueva palabra me abría las puertas para comprender mejor la cultura y establecer relaciones más profundas con las personas entre las que ahora vivo.

En junio, se unió a mí una misionera italiana, Giula. Juntas, ese mismo día, partimos hacia Kiteakapel, una pequeña comunidad misionera en el noroeste de Kenia. Este lugar, atendido por una comunidad internacional, me permitió ver la sencillez de la vida, las dificultades de la existencia cotidiana y, al mismo tiempo, la gran hospitalidad y apertura de la gente. Esta experiencia permanecerá en mi corazón durante mucho tiempo como un recordatorio de la gran fuerza de la comunidad y de los corazones sencillos y sinceros.

Kariobangi, el corazón de Nairobi

La siguiente etapa fue trasladarme a Kariobangi, uno de los distritos más pobres de Nairobi. Este lugar está lleno de contrastes: junto a las dificultades y la pobreza, también hay una energía y una esperanza extraordinarias entre los residentes. En la parroquia, los Padres Combonianos y las Hermanas Combonianas llevan a cabo su ministerio. Las Hermanas dirigen una escuela profesional para niñas y una guardería para los hijos de madres jóvenes, mientras que los Padres se dedican a la pastoral y a la animación juvenil.

El tiempo que pasé en Kariobangi fue muy valioso para mí, tanto en lo práctico como en lo espiritual. Vi cómo Dios obra en la vida cotidiana, en los gestos sencillos de bondad y en el compartir con los demás.

Una nueva etapa: Mikinduri

Desde septiembre, he comenzado la siguiente etapa de mi misión y ahora me encuentro en Mikinduri. Este nuevo lugar me plantea nuevos retos, pero también me aporta mucha alegría y esperanza. Cada día es una oportunidad para conocer la realidad local, aprender a ser paciente y abierta, y descubrir la belleza de la diversidad. Creo que cada paso de este viaje me lleva más lejos, hacia una mayor confianza, hacia una mejor comprensión y hacia el verdadero servicio a los demás.

Iza, LMC en Kenia

Encuentro Misionero Octubre 2025

Encuentro Misionero Octubre 2025

Comienza un nuevo curso escolar y con ella oportunidad de iniciar un camino misionero.

El grupo LMC de España organiza un encuentro para todas las personas interesadas. Como en España, muchos otros países están abiertos a acompañar a todas aquellas personas con inquietudes misioneras. Así que, si tú eres una de ellas, no dudes en escribir y preguntar si estamos presentes en tu país y pasaremos tu contacto a la coordinación para que puedas comenzar un camino misionero.

Os dejamos el anuncio de este primer encuentro en España para finales de octubre.

Hay momentos que lo cambian todo… y este octubre puede ser uno de ellos.

  • Si sientes inquietud,
  • Si algo dentro de ti te empuja a ir más allá,
  • Si crees que tu vida no es solo para tí…

Entonces este Encuentro Vocacional Misionero es para ti.

Del 24 al 26 de octubre te invitamos a un Encuentro Vocacional Misionero con los Laicos Misioneros Combonianos. Un momento especial para escuchar, discernir , mirar tu vida con ojos misioneros y preguntarte:  ¿Qué quiere Dios de mí?

  • CUÁNDO: 24 al 26 Octubre 2025
  • DÓNDE: Misioneros Combonianos. C/Arturo Soria 101. Madrid
  • PARA QUIÉN: Jóvenes y adultos con inquietud por la vocación misionera laical.
  • INSCRIPCIONES: https://cutt.ly/EncuentroMisioneroLMC2025 
  • MÁS INFORMACIÓN: 634281908 (Gonzalo)