Laicos Misioneros Combonianos

Salida de Marisa para Londres

Marisa LMCAyer salió, del aeropuerto Francisco Sá Carneiro, Marisa Santos, con destino a Londres como primera fase de su preparación específica antes de dirigirse a la misión de Awassa (Etiopía). Permanecerá allí hasta finales de octubre para mejorar el estudio del idioma Inglés.
Su familia, amigos y los LMC quisieron estar presentes en su despedida.
Sabemos que llegó bien y ya está en la casa de los MCCJ Dawson Place.
Le deseamos a Marisa que tenga un tiempo fructífero para su aprendizaje. Que el Señor y San Daniel Comboni la proteja y acompañe.

Marisa LMC
¡Estamos juntos!
Carlos Barros, LMC Portugal

Mi experiencia en los Andes peruanos

Adriana en PeruHola. Quiero platicarles de mi experiencia personal con los niños en la montaña de la sierra Andina, en mi trabajo de Misión que duro 6 años. Esos niños pastorcitos que desde pequeños son responsables de diversas tareas y que decir de las niñas quienes están encargadas de cuidar de los pequeñitos y hasta los atan a sus espaldas con su mantita cuando salen a jugar, son ingeniosas pues de unas piedritas y una canica hacen un juego de matatena.

Los niños llevan los borregos a pastar cerca del río, antes de ir a la escuela (que muchas veces se encuentra lejos de su poblado), también ayudan en la parcelas de la familia y en la de la escuela, a sembrar, limpiar el surco y cosechar. El principal alimento es la papa y varios tipos de tubérculos como la zanahoria, oca, olluco, camote, yacón y maca, ya que por ser montañas tan altas solo germinan vegetales bajo tierra.

La vida de los niños no es fácil, pues la mayoría no viven dentro de una familia integrada, algunos papás salen a la selva a trabajar (donde se siembra la coca) y no se sabe de ellos en 10 y/o hasta 15 años, ya que se unen con otra mujer con la que tienen más hijos y solo vuelven cuando los hijos están grandes y los llevan para que les ayuden a trabajar, (esto causa graves heridas y resentimientos en los jóvenes); Por la necesidad la mama se va a la ciudad para trabajar como empleada doméstica y deja a los niños con la abuelita y ellas (las mamás) también en la ciudad se hacen de ¨compromiso con otro hombre¨, la mayoría de las abuelitas hablan quechua y su actividad es cuidar animales, sembrar para poder comer y no es prioridad para ellas mandar a los niños a la escuela porque es mejor que les ayuden en el campo. Conocí a una profesora, que una vez iniciado el calendario escolar, se la pasa quince días visitando casa por casa de sus alumnos para convencer a las abuelitas que permitan a los niños ir a la escuela.

Les comparto que mi padre falleció estando yo en misión y me avisaron al tercer día de que esto sucedió y ya lo habían sepultado, yo estaba trabajando con los niños y lo único que pensé fue en dar gracias a nuestro Señor por haberme concedido un buen padre, cariñoso atento y respetuoso con todos sus hijos (fuimos 10) y que yo contaba con su bendición y apoyo moral en este trabajo; (ya que con los niños que estaba en ese momento la mayoría difícilmente disfrutaron de un papa).

Hay momentos desesperantes y tristes como cuando Susy, una niña que por ayudarle a su mama a cocinar se quemó con el agua hirviendo detrás de la rodilla y en la posta médica le disminuyeron el número de curaciones, porque solo con ella se iban a terminar las gasas que tenían en existencia y no tenían la pomada que necesitaba. Esto me permite reflexionar y solicitar capacitación y preparación en primeros auxilios. Conocer sus cultivos y/o plantas que se dan es esa población y ver si algunas de ellas son medicinales.

En la misión me toco conocer a una pequeñita que de antes estaba infestada de hongos en el pecho y falleció por las condiciones insalubres de su vivienda. Dormía en el suelo sobre pieles de borrego, su casa muy oscura estaba ubicada por donde bajaban todas los canalitos de agua sucia del pueblo y por lo tanto muy húmeda, todo esto favoreció a que empeorara su salud. Y posteriormente falleciera. El pudor y la falta de confianza, así como la ignorancia fue motivo para que su enfermedad no fuera atendida en tiempo.

En otra ocasión tuve la necesidad de llamarles la atención a los niños por jugar futbol con una naranja, ya que el suelo está infectado por las heces del puerco y en cuanto termina el recreo levantan la naranja, la pelan con sus manitas sucias y se la comen entre los que participaron en el juego. ¡Pero es que no conocen de pelotas!

Los niños o niñas, cuanto acompañan a sus mamitas al río a lavar la ropa es cuando aprovechan para tomar un baño.

Son niños acogedores, ya que cuando llegamos las misioneras al pueblo corren a preparar una bebida caliente para ofrecernos con un panecito. Y cuando les ayudas, como gesto de amistad te invitan de sus habas tostadas que guardan en la bolsa del pantalón, ello en señal de agradecimiento

También un día en que íbamos caminando por la plaza, una pequeñita de 5 años nos gritó desde el otro extremo de la plaza ¡Dios te bendiga misionera! Imagínense que sentimiento tan lindo nos transmitió a nosotras como misioneras, que iniciábamos el trabajo del día.

