Laicos Misioneros Combonianos

Entrevista a Ana Obyrtacz en Radio Maria en Congo

  1. Anna Congo Hola Anna. ¿Podrías presentarte a la audiencia? Háblanos de tu familia

Buenos días padre. Buenos días a todos.

Mi nombre es Anna Obyrtacz. Soy de Cracovia en Polonia. Soy cristiana, católica y Laica misionera comboniana. Tengo 30 años. Estoy en Kinshasa desde el 22 de enero de 2016. He venido aquí para aprender francés. Todavía estoy en Kinshasa durante una semana y luego me iré a la República Centroafricana para la misión por dos años. Voy a trabajar con los pigmeos de Mongoumba. El pueblo está situado a unos 200 km al sur de Bangui, capital de la República Centroafricana.

Mi familia vive en Polonia y está a la espera de mi regreso, 🙂 pero espero que vendrán a verme algún día a África. Nací en una familia de 4 hijos y yo soy la penúltima.

Mi familia está compuesta por mi padre Jean, mi madre Joséphine, mis hermanos y hermanas. Mi hermana mayor se llama Kinga después de ella viene mi hermano Christoper, después yo y por último mi hermano pequeño Michel. Mi hermano mayor está casado y es padre de dos hijos, un niño y una niña.

  1. ¿Polonia es un país más católico que el Congo?

Con el tiempo que pasé aquí en Kinshasa cuando miro los números, puedo decir que en el Congo como en Polonia hay muchos cristianos católicos. Pero también podemos decir que el número no refleja la verdad.

Para mí la comparación es difícil porque no tenemos las mismas realidades y tampoco me gusta comparar la fe. Y, además, creo que no se trata de números, sino de la “calidad” de nuestra fe.

  1. ¿Cómo es tu vocación laical Comboniana?

Dicen que la vocación es un misterio 🙂

Creo que mi vocación comenzó mucho antes de que yo pienso.

Cuando era joven, nunca pensaba en las misiones. Siempre quise vivir y trabajar en Polonia mi país. Pero hoy creo que el trabajo es el mismo en todas partes del mundo, también la gente es igual en todas partes del mundo.

Conocí a los misioneros combonianos (mccj), en marzo de 2012 en Cracovia, en una adoración que organizaron por los misioneros mártires. En Polonia hay dos comunidades combonianas, una en Cracovia y otra en Varsovia.

Yo estaba involucrada en las reuniones de pastoral misionera con los estudiantes.

También soy parte del movimiento misionero TUCUM, asociado con los Combonianos en Polonia que ejercen su actividad misionera en las parroquias. Son personas que quieren vivir conscientemente y trabajar juntas. Nuestras actividades: la oración, los actos de caridad, la promoción de la misión. Tenemos un signo de pertenencia al movimiento que es el anillo negro.

También trabajé con niños. Era un grupo de niños de mi parroquia. Después también llevé un grupo de infancia misionera para los niños de mi parroquia en Cracovia. Teniamos reuniones una vez por semana, estudio de la palabra de Dios y hablar sobre temas misioneros. Invitamos a los misioneros al grupo y también vemos películas misioneras. Siempre oramos por las misiones.

También hacía voluntariado con una Fundación polaca que ayuda a los pacientes de hematología y oncología.

Antes de venir aquí, estaba trabajando como especialista en el departamento de inversiones – en una institución pública para la construcción y mantenimiento de la vía pública.

Toda mi vida es un tiempo de discernimiento de mi vocación. Quiero vivir plenamente y en verdad por Dios, aunque humanamente pueda flaquear a menudo, sé que hay Alguien en quien siempre se puede confiar.

Dios está conmigo todos los días en cada paso de mi vida. Él ha preparado para mí un camino, y me ha mostrado las señales. Me ha permitido descubrir mi identidad laical, mi identidad Comboniana y mi identidad misionera. A continuación, ÉL me ayudó a tomar la decisión de partir a misión. Dios me ha quitado el miedo y me dio fuerza y ​​confianza.

