Laicos Misioneros Combonianos

Saludos desde Londres

LondonNos gustaría compartir nuestra vida comunitaria en Londres con ustedes. Nuestra primera impresión es muy positiva. La comunidad es muy abierta y los padres muy serviciales y agradables. Por supuesto, para ellos es un poco extraña la situación de tener cuatro chicas jóvenes que viven con ellos. Pero ellos se acostumbraron a vivir con nosotras y nosotras con ellos.

Lo más importante para nosotras es aprender Inglés en la Escuela de Inglés de Stanton, pero no sólo. Ha llegado el momento de nuestra comunidad, donde aprender a vivir juntas y aprender las unas de las otras. Naturalmente tenemos nuestro propio horario que incluye nuestras actividades, por ejemplo, reuniones sobre Uganda, reuniones sobre temas importantes e interesantes para nosotras. También tenemos reuniones con los padres acerca de diferentes cuestiones teológicas, la Cuaresma… También tratamos de tener un día de la comunidad. Es un momento para nosotras, para la oración en común, para la adoración y para relajarnos 🙂

El 15 de marzo celebramos el cumpleaños de San Daniel Comboni. Fue una gran fiesta para la familia, para los padres, hermanas y laicos que viven en Londres. ¡Un gran día! Pudimos sentirnos como una gran familia. Las hermanas Combonianas nos invitaron a cenar. Así, el domingo pasado pudimos conocer todas las hermanas que viven en Londres. Su comunidad se compone de 14 hermanas, por lo que es realmente grande. Compartieron sus experiencias de misión con nosotras y nos dieron muchos consejos útiles.

Llevamos aquí sólo 3 semanas, así que no podemos decir mucho más. Es un pequeño intercambio general para informarles de que todo va bien. Aunque es un tiempo muy ocupado, estamos muy contentas de estar aquí.

Saludos y abrazos de nuestra comunidad

[Portugal] Ecos de la reunión de marzo 2014

El 8 y 9 de marzo, se celebró una reunión de formación de los LMC, en la casa de Coimbra. El tema fue “Los documentos de la Iglesia”. La formación fue llevada por la LMC Susana Vilas Boas, sorprendente como siempre. También estuvo con nosotros el P Manuel Lopes.

A pesar de la complejidad y riqueza del tema, la creatividad de las presentaciones hizo que la formación fuera un momento agradable en torno a los textos fundamentales de la Iglesia, motivando el deseo de saber. Reconocemos la importancia de los documentos para vivir la fe y la misión en comunión, como miembros de la Iglesia de Cristo.

El programa incluyó la presentación de los documentos más relevantes para la Misión seguidos por la lectura y discusión en grupo para después compartir todos juntos. Transcribo algunos fragmentos de los textos seleccionados:

  • La humanidad puede tener esperanza y debe tener esperanza: el Evangelio vivo y personal, Jesucristo en persona, es la “noticia” nueva y portadora de alegría que la Iglesia anuncia cada día y de la que es testigo cada día. (Christi fideles Laici)
  • El enviado entra en la vida y misión de Aquel que “se despojó de sí mismo tomando condición de siervo”. Por lo tanto, deben estar preparados e ser fieles toda la vida en la una vocación, a renunciar a uno mismo y a todas tus cosas, y hacerse todo para todos. (Ad Gentes)
  • Con el mensaje del Evangelio, la Iglesia ofrece una fuerza liberadora y creadora de desarrollo, precisamente porque lleva a la conversión del corazón y de la mente, hace reconocer la dignidad de cada persona, fomenta la solidaridad, al compromiso y al servicio por los demás, inserta al hombre en el proyecto de Dios que es construir el Reino de Paz y Justicia, ya en esta vida. (Redemptoris Missio).
  • A cada discípulo de Cristo le incumbe el encargo de propagar la fe, de acuerdo con su propia medida. (Lumen Gentium)

El intercambio fue sintetizado por cada uno, en una palabra, que compartimos en la Oración de la Tarde: compromiso, comunidad, comunión /comunidad, voluntad, corresponsabilidad, humildad, generosidad, misión.

