Laicos Misioneros Combonianos

Asamblea Nacional de los LMC Italianos. Verona 2015

LMC ItaliaDel 18 al 20 de septiembre tuvo lugar en Verona, en la casa madre de las hermanas Combonianas, la tercera asamblea nacional del LMC italiano.
Discutimos sobre todo acerca de los lugares y los tiempos donde los LMC están llamados a ser testigos de su vocación, a ser misioneros de acuerdo al carisma de San Daniel Comboni. El segundo objetivo importante encontrarnos y compartir experiencias, problemas y alegrías que cada grupo enfrenta en sus compromisos diarios en su propio territorio.
Fuimos calurosamente recibidos por las hermanas Combonianas. Había muchos grupos diferentes que venían de todas partes del país: Venegono Superior, Milán, Padua, Verona, Bolonia, Florencia, Palermo, Agrigento y Bari. También hubo “invitados especiales”: el coordinador del comité internacional LMC Alberto de la Portilla, el referente MCCJ de la provincia italiana P. Massimo Robol, el MCCJ encargado del secretariado de la evangelización de la provincia italiana P. Giorgio Padovan y otros padres y hermanas Combonianas.
El primer aspecto positivo fue el elevado número de personas que asistieron a la asamblea. Éramos unas 90 personas y muchas eran caras nuevas y, además, eran jóvenes. Esto significa que el carisma de Comboni todavía fascina y atrae a personas de diferentes edades, diferentes lugares y con un fondo muy diferente.
LMC ItaliaEl viernes por la tarde se dedicó a dar la bienvenida a los participantes; después de una breve bienvenida oficial de la secretaria nacional y los invitados especiales, nos reunimos para una oración inicial. Gracias a algunas canciones y símbolos nos introducimos en el tema de la reunión. Después de la cena, tuvimos un juego especial para poder conocernos mejor entre nosotros. Durante el sábado, desarrollamos el tema principal de la asamblea: después de una breve oración, nos encontramos con María Soave Buscemi quien nos guio a través de algunos versículos de la Biblia. Estas explicaciones nos ayudaron a leer profundamente y con un nuevo punto de vista las Escrituras. Durante la tarde, organizamos cuatro talleres con el fin de profundizar cuatro aspectos diferentes de nuestro Carisma: la animación misionera, la inmigración, los nuevos estilos de vivir, la Justicia y la Paz. Dividimos el grupo grande en cuatro grupos más pequeños. Dentro del grupo, el organizador dio un poco de información sobre el tema y después hubo la oportunidad de compartir. A pesar de que no era tan fácil, el taller nos permitió compartir algunas buenas ideas que todos y cada grupo podremos aplicar en nuestra propia realidad siguiendo algunos criterios comunes. Por la noche, por suerte, pudimos ver un espectáculo presentado por un grupo de jóvenes procedentes de Malí.
El domingo, después de la oración de la mañana, nos reunimos todos juntos y los cuatro grupos diferentes informaron a los demás lo compartido durante las sesiones del día anterior. Después de esto, celebramos juntos la Santa Misa. Durante la celebración, tuvimos la oportunidad de “enviar” oficialmente a Bárbara pidiendo sobre ella la protección del Espíritu Santo. Barbara es una LMC que se prepara para salir en agosto de 2016 por tres años a Mozambique. Después de la celebración, Federico (representante italiano en el comité europeo) y Alberto de la Portilla presentaron el encuentro europeo de agosto 2016 que tendrá lugar en Portugal.
Ha sido muy importante durante la asamblea, escuchar de la voz de muchos MCCJ diferentes que tienen la necesidad y la voluntad de cooperar más con los laicos. Se nos pidió que tomar parte en algún comité nacional y dar nuestro apoyo a Nigrizia (la principal revista nacional de la familia Comboniana).
Al final de la asamblea fue muy claro que no es tan fácil de encontrar la forma y el tiempo para vivir nuestro carisma misionero, pero la única posibilidad que tenemos para lograr este objetivo es construir una red con el fin de mantenernos en contacto y el apoyo de los unos a los otros.

