Laicos Misioneros Combonianos

Acoger hace bien a Europa

LimoneDel 29 de marzo al 2 de abril se ha celebrado el X Simposio de Limone sobre “Inmigración y Misión”. Unos 40 miembros de toda la familia comboniana- combonianos, combonianas, seculares y laicos- han reflexionado sobre los retos que nos plantea como Familia el tema de la inmigración. En este encuentro se decidió escribir una carta invitando a la reflexión a todas las comunidades de la familia comboniana de Europa.

A continuación publicamos la carta.

Apelo de la Familia Comboniana

ACOGER HACE BIEN A EUROPA

Nosotros: combonianos, combonianas, seculares combonianas y laicos combonianos, presentes en varios paises de Europa, al final del Simposio en Limone sul Garda (29 marzo – 2 abril 2016) dedicado al tema: “Migración y Misión”, queremos reafirmar nuestra solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que llegan hasta nosotros huyendo de guerras, persecuciones, dictaduras y crisis ambientales.

Queremos reiterar que la acogida del extranjero, subrayada con fuerza por el Papa Francisco –“los prófugos son la carne viva de Cristo”-, es una exigencia fundamental del Evangelio. Deseamos igualmente subrayar que la apertura al otro, en su diversidad cultural y religiosa, es una ocasión de crecimiento que enriquece nuestra identidad de seres humanos y cristianos.

Estamos preocupados por la creciente penetración en la sociedad de prejuicios y sentimientos islamofóbicos aireados por políticos e intelectuales que, con burdas simplificaciones, parece que no hagan distinción entre islam y terrorismo islámico, insinuando no pocas veces que la violencia sea intrínseca a la religión islámica. Tales prejuicios y actitudes hostiles refuerzan en nuestros hermanos y hermanas musulmanes sentimientos de exclusión, con un efecto particularmente perjudicial entre los jóvenes de las segundas generaciones de inmigrantes quienes tienen un riesgo mayor de terminar uniéndose a las filas del Grupo del Estado Islámico.

Deseamos por tanto renovar nuestro compromiso a favor del diálogo interreligioso, del conocimiento de otros credos religiosos y del esfuerzo común en la construcción de una sociedad fundada en el respeto de la diversidad y de la pluralidad religiosa. Para nosotros, es posible la existencia de una única humanidad plural.

Como miembros de la Familia Comboniana en Europa queremos expresar la condena irrevocable del reciente acuerdo entre la Unión Europea y Turquía (18 marzo 2016) sobre la cuestión de los migrantes. El cierre de las fronteras activado por varios países europeos para impedir la entrada a los prófugos y la devolución de los llamados irregulares son violaciones flagrantes de las convenciones internacionales que establecen el derecho de asilo. Estamos convencidos que la presencia de inmigrantes en nuestros países es un riqueza social, cultural, religiosa y, no última, económica.

Mientras que Europa se preocupa en construir barreras para bloquear el éxodo de los prófugos – éxodo provocado sobre todo por las guerras en Oriente Medio y Libia – se hace demasiado poco para poner fin a los conflictos armados que están a la raíz de las migraciones forzadas. Pedimos por tanto a nuestros gobiernos que cesen la venta de armas a naciones en guerra y que hagan presión para que las partes en conflicto negocien una solución pacífica.

Como Familia Comboniana confesamos nuestro silencio ante el escándalo de la carrera al rearme global y reconocemos nuestra complicidad con este sistema económico y financiero que permite a unos pocos tener casi todo privando a gran parte de la humanidad de lo necesario y que tiene necesidad de las armas y de las guerras para perpetuarse.

Como cristianos, discípulos de Jesús de Nazaret, renovamos nuestro compromiso para construir un mundo más justo, habitable para todos.

Limone sul Garda
Sabado 2 abril 2016

Limone

En los confines de la trata de personas

Talita KumEl pasado 5 de marzo, en la casa de los Misioneros del Verbo Divino en Lisboa, pudimos participar en el Seminario sobre “Trata de personas”, organizado por CAVITP y guiados por la hermana Gabriella Bottani, misionera comboniana italiana.

La trata de personas es una realidad compleja que violenta la vida de personas concretas, de sus familias y comunidades. Se requiere un enfoque, inteligente, con corazón, coraje, estructurado, profesional y sobre todo en red.

No fue casualidad que la frase elegida para la apertura de la reunión fuese ” Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar” (Lc 5,4).

Por eso nos preguntamos: ¿Cuáles son estas aguas más profundas en nuestras vidas: nuestra confianza en Dios, nuestros miedos y debilidades, nuestra mirada a las heridas de nuestros hermanos, el amor a Dios y al prójimo…?

La red presentada, esa ya era concreta. Fundada en 2009, la red “Talita Kum” es la Red Internacional de la Vida Consagrada Contra la Trata de Personas. En el fondo una red internacional de redes, que reúne deseos y conocimientos en la lucha contra este flagelo que destruye tantas vidas.