El domingo por la mañana, leímos el mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma. Inquietante y desafiante: “Porque la razón de todo esto es el amor divino: un amor que es gracia, generosidad, deseo de cercanía, que no duda en darse a sí mismo y sacrificarse por sus amadas criaturas. (…) No olvidemos que la verdadera pobreza duele”.

Los momentos de oración marcaron el ritmo de la reunión y dieron sentido y fuerza a nuestros propósitos de comunión y misión en la Iglesia.

En el encuentro no faltó la alegría, el compartir, la música, el sol y las flores…

Por todo esto, ¡agradecemos la bondad de Dios!

Por Patricia

No te cierres a tu propia carne

inmigrantes-papeles-Espana-rodeando-Ceuta_ECDIMA20140216_0001_16NO TE CIERRES A TU PROPIA CARNE

El pasado 6 de febrero 15 personas murieron en la playa de El Tarajal, en Ceuta. Algunos medios de comunicación dijeron que eran indocumentados, subsaharianos, inmigrantes… pero en el fondo eran 15 personas, con 15 historias, con sus 15 familias. Cada una de ellas con su dignidad, con sus derechos y sobre todo con su vida. A raíz de lo que ocurrió ese día se ha producido un gran revuelo, sobre todo porque a nivel político unos y otros se echan las culpas e intentan sacar partido del suceso.

El Arzobispo de Tánger, Monseñor Santiago Agrelo publicó una carta que no tiene desperdicio y que recogemos a continuación.

 Y el Señor dijo: Comparte tu pan y brillará tu luz

No hace falta que nadie lo interprete, pues está dicho para que lo entiendan incluso los niños: “Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo”.Y después del mandato al alcance de todos, por si hiciese falta, se añade la razón que lo sostiene: “No te cierres a tu propia carne”. ¡El hambriento, el pobre sin techo, el desnudo, son “nuestra propia carne”!

No te cierres a tu propia carne”: Este único conocimiento bastaría para que fuese otra la política de las fronteras, otra la lógica de nuestros razonamientos, otra el motivo de nuestras manifestaciones, otra la matriz de nuestras preocupaciones, de nuestras aspiraciones, de nuestras quejas, de nuestras opciones.

No te cierres a tu propia carne”: Si entras por el camino de esta sabiduría, “romperá tu luz como la aurora”, delante de ti irá la justicia, detrás irá la gloria del Señor, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía”.

No te cierres a tu propia carne”, y el pan que compartes con el hambriento, te hará luz para el indigente, como es luz para ti el que, con su vida en las manos como un pan, dijo: “Esto es  mi cuerpo, que se entrega por vosotros”.

No te cierres a tu propia carne”: Sienta a los pobres a la mesa de tu vida, y tú serás para ellos la luz con que Dios los ilumina.

Y a cuantos una y otra vez me recuerdan que la Iglesia no es una ONG, una y otra vez les recordaré que los pobres son “nuestra propia carne”, y que nuestro pan es su propio pan, y que la Iglesia es su propia casa.

Feliz domingo

Otras Cartas publicadas por Mons. Agrelo en estos días acerca de la inmigración:

Carta Emigrantes

Opción por Dios opción por los pobres

Más información en la página web de la Diócesis de Tánger.

Y también podéis seguir a Monseñor Santiago Agrelo a través de Facebook

Feliz aniversario de Comboni

Un saludo a todos en este día tan especial.

En este día tan importante para toda la Familia Comboniana, amigos, amigas y colaboradores queremos compartir con vosotros un sencillo video con algunas imágenes de nuestra actividad misionera.
Poco a poco nos vamos animando y preparando para el encuentro que tendremos como Familia Comboniana en España en torno al 150º Aniversario del Plan de Comboni.

Esperamos que os guste.