Barbara LMC Italia
LMC Italia

La misión es un plan de amor en el que no podemos ahorrar esfuerzos

ComboniEsta es una de las muchas frases que Comboni nos ha dejado como prueba de su entrega y la convicción de su vocación.

Cada día podemos escuchar, ver y leer en las noticias las desigualdades del mundo. Cada día encontramos tantas personas que necesitan de esperanza.

Un mundo, casa de todos, que está profundamente interrelacionado, que necesita que todos despertemos y unamos esfuerzos para proponer una nueva manera de vivir, más justa y digna para todos y todas. Necesita que nos remanguemos la camisa y nos pongamos a proponer y llevar adelante una nueva humanidad. Necesita personas que se disponibilicen para estar junto a aquellos y aquellas que más sufren la exclusión y que son ninguneados. Necesita de personas que lleven la ternura y el amor de Dios a cada rincón del planeta donde sea necesario.

En un mundo donde el dinero encuentra facilidades y las personas barreras necesitamos recuperar y hacer presente el amor de Dios. La misericordia que restaure las heridas y la fraternidad y solidaridad que nos permita compartir esta tierra que es casa de todos y todas. De la que todos tenemos derecho de disfrutar sin importar el lugar donde hayamos nacido o las posibilidades de la familia que nos ha acogido.

Necesitamos que des un paso al frente y te unas. La misión es un plan de amor en el que no podemos ahorrar esfuerzos.

Un tiempo feliz en Carapira – Mozambique

GermanoLa ida de Jesús, contada en el Evangelio del domingo XXIII del tiempo ordinario, a un territorio fuera de la tradición judía nos dice que la preocupación de Dios está con todos, no dejando a nadie fuera. Un sordo es llevado ante Jesús porque al no escuchar no sabe nada de él y, lógicamente, no podía buscarlo por propia iniciativa. A quién no conoce a Jesús no lo tenemos que censurar, sino más bien conducirlo hasta él.

En el camino que hicimos para el viaje a Mozambique íbamos al encuentro de los olvidados por la sociedad, hablo de las personas sin hogar y los más pobres, porque, por mucho que la gente es solidaria, se nos olvida el sufrimiento real de estos nuestros amigos, la soledad. ¿Cuántas veces nos han dicho que éramos diferentes, que llevábamos una sonrisa, un abrazo, una palabra amable…? fue ese el sentimiento que quería llevarme a Carapira. Yo no sabía lo que iba a encontrar, pero llevé el corazón abierto, alegre, lleno de amor para dar. Tenemos que aprender de Jesús a sentir los problemas de los demás e involucrarnos en su solución. Fue ese sentimiento y propósito que tratamos de lograr, y el grupo Fe y Misión realizó. Nos abrimos, escuchamos, miramos, nos involucramos y comprometimos con los estudiantes de la Escuela Industrial de Carapira, con la familia misionera (padres, hermanos, hermanas, laicos), así como con la comunidad de Carapira. Donde me encantó el hermoso trabajo de todos, especialmente de los Misioneros Laicos, que se encuentran cerca de las personas, comunidades y de sus problemas cotidianos, así como de los estudiantes de la Escuela Industrial de Carapira.

Todos los días íbamos al encuentro de la comunidad de Carapira, después de haber rezado Laudes (06:00), después del “mata bicho”, la expresión divertida que significa tomar el desayuno, iba entre 1:30 a 2:00 a estar con los niños, a jugar con ellos, llevaba una sonrisa, ayudaba a sacar agua del pozo a las mamás… estar con la gente, darle un abrazo y una palabra amable a todos los que encontraba. Aprendí que los que no tienen nada de bienes materiales, son los más felices, que no se preocupan por la apariencia física del otro, con la forma de vestir y de estar, pero sí la alegría de vivir y ser capaces de compartir lo poco que tenemos el uno con el otro.

