Laicos Misioneros Combonianos

Una comunidad de formación especial

Comunidad de formaciónEl pasado fin de semana estuvimos en Madrid visitando a Palmira y Carmen.

Dentro de nuestra familia comboniana es normal que cada misionero y misionera se prepare a conciencia antes de partir a misión. Siempre intentamos dar lo mejor de nosotros mismos y para ello la formación es algo imprescindible.

En este caso estamos ante una experiencia de formación muy singular. Palmira Pinheiro es una Misionera Secular Comboniana portuguesa que ha venido a España para prepararse antes de partir a la República Centro Africana, esta preparación la hace junto a Carmen Aranda, Laica Misionera Comboniana española, que también se prepara para para partir a la misma misión. Sin duda es una experiencia singular en cuanto a que se trata de una comunidad de formación internacional y además entre miembros de distintas ramas de la familia comboniana. Esto aporta una riqueza singular a la experiencia y es un reto también para el equipo formador que acompaña la experiencia compuesto por LMC españoles (Mercedes, Luis e Isidro) y el misionero comboniano Antonio Guirao.

Aquí no queda la particularidad, en esta ocasión ellas dos hacen comunidad con otros tres laicos (un matrimonio y un soltero) de otra asociación de laicos misioneros españoles (OCASHA).

Esa colaboración es fruto de la interrelación que como familia comboniana tenemos en los distintos países y a nivel internacional, así como del trabajo de coordinación y colaboración que se realiza dentro de la CALM (coordinadora de asociaciones de Laicos misioneros de España). Todo esto me recuerda al sueño de Comboni que ya a mediados del S. XIX reclamaba al Concilio Vaticano I (a raíz de su plan para la Regeneración de África) que “la Obra debe ser católica, no sólo española o francesa o alemana o italiana. Todos los católicos deben ayudar a los pobres Negros… con nuestro plan aspiramos a abrir el camino a la entrada de la fe católica en todas las tribus en todo el territorio habitado por los Negros. Y para conseguir esto, creo, deberían unirse todas las iniciativas”.

En un lenguaje de su tiempo Comboni nos animaba a salir de nuestras limitaciones y particularismo. Nos animaba a poner las necesidades del continente más abandonado y sus gentes, como prioridad absoluta. Y que todo unidos nos pusiéramos al servicio de “los más pobres y abandonados” (como él decía).

Este sueño de Comboni de colaboración sin intereses entre todos se hace realidad en esta comunidad de formación tan internacional y tan variada. La Iglesia al servicio de los más necesitados.

El resto del fin de semana, Carlos y yo continuamos tratando algunos asuntos del Comité Central LMC. Contentos y  muy ilusionados de ver a estas compañera que con disponibilidad e ilusión se preparan para su servicio misionero en Centroáfrica.

Una vez terminen el curso de misionología de tres meses (donde ese preparan con otros misioneros españoles que van a partir este año) irán a completar su formación y perfeccionar la lengua a Francia. Allí estarán viviendo con las hermanas misioneras combonianas (un colaboración más dentro de la familia) pero esa historia la dejamos para más adelante y seguro que ellas se animan a contarla.

Un saludo a todos.

Alberto

El sueño de Dios en nosotros

“La posición de un discípulo misionero no es el centro sino la periferia.”

Papa Francisco

Lourdes Vieira

Me encuentro hace seis meses en esta inmensa periferia de Contagem continuando la misión que Jesús nos confió como LMC. Cuando llegué aquí, me asusté pensando en que podría ayudar, porque me di cuenta de que la comunidad caminaba pastoralmente bien, cada área con su coordinador, todo funcionaba bien.

“Pero cuando silenciamos el corazón, ¡Dios habla!”

Claro, estaba el acompañamiento vocacional de los candidatos a ser LMC, pero como sabemos los vientos no son de muchas vocaciones, sobre todo en este nuevo contexto por el que pasa nuestra economía brasileña. Pero cuando silencianos el corazón ¡Dios habla! Hay un dicho del pueblo Macua de Mozambique que dice: “Yakhala enokhala mmurimani, ekoma khoniwa” (Cuando hay ruido en el corazón no se oye el latido). Entonces, un bonito día de oración, me puse en manos de Dios y le pedí al Espíritu Santo, con mi permiso, que me pusiera al servicio de los hermanos de las afueras de Minas Gerais.

Por consiguiente, era necesario formarse en algo nuevo. Estudié Masaje terapéutico y adquirí algunas nociones de Biomagnetismo con el padre Jorge y Regina que me ayudaron con alegría.

“En los pequeños gestos me voy encontrando con la realidad de este pueblo…”

Ahora atendiendo a las personas en la Casa Comboniana y en el Centro de Estudios de las Hermanas de Pampulha, siento que sólo es necesario entregarse y el resto le corresponde a Él. La Pastoral del niño también hace parte de esta llamada, en estos días estamos terminando un curso de capacitación para los nuevos líderes, esta vez no tan preocupada por los niños malnutridos (como en Mozambique) sino por los niños con obesidad  de cero a seis años de edad. En este momento estamos trabajando con 8 grupos, ayudando a 200 familias y alrededor de 300 niños que son acompañados por la Pastoral del Niño, aquí en el área de la parroquia. En los pequeños gestos, me voy encontrando con la realidad de las personas que buscan felicidad, salud y seguridad, ¡vida en abundancia!

