Laicos Misioneros Combonianos

Experiencia comunitaria de Madzia en Polonia

MagdaDesde principios de octubre empecé mi experiencia comunitaria en Cracovia. Esta es la última parte de la formación antes de ir a misiones (¡porque en enero voy a Etiopía!). Durante estos dos meses hay un montón de cosas que he experimentado: la vida en la comunidad (ya sea en teoría a través de las reuniones y de las lecturas de formación, así como en la práctica al compartir comunidad con los MCCJ), y donde también hay una gran cantidad de formación:

  • Idioma (Inglés por el momento, con el fin de mejorarlo, y luego en enero voy a empezar a aprender amárico, que parece ser toda una aventura muy interesante 🙂
  • La Biblia (reuniones con la hna. Joanna, que me ayuda a comprender las Escrituras, y para entender mejor lo que Dios me está hablando).
  • Comboni (aprender sobre Comboni, su ideal de vida y trabajo en la misión, así como diversos aspectos de los LMC).

También he podido participar en las reuniones de un grupo de misiones formado por estudiantes, ayudar en las animaciones en parroquias, realizar trabajo voluntario, explorar la historia y cultura de Etiopía, participar una tarde con el grupo LMC de Cracovia, lo que ayuda incluso a construir una comunidad laical acá.
Y, ¿cuál es la cosa más obvia y más importante? La oración. Participo en los Laudes y Vísperas de la Comunidad, en la Eucaristía diaria, la oración personal, la adoración. Y al final podré realizar un retiro ignaciano en Zakopane.
Tantas cosas suceden 🙂 Espero que sea, aunque muy corto, un tiempo fructífero que me ayudará a prepararme mejor para mi misión en Etiopía.

Madzia

Encuentro de los LMC en Nürnberg sobre la “Evangelii Gaudium”

Grupo LMC AlemaniaEl grupo LMC de Alemania nos encontramos en Nürnebrg en la casa de los Misioneros Combonianos del 17 a 19 octubre 2014. Ni siquiera la huelga de maquinistas pudo impedirlo 🙂 .

El sábado nos dedicamos al estudio intensivo de la encíclica “Evangelii Gaudium” con el apoyo de Pia Schildmair. El domingo destacamos los puntos comunes de la encíclica con la espiritualidad Comboniana. Buscamos impulsos específicos para cada uno (a) y para el grupo y acordamos los pasos para ponerlos en práctica. ¡Pedimos que la alegría del Evangelio continúe acompañándonos en el camino!

Barbara Ludewig

Ecos del Simposio Comboniano

ComboniSe celebró en Roma del 15 al 19 de septiembre la reflexión sobre la actualidad del Plan de Comboni para la regeneración de Africa pasados 150 años desde el momento en que fue escrito e inspirado. Para esta reflexión llegaron representantes de las diversas provincias de los Misioneros Combonianos (MCCJ), así como, asistieron representantes de las Hermanas Misioneras Combonianas (MC), Misioneras Seculares Combonianas (MSC) y Laicos Misioneros Combonianos (LMC).

A lo largo de esta semana de trabajo, hemos llegado a algunas conclusiones que servirán de “provocación” para el próximo capítulo de los MCCJ y que también nos pueden ayudar a una reflexión más profunda:

  • El Plan de Comboni se mantiene actual en la medida que nos permite darnos cuenta de las urgencias y prioridades de nuestro tiempo. Hacemos muchas cosas importantes, pero no podemos responder a todas las necesidades, por ello debemos discernir lo que es vital para el mundo de hoy y redimensionar nuestro servicio misionero en consecuencia.
  • Comboni tuvo la inspiración del Plan porque se colocó a los pies de la cruz. Hoy la misión ya no tiene un cariz “geográfico”, por eso, a los pies de la cruz debemos tratar de darnos cuenta de los movimientos del Espíritu y cómo respondemos a nuestro mundo, no importa dónde estemos llamados a estar.
  • El “Salvar África con África” no puede limitar nuestra acción. Más bien, debe llevarnos a adoptar una metodología renovada, a la medida de nuestras fuerzas. Por lo tanto, la misión en Europa implica re-creen en los valores de la cultura europea y adoptar su lenguaje como medio de liberación y evangelización. Lo mismo ocurre con otras culturas donde reconocemos como “vital” la presencia Comboniana.
  • “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades “, dice el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (# 49). Con este llamamiento del Papa nos interpela a atrevernos a crecer y especializarnos dentro de los ministerios que consideramos que son los más urgente y prioritarios en el mundo actual.

Después de una semana de trabajo y reflexión, partiendo del Plan de Comboni y de las interpelaciones de la propia Iglesia, se concluyó que la misión de hoy pasará siempre, y sobre todo, por la lucha en favor de la Vida.

De esta manera, animados por el carisma de Comboni, estamos llamados a repensar y redimensionar nuestro ser misionero para que muchos “tengan vida y la tengan en abundancia.”

Susana Vilas Boas

Retiro anual LMC Perú 2014

Retiro LMCLos días 26, 27 y 28 del presente mes de septiembre los Laicos Misioneros Combonianos del Perú tuvimos la oportunidad de convivir un retiro espiritual en la casa Foyer de Charité en Ñaña, un distrito de Lima. Estuvieron presentes LMC de Trujillo, Arequipa, Huánuco y de Lima. La ocasión fue propicia para reflexionar puntos importantes de nuestra vida como Laicos Misioneros Combonianos, compartir nuestras experiencias de vida en la misión especialmente con nuestros hermanos ad-gentes nacionales y extranjeros.

Las dificultades van y vienen en nuestra vida, son cotidianos los problemas económicos, familiares, laborales, etc. Sin embargo nuestra fortaleza está en la oración y la fe que compartimos en medio de estas tempestades.

Ser un Laicos Misionero en estos tiempos requiere mucha entrega y pasión por esta opción de vida para la que San Daniel Comboni procuraba misioneros “Santos y Capaces”.

Este retiro nos reconforta y nos impulsa a dar pasos significativos en nuestra vida como LMC y a crecer como familia misionera.

Fisher LMC Perú

Finaliza el III encuentro LMC América

AntiguaEl III Encuentro de los Laicos Misioneros Combonianos en América se llevó a cabo en Ciudad de Guatemala, del 16 al 20 de Setiembre, junto con el Comité Central de los LMC. La semilla plantada por san Daniel Comboni no ha dejado de dar frutos abundantes en los corazones que hacen silencio para escuchar la voluntad de Dios.

El Encuentro contó con la participación de los LMC del continente –EUA/Canadá, México, Guatemala, Costa Rica, Colombia, Perú, Brasil- así como de los padres asesores y una hermana Comboniana. Éste fue realmente un encuentro lleno de culturas e idiomas, pero unidos por un mismo espíritu misionero y comboniano.

Cada día, todos nos encontramos en la Santa Eucaristía, la cuál fue el alimento necesario para enfrentar los desafíos de trabajo que se nos presentaron conforme avanzó el Encuentro.

Después de la misa, en las jornadas de trabajo se tocaron diferentes temas, relacionados con el Camino de los LMC: coordinación, estructura, economía, formación, misión, entre otros; con el fin de llegar a acuerdos y propuestas que ayuden a cada comunidad a seguir profundizando en este hermoso carisma que hemos recibido como don de Dios.

Fueron días de mucho cansancio, de debate, de buscar el Camino común. Pero también fueron días de alegría, de compartir, de conocernos y sentirnos parte de una hermosa familia que va creciendo, quizás no a pasos agigantados, pero sí a pasos firmes bajo el peso precioso de la cruz de Cristo.

También, días de sentirnos hermanos, más allá de un idioma o una nacionalidad, más allá de las fronteras físicas, nos sentimos hijos bajo la protección de san Daniel Comboni. Cada día pudimos recordar que nuestro ser comboniano brotó del corazón traspasado de Cristo, clavado a ese madero.

Entre las sesiones de trabajo, pudimos conocer, también, más sobre la labor que se está realizando en cada Comunidad LMC de los distintos países participantes, y de esta manera, enriquecer la experiencia comunitaria vivida. Y nuestros hermanos guatemaltecos nos regalaron varias actividades culturales, para conocer más de la riqueza, historia y tradiciones “chapinas”.

Hoy, al mirar hacia atrás, no queda otra cosa que sonreír, con paz en el corazón por el trabajo realizado, sabiendo que el verdadero encuentro apenas comienza. Si queremos que las conclusiones del Encuentro den fruto, todos debemos poner manos a la obra, debemos trabajar juntos y esforzarnos por llevar el mensaje de Cristo a tantos hermanos que aún no lo conocen.

Necesitamos estar más en comunicación, reconocer que la misión no le pertenece a un país, sino a la Iglesia, a todos los que la conformamos. Necesitamos el apoyo de nuestros hermanos mayores, los MCCJ, y asumir nuestro papel protagonista como Laicos Misioneros Combonianos. Necesitamos construir juntos, y comprometernos en un trabajo misionero más global. Falta camino por recorrer, pero justamente nuestras carencias son las que deben motivarnos a seguir adelante, buscando crecer y mejorar, para acercarnos más al llamado específico de Dios. El camino se recorre más fácilmente cuando lo caminamos juntos.

Algunos, quizás, querrán saber si el Encuentro valió la pena, o si fue un éxito. Creo que las cosas de Dios no se pueden medir en estos términos, pues podríamos malentender la obra. Y esta obra se construye desde el Amor, con Amor y por Amor. Ese Amor que incluye el sacrificio de estar dispuestos a dar la vida.

Sin embargo, algo que sí podemos afirmar, es que el Encuentro ayudó para asumir juntos nuestro papel, para estrechar lazos, para conocer los rostros –y sobre todo los corazones- de quienes, desde sus realidades y países, van construyendo el carisma de San Daniel Comboni en la cotidianidad y el anonimato, conscientes que el único protagonista de la obra es Jesucristo, como bien lo entendió Comboni.

Christian Madriz