Destaco algunos momentos importantes de mi estancia, un viernes visité con el Padre Firmino la comunidad de Caserna, era el día de los bautismos, me encantó participar en esta hermosa celebración y de una cultura especial, mientras que el P. Firmino confesaba a los jóvenes que iban a ser bautizados, me fui a dar un paseo por la comunidad, y en una de las casas, estaba un joven de 12 años, David, tendido en la entrada, gimiendo de dolor. Habiendo preguntado qué estaba pasando y no obteniendo respuesta del joven apareció la mamá de David, que me informó de que fue mordido por un animal. David tenía la mano muy hinchada, por lo que me asusté y traté de advertir a la mamá para ir al médico, pero ella me dijo que no podía, que estaba muy lejos del centro de salud, y no tenía dinero para ir en transporte público, el único transporte que podría tomar. No podía escapar de esta situación, sin embargo, tomé de la mochila agua potable para limpiar la mano del joven y le ofreció un trozo de pastel, que lleva para comer si tenía hambre, David le encantó comer algo dulce y tan bueno.

Cuando llegué a la escuela de Carapira, fui a la casa de los Laicos Misioneros Combonianos, y pedí ayuda a Marcia, una de las laicas que trabajan en esta misión, portuguesa y del Distrito de Aveiro, que se ofreció de inmediato para ayudar a David.

La semana siguiente me encontraba con un grupo de cinco jóvenes de Carapira hablando en la calle, cuando de repente veo a un hombre que lleva en su espalda a una mujer, que estaba enferma de malaria, y no podía caminar mucho. Pedí ayuda a los jóvenes para ayudar al señor, pero la respuesta fue negativa, como era normal, la señora estaba con malaria… pero no pude soportar ver esta situación sin hacer nada, así que le ayudé, el hombre llevaba a la mujer en la espalda e iba apoyado en mis hombros… que sin ser gran ayuda, pero creo que fue útil. Son pequeños gestos que pueden cambiar el mundo.

Lo que menos me gustó de vivir y ver en Mozambique fue la falta de condiciones en relación con la salud, la educación y la igualdad de derechos pues las mujeres son consideradas inferiores a los hombres. Pero la alegría, la amistad, la sencillez de esas personas consiguen superar cualquier negatividad existente, quiero hacer hincapié en “la educación del pueblo”, son muy educados (les gusta saludar a la gente), incluso sin tener derecho a la educación que muchos otros pueblos tienen.

Todos teníamos varias responsabilidades, unas más costosas, otras más ligeras, pero todas muy importante y con sentido de misión. Vivimos y trabajamos como una comunidad. Agradezco a todas las personas que nos recibieron, nos dieron la bienvenida, que confiaron en nosotros… pero sobre todo a los jóvenes de la Escuela Industrial de Carapira, al tercero B, de los que me sentí más próximos y todos los días me acuerdo de ellos, rezo para que estudien, luchen por un futuro mejor y no se olviden que no pueden ser lo que quieran, no son inferiores a nadie.

He vivido un sueño que nunca olvidaré. Puedo decir que “Olí la Misión”, que me ayudó a crecer como hombre y como cristiano. ¡¡Quiero volver!!

Por eso y para eso, le pido al Señor que nos cure de la sordera y la ceguera, y nos coloque en comunión sincera con su amor y con el mundo que nos rodea.

Germano

¡Hasta pronto Carapira – Mozambique!

Germano Ferreira

Último día del XVIII Capítulo General en Roma

capitulares

capitularesAhora es el momento de llevar el Capítulo a la vida del Instituto”, con estas palabras, el Superior General saliente Padre Enrique Sánchez González, que ha presidido la misa del conclusión del XVIII Capítulo general, ha invitado a los delegados a transmitir a todos los hermanos el espíritu y el mensaje de estas semanas vividas en fraternidad. Hoy, el último día del Capítulo, el P. Enrique Sánchez ha leído el decreto formal de clausura del Capítulo después de haber sido aprobado por los capitulares.

