Laicos Misioneros Combonianos

Misa de envío Pedro Nacimiento

LMC Portugal

LMC PortugalDespués de un fin de semana grande, en la Comunidad de Ervedal (Alentejo), parroquia que vio crecer al LMC Pedro Nascimento y que ahora lo envía, nuestra LMC Rufina comparte con nosotros la emoción de este momento tan especial.

Hoy el Alentejo, más concretamente Ervedal ha estado en fiesta.
Ya se adivinaba que fuera así, sin embargo, superó y con mucho las expectativas, lo que tampoco es de extrañar, principalmente, cuando encuentras una Iglesia hermosa, exquisitamente decorada, curiosamente, anunciando ya el Año Misionero Extraordinario, y cuyo Pastor logra, seguramente como fruto del trabajo que a lo largo de los años viene desarrollando, congregar todas las parroquias que le están confiadas a participar de forma responsable y alegre en el envío del querido Pedro Nascimento a Etiopía.
El momento culminante fue, sin duda, la Eucaristía, presidida por el Señor Arzobispo D. Francisco Senra Coelho y concelebrada por otros sacerdotes invitados, en particular, el P. Francisco Medeiros, Misionero Comboniano de la diócesis de Viseu.

También contó con la presencia de dos Diáconos, familiares, amigos y varios miembros de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC), que, al igual que Pedro, forman parte de las “Mil Vidas para la Misión”.
Siguió un momento de convivencia, prácticamente, con todos, habiendo sido servido un gran almuerzo a la buena manera alentejana y que nos gustó mucho.
Pedro, como LMC y alentejana, no puedo dejar de dar gracias a Dios por tu envío en este Año Misionero Extraordinario, con la certeza de que será un momento de crecimiento y de enriquecimiento y que te permitirá desarrollar junto al pueblo etíope, una misión desbordada de amor, imbuida de carisma comboniano, e iluminada por la sonrisa que el Señor amorosamente colocó en tu rostro y que endulzó esa alma alentejana que te caracteriza, en los momentos de dificultades.

Como dice el Papa Francisco “Misión es ir al encuentro del otro”.
Y, como se ha mencionado en la Nota Pastoral de la Conferencia Episcopal Portuguesa el Año Misionero y el Mes Misionero extraordinario “Todos, todo y la misión siempre”.
Por tanto, ve, amigo, ve.
¡Estamos juntos! ¡Buena Misión!
Besos
Rufina (14-10-2018)
LMC Portugal
Gracias Rufina. Gracias Pedro. Gracias por la entrega de ambos.

Panes con frijol y Limonada

panes con frijol

panes con frijolA lo largo de este año, 2018, la comunidad LMC de Guatemala, hemos estado compartiendo días de misión en la aldea La Salvadora, en Santa Catarina Pinula, ubicada a 15 kms de la ciudad de Guatemala.

Un sábado de cada mes, visitamos la parte alta de la aldea, a la que llaman “La Salvadora II”.

El itinerario es siempre el mismo: llegamos a las 8 de la mañana,  temprano para  preparar con mucho cariño un panito con “algo” y algún refresco natural,   y compartirlo con todas las personas de la aldea que llegan a participar.  A las 9 de la mañana empieza la jornada de evangelización, manualidades, juegos, actividades, visiteo y nos retiramos alrededor de las 4 o 4:30 de la tarde.

El pasado 22 de septiembre hubo algo especial….algo que me hizo sentir viva, agradecida, gozosa…un detalle que avivó en mi la alegría de estar allí, el compartir a Dios por medio de gestos sencillos de amistad, fraternidad y generosidad.  Esos regalos  que ningún dinero podría pagar, fue un intercambio de Dios.

Resulta que cuando llegamos, los niños nos ayudaron a bajar las cosas del carro.  Al disponernos, varias de nosotras a preparar los panes, (ese día el panito era con frijol colado); varios niños se ofrecieron espontáneamente a prepararlos, por primera vez en todo el año!  Otros rápido preguntaron por el refresco, y se ofrecieron también a hacer la limonada.  Fue hermoso verlos cooperar, gustosos, y al final felices y satisfechos. ¡Ese fue el regalo!  Ver su sonrisa de satisfacción por haber ayudado a hacer los panes con frijol y la limonada.

limonadaLa misión no consiste en hacer grandes hazañas, la misión se construye y se goza de detalle en detalle.  De caricia en caricia. De gozo en gozo.

Así de grande, perdurable, perseverante y delicado es el amor de Dios, el amor que compartimos con aquel  que es discriminado, marginado,  aquel que carece de justas oportunidades de educación y de salud, aquel por quien vale la pena anunciar la buena noticia de Jesús muerto y resucitado.

No importa si a través de los años, esos niños olviden esos sábados…..cuando unos misioneros llegaban a visitarlos, quizá también olvidarán el día en que ellos mismos prepararon los panes con frijol y la limonada.

Confío que en sus corazones  quedará impreso cada gesto de cariño y cercanía,  y que con el tiempo esa memoria de amor se transformará en un verdadero encuentro con Jesús,  para que sean adultos que lo amen profundamente y lo hagan vida.   Solo así, el mundo podrá transformarse en un lugar mejor para todos.

San Daniel Comboni, ruega por nosotros

Lily Portillo

Celebrar el recuerdo del verdadero nacimiento de San Daniel Comboni

Comboni

DAR LA VIDA PARA QUE TODOS TENGAN VIDA

Solemnidad de San Daniel Comboni

10 de octubre de 2018

“Yo soy el Buen Pastor, conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre; y ofrezco mi vida por las ovejas. Y tengo otras ovejas que no son de este redil; a éstas también debo conducir; oirán mi voz y se convertirán en un solo rebaño y un solo pastor”
(Jn 10,14-16)

ComboniQueridos hermanos,
Celebrar el recuerdo del verdadero nacimiento de San Daniel Comboni nos introduce en el gran misterio de la vida del Buen Pastor con el corazón traspasado que dio su vida para que todos tengan vida y vida en abundancia, especialmente los que aún no pertenecen a la mesa del cuerpo de Cristo, los más pobres y abandonados, para que se conviertan en un solo rebaño y un solo pastor.

Los Combonianos, fieles a esta tradición, al carisma y a la práctica pastoral de nuestro Fundador, estamos invitados a renovarnos cada día en este compromiso misionero para “ser testigos y profetas de relaciones fraternas, basadas en el perdón, la misericordia y la alegría del Evangelio” (AC ’15 n. 1).

La misión en la frontera exigía de Comboni la capacidad de permanecer firme en los momentos difíciles y la fidelidad al precio de la vida misma, porque tenía su mirada en el corazón traspasado del Crucificado, una visión de fe de los acontecimientos y el abrazo a la Nigrizia con un corazón marcado por el amor divino. Una santidad encarnada que sigue los caminos de la pobreza y de la marginación humana, acogiendo al otro, a los diferentes, a los pobres, en un abrazo de comunión y diálogo; una santidad que es la pasión divina que vive en un corazón humano.

Esto es lo que hemos intentado expresar en la reflexión y la oración en la Intercapitular que acabamos de concluir. Hemos estado constantemente atentos a la voz de las víctimas, de los marginados, de grandes multitudes de seres humanos cuyas vidas están amenazadas por un sistema sin corazón que produce la muerte anticipada y violenta de los más débiles.

Esta realidad sigue cuestionando proféticamente nuestra presencia y la calidad de nuestro servicio misionero como lo hizo Comboni en su tiempo. Para responder a estos desafíos, sin embargo, necesitamos acercarnos cada día al misterio del amor de Dios, revelado en Jesucristo, con el espíritu, la mirada y el corazón de Comboni, con un corazón abierto, desbordante de amor y misericordia del Traspasado y, como Él, dejarnos traspasar por tantas situaciones de pobreza y abandono.

Para San Daniel Comboni era evidente que la contemplación del misterio de Dios, crucificado por amor, tenía como finalidad conducir a sus misioneros a una forma de ser misión para testimoniar una vida vivida en “espíritu y verdad”, fruto de una oración jugosa y concluyente, de la práctica de la humildad y de la obediencia, como signos de una espiritualidad profundamente comboniana. Es decir, irradiar con nuestra vida el misterio del Dios Crucificado para acercar a Cristo, fuente de la Vida, a todos los que tienen hambre y sed de justicia.

Con estos sentimientos queremos celebrar esta solemnidad de San Daniel Comboni como Familia Comboniana. Entrar en este misterio del Buen Pastor del corazón traspasado y beber la savia que nos renueva, que nos hace mirar la realidad con los ojos de la fe, de la esperanza y de la caridad, que nos sana y humaniza, que nos hace ser una misión, un “cenáculo de apóstoles”, un don para los demás. “Hago causa común con cada uno de vosotros, y el día más feliz de mi existencia será aquel en que por vosotros pueda dar la vida” (S 3159).

Que San Daniel Comboni interceda ante el Padre por cada uno de nosotros, por toda la Familia Comboniana y por las misiones que se encuentran actualmente en situaciones difíciles: Eritrea, Sudán del Sur, República Democrática del Congo y República Centroafricana.

Feliz Fiesta a todos.
P. Tesfaye Tadesse Gebresilasie; P. Jeremías dos Santos Martins; P. Pietro Ciuciulla; P. Alcides Costa; Hno. Alberto Lamana.

Nuevo LMC en formación en la NAP

Darrel

DarrelTenemos un nuevo LMC haciendo el curso de formación en la NAP, preparándose para ir a la misión.
Darrel J. Vandeveld es abogado y oficial retirado del ejército, graduado por la Universidad de California, San Diego, y en la Universidad de California, Hastings College of the Law.
Viene de Erie, Pensilvania, donde crió a sus cuatro hijos y se desempeñó como jefe de la Oficina del Fiscal General de Pensilvania en Erie, de donde se retiró recientemente.
Después de septiembre de 2001, Darrel sirvió en el Ejército de EE. UU. En Bosnia, África, Iraq, Afganistán y Bahía de Guantánamo, Cuba. Se retiró de la Reserva del Ejército en 2015 como teniente coronel. En su destino final en el ejército, Darrel fue asignado a un juicio por asesinato en Joint Base Lewis-McChord en el estado de Washington.
Darrel ha sido elegido miembro de la junta escolar local y ha formado parte de las juntas directivas de organizaciones sin fines de lucro, incluida la Pennsylvania Artists ‘Collective Alliance, una organización dedicada a proporcionar a artistas locales, promover espacios de representación y otros recursos.
Es miembro de la Comunidad St Joseph Bread of Life en Erie.

!Experiencia de desapego!

LMC Guatemala

LMC GuatemalaSomos la familia Camey Figueroa y es una alegría compartir nuestros primeros pasos hacia la Misión Brasil.

Estamos en Santo Tomás, San Salvador desde el día 07 de septiembre y partiremos de regreso a Guatemala el 22 del mismo, en donde estamos viviendo nuestra Experiencia de Desapego y vida comunitaria, previo a nuestra partida formal de misión.  Ha sido una experiencia muy necesaria y enriquecedora.

Ciertamente podemos imaginarnos muchas cosas respecto al campo misión, podemos incluso llegar a pensar que esta experiencia no es necesaria pues basta ser muy precavidos pensando qué vamos a hacer, qué vamos a llevar, cómo trabajar, entre otros. Sin embargo no es hasta que se vive en carne propia que se ven y se viven realmente las cosas como son y eso ha hecho de esta experiencia una gran fortaleza para nosotros como para la comunidad LMC de la Provincia de Centroamérica, pues todo el trabajo que hemos hecho acá ha sido con el apoyo del nuevo grupo LMC que está naciendo en El Salvador.

Quizás la realidad más particular que hemos vivido es el mismo hecho de ser familia. Por misericordia de Dios, como familia tenemos muchas fortalezas pues nos conocemos, sabemos cómo complementarnos y seguir adelante. Pero también es cierto que la situación en la que estamos viviendo es fuera de lo común, nunca lo hemos vivido de esta forma y eso nos ha traído ciertas dificultades.

Éstas dificultades nos han hecho también darnos cuenta que es necesario estar aún más unidos, más conscientes de nuestras debilidades y la necesidad que tenemos de ser más pacientes y perseverantes respecto de ellas.

LMC Guatemala Ya propiamente en el trabajo misionero, y qué vale la pena decir que no se desliga en lo absoluto de nuestro ser individual y familiar, ha sido muy visual respecto a las realidades que viven las personas hoy en día.

Hemos visitado en su mayoría personas de la tercera edad, algunos pocos sanos, otros muy ancianos y enfermos pero en su mayoría todos aquejados por la soledad.

Ancianitos que han tenido familias numerosas, como es el caso de niña Hilda, que tuvo 6 hijos, 2 murieron a temprana edad y los otros 4 vivieron con ella. Claro, su esposo la dejó con los 4 hijos. Ella tenía que trabajar mucho y dejar a los niños solos largas horas. Ahora, los hijos posiblemente sin malas intenciones pero también heridos sin sanar, reflejan la misma situación.

Ella ahora vive con un hijo, que tuvo solo un hijo y que cuya esposa lo dejó. Ahora ese nieto, hijo único de su hijo también se va, en esta ocasión con una hermosa noticia, lleva varios años en el seminario y saluda constantemente a su abuela.

A pesar de que es un país vecino, al llegar nos encontramos con una situación de pobreza y violencia que es aún mayor que en Guatemala, la desigualdad social se ha vuelto más grande desde que cambiaron la moneda al dólar sin una consulta popular y la corrupción daña fuertemente todas las áreas de desarrollo. Sufren de mucho abuso de poder y la Iglesia trata de apoyar a las comunidades para que luchen contra ese mal.

Algo que nos llena de mucha alegría es ver como Monseñor Romero logró impactar en la vida de tantos Salvadoreños, quienes están esperando con ansias su canonización en octubre, no hay casa ni iglesia que no tenga la imagen de él, realmente es un símbolo de justicia y un signo del amor de Dios, ya que lucho por la mediación entre militares y guerrilleros.

Estas realidades no están fuera de lo normal, pues nuestras sociedades actualmente también sufren estas situaciones. Algunas veces por el afán del “vivir bien” y otras también a causa de la pobreza de nuestros países latinoamericanos.

LMC GuatemalaHoy por hoy, es más necesario que como familias vivamos nuestro ser familia. Creer en las promesas de nuestro buen Padre Dios, en donde no debemos preocuparnos por tantas cosas, si las flores del campo se visten hermosas y los pájaros del cielo no trabajan y comen. Así pues Él que es Buen Padre Dios Todopoderoso siempre se recuerda de nosotros.

Nuestra primera preocupación o mejor dicho, nuestra ocupación primera a de ser Amar a Dios y dejarse amar por Él. La vida de Él nos vino y a Él regresará (si así lo decidimos diariamente) y entonces no tener miedo de ser Padres o Madres, tampoco de ser hijos ni mucho menos de ser familia.

Damos gracias a Dios por darnos esta oportunidad de poder reconocerlo en la sencillez y en la cotidianidad, pero sobre todo porque nos permite ser testigos de la abundante generosidad de las personas quienes nos reciben en sus casas y nos dan todo, también nos permite darnos cuenta que esta es misión de Dios y no nuestra, que solo somos una familia dispuesta a amar y que busca hacer su voluntad, “Lo que es bueno, perfecto y agradable a Dios Rom 12,4”

Gracias a Dios también el tiempo abundó para otras actividades, como lo fue la visita de animación misionera a la Parroquia de Santo Tomás, el día sábado por la noche, en donde se reúne una comunidad Neocatecumal, que por cierto, también son misioneros ad gentes!

LMC GuatemalaAhí Participamos en la Eucaristía y el P. Santiago Piccinelli, MCCJ presidió la misma, nos presentó como comunidad de LMC junto a nuestro asesor MCCJ el Hno. Humberto. Nos permitió hacer la animación misionera así como vender nuestros productos misioneros hechos con materiales reciclados, y por nosotros mismos.

Como parte del trabajo misionero también está el Desarrollo Humano, en donde San Daniel Comboni insiste: ¡¡Santos y Capaces!! Así  pues,  en  una  tarde  logramos  hacer  un  taller  para  que  las mujeres de las colonias La Hermita y La Morán participaran para aprender  también  ellas  a  hacer  manualidades  con  materiales reciclados. Fue, como siempre, una experiencia maravillosa, pues también se acercaron niños. También  Niña  Betty,  a  quien  le amputaron  su  pie  derecho  hace  2  años  y  está  empezando  a aprender a usar prótesis, por ahora anda en silla de ruedas, pero quien no se rinde y se presentó.

Ana Cris y Alejandro, LMC Guatemala