Laicos Misioneros Combonianos

Reunión Internacional de Economía LMC

Tesoreros LMC

El pasado sábado 21 de junio nos reunimos online para celebrar el primer encuentro internacional de economía tras nuestra asamblea internacional del pasado mes de diciembre.

La asamblea solicitó que se celebrara una reunión global a mediados de cada año para evaluar conjuntamente la marcha de las cuestiones económicas en cada país y en cada una de nuestras comunidades internacionales.

Estuvieron presentes representantes de 13 países y 2 comunidades internacionales, entre tesoreros, coordinadores y miembros del equipo de coordinación. Debido al reto que supone el idioma, contamos con el apoyo de dos traductores voluntarios, Ana Cris, LMC de Guatemala, y su hijo Esteban.

Fue un momento importante de información y aclaraciones, en el que se presentaron propuestas para los próximos pasos conjuntos. Una de ellas fue la realización de otros dos encuentros online este año, en tres grupos más pequeños, según el idioma, para que podamos facilitar una mayor interacción entre los participantes y la construcción de instrumentos prácticos que faciliten nuestra búsqueda de la autonomía económica.

¡Agradecemos el esfuerzo y la participación de todos!

¡Hasta nuestro próximo encuentro!

Flávio, tesorero del Comité Central

Reunión en Núremberg

LMC Alemania

En esta ocasión, el tema principal fue el diseño del stand conjunto de la Familia Comboniana en la milla eclesiástica de la Jornada de los Católicos en Würzburg. Junto con el padre Günther, el padre Michael y el hermano Hans, recopilamos ideas en una constructiva lluvia de ideas sobre el tema «¡Ten valor, levántate!» y pudimos distribuir las primeras tareas. La Familia Comboniana estará presente en Núremberg con nueve misioneros.

Además, se trataron los comentarios sobre nuestra exposición sobre la paz en Mellatz, los acuerdos para la participación de Brigitte Kreiter en la asamblea provincial y la planificación de la visita prevista a la comunidad de los misioneros combonianos en Graz. Nos conmovió mucho el informe de Hans Eigner sobre la situación en la diócesis de Bentiu, en Sudán del Sur, en cuya evolución participará a partir del otoño de este año.

Con una pequeña barbacoa, le agradecimos su participación en nuestro grupo durante los últimos años y le «despedimos» a él y al padre Günther para sus próximas misiones.

Barbara Ludewig, LMC

La importancia de la comunicación

LMC Kenia

Estamos agradecidos por la maravillosa reunión que tuvimos juntos como miembros de LMC, pasamos un fin de semana increíble y fructífero juntos.

Interactuamos, creamos vínculos y compartimos responsabilidades juntos, creando una comunidad.

Nuestras sesiones de formación se basaron en el tema de la comunicación.

La comunicación es un componente vital de nuestra vida como misioneros, ya que nos permite llegar a aquellos a quienes estamos llamados a servir.

Aprendemos de nuestro Señor Jesús cómo comunicó el mensaje del Reino de Dios.

Con sus mensajes, habló al corazón de las personas acercándolas a Dios, dijo la verdad sin temor ni siquiera a la muerte, Juan 5:18-47.

Cristo conocía y comprendía a su audiencia, utilizó diferentes estrategias para transmitir sus mensajes a las personas y, por separado, a sus discípulos.

Utilizó parábolas, historias, silencio, etc. para transmitir información.

En muchas ocasiones dio a las personas la oportunidad de expresar su punto de vista, Marcos 10:51.

Al leer las cartas, artículos y revistas escritos por san Daniel Comboni, comprendemos su pasión por la misión.

Esto nos anima a utilizar adecuadamente la herramienta de la comunicación en nuestra vida misionera para difundir el Evangelio hasta los confines de la tierra y a las generaciones venideras.

Con una comunicación eficaz, tendemos puentes entre las personas, creando relaciones sanas y construyendo nuestras comunidades y también las comunidades locales a las que servimos.

Belinda Awino LMC

Nuestra comunidad ecuatoriana en crecimiento

LMC Ecuador

A mediados del año 2021, junto al P. Joseph Ng´ang´a de Kenia, quien fue nuestro acompañante Comboniano, se hizo la convocatoria a personas conocidas dentro de la misión y a otras que compartían nuestro carisma para que siguieran la formación y ser parte de nuestra comunidad de Laicos. 

Siendo así que, después de seguir la formación y el acompañamiento, nuestro aspirante Carlos Enrique Zamora Medina, el domingo 01 de junio de 2025, fue aceptado como Laico Misionero Comboniano.

Durante los días cercanos a la ceremonia se vivió una atmósfera de nervios y tensión por la organización y desarrollo del programa a realizarse, y que en buena hora recibió el apoyo y colaboración de varias personas que pusieron su granito de arena para poder cumplir con lo planeado. 