AdrianaComo ellos no tienen juguetes, televisión ni celulares, conviven con sus amigos y hermanos, se cuidan entre ellos. Les gusta participar en la fiesta del pueblo a donde asisten personas de los caseríos y poblados de alrededor del pueblo. Hay una danza que celebran en muchos pueblos y le llaman Auquidanza donde hacen una representación de la muerte del Inca, por el conquistador Pizarro y las mujeres cantando ruegan por la vida del inca Es una bonita experiencia.

En varios pueblos el 25 de Diciembre los niños acuden a adorar al niño Jesús danzando y cantando.

Me admira la firmeza de sus convicciones, ya que cuando invitaron a Luis, un niño que asistía a la Iglesia,  a participar de una broma con mentiras, él se negó diciendo que no podía mentir, ya que iba a recibir a nuestro Señor Jesucristo en su primera comunión.

Un día toca a nuestra puerta un niño de 5 años llevando de la mano a su amiguito de 7 años que lloraba inconsolable, ya que se colgó del autobús que iba llegando y se cayó golpeándose la frente de donde emergía un gran chipote, esto  para que lo atendiéramos, nosotros dimos la instrucción de que acudiera con su mamá para que lo llevara a atender a la posta médica, el niño lloraba más fuerte del miedo al castigo de la mama, (Existe mucha violencia intra-familiar y en el ambiente, ya que al entrar a cada salón, se encuentra el cinturón o un palo encima del escritorio del profesor para establecer la disciplina). Mi  querida compañera misionera  Josefina, le aplico una rebanada de cebolla sobre la frente y el niño lloraba inconsolable, le ofrecimos una taza de chocolate y al tomar la bebida se le resbalo la cebolla en la taza lo que provoco la risa de los presentes y del niño accidentado, esto lo hizo olvidar el incidente. Todos quedamos impresionados de la solidaridad del pequeñito que nos trajo a su amigo para que lo curásemos.

Es muy lindo trabajar con los niños, ya que asimilan muy rápido las novedades y muchas veces lo que aprenden quieren implementarlo en su hogar.

Intentar darles felicidad a los pequeñitos, no es difícil, ya que no son exigentes y son muy agradecidos.

Y que te digo de mis “patas” los jóvenes, que sufren tanto por ir a buscar trabajo en la ciudad, durmiendo en los parques, sin que comer y solo adquiriendo enfermedades.

Una vez llegaron unos ingenieros al pueblo que iba a abrir una brecha por la montaña, atrajeron a los jóvenes invitándolos a comer a la fondita del pueblo y ofreciéndoles trabajo y buena  comida durante el periodo de trabajo, ellos se entusiasmaron y aceptaron, caminaron lejos por un gran cañón y  los obligaban a andar por laderas muy empinadas para medir los tramos, con peligro de caer de la montaña, pero como era época de lluvias se les mojaron las cobijas y la leña, solo comían papa cruda y fideos remojados, a media noche del tercer día escaparon y uno de ellos lloraba diciendo, que pecado habían cometido para merecer ese castigo, otro de ellos llevaba una taza de aluminio y la llenaban de agua de los manantiales para beber y eso les ayudo a regresar a su casa.

Son chicos entusiastas y sensibles, pero también su trabajo es muy pesado.

Ellos te esperan para que les comuniques la Buena Noticia.

Con cariño

Laica Misionera Comboniana de Guadalajara, Jalisco, México

Adriana Margarita Salcedo Cabello

Encuentro europeo de Laicos Misioneros Combonianos

ViseuLa Asamblea Europea de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) se está realizando del 21 al 27 de agosto en Viseu, la casa madre de los Combonianos en Portugal. Participan en la reunión 74 adultos y 22 niños procedentes de Alemania, Austria, España, Italia, Polonia y Portugal. Los Combonianos que trabajan con el LMC en sus respectivos países también están presentes. Dos representantes fueron invitados a participar de las Combonianas y Seculares. Es una semana con un programa detallado de oración, reflexión, intercambio de experiencias y convivencia.

El LMC organiza sus asambleas europeas cada tres años. El último encuentro europeo tuvo lugar en 2013 en Cracovia, Polonia. En esa reunión se destacó algunos temas que fueron considerados de prioridad para profundizar en los grupos e individualmente, a nivel de los LMC en todos los países de Europa. Los asuntos estaban relacionados con la vida del LMC.

Los temas de esta semana son: identidad y vocación, formación, organización y coordinación, la economía y la sostenibilidad, la comunión y la familia comboniana.

El objetivo de todo este trabajo es compartir el camino de cada grupo en cada uno de los temas.

Este intercambio entre las personas de diferentes países ayudará a los miembros del LMC a integrar mejor su vocación misionera.

