Laicos Misioneros Combonianos

El pastor que huele a oveja

Un comentario a Jn 10, 1-10 (Cuarto Domingo de Pascua, 7 de mayo de 2017)
Leemos hoy –cuarto domingo de Pascua- el bien conocido capítulo 10 de Juan, en el que se nos habla del Buen Pastor que, a diferencia de ladrones y bandidos, ha venido para “dar la vida a los hombres y para que la tengan en abundancia”. A este propósito, les ofrezco estas breves reflexiones.

1.- Una experiencia: “Sólo buscamos la vida”
Visitaba yo, hace años, una aldea del sur de Ghana (África occidental), cuando me encontré con un grupo de personas que estaban realizando unos ritos ligados a la religión del vodú, mayoritaria en aquella zona. Les pregunté:

– ¿Por qué y para qué hacen esto? Su respuesta fue sencilla y, a mi juicio, profunda y de valor universal.
– ¡Agbe ko dim míele loo!: “¡Sólo buscamos la vida!”, me dijeron

En efecto, la vida es, no sólo el don fundante que todos hemos recibido, sino también nuestra primordial tarea y misión. Vivir y dar vida es, sin duda alguna, nuestra primera misión y en ella se insertan todas las demás.
Pero vivir, como sabemos, es mucho más que “sobrevivir”, arrastrando una existencia sin sentido. Es, ante todo, desarrollar una identidad personal, única e intransferible, hecha de amor recibido y otorgado, un gastar la propia vida, un “desvivirse”, conscientes de un don recibido y de una meta hacia la que se camina, creando vida…

2.- Como ovejas sin pastor
El evangelio de Mateo nos cuenta que “Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y dolencia. Y, al ver la muchedumbre, sintió compasión de ella porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor” (Mt 9, 35-37). Me parece que, veinte siglos más tarde, la situación sigue siendo igual. Si nos miramos a nosotros mismos y a nuestro alrededor, podemos afirmar que muchos seres humanos no vivimos la vida en plenitud. Muchas personas, incluidos quizá nosotros mismos, somos “como ovejas sin pastor”, que, como el hijo pródigo, andamos buscando como ser felices, pero no sabemos cómo.

3.- El pastor “bello”, que da vida
En el versículo de Juan que sigue a los que leemos hoy, Jesús se define a sí mismo como el “buen pastor”, según las traducciones bíblicas que manejamos comúnmente. En realidad, según los expertos, la palabra usada por Juan para referirse a Jesús es “khalós”, que significa “bello”; por tanto parece que Juan no se refirió a Jesús como pastor “bueno” sino como pastor “bello”.
De hecho, en español decimos a veces, refiriéndonos a alguien conocido con expresiones como esta: “que bella persona es”. Con ello no queremos decir que dicha persona tiene una especial belleza física, sino que en ella resplandece una belleza totalmente especial, que tiene más que ver con su manera de ser que con su apariencia física.

En todo caso, lo que el evangelista nos transmite es claro: que Jesús, a diferencia de otros líderes o seudo-líderes, que se parecen más a los ladrones y a los bandidos, es el pastor bello-bueno, que es reconocido tanto por el “guardián” (el Padre Dios) como por las “ovejas” (aquellos de nosotros que son amantes de la bondad y la belleza).
En Jesús se manifiesta el mismo Espíritu que procede del Padre y habita en las “ovejas”. Por eso hay un reconocimiento mutuo. Como diría el papa Francisco, el Padre, el Pastor bello y las ovejas tienen el mismo “olor”, comparten el mismo deseo de bondad, de belleza y de amor. Por eso se reconocen mutuamente. Por el contrario, los que no tienen ese “olor”, lo que prefieren la mentira, el orgullo exagerado, el robo, la malicia… esos son “ladrones”, buscan abusar de las “ovejas” y no reconocen ni al Padre ni al Hijo.

La pregunta para nosotros es: ¿A quién preferimos seguir? ¿Nos dejamos guiar y conducir hacia la vida plena por este pastor que huele a oveja o preferimos que nos pastoreen ladrones y bandidos?