La misa se desarrolló a las 10h00, junto a la comunidad de la Parroquia “Nuestra Señora de Fátima” de El Empalme, Provincia del Guayas, además de los familiares de Carlos Zamora e invitados, estuvieron presentes en esta celebración, quienes compartieron atentos a cada momento de la misa impartida por el P. Seraphin Kakwata, nuestro actual referente Comboniano, quien mantuvo a las personas muy atentas al momento de la firma del compromiso como Laico Misionero Comboniano.  Fue un momento muy especial, que también fue compartido con los laicos misioneros que colaboran en la Integración Pastoral que se desarrolla en la P. Verbo Divino de Guayaquil.

Después en una reunión de compartir, en las palabras dadas por Carlos Zamora, él expresó que en su vida ha pasado por muchos obstáculos por motivos de salud, los que ha podido sobrepasar por el esfuerzo y las oraciones de su señora madre; y, a pesar de esta situación siempre mostró el deseo de ser misionero y hacer algo por la Iglesia y por Dios, hizo de la frase “La vida es dar tiempo” su luz para descubrir cuál era el tiempo de Dios, retomando la formación a los sacramentos y sus estudios de colegio, universitarios y pastorales, que había dejado para después.

A pesar de todo, dijo, que aún no estaba seguro de lo que le espera en un futuro, pero que ha sido para él una bendición de Dios este proceso y sobre todo una buena decisión a seguir el llamado de Jesús para su vida pastoral y laical, y que junto a su comunidad ha podido consolidar este anhelo por la misión comboniana.

Con este momento tan importante para nuestra comunidad misionera laical, nos sentimos muy alegres y animados a seguir el carisma de nuestro Fundador apoyados en una de sus frases “La providencia guio mi mente y mi corazón” y a seguir confiando en que los momentos son de Dios y él nos ayudará a consolidar nuestra comunidad.

Saludos en Cristo.

Abg. Susana Ortega Delgado, LMC

Correr al auxilio de quien lo necesita (Tras las huellas del Resucitado V)

Resucitado
Resucitado

En la segunda acepción de la palabra RESUCITAR, el diccionario de la RAE nos dice que a nivel coloquial significa «Restablecer, renovar, dar nuevo ser a algo».

Este verano tuve una experiencia Misionera en Mozambique junto a otros cinco compañeros. Durante esta experiencia conocí a Doña M. Una mujer viuda, de una fe profunda, con una vida larga de trabajo como maestra. Tenía una personalidad muy cercana y preocupada por todos sus vecinos y desde hacía unos años en su deseo de ayudar a los demás, juntó a un grupo de personas, miembros de la parroquia de Songo, para comenzar el grupo de Cáritas desde cero.

Gracias a su empeño y al de sus compañeros, Cáritas Songo se puso en marcha con el objetivo fundamental de devolver la dignidad a todos los necesitados del pueblo.

Todos los días, salía a pie con su grupo para visitar, acompañar, repartir, escuchar… siempre con una sonrisa en la cara y una mirada transparente que mostraba al Jesús misericordioso que ella llevaba a todos.

Podría hablar de muchas de las experiencias que compartí con M. pero la que más me impresionó fue el día en el que acudimos con el grupo a atender una llamada de urgencia. Un anciano se había quedado en la calle porque le echaron de la casa donde vivía. Se refugió en un cuarto abandonado, sucio, destartalado y sin puerta. Los vecinos alertaron de esta situación y M. sin dudarlo un momento, acudió en su ayuda, sacando de su propio bolsillo el dinero para cubrir las primeras necesidades del anciano, comida y agua fundamentalmente… Pidió a la comunidad que se movilizara para buscar una solución al problema de la falta de puerta y rápidamente consiguieron traer una que solucionó la falta de intimidad y seguridad del anciano. Y tal como hizo el Buen Samaritano, dejó más dinero a una vecina del hombre, para que fuera comprando más comida y aquello que necesitara.

Su generosidad, su desprendimiento y humanidad, al estilo evangélico, nos hizo pensar en nuestras propias actitudes y comportamientos en la sociedad en la que vivimos ¿hubiésemos actuado de la misma manera? Seguramente no.

Hace dos meses me llegó la noticia de su fallecimiento. El mismo Jesús que se hacía presente en su labor caritativa, la llamó para premiarla y agradecer el haber sido Buena Noticia.

M. se empeñó en restablecer, renovar y dar nuevo ser, es decir, en RESUCITAR, a todos aquellos que se acercaban a solicitar su ayuda. Tampoco se olvidó de ir a aquellos que no podían o no querían acercarse a la parroquia. Esos eran sus elegidos, los mismos a los que Jesús se acercaba porque sabía que ellos no iban a dar el primer paso.

Ahora ella, disfruta de la RESURRECCIÓN que ella dio a tantas y tantas personas en Songo.

Faina Toledo, LMC