A las 11:30 se ha iniciado la celebración eucarística de conclusión del Capítulo. Durante la homilía el P. Enrique ha subrayado tres palabras: coraje, alegría y esperanza. Ha invitado a cada uno a renovar la esperanza en el amor de Dios, fuente de nuestro empeño misionero, para llevar con mayor alegría el anuncio del Evangelio a los más pobres en la periferia del sufrimiento.

La novedad del Capítulo –dijo P. Enrique– es que “el Señor no se ha cansado de nosotros, él todavía está con nosotros… y lo mejor está por venir”.

Al final de la celebración eucarística, el nuevo Superior General P. Tesfaye Tadesse ha agradecido al P. Enrique y su consejo su dedicación y entusiasmo como guía del Instituto en estos últimos seis años. También la Superiora General de las Combonianas, Luzia Premoli, que ha participado en la eucaristía con algunas de sus hermanas, ha expresado gratitud por la colaboración experimentada durante estos cinco años con la dirección de los combonianos.

La celebración en la Capilla principal ha sido seguida con una comida fraterna.

www.comboni.org

El Padre Tesfaye Tadesse ha sido elegido Superior General

TesfayeHa sido elegido Superior General de los Misioneros Combonianos, por casi todos los capitulares, el P. Tesfaye Tadesse Gebresilasie [en el primer plano en la foto], de 46 años. Era Asistente General, responsable de la Formación de Base y de las provincias y delegaciones del África anglófona (excepto Eritrea) y Mozambique. El P. Tesfaye nació el 22 de septiembre de 1969 en Harar (Etiopía). Es el primer africano que toma la responsabilidad de Superior General.

Después de la votación, el Superior General saliente, P. Enrique Sánchez González, ha pedido al P. Tesfaye si aceptaba el encargo. Esta ha sido su respuesta:

“Queridos hermanos, quería decir alguna cosa:

  1. Gracias por la confianza y la misericordia que me habéis demostrado, tanto en la votación como en el diálogo personal con algunos de vosotros. He recibido solidaridad y apoyo: gracias de corazón. Quería agradecer también a los hermanos que han expresado alguna reserva y vacilaciones. Estoy de acuerdo con vosotros. Yo también tengo miedo y dudas. Gracias por vuestro realismo.
  2. Pequeño. Nuestro Instituto, comenzando por S. Daniel Comboni, es grandísimo, es una familia bella de discípulos y de mártires por la misión, por África, que está cerca de los pobres. Nuestro Instituto tiene también sus problemas. Delante de esto, me siento pequeño, un pequeño hermano que ha hecho la experiencia de gran perdón de Dios y de sus hermanos. Me siento pequeño delante de la grandeza del Instituto.
  3. Respeto. Una de las responsabilidades del Capítulo General es dar al Instituto un Consejo General y ahora a elegido al coordinador de este Consejo General. Yo respeto el diálogo, el discernimiento y la votación. Por respeto a aquellos que me han votado y por todo lo que representa esta votación, después de haber rezado, haber contactado a mi director espiritual y otros, sobre todo el ánimo del P. Enrique y de los consejeros generales, yo, por la gloria de Dios y confiando en su ayuda y la del Consejo General, de la Dirección General en Roma y de los superiores de circunscripción, humildemente, pidiendo misericordia, acepto servir como Superior General.”

Después de aceptar, el P. Enrique Sánchez, siguiendo el protocolo de la elección prevista en el estatuto aprobado el 18 de septiembre de 2015, ha dicho:

Habiendo el Reverendo Padre Tesfaye Tadesse Gebresilasie, alcanzado el número de votos suficientes, en el nombre del Capítulo, yo, el P. Enrique Sánchez González, declaro electo al Rev. Padre Tesfaye Tadesse Gebresilasie, Superior General de la Congregación de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.