P. Antonio Villarino
Bogotá

Pascua LMC España 2017

“Renuévanos Señor, que el mundo nos necesita”

Bajo este lema, la semana pasada los LMC de España nos reunimos en Comunidad para celebrar la Pascua. Fueron unos días de encuentro y de profundidad en los que tuvimos  la oportunidad de reflexionar y celebrar juntos el gran Misterio de Amor de Dios para la Humanidad y  para renovar en familia nuestro compromiso misionero.

Que nuestra fe en el resucitado nos haga sembradores de vida cada día.

LMC España

Alegría y Dolor

Mbi bala ala …
(Os saludo en Sango) …
LMC CentroafricaEn este tiempo de Cuaresma, hemos recibido la gracia de vivir momentos de alegría …
… Domingo, 19 de marzo, 2 hijos de África central, Dreyfus y Romain han sido consagrados como misioneros combonianos por el arzobispo de Bangui Cardinal Dieudonné Nzapalainga. La parroquia Comboniana de la Virgen de Fátima fue decorada para la fiesta y se llenó de gente durante la mañana para compartir la alegría del momento, que no sucede todos los años y todavía más con una doble consagración… señal de que aún en medio de dificultades la Iglesia centroafricana y la familia comboniana crecen lentamente …
LMC Centroafrica… el domingo siguiente (26 de marzo), en la catedral de Bangui, el otro don de Alegría recibido ha sido la ordenación episcopal del nuevo obispo de la Diócesis de Bambari, un nuevo pastor para la gente de esa zona remota que aún vive tiempos turbulentos de inestabilidad e inseguridad…
… momentos de Alegría vivida a través del baile, el canto, ropa llamativa, palmas, tambores y coros…
… pero las personas han participado con gran implicación, incluso en los momentos dolorosos típico de la Cuaresma, las confesiones, el Via Crucis y el Triduo Pascual, especialmente las mujeres y las madres arrodilladas durante toda la celebración en la catedral o en la arcilla roja del patio de la parroquia de Fátima. El misionero Comboniano nos muestra que el dolor y sufrimiento en la historia centroafricana, no sólo pasada sino de alguna forma cotidiana, les lleva a identificarse con la historia de ese ‘hombre golpeado, torturado, matado y crucificado…

… pero después de momentos de dolor, ha vuelto la Alegría tanto en la Vigilia Pascual como en la misa matinal con danzas, bailes, fuego, luz, la aspersión del agua, el coro cantando el Aleluya …porque la Vida vence a la muerte, la Alegría gana al Dolor…
… Feliz Pascua a todos y para todas desde Bangui: ¡capital espiritual del mundo!
Un saludo, un abrazo, un beso, una oración y un GRACIAS…

LMC Centroafrica
Simone LMC en Centro África

Semana Santa entre los Gumuz

CLM EthiopiaEste año nuestra comunidad LMC pasó la Semana Santa y Pascua en las misiones combonianas entre la tribu Gumuz. Madzia y yo nos quedamos en Gublak la mayor parte del tiempo; Adela y Tobiasz se quedaron en GilgelBelez. Sin embargo, todos visitamos ambos lugares. Me gustaría compartir con vosotros un poco de esta impresionante experiencia.

El viaje de Addis Abeba a GilgelBelez fue agotador. Pasamos 13 horas en un autobús lleno de gente. A veces, sólo el hermoso paisaje nos daba un poco de alivio. Llegamos por la tarde y, mientras cenábamos juntos, los padres nos contaban muchas historias sobre la gente local. Muchas de ellas sonaban increíbles. Nos sentimos muy felices de tener la oportunidad de conocer a estas personas y a los misioneros durante sus actividades diarias.

Pasamos el día siguiente en GilgelBelez, una ciudad donde viven muchas tribus diferentes, incluyendo la Gumuz. Los Gumuz enfrentan la discriminación en su vida diaria debido al color oscuro de su piel. Incluso fueron discriminados por las iglesias hasta que llegó la Iglesia Católica. Hoy la comunidad parroquial se compone enteramente de gente de Gumuz. En los días previos a la Pascua pudimos observarlos trabajando juntos, preparándose para la fiesta. Todos trabajaron duro por el bien de la comunidad. También fuimos a visitar a un chico y a su familia, a quienes Madzia ayudó hace dos años. Ella le enseño a él y a sus padres algunos ejercicios y encontró muletas para él. Ahora es capaz de caminar por su cuenta. Fue agradable ver los buenos resultados del trabajo de Madzia. También visitamos la ciudad y el jardín de infancia perteneciente a la parroquia.

