Querida Familia Misionera:
En la alegría de recibir al Niñito Jesús en nuestros corazones transformando todo aquello que solos no conseguimos y nos hace daño, para así habiendo cerrado nuestro año civil en armonía con nosotros mismos y nuestros hermanos. Aprovecho en este inicio de año para compartir hasta hoy lo que he vivido en esta misión.
Finalizando el 2014, haciendo comunidad con los Laicos Misioneros Combonianos, Flávio Schmidt (Brasileiro) e Márcia Costa (Portuguesa), uniendo fuerzas con los LMC de Mozambique en formación Francisco y Margarida mejor conocidos como el matrimonio Martinho, Ancha (los tres son profesores) y Zeferino joven de la comunidad; trabajando en sintonía con la Equipa misionera conformada por los Misioneros Combonianos (Sacerdotes y Hermanos) y las Hermanas Combonianas, en la parroquia de Carapira.
En lo que corresponde a mi persona, hago lo necesario para mantenerme lo mejor posible en lo humano, espiritual y mental. Aun con los cuidados que consigo tener no escapo de las enfermedades comunes en esta zona, también he tenido mis momentos de cansancio espiritual por descuidar mi oración personal no obstante a eso procuro retomarla de nuevo, para conseguir la paz interior. En relación al estudio, la lengua local para mí ha sido una limitante pues no consigo darme el tiempo y la concentración para estudiarla, la mayor parte del tiempo las personas hablan portugués. Personalmente me siento bendecida por Dios por permitirme y confiarme esta misión donde con mi presencia y aportaciones voy dando el mensaje que Dios tiene para este pueblo dejándolo en el corazón de cada una de las personas que encuentro cada día.
La comunidad para mí ha sido el hogar que conseguimos construir, tenemos un día comunitario a la semana distribuyéndolos en el mes de la siguiente manera: 1ºRetiro, 2ºLibre, 3ºTema de Formación, 4ºEvaluación y cuando hay 5º Libre. En los cuales reconocemos que no es fácil, siendo limitada nuestra comunicación y la integración para trabajar en equipo; más importante para un trabajo en conjunto como el que se nos ha confiado, centralizando nuestra mirada en la persona de Cristo, siendo nuestro motor, ha sido nuestra fuente para conseguir anunciar “La Alegría del Evangelio”; pasando por los momentos de prueba donde cada uno de nosotros mostramos nuestras cualidades y nuestros límites, poniendo en común los puntos a mejorar ha sido una manera en la que conseguimos restablecer el dialogo cuando nos hemos alejado el uno del otro, así es que hemos conseguido caminar juntos en este tiempo, realizando de la mejor manera posible nuestro trabajo y compromisos adquiridos. Hemos pasado por diferentes etapas las cuales hemos aprendido a respetarnos, solidarizándonos y apoyarnos en lo que se nos solicita o es permitido, en los momentos de enfermedad, actividades en casa, trabajos a realizar, apostolado en la parroquia, días de descanso, etc.
Los LMC en formación han sido un apoyo importante en mí caminar misionero poniéndome en sintonía con la realidad de la comunidad que muchas veces a simple vista no se deja ver. Es un desafío para mí estar como responsable en la formación del mismo, siguiendo la propuesta del comité internacional elaboramos un plan de Formación que responde a las necesidades del grupo y así conseguir estar en sintonía con los LMC del mundo. Con ellos hacemos Laudes los martes y jueves una semana en cada casa. Nuestro encuentro anual han participado de inicio a fin los LMC de Mozambique enriqueciendo los resultados que conseguimos pues siempre hicieron sus aportaciones para la toma de decisiones, realizamos algunas animaciones misioneras en las parroquias combonianas y en la escuela Femenina de Nacala donde trabajan las hermanas combonianas, nos encontramos con un grupo de Laicos que acompañan las hermanas en Nampula; en algunas de ellas pusimos a la venta algunos accesorios religiosos para reunir fondos para la realización de nuestra semana misionera. Tuvimos una semana misionera en la comunidad de Namajuba donde conocimos otra realidad ya que es una zona donde están a explorar los minerales de la tierra y como algunos de los problemas de nuestra comunidad se repiten (agua, escuelas, tierra) y sobre todo formando un buen equipo de trabajo con los dos jóvenes estudiantes de la EIC que se unieron al grupo de LMC.
En la Escuela mi trabajo ha sido de acuerdo a lo que se va necesitando, principalmente en la Secretaria desde ahí se puede realizar cualquier trabajo: limpiezas en los diferentes lugares de la escuela, ventas, inventarios, manuales de operación, orientación y acompañamiento vocacional a los alumnos, etc; tratando de identificar cual sería la mejor manera para realizar mudanzas donde son necesarias entrando en la conciencia de las personas de la localidad que trabajan en la misma, en coordinación con la dirección, la administración, pedagógico y jefe de internado; con la llegada de dos trabajadores que envía el distrito se ha dinamizado la realización de las tareas.
Formo parte del equipo vocacional de la parroquia con el Hermano Luis (Ita), la Hermana Lily (Mex) en su ausencia se unió la Hermana María Pia (Ita), en el cual organizamos retiros mensuales con los jóvenes que quieren tener un acompañamiento vocacional para entrar al seminario o a las congregaciones religiosas. Ha sido un espacio misionero que siempre he gustado trabajar.
Ha sido un año jubilar lleno de fiestas, iniciando con la apertura de los 150 años del plano de Comboni, tuvimos nuestros encuentros bimestrales donde con el método ver-juzgar-actuar, analizamos la realidad de nuestra misión. Siguiendo con la ordenación diaconal de MCCJ José Alberto y Abelino Diocesano, ya también tuvimos sus ordenaciones sacerdotales en mayo y en diciembre en las dos me toco participar. Los votos perpetuos de la Hermana Lily, los 50 años de la Parroquia de Carapira, la asamblea de los Combonianos, la asamblea de las Combonianas celebrando sus 60 años de presencia en Mozambique. Fiestas del sagrado corazón y San Daniel Comboni, los 50 años de la Escuela Industrias de Carapira, Despedidas, bienvenidas y aniversarios.
En el pueblo de Carapira siempre se aprende algo nuevo su paciencia y disponibilidad me compromete cada día más para dar lo mejor de mí en la realización de cualquier actividad, no es fácil pues desconozco la lengua, mas estamos apostado por la formación de los líderes, en cada una de los diferentes ministerios siendo esta nuestra principal actividad, cabe mencionar que todos las experiencias misioneras que viví en México me han servido muchísimo para saber compartir lo que tengo respetando lo que tienen, sin imponer la forma de vivir mi Fe, sino enriqueciéndola. Tenemos grandes retos como equipo misionero en este compartir y recibir.
Agradezco sinceramente su ayuda y colaboración, seguimos en contacto unidos en oración por el bien de la misión, su hna en Cristo Misioneros: Beatriz LMC
P.D. Jesús Misionero que ha nacido para mostrarnos con sencillez a Ser Humanos en el Amor de Dios, nos conceda las gracias que necesitamos para este año 2015.