El enfoque de este problema tiene muchas facetas.

En la prevención más que advertir de los peligros que pueden acechar detrás de una oferta de trabajo atractivo al otro lado del mundo, importa dar perspectivas de vida feliz en el medio donde las personas viven, proponer alternativas que enganchen positivamente a las personas en un proyecto de vida con sentido.

La advertencia debe ser lanzada en varios niveles, especialmente en la educación. Porque todos podemos tener que ver con esto, en comunidad, desde avisar sobre las situaciones, la denuncia, la protección de las víctimas y familiares (dos caras de una realidad que pueden estar separadas por miles de kilómetros).

El estudio y la investigación del fenómeno también son cruciales para una lucha metódica y cada vez más coordinada y eficaz, multidisciplinar… porque la resolución de los problemas causados ​​a la vida de las personas nunca se limita al ámbito policial. Se requiere un punto de vista psicológico, sociológico, espiritual, una atención integral que no puede estar limitada a corto plazo.

Durante la reunión también se presentaron algunos testimonios reales de personas rescatadas de las redes de tráfico. Historias reales que relatan la grandeza de las víctimas que atravesaron océanos de dolor y miedo y fueron capaces de volver enteras a la vida… sin duda con muchas cicatrices, pero de pie, ejemplos de coraje y signo de esperanza para todos nosotros.

Me llamó la atención especialmente el testimonio de una madre que al ver como a su hija al regresar a casa seguía siendo etiquetada y estigmatizada por la propia comunidad de origen exclamaba de dolor: ¡…pero ella es mi hija!

Cuan diferente será el mundo, cuando seamos capaces de mirar así a todas las víctimas… con una mirada de amor. Seremos entonces verdaderos contemplativos porque, como dice el Papa Francisco, quien ama contempla (cf. EG 199).

Por último, como un desafío, comparto aquí el reto de la red Talitha Kum sobre lo que cada uno de nosotros puede hacer para unirse a esta causa. ¡Manos a la obra!

¿Qué puede hacer para ayudar?:

  • Informarse sobre la trata de personas en el mundo y en su país.
  • Contactar y conocer organizaciones en su país que comprometidas contra la trata de personas.
  • Participar como voluntario en las actividades de prevención y denuncia política.
  • Para apoyar esta causa con la oración.
  • Apoyar y participar en las campañas contra la trata de personas.
  • Comprar productos de centros de reinserción socioeconómica de sobrevivientes de trata.
  • Apoyar económicamente.

“Si quieres ir rápido, ve solo.

Si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

(Proverbio africano)

Pedro Moreira, LMC

Justicia en los rieles

Periódicamente os venimos informando sobre la lucha contra los impactos de la minería y los conflictos socio ambientales en Maranhão (Brasil).

Hoy queremos invitaros a ver este documental que acaban de realizar en colaboración Signis Brasil y donde cuentan están realidad. Cómo la comunidad se mantiene unida por sus derechos y como la Iglesia está sirviendo de apoyo y sostén en este camino. Como sabéis nos encontramos también presentes como Familia Comboniana. En el reportaje podréis escuchar entre otros al P Massimo y P. Dário (MCCJ) y a Xoancar (LMC).

También os dejamos enlazado el artículo publicado en la revista Familia Cristiana para que lo podáis leer.

Encuentro anual LMC peruanos en Pangoa

LMC PangoaComo en años anteriores, los Laicos Misioneros del Perú hemos tenido el Encuentro Anual LMC. Este año lo hemos realizado en San Martín de Pangoa – Junín los días 5, 6 y 7 de febrero en la Parroquia comboniana de ese lugar de la selva. Nos encontramos casi todos los LMC de Lima y Trujillo, y algunos que están en periodo de conocimiento del grupo.
Durante esos tres días pudimos dialogar y profundizar sobre nuestro trabajo y estilo misionero, compartiendo experiencias vividas en los diferentes campos de misión donde estamos presentes los LMC. Nos acompañaron los Padres Valentin García, asesor de los LMC en Perú y el P. José Chinguel acompañante de los LMC en Trujillo. Los padres combonianos de la parroquia nos acogieron muy bien y nos dieron todas las facilidades para nuestra convivencia.
Iniciamos nuestro encuentro reflexionando sobre el tema de primeras comunidades cristianas. Haciendo una comparación con la forma de vida en las comunidades nativas, donde hasta nuestros días se vive aún el sentido de la pertenencia a la comunidad y se comparte sentados al lado del fuego las alegrías y tristezas del día y si alguien de la comunidad tiene la suerte de cazar algún tipo de animal comestible se reúne toda la comunidad para compartir como familia la presa, narrando con detalle las peripecias de la caza. Un nativo del lugar nos mostró su arte, cultura y la forma de afrontar los retos ante la avalancha de modernidad que pone en peligro las tradiciones nativas.
El segundo día compartimos nuestras vivencias del campo de misión de un mes que concluimos con esta convivencia, además de reflexionar sobre justicia, paz e integridad de la creación (JPIC).
LMC PangoaEl domingo, último día, visitamos la comunidad nativa de San Antonio de Sonomoro que es una de las comunidades nativas donde se ha relizado el campo de misión en otras oportunidades. Allí dialogamos con las autoridades de esta comunidad nativa y con la gente.
Este encuentro anual nos fortalece como grupo y a ejemplo de las comunidades nativas nos motiva a seguir trabajando en fortalecer la comunidad LMC-Perú y sentirnos familia no sólo de palabra sino de corazón y vocación como las primeras comunidades cristianas.