El momento más importante de mi vocación ha sido la formación de la comunidad LMC:

  • Cada mes tenía una reunión de formación para explorar y descubrir el carisma y la espiritualidad de San Daniel Comboni
  • La oración individual (meditación)
  • La oración comunitaria
  • El discernimiento con los otros
  • La dirección espiritual

Cada día descubro mi vocación, para mí es un proceso continuo.

  1. ¿Por qué elegiste África, precisamente Centroáfrica para ir a misión y no en otra parte?

Después de descubrir mi vocación LMC no he pensado en ningún lugar de misión particular. Sólo sabía que me dispondría para donde fuese necesario o donde pueda ser útil, como dicen las palabras de nuestro fundador, San Daniel Comboni, “para los más pobres y abandonados”. Para mí el lugar no importa mucho. En cuanto a la ubicación, estaba abierta a lo que Dios preparase para mí, porque tengo confianza en que elija mejor que yo, que Dios sabe mejor que yo.

Como Movimiento Internacional de Laicos Misioneros Combonianos tenemos varias comunidades internacionales en África: Etiopía, Uganda, Mozambique, República Centroafricana, Malawi y también en América del Sur. Intentamos dar continuidad a esos lugares donde ya estamos sirviendo, pero también podemos ir a otro lugar si es necesario.

La elección de un lugar no sólo está en función de la profesión, la preferencia de la persona que parte, sino también, por supuesto, de la necesidad de la iglesia local, nuestra prioridad es la primera evangelización y cerca de los pobres, asegurando la continuidad de las comunidades.

También es importante que la decisión sea compartida por la persona y la coordinación del equipo en el país.

Pero tenía que ser África o América del Sur. Durante mi formación yo estuve en Uganda durante un mes, esta fue mi primera experiencia en África. Creo que África se ha metido en mi corazón.

He conocido las realidades de nuestras comunidades, y sabía que en la RCA se necesitaba personal. También hablamos de la situación política difícil, inestable y peligrosa. Y era consciente que tenía que aprender el francés.

No fue una decisión fácil, incluso diría difícil. Podría haber elegido algo más seguro y más fácil. ¿Pero será que mi elección debe ser por lo sencillo? o ¿voy a donde Dios me está llamando? Sabemos que hacer la voluntad de Dios no es humanamente fácil. Pero estoy segura de haber elegido la mejor.

Así que como país de misión, decidí ir a la República Centroafricana.

  1. ¿Qué has aprendido durante tu estancia estos 3 meses del Congo y de la iglesia de Kinshasa en particular?

Si vine al Congo era para aprender el idioma, que me ha costado mucho. Además, todos los días he tenido que aprender a vivir en otra realidad de la que dejé en Polonia y a veces ha sido difícil. ¿Por qué? porque ahora, con Internet, tenemos la facilidad de tener comunicación permanente con mi familia, con mis amigos en Polonia, por lo que podemos estar cerca.

Para mí, la misión es sobre todo vivir con la gente. A través de las diferentes conversaciones llegué a conocer la realidad a la que se me envió, en la misión se deja una realidad para vivir otra.

Creo que el futuro mostrará lo que he aprendido en el Congo y si he sido una buena estudiante.

Otra cosa muy importante durante mi estancia en Kinshasa ha sido aprender la apertura a lo nuevo. A pesar de ser muy diferente a Polonia.

  1. ¿Qué mensaje dejarías a los jóvenes y especialmente los laicos africanos?

Que busquen al Señor en su vida todos los días, en todo lo que hacen descubrir lo que él ha preparado para ellos.

Jóvenes, vivid sólo el Plan de Dios en vuestras vidas pues es el mejor.

Sabemos que la vida no se termina en esta tierra, esta es sencillamente una etapa.

Estén seguros de que no están solos. A pesar de sufrir cuando uno se siente solo, Dios siempre está presente.

No tenga miedo de vivir con pasión y hacer lo que amas.

Otra cosa que mi obispo me dijo antes de ir a la misión, “ni la fe ni la ciencia, sólo el amor nos ayudará a conocer y experimentar a Dios”, y tenemos que decir a los otros que es el más grande y primer mandamiento de Dios. Yo se lo digo a todo el mundo.