La misión de hoy ya no es sólo el deseo de ser misionero, sino también la necesidad de formación para los rápidos cambios que están sucediendo y no siempre estamos dispuestos a abrir de nuevo la cabeza sentarnos en los bancos de una escuela para servir mejor a los hermanos y hermanas.

Por supuesto, no podía dejar de hablar del Papa Francisco. He estado en Aparecida do Norte para una reunión de la Pastoral del Niño y pude verle de cerca, a los pies de la patrona de Brasil, y en la emoción de las palabras de nuestro pastor recé por todos los que se pierden en las drogas, las familias y por tener más vocaciones en la Iglesia. Así continuamos en esta camino, ¡juntos!

Por María de Lourdes Vieira – LMC Brasil Ipê Amarelo

 

Experiencia comunitaria de los LMC en Polonia

CLM PolandEl 4 de noviembre tres Laicas Misioneras Combonianas comenzamos la última fase de formación para partir a misión.

Es un tiempo de experiencia comunitaria. Ahora formamos nuestra pequeña comunidad, viviendo en la casa de los Misioneros Combonianos en Cracovia. El objetivo de estos cuatro meses que estamos viviendo juntas, es prepararnos para salir a misión a Uganda, adonde iremos el próximo año.

La experiencia comunitaria es un tiempo para crecer en la fe y enriquecernos mutuamente. Será una experiencia muy interesante para nosotras, pues tendremos la oportunidad de conocernos los unos a los otros, aprender a vivir juntos, compartir las alegrías y las penas.

Esta última fase de la formación es muy activa y con muchas y diversas actividades – ¡así que tenemos muchos planes! Adquiriremos el conocimiento necesario, pero también nos comprometeremos en varias actividades. Lo primero de todo es continuar creciendo y profundizando en nuestra fe. Hemos comenzado un curso de Biblia y teología, que busca ampliar el conocimiento de la fe, la religión y la Biblia. La formación que recibamos nos servirá tanto para el trabajo en misión como aquí en Polonia.

También estamos conociendo mejor la figura de S. Daniel Comboni, su espiritualidad y carisma, aprendiendo cómo amar a la gente, los que están cerca de nosotros – los más pobres y abandonados. Hay cosas que sólo las puedes aprender mediante acciones o actividades específicas, por eso comprometernos en trabajos voluntarios es muy importante. Cada una de nosotras hará voluntariado en distintas instituciones, porque la ayuda comienza aquí, a nivel local. Debemos ser capaces de ver a aquellos que están cerca.

El aprendizaje de la lengua también es muy importante. El inglés es la lengua oficial en Uganda, así que estamos estudiándolo ahora en Polonia para evitar la barrera del idioma. También participaremos activamente en la animación misionera y en encuentros y retiros con los Misioneros Combonianos.

Los últimos meses antes de partir son una locura, porque tenemos que hacer un montón de cosas formales. Tenemos que encontrarnos cada una con nuestros obispos para informarles de nuestra partida. También estamos visitando un centro de Formación Misionera, donde podemos conocer a otras personas que se preparan para salir a misión (laicos, padres y religiosas).

Así que tenemos un montón de trabajo. Sabemos que cuatro meses pasan muy deprisa y tendremos que decir adiós. Esperamos que este tiempo de experiencia comunitaria sea bueno para todos – tiempo de trabajar, estudiar y crecer espiritualmente. Os pedimos a cada uno que recéis por nuestra comunidad y por cada una de nosotras.

Asia Owanek, Laica Misionera Comboniana

Ecos del encuentro: El Reino de Dios: ¿mito o realidad?

“El Reino de Dios es una realidad en continua construcción en cada uno de nosotros”

Semente

La casa de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús acogió el pasado fin de semana en Lisboa, a los laicos que iniciaron su formación el pasado mes de septiembre, durante las Jornadas Misioneras en Fátima.

Fueron días intensos y de una gran riqueza, gracias a los formadores, la Hna. Comboniana Carmo Ribeiro y el Laico Misionero Comboniano Pedro Moreira.

El tema escogido para la reflexión fue: “El Reino de Dios: ¿mito o realidad?”. Fue del agrado general y dejó seguramente el dulce sabor de que el Reino de Dios es una realidad siempre en construcción en cada uno de nosotros, y  que va más allá de la propia Iglesia, donde exista,  entre otras cosas, amor, perdón, alegría, humildad, … semillas del Verbo, que por pequeñas que puedan ser, el Espíritu siembra dónde y cuándo quiere.

El Reino de Dios es la meta final de todos los hombres y mujeres.

El Reino de Dios es el propio Jesús, y por tanto el Reino de Dios es Amor.

Gracias a todos y todas por la acogida tan generosa, por todo lo que nos transmitieron y enseñaron y por el bonito testimonio de Vida y de Amistad.

S. Daniel Comboni tenía razón cuando dijo “No temáis, yo muero, pero mi obra no morirá”

Por Rufina Garcia