Que San Daniel Comboni nos ayude a ser fieles a nuestra vocación misionera y a seguir apoyando a todas aquellos que lo necesiten.
Con vuestra ayuda será posible.

Poner los pies en las huellas del Fundador

ComboniSan Daniel Comboni nació el 15 de marzo de 1831, en Limone sul Garda, Italia. En la escuela del sacerdote Nicolás Mazza, en Verona, descubrió sus principios fundamentales: la santidad, la búsqueda de la verdad y el ímpetu misionero. Fundó los institutos de los combonianos y las combonianas que hoy están un poco por todo el mundo anunciando el Evangelio entre los más pobres y abandonados. Hace diez años, Comboni fue proclamado santo. Publicamos una guion que nos ayude en la celebración como Familia Comboniana a poner los pies sobre las huellas del santo Fundador.

ORACIÓN COMBONIANA

15 de marzo 2014

Celebramos el aniversario de Comboni durante la Cuaresma, donde todo en la Palabra nos llama a la conversión, a despertar del sueño, a dedicarnos a las obras de la luz. Comboni, hombre de fe, supo despertar y dejarse iluminar por Cristo, y también supo despertar el mundo que le rodeaba con su incansable y apasionada animación misionera.

Hoy, en el contexto de la celebración del décimo aniversario de su canonización, nos unimos en oración con la Familia Comboniana, para invocar al Dios de la luz sobre cada uno de nosotros y sobre todos los pueblos que viven en la “sombra de la muerte” debido a las guerras, la injusticia, la pobreza y la opresión. Con Comboni, le pedimos que nos despierte del sueño.

Celebración litúrgica

Canto

De la Carta de San Pablo a los Efesios (5, 8-14)

Antes, ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz. Ahora bien, el fruto de la luz es la bondad, la justicia y la verdad. Sepan discernir lo que agrada al Señor, y no participen de las obras estériles de las tinieblas; al contrario, pónganlas en evidencia. Es verdad que resulta vergonzoso aun mencionar las cosas que esa gente hace ocultamente.  Pero cuando se las pone de manifiesto, aparecen iluminadas por la luz, porque todo lo que se pone de manifiesto es luz. Por eso se dice: Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará.

Palabra de Dios

Carta de Comboni a cada uno de nosotros

Yo estoy con ustedes, vivo la sed de agua viva y el deseo de REGENERAR. Rezo con ustedes.

Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará”.

Sí, es el momento de despertar, de dejarse despertar por el Resucitado, que siempre se adelanta a nuestros días y nos muestra la aurora de nuevos horizontes. Despertar, abrir las puertas de nuestra vida para dejar entrar la vida de Dios a través de la vida de la humanidad.

Despertad del sueño, poned vuestros pies en las huellas que nuestros pueblos están dejando en el surco de la vida para cosechar la época de la esperanza Pascual que con sabiduría y de mil maneras continúan indicando, siendo testigos y compartiendo con nosotros.

Despertad con el canto de esperanza que tiene el coraje de cantar en la noche oscura.

Despertad del sueño de la mediocridad para hacer eco de la buena noticia de Isaías, preludio del Evangelio: ” No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen en las cosas antiguas; yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta? Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa” (Isaías 43: 18-19).

Despertad con el grito de los empobrecidos, oprimidos, excluidos, olvidados, los que tienen hambre y sed de justicia, aquellos que todavía no conocieron la esperanza anunciada por Cristo Jesús.

Despertad a la brisa del viento para abrir vuestros oídos y comprender el eco de la sabiduría de vuestros pueblos que os mantienen en el día a día, el eco de vuestras Iglesias locales que vibran con la vida nueva, el eco del testimonio fiel y mártir de tantas hermanas y hermanos de ayer y de hoy. Permaneced vivos como la semilla que se pudre en el suelo, pero tiene en sí misma el poder para generar vida.

Permaneced despiertos y atentos como las mujeres en la mañana de Pascua