Laicos Misioneros Combonianos

Ganarse la confianza y devolver la sonrisa

CLM Uganda (137)Mi primer periodo en misión en el Orfanato de St. Jude en Gulu está llegando a su fin. Mi contrato termina en marzo. Durante estos casi 2 años trabajé entre los Acholi. Mi primer deber es trabajar en la administración. Pero a veces trato de hacer algo con los niños en la tarde cuando yo no tengo que estar en la oficina. Me gustaría contarles sobre una chica increíble con la que yo trabajo, que me ha hecho pensar mucho y que me muestra todos los días lo que es lo más importante en la vida.
Jacqueline es una niña autista de 16 años de edad, que apareció en St. Jude hace pocos años. Anteriormente vivía con su abuela, pero como ella no tenía tiempo para ella, Jackline pasaba días con las cabras que estaban alrededor. Cuando llegó a nuestro centro ni siquiera podía caminar, así que esta habilidad se la han enseñado aquí. Además, debido a su “compañía” Jackline en vez de hablar producía (y, a veces todavía lo hace) algo así como el grito de una cabra. Después de trabajar con ella durante un semestre, la frecuencia de emisión de este horrible sonido se ha reducido, pero sigue apareciendo, especialmente cuando ella no está satisfecha, tiene hambre o algo le crea malestar.
Mi trabajo con Jackline es una bonita y extraordinaria aventura. Ya he aprendido mucho de ella. Es increíble cómo cada día puedo descubrir algo nuevo en ella, un nuevo rasgo de su carácter, las cosas que le gustan y las que no le gustan, su color favorito, su comida. El comienzo de mi trabajo con Jackline fue bastante difícil, porque ella no habla. Además el autismo está vinculado con algún grado de discapacidad (retraso mental). Así, al principio tuve que aprender todo, su respuesta, por qué se comporta de esta manera, lo que significaba ese sonido que hace tan notorio, lo que significan sus expresiones. Pero poco a poco, he descubierto muchas cosas y he aprendido mucho. Como he mencionado anteriormente todavía estoy aprendiendo y es lo más bonito de este trabajo. Pero esto no fue lo más importante al principio. Lo más importante fue ganarse su confianza. Para los niños con autismo es difícil confiar en alguien nuevo. Jackline inicialmente no quería ni siquiera agarrar mi mano, ella tenía miedo cuando le daba la mano y quería dar un paseo, incluso no quería sonreír. Fue un momento difícil porque no sabía cómo debía reaccionar, cómo reaccionar y qué camino seguir para hacer frente de alguna manera a este problema. Yo conocía uno: el amor a una niña es lo más importante, si se le da amor sincero a alguien, entonces la niña sentirá que te preocupas por ella y, finalmente, va a confiar. Y esto ha sido de hecho la mejor solución. Por supuesto las clases, la estimulación que recibía, pero el amor debe estar siempre por encima de todo. Y la mayor expresión de su confianza fue uno de sus gestos cuando estaba enferma. Un día que la estaba buscando con el fin de llevarla a clase y por accidente la encontré en nuestra pequeña “clínica”. Allí la encontré débil y triste. Estaba enferma. Lo primero que hacemos es la prueba de la malaria. Así que tuvimos que hacerlo. Y en su caso, la enfermera sabía que sería lo peor, porque no permite que nadie la toque. Pero cuando entré en la habitación y nuestra vista se cruzó vi en sus ojos la paz. Aunque ella no dice nada, sencillamente con la mirada y su comportamiento pudo expresar todo de una manera muy hermosa. La consulta terminó con éxito. Pero cuando fui a salir, Jackline de repente puso su cabeza en mis rodillas y decidió simplemente tumbarse. Sí, nos pasamos toda la tarde así, en silencio. Ella acostada en mi regazo y yo con gran alegría y emoción de corazón observándola. Esta fue para mí la experiencia más maravillosa y la mejor prueba de su confianza. Por supuesto todavía continúo con mi trabajo con Jackline, porque todavía hay mucho por hacer, pero poco a poco, espero que todavía siga creciendo.
Joanna Owanek, LMC

Visita al grupo LMC de Portugal

LMC PortugalAntes de Navidad fui invitado por los LMC de Portugal a compartir con ellos su encuentro de Navidad.

Este es un momento importante para el grupo donde LMC y candidatos que se reúnen para formarse, rezar y celebrar juntos la Navidad.