Los objetivos específicos de la asamblea son:

• Celebrar la vocación LMC, a partir de las características que son comunes a todos los grupos;
• Compartir experiencias hechas por los miembros de los diferentes países con el fin de conocer el estilo de vida de unos y otros;
• Reflexionar sobre el camino ya realizado tanto en Europa como a nivel intercontinental, en el que se evaluará lo que falta para alcanzar la meta;
• Dibujar algunas líneas inspiradoras para ayudar al LMC a caminar mejor a todos los niveles;
• Fortalecer los lazos como Movimiento Europeo LMC y su sentido de pertenencia a la familia comboniana.
“La reunión no sería posible – dijo Paula Ascensão – sin el esfuerzo, la disponibilidad y la dedicación de la comunidad de Viseu. Los Combonianos abrieron sus puertas y mostraron la disponibilidad para acoger la formación de los LMC y las reuniones en sus casas. Cuando preguntamos sobre la posibilidad de organizar la asamblea LMC Europea en Viseu, dieron una respuesta positiva y nos están ayudando a la organización de la misma. Es gracias a ellos que el LMC portugués es capaz de dar la bienvenida a casi 100 LMC de Europa aquí en nuestro país. Estamos muy agradecidos. Y pedimos las oraciones de parte de todos los que nos están siguiendo de lejos, para que esta asamblea europea puede tener éxito y producir mucho fruto”.

Viseu

Polonia – Hawassa JMJ

Magda LMCEn Cracovia, Polonia, más de un millón de personas celebraron el Día Mundial de la Juventud, del 25 de julio al 31. Mi pequeño sueño habría sido asistir al evento (en Cracovia). Sin embargo, siguiendo mi gran sueño – el de ir en misión a África, tuve que dejarlo. Sin embargo todavía quería unirme con Polonia y todo el mundo en la celebración de la JMJ en cualquier forma que fuera posible. Así que dándole vueltas se me ocurrió organizar un festival para la juventud en Awassa, coincidiendo con la visita del Papa Francisco y el programa en Polonia. La verdad es que no resultó fácil.
La cooperación supuso un gran reto: algunos llegaban atrasados, a otros le costaba cumplir lo comprometido; las cosas andaban algo desorganizadas y alguno que otro fallaba en sus funciones. Antes de la fiesta, traté de construir un equipo, pero los líderes que se suponía iban a ayudar no siempre aparecían por las reuniones.
Dos personas fueron las que más ayudaron en la mayoría de los temas: Tesfa, un joven muy involucrado en las actividades de la Iglesia y Engida, un trabajador de la parroquia. La verdad es que el primer día quede algo decepcionada. Algunas personas que se suponía iban a preparar algunas partes o se atrasaron o ni siquiera llegaron. Con lo cual a veces hubo que improvisar. Más adelante, las cosas comenzaron a mejorar un poco. A pesar de las dificultades, hemos conseguido mantener nuestro plan original.

Durante el festival, cantamos el himno de la JMJ, rezamos la oración oficial de la JMJ, dimos a conocer a San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska y tuvimos algunas charlas sobre la misericordia. Celebramos la adoración del Santísimo Sacramento el jueves. El viernes, preparamos el Viacrucis y una celebración de la Reconciliación. Cada día, seguíamos juntos lo que estaba ocurriendo en Polonia, las noticias e incluso algunas retransmisiones en vivo.
El sábado fuimos a la Casa de las Misioneras de la Madre Teresa – un centro para enfermos donde organizamos un paseo juntos. Por la tarde tuvimos un programa artístico que incluyó una pequeña conferencia, una obra de teatro, preparamos algunos cantos, coreografías, poesía y un concurso sobre Polonia.

Todas las partes de la celebración se asociaron con la Divina Misericordia. Tengo que decir que el sábado fue maravilloso.
Tuvimos algunos problemas técnicos el domingo, pero finalmente logramos ver parte de la transmisión en vivo desde Polonia. Cantamos algunos himnos y evaluamos todo el programa. Los participantes parecían estar muy feliz. Aun cuando algunas cosas estuvieron algo descontroladas, incluso con todos los defectos, los enormes retrasos y diferentes problemas, puedo decir que, con la ayuda de Dios, las cosas salieron bastante bien.

Sin duda fue una gran lección de humildad. Mis dificultades con el idioma fue un gran obstáculo y la falta de un equipo bien organizado también fue un gran inconveniente. Algunas personas pusieron mucho de su parte para el evento, especialmente Tesfa que trabajo mucho en el programa. También recibí mucha ayuda de personas que se ofrecieron voluntariamente. Además tengo que decir que toda la gente, como siempre, fue muy amable, comprensiva y un gran apoyo cuando vieron que necesitaba ayuda. Fue un gran privilegio poder ayudar a organizar el festival. Me enseñó mucho sobre el lugar y la cultura. Doy gracias a Dios por esta maravillosa experiencia; Doy las gracias a todos los que ayudaron a que fuera un éxito. ¡No me arrepiento de nada!

Magda LMC
Magda Fiec, LMC Etiopía