Después de nuestra breve visita a GilgelBelez nos trasladamos a visitar Gublak, una misión fundada hace cinco años. Antes del Triduo pudimos ver el trabajo diario de los misioneros. Ellos celebran la misa en la mañana y luego cada uno va a realizar su trabajo. El trabajo principal es visitar las aldeas para enseñar a la gente acerca de Cristo y de nuestra fe. Fuimos a algunas aldeas junto con ellos. Lo primero que hacen cuando llegan a un pueblo es saludar a la gente. Sólo después de los saludos puede comenzar la reunión. La gente ora y canta, y luego los padres, las hermanas o los catequistas les dan alguna catequesis. Algunas de las personas ya están bautizadas mientras que otras todavía son catecúmenos. Los catequistas actúan como traductores del amhárico a la lengua gumuz. Hay muy pocos textos en este idioma y los misioneros hablan sólo amhárico. Durante una reunión con las mujeres, Adela y Tobiasz les dieron testimonio sobre la vida familiar. Lo habían preparado durante algunos días con su maestro amárico y fue su primer discurso en amárico (¡después de un curso de tres meses!). ¡Felicidades a los dos!

CLM EthiopiaDespués de este tiempo de visita comenzamos el Triduo. Fui con el padre Isayas a traer a los catecúmenos al recinto de la parroquia el jueves. Comenzando desde el pueblo más lejano trajimos a algunos de ellos en la parte de atrás del coche. Los catecúmenos que viven cerca de la misión llegaron a pie a la iglesia por la tarde. El jueves por la noche, fui con el P. Isayas a una capilla donde celebramos la Misa de la Última Cena. Había alrededor de 50 personas (la mayoría de ellos niños o adolescentes). Durante su homilía el padre describió lo sucedido en la Última Cena y explicó cómo fue la institución de la Eucaristía. Luego lavó los pies de doce jóvenes escogidos. Después de la Misa, tuvimos un tiempo de adoración del Santísimo Sacramento. Debo decir que los jóvenes se comportaron y participaron muy bien.

Después de esto llevamos a algunos de ellos a nuestro recinto donde se unieron a los 130 jóvenes que ya estaban allí. Desde el jueves hasta el domingo la juventud se quedó en el recinto de la parroquia. Tuvieron oración, catequesis, trabajo en grupo y participaron en el programa principal de los oficios: en el Via Crucis, en la Liturgia del Viernes, la Liturgia de la Pascua y la Misa de Pascua del domingo. Estaba muy impresionado por la gente. Participaron muy activamente. Los catequistas, que son también muchachos jóvenes, sirvieron todo este tiempo, desde la mañana hasta la noche. Lo hicieron con alegría, sin quejarse. Tradujeron, organizaron las oraciones, los servicios, las comidas manteniendo siempre orden y disciplina. Durante la liturgia de la Pascua, 102 catecúmenos fueron bautizados, el domingo hubo un grupo de 24 adultos que también recibieron el bautismo. A pesar de que la misa se prolongó bastante, fue maravilloso ver a todas las personas que se convirtieron en cristianos. Era algo muy significativo en sus vidas. Algunos de ellos estaban muy conmovidos.

La mayoría de los nuevos cristianos son muy jóvenes, niños o adolescentes. La mayoría de los adultos que recibieron el bautismo fueron las madres de los niños que fueron bautizados en años pasados. Es increíble cómo la Iglesia Católica está creciendo donde no había ningún cristiano hace sólo unos pocos años. Muchas de esas personas no saben cómo leer o escribir y no saben Amhárico. Sin embargo, escucharon a los misioneros y creyeron. Por supuesto, todavía necesitan formación cristiana y por eso es tan importante el trabajo de los misioneros. San Daniel Comboni debe estar muy feliz de ver los frutos de su trabajo.

CLM Ethiopia

LMC Etiopía