  1. ¿Qué plato congoleño te gusta más?

Me encanta el pescado, especialmente el pescado salado y también el pondu, sobre todo preparado por Irene. Irene es una laica Comboniana de Kinshasa, con la que he vivido durante mi estancia aquí.

Anna Congo

Muchas gracias

Anna Obyrtacz LMC

Maravillosa de Dios

en MongoumbaMaravillosa de Dios es el nombre de nuestra más pequeña protegida, nació con 1.400kg, huérfana, su madre murió después del parto. La abuela vino a pedir apoyo a la Misión durante una de mis visitas a Bangui. Como en Mongoumba no hay leche para bebés en el hospital se envió para la Unidad de Nutrición, donde, durante quince días se alimentó con leche adaptada para niños desnutridos; comenzó a ganar peso, pero la abuela estaba ansiosa por salir, una día fue al campamento y no volvió, dejando la pequeña al cuidado del personal de la unidad…

Tan pronto como regresé a Mongoumba la primera pregunta que me colocaron fue “¿Qué hacer con la bebé? ¡No puede ni debe continuar en el hospital! “Toda la familia se había ido a la selva y sin familia es imposible llevar a la bebe a las Hermanas de la Caridad de Mbaiki, pues no la aceptan. En la Comunidad comenzamos a pensar en la posibilidad de buscar alguien que pudiera cuidar de la huérfana y ese alguien estaba muy cerca. Una de los ayudantes de la unidad había comentado que no le importaba quedarse con la niña, el único problema serían los gastos extras ya que ella es viuda, con hijos pequeños y sin apoyo. Hablamos y se acordó que ella cuidaría del bebé y la Misión pagaría el costo de los alimentos y la ropa. ¡La Maravilla que también se llama Elisabete tiene madre adoptiva! ¡Ya tiene seis meses, está grande y hermosa! Estos son las pequeñas, grandes, maravillas de Dios que nos animan a continuar al servicio de la misión.