Fisher Ayquipa P.
Coordinador LMC-Perú

100 días

100 dias100 días del mayor crimen ambiental en la historia de Brasil.
17 personas muertas, una comunidad completa destruida, lodo tóxico que destruye Rio Doce, caminando 600 km hasta llegar al océano Atlántico y contaminarlo.
100 días sin ningún plan concreto para la recuperación del Río Doce.
100 días de impunidad absoluta.
100 días sin que nadie vaya a la cárcel.

El día 5 de noviembre de 2015 se presentaba un día tranquilo en la comunidad de Bento Rodrigues, un pequeño pueblo del interior de Minas Gerais, con 600 habitantes. Ese día, a las 16:30 de la tarde, los teléfonos móviles de los habitantes comenzaron sonar como gritos que venían de lejos. Gritos que advertían la rotura de la presa que contenía el barro de la minera Samarco (Vale).
Un río de lodo a una velocidad terrible, que se dirigió hacia la comunidad, y en poco tiempo, golpeó otra para entrar en el Rio Doce y luego en el océano y contaminarlo.
Un lodo tóxico con sus 15 metros de altura de violencia y destrucción.
La violencia que destruyó para siempre el río, la vegetación, la fauna, la comunidad, dejando lodos rojos que ya no permiten generar vida.
100 días han pasado y todavía permanece inmune, la noticia se dejó a un lado como si nada hubiera pasado, como algo que no importa más, para volver a una normalidad aparente y falsa.
Pero la normalidad es aquella de la injusticia, la normalidad es la que reina en las ganancias de esta multinacional, Vale y compañía, que no todavía no se ha responsabilizado por lo que cometió.
Ante esta grave situación, el gobierno del estado no trató esto como una emergencia, dejando a la empresa la tarea de resolver el problema con sus medios, abogado, sus ingenieros de control operativo y científicos… su beneficio e interés.
En 2013 una comisión denunció la irregularidad de la presa debido a un aumento en la erosión de la montaña que puso en peligro la seguridad de la misma. Un aviso de peligro causado por la explotación del territorio. En el momento de la catástrofe se descubrió que la compañía no tenía un plan de emergencia y no se tomaron medidas de seguridad.
En Minas Gerais, hay 754 presas que contienen residuos de lodo de las compañías mineras y de ellas, 42 no tienen certificación de seguridad. Dándose corrupción, balances falsos, intereses…
Estamos hablando de compañías multinacionales que hacen miles de millones.
En Minas, empresas mineras y políticos siempre fueron socios, como dos viejos amigos juntos, en un sistema que crea ventajas, ganancias, pero no para el bien común, no para el pueblo, no para nuestra tierra sagrada.
Este desastre ambiental nos involucra a todos, porque el daño es global, no sólo local, y siempre será una gran herida abierta en la historia de este país.
Daños permanentes irrecuperables, tales como la muerte de personas y de un ecosistema que nunca será el mismo.
La campaña de fraternidad de este año de la Iglesia Católica en Brasil, tiene como lema «casa común: nuestra responsabilidad”. «Scorra come acqua il diritto e la giustizia come un torrente perenne».
(Amos 5: 24). La Casa Común es nuestra Tierra, una casa tan destruida, maltratada y explotada. Tenemos que trabajar por una cultura ecológica que sepa defender, amar y sanar el mundo y donde todos somos responsables de esta curación.
Y al cuidar de la tierra, también hay que desafiar al sistema capitalista que explota, mata y crea desigualdad colocando en primer lugar el dinero y no el valor de la vida.
minas100 días pasaron, 100 días que no se han olvidado, y no debemos olvidar, no podemos construir el futuro con un presente cojo y enfermo, ni debemos dejar de denunciar.
La casa común: ¡nuestra responsabilidad!
La extracción de minerales por las empresas mineras destruyen las montañas de Minas Gerais, así como en otros países del mundo.
Durante el trabajo de extracción se utilizan productos químicos altamente peligrosos que contaminan la tierra, el agua y crean presas de lodos tóxicos que ponen en peligro la población y las comunidades.
Emma Chiolini LMC (Fonte: artigo de Marcus V. Polignano, revista Manuelzão, UFMG)