No encontramos en la casa de Viseu de los MCCJ. Fue un fin de semana lleno de muchos momentos importantes.

A la llegada a Lisboa estaban a mi espera y pudimos cenar en casa de Pedro antes de recorrer en coche el camino hasta Viseu. Allá fuimos llegando poco a poco los diferentes participantes llegados de todos los sitios de Portugal. Un momento de reencuentro con los LMC y de conocer a todos aquellos que se están preparando y discerniendo su vocación misionera.

Comenzamos con la eucaristía en la mañana donde también encontramos a combonianos y combonianas. Durante la mañana estuvimos conversando en el grupo sobre la historia y organización de los LMC a nivel internacional. A partir de las preguntas del grupo fuimos adentrándonos en parte de nuestra historia, de las decisiones que hemos ido tomando para crecer como familia y sobre todo de cómo hemos ido haciendo realidad, a través del compromiso y la entrega de muchos, esta vocación misionera.

La segunda parte de la mañana la usamos para adentrarnos en los compromisos adquiridos en Maia, ver cómo los estamos intentando llevar adelante y explicar el apoyo que desde el Comité Central intentamos dar a todos los grupos para hacer posible los retos planteados.

La tarde la pasamos recorriendo la ciudad de Viseu, regalando abrazos, reflexionando y rezando sobre el año de la misericordia, haciendo animación misionera y conversando con las personas sobre el desafío de la misericordia que nos lanza el Papa Francisco para este año. Todo ello en una entretenida Gymkhana. Todas estas vivencias las pudimos compartir en la oración de la tarde.

La noche quedo para compartir el testimonio de mis bonitos años por Mozambique. Un tiempo para conversar sobre la vocación y el servicio misionero.

El domingo se trabajó sobre los aspectos prácticos de la próxima asamblea LMC europea de verano que se celebrara en Portugal. Un bonito reto de acogida para el grupo de LMC y candidatos portugueses que acogerán a los LMC de los 5 países europeos que nos daremos cita en agosto.

También un tiempo para hablar de animación misionera y búsqueda de los fondos necesarios para llevar adelante la misión.

Al final la eucaristía sirvió de conclusión y acción de gracias por este bonito tiempo.

No comento nada de los numerosos dulces navideños que nos acompañaron durante el fin de semana, ni de las numerosas conversaciones que pudimos mantener para no extenderme mucho más. Eso sí animo a aquellos que tengáis dudas, toca levantarse del sofá y buscar cuál es el camino al que el Señor nos llama. En el grupo LMC de Portugal encontraréis un buen lugar donde reflexionar, discernir y ser acompañados en este servicio misionero.

Un saludo navideño

Nuestro viaje hacia adelante

ComboniCon alegría, recibimos el mensaje del Rev. P. Provincial Miante nombrando al Rev. P. Felipe Zema para continuar el viaje con nuestro grupo. Tan pronto como recibimos el mensaje, lo anunciamos a los otros miembros y planificamos con el capellán para tener nuestro primer encuentro en Mafi-Kumase el 12 de diciembre.

La reunión comenzó a las 10:00 am. El capellán nos dio algunas ideas para prepararnos para la Navidad. Hizo hincapié en el desarrollo de nuestra vida de oración. Como laicos, tenemos que ser testigos de la Buena Nueva a través de nuestra vida diaria. Comparó nuestro servicio LMC al ministerio de los hermanos que es social. Sensibilizará a la gente con la que estamos viviendo el vernos ocupados en la oración en nuestras familias y en nuestro lugar de trabajo. Dijo que los musulmanes en este aspecto son un modelo para nosotros. “La secularización nos lleva lejos de Dios, la oración nos trae de nuevo“, citó. Dijo, Jesús nos recomienda que oremos, San Daniel Comboni recomienda a sus misioneros a orar y ya que estamos aspirando a ser Misioneros Combonianos, la recomendación es entonces para nosotros también.

Después de esto, se procedió a la auto-presentación. A continuación informamos al padre sobre nuestro caminar hasta el momento. Estaba muy contento y con ganas de continuar con el proceso de formación con nosotros. Él demostró en su plan un gran interés para prestar el servicio pedido el Provincial y su consejo, también muy interesado en vernos crecer. En esta alegría, no dudamos en ponernos de acuerdo en la próxima reunión en el mismo lugar el día 9 de enero de 2016. Después de la oración de conclusión, con la bendición, compartimos con nuestro capellán y uno de sus hermanos una comida familiar.

Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo, Justin Nougnui