Con amistad

Élia Gomes LMC en Mongoumba

Noticias de Centro África

Maria Augusta Hola a todos,
Espero que se encuentren así como toda su familia.
Estoy en Bangui, llegué anoche. Yo y toda la comunidad apostólica estamos bien gracias a Dios.
Pasé hoy por la puerta Santa de la catedral de Bangui. Yo estuve allí el día de su apertura, pero no pude pasar, salimos por una de las puertas laterales. Me gustó mucho pasar por allí hoy.
¡En Centro África fue abierta en primer lugar la puerta de la catedral de Bangui, por el Papa, antes que las demás! El 20 de diciembre se abrió la puerta Santa de la catedral de Mbaiki, nuestra diócesis. El día de Navidad abrió la puerta Santa cada parroquia. Del 17 de enero hasta ayer, las puertas Santas se abrieron en todas las capillas que tenían puerta y el Santísimo Sacramento estuvo expuesto en todas ellas para la adoración, en la custodia que el Santo Padre ofreció a nuestra diócesis y que también ofreció a todas las otras de Centro África. Las personas fueron en peregrinación a pie las capillas cercanas. Nosotros, el domingo, fuimos a entregarla a la parroquia de Safa. Vinieron a buscarla a 6 km de la ciudad y luego fuimos en procesión a la iglesia y permanecieron en adoración. La custodia con el Santísimo visitará todas las parroquias de la diócesis hasta terminar “El Año Santo de la Misericordia”.
Desde el 13 de diciembre, no vengo a Bangui, siempre hay mucho que hacer en la Misión…
Desde principios de enero un profesor y yo estamos dando algunas clases por la tarde a los estudiantes para ver si empiezan a leer. Hay muchos estudiantes en CE2 (4º grado y que no leen nada). Gracias a Dios, parece que comienzan a leer un poco las primeras letras. Con la ayuda de Dios, que nos da la fuerza y paciencia para el trabajo, y el deseo los estudiantes de aprender, vamos a conseguir que aprendan. Este mes estuve con una clase tres días, pero es muy difícil porque los estudiantes no entienden francés y yo no sé Sango para traducirles lo que digo. A partir de mayo estaré como directora de la escuela. Recen para que Dios me ayude en este nuevo trabajo.
Desde el 2 de diciembre no llovía, solamente el 17 de febrero se produjo un aguacero como de costumbre aquí. Fueron 75 días sin lluvia… Ya había arbustos secos, algún aguacatero también, veremos si todavía dan frutos. Hubo muchos incendios en el bosque y muchos campos de yuca se quemaron. Muchos árboles cayeron quemados. La atmosfera estaba llena de humo sólo olía eso. ¡Era tanto que hasta te hacía llorar! Esperamos que no cause más hambre de la que ya hay. Gracias a Dios que llegaron dos aguaceros y toda la naturaleza ha cambiado… pasadas 34 horas ya se veían diminutas hierbas a salir donde parecía que todo estaba seco. En realidad, ¡el agua es la sangre de la tierra! Aquí a la lluvia le dicen “ngu ti Nzapa” = agua de Dios, y es verdad. Aquí, en Bangui, no ha llovido y todo está muy seco… ¡hace mucho calor!
Elia sigue cuidando a los niños desnutridos y no sólo. En enero comenzó a ir a Batalimo y encontró casos muy graves, niños muy enfermos. Cuando las madres hacen lo que se les pide (dar a los niños todo lo que se distribuye se pueden recuperarse bien). Cuando se trata de casos más graves son hospitalizados algún tiempo en el hospital.
Los Pigmeos siguen siendo ayudados con medicamentos cuando están enfermos. Menos mal, porque muchos morirían pues no tienen dinero para comprarlos.
En la misión que tenemos un hogar para que los estudiantes pigmeos pueden aprovechar mejor la escuela. Aquí comer, duermen, por la mañana van a la escuela y por la tarde vienen a estudiar durante una hora a la biblioteca. Son una docena de estudiantes.
La semana pasada estuvieron cuatro días en la misión el médico Omnimos y su esposa, como siempre muy amables. Fueron operadas, 16 personas (adultos y niños). Gracias a Dios todo salió bien. Esta semana aquí en Bangui también están operando. ¡Si hubiera más gente como ellos, el mundo sería mejor!
Les deseo una Cuaresma bien vivida.
Unidos por la Oración
Besos
Maria Augusta LMC

“Nzapa a ga na é”!

PapaEl 29 de noviembre, domingo, a las 10, vimos pasar el avión de Alitalia, llevando al Santo Padre.

Nosotros no fuimos a recibirlo, como muchas personas lo hicieron a lo largo de la carretera entre el aeropuerto y el centro de la ciudad… sólo partimos para la Catedral de Bangui alrededor de las 14hs, la misa fue programada para el 17. Llegamos temprano, no tuvimos que esperar mucho tiempo para entrar y se nos dio un buen lugar desde el que se podía ver bien a Su Santidad. Esta misa era para: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos que trabajan en las parroquias. Varias veces durante la homilía, la gente le interrumpió para aplaudirlo. Como teníamos cinco invitaciones más, pudimos llevarnos cinco peregrinos de nuestra parroquia. El resto fueron cerca de la Catedral, donde asistieron a la misa transmitida a través de una pantalla gigante y donde permanecieron durante la vigilia de oración que duró toda la noche, con momentos de oración por la paz, confesiones y muchas canciones. “No a la venganza, la violencia y el odio“.

rcaA las cinco de la mañana, la gente comenzó dirigiéndose hacia el estadio para asistir a la misa celebrada por el Papa Francisco. Llegamos alrededor de las siete y ya había un montón de gente en las gradas.

En ese momento el Papa estaba de visita en la Mezquita Central de Bangui, el punto culminante de su visita. Debido al clima de odio que existe en el país entre los musulmanes y los no musulmanes se temía que este momento fuese cancelado, gracias a Dios no lo fue! Palabras del Santo Padre: “Todos somos hermanos“, “Hacer todo lo posible para lograr la paz. Trabajad, rezad, pero recuerda que no hay paz sin amor, amistad y tolerancia“. El portavoz de los musulmanes desplazados del Km 5, dijo: “Estamos encantados de recibir al Papa. No está aquí sólo para los cristianos, es un servidor, un enviado de Dios para todos los Centroafricanos“.

