Laicos Misioneros Combonianos

Encuentro formativo y compartir con el padre Tesfaye general de los MCCJ

¡Hola Santos!

Recibid el más cordial saludo de los Laicos Misioneros Combonianos – Kenia. Esperamos que todos hayan tenido el mejor día de San Valentín y un maravilloso comienzo de Cuaresma.

Tuvimos nuestro encuentro mensual de formación del LMC-K este pasado fin de semana, del viernes 16 de febrero al domingo 18 de febrero. El tema de este mes fue “¿Cuál es nuestra identidad como Laicos Misioneros Combonianos?”. Hay tres aspectos a considerar: El enfoque espiritual, el Carisma Comboniano y el aspecto Humano.

Sobre el aspecto humano, aprendimos que la identidad nace del discernimiento. Todos debemos reflexionar sobre nuestros valores, lo que más nos importa y lo que defendemos. Importa cómo te ves a ti mismo. Nuestra identidad afecta a las decisiones que tomamos. Tomar decisiones sin discernimiento provoca conflictos, infelicidad y descontento con la vida. También hemos aprendido que nuestro entorno influye en nuestra identidad. En las famosas palabras de la Dra. Asfia Qaadir: “Nuestras raíces nos mantienen con los pies en la tierra y nos ayudan a recordar lo que de verdad importa al final del día”.

En cuanto al enfoque espiritual, reflexionamos sobre varias escrituras que nos dicen lo que Dios piensa de nosotros. Una de mis favoritas es Proverbios 139:14: “Te alabo porque he sido creado de forma maravillosa y admirable; tus obras son maravillosas, lo sé muy bien”. Otra de mis favoritas es 1ª de Pedro 2:9: “Pero vosotros sois un pueblo elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios, para que anunciéis las alabanzas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. Si Aquel que nos creó a su imagen y semejanza nos tiene en tan alta estima, ¿cómo nos atrevemos a cuestionar su juicio? Nuestra identidad está en Cristo y, por su gracia y su misericordia, nos ha hecho dignos.

Por último, sobre el carisma comboniano, reflexionamos sobre la vida de San Daniel Comboni. San Daniel Comboni escribió: “Debemos rezar, en cambio, para salvar muchas almas e ir al cielo, no solos, sino con una gran multitud de convertidos”. Estas y muchas más palabras de San Daniel Comboni hablan de su corazón y de su identidad. Hizo tantos sacrificios, viajando de aquí para allá por el desierto, el sufrimiento que soportó: enfermedades tropicales, hambre, pobreza, barrera lingüística, oposición y mucho más. Sin embargo, no se rindió. Ordenado sacerdote a la temprana edad de 23 años, llegó a ser obispo y más tarde formó a las hermanas combonianas que le ayudaron en su labor misionera en Jartum, Sudán del Sur. San Daniel Comboni entregó su vida al servicio de los pobres y los más abandonados hasta su muerte. Cada mañana vivía para la gloria de Dios. Esta era su identidad. Como LMC-K, debemos modelar nuestras vidas para que corresponda al gran ejemplo que nos dio nuestro fundador. “Así que, tanto si coméis como si bebéis o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. 1ª Corintios 10:31.

Este fin de semana también ha sido muy especial para nosotros. El domingo tuvimos la visita y el encuentro con el MCCJ General, el P. Tesfaye y su Asistente, el Hermano Alberto. Les acompañaban el P. Juanma y el P. Christopher. Fue muy bonito compartir con ellos el tema de la identidad. Lo que lo hizo más especial fue su experiencia a lo largo de los años. Su compartir nos habló de la bondad del Señor. Estamos muy agradecidos al P. General Tesfaye, al Hermano Alberto, al P. Juanma y al P. Chris por dedicarnos su tiempo.

Por último, queremos dar las gracias a todos los sacerdotes combonianos destinados en la parroquia católica de la Santísima Trinidad de Kariobangi por acogernos en la cena del sábado por la noche. También nos gustaría desear a nuestra provincia MCCJ lo mejor durante su asamblea anual que comenzó el lunes 19 de febrero y durará hasta el viernes 23 de febrero.

1 Pedro 1:3-5, San Pedro escribió a los cristianos diciendo: la resurrección de Jesucristo de entre los muertos es una herencia que no puede perecer, estropearse ni desvanecerse, que está guardada en el cielo para nosotros. En este tiempo de Cuaresma, reflexionad sobre el sufrimiento de nuestro Señor y llenaos de esperanza sabiendo que Cristo resucitará de entre los muertos y que en él hemos sido hechos nuevos. 

Un cordial saludo,

Cecilia Nyamu, Laicos Misioneros Combonianos – Kenia

Deja un comentario

Acepto la Política de privacidad