
Por todos los países del mundo, en especial, por aquellos en los que estamos presentes como familia comboniana, para que se busque siempre el bien común y se motive a los cristianos a un compromiso social y político. Oremos.
Por todos los países del mundo, en especial, por aquellos en los que estamos presentes como familia comboniana, para que se busque siempre el bien común y se motive a los cristianos a un compromiso social y político. Oremos.
En estos días recordamos que, hace cinco años, comenzó la pandemia del Covid19, un tiempo que marcó al mundo entero. Compartimos el testimonio de la hna Lilia Navarrete, misionera comboniana. Enfermera de vocación, pasó años en Mozambique luchando contra la epidemia de cólera. En 2020, la pandemia del coronavirus le sorprendió en Italia, donde se dedicó a cuidar y acompañar a las misioneras ancianas de su comunidad.
Para que San José, custodio de la Sagrada Familia, ayude a cada miembro de nuestros Institutos a compartir cuanto es y cuanto tiene, aunque sea aparentemente insignificante, y haga que, siguiendo su ejemplo, podamos dar lo mejor de nosotros mismos, nuestra misma vida y nuestro trabajo al servicio del plan de salvación de Dios Padre para la regeneración de todos los pueblos. Oremos.
El 25 de diciembre tuvo lugar la primera celebración de Navidad en el centro comunitario de Piquiá de la Conquista, en Açailândia. Se reunieron sacerdotes combonianos, misioneros laicos y la comunidad local, formada por los nuevos residentes del barrio. Piquiá de la Conquista es el resultado de más de una década de lucha de los habitantes de Piquiá de Baixo, que se enfrentaban a la insalubridad y a la violación de sus derechos debido a la contaminación industrial. Esta movilización dio lugar a una victoria histórica: el reasentamiento en un espacio digno, donde hoy las familias construyen una nueva vida.
Marcelo Moutinho, psicólogo y LMC brasileño, que participó en la celebración con su esposa Adriana, afirma: «De visita en Maranhão, anhelaba volver a Piquiá de la Conquista una vez concluidas las obras, para presenciar y celebrar juntos esta gran victoria, que se convertirá en una inspiración para los diversos desafíos que los cristianos afrontan en su día a día de misión y de lucha por los derechos humanos». Los LMC en Brasil, a través de las diferentes presencias a lo largo de los muchos años de lucha de Xoáncar, Ilária, Federico, Liliana, Flávio, Gabriel, Anna y otros simpatizantes, junto con la comunidad de los Padres Combonianos de esta parroquia, han participado activamente en varias etapas de esta realización».
Los Laicos Misioneros Combonianos, como parte de la familia comboniana, trabajan en colaboración con las comunidades para evangelizar y construir la justicia social, siendo signos de esperanza y solidaridad en los contextos más desafiantes de la Iglesia, como la causa indígena, los desafíos de las periferias urbanas, la Justicia Restaurativa en el sistema penitenciario (APACs) y la lucha por una vivienda digna.
La celebración fue un momento de profunda espiritualidad y fraternidad, simbolizando el renacimiento de la vida y de la fe. Que el ejemplo de lucha y resiliencia de esta comunidad inspire a más personas a unirse a la misión comboniana de difundir el amor, la justicia y la paz que la Navidad nos invita a vivir. Al fin y al cabo, el verdadero sentido de la Navidad reside en construir juntos un mundo más justo y humano.
Adriana y Marcelo Moutinho, matrimonio brasileño LMC
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