Según nos dijo François que trabaja en la ONU, el Papa Francisco después de los discursos oficiales, se quitó los zapatos, cruzó la mezquita y se fue a orar en el lugar donde los musulmanes rezan. Dijo que todo el mundo estaba muy sorprendido y emocionado porque esto no estaba previsto en el Protocolo. Como muestra de agradecimiento a un grupo de jóvenes musulmanes en moto, “apartó del sitio” a la Minusca (cascos azules) y escoltó al Santo Padre al estadio.

rcaEn la homilía de la misa en el estadio el Papa volvió a hablar del Perdón, la Reconciliación, la Paz y el “Pasar hacia el otro lado” (“Passons a l’autre rive”), porque “Sin perdón no hay paz”. “¡No a la venganza, a la violencia y al odio!”

En la calle la gente, feliz decía: “Dios vino a nosotros!” ” Nzapa a ga na é!”

Esperemos que después de la visita del Padre Santo la Paz permanezca en esta tierra y este pueblo tan sufrido tenga vida y vida en abundancia.

rca

Desde RCA

Un abrazo misionero

Augusta y Elia (LMC)

Peregrinando camino a Bangui para la visita del Papa

JesusEl día 25 de noviembre se inició la peregrinación a pie de los fieles de nuestra parroquia, desde Mongoumba a Bangui para participar en las ceremonias de la visita papal. Éramos cuatro grupos de 18 personas, una de ellas compuesta sólo por pigmeos recientemente bautizados.

Nos poníamos en marcha cada el día sobre las 2.30hs de la mañana con un papilla de arroz bien azucarada, para que todo el mundo pudiera tener energía para caminar. Iniciábamos con la oración, y luego todos en marcha, cantando hermosas canciones en Sango.

Cada día se cubrían aproximadamente 30kms, con alegría, a pesar de las “ampollas” en los pies…

Cuando se llegaba al lugar previsto para pasar la noche, se almorzaba y por la tarde, después de un merecido descanso, se hacía una catequesis sobre el tema del día, seguido de la Eucaristía.

Los temas presentados fueron: “Reconciliación”, “Laudato Si”, “La alegría de Evangelio” y “Bienaventurados los pacificadores”, temas interesantes que los peregrinos apreciaron mucho. En cada catequesis se distribuía a cada peregrino una cinta simbólica del tema: violeta, verde, roja y blanca.

Al terminar la misa se cenaba aprovechando los últimos rayos de luz.

Para las 20hs todo el mundo estaba en la cama, quiero decir, a dormir en una lona tendida en la tierra, dentro o fuera de la capilla. Las comunidades en las descansamos nos acogieron cálidamente y mostraron todo su apoyo, trayendo el agua y la leña. En dos de ellas prepararon comida que llegó para más de 70 personas.

EliaElia, yo y tres cocineras (voluntarias) íbamos en coche llevando todo lo necesario para cocinar durante seis días, que finalmente resultaron ser siete.

Elia estuvo incansable, con todos los que se acercaron a ella con los pies heridos o doloridos…

La llegada a Bangui fue el sábado por la mañana. La gente en la calle se detuvo asombrado al ver a toda esta gente peregrinando, cada uno con su cruz más alta que uno mismo, y con un grupo de pigmeos muy animados en el medio. Todos de Mongoumba.

Las actividades en la casa de los Misioneros Combonianos en Bimbo, donde estábamos alojados, fueron iguales a las de los días anteriores.

Fueron cuatro días de caminata en los que nadie se rindió a pesar de la fatiga… esperamos que esta peregrinación dé frutos; conversión al Señor, en cada corazón, personas protectoras de la Tierra “golpe Sopo/bata Sesse” anunciadores alegres del Evangelio, hombres y mujeres de paz.

Un abrazo

Maria Augusta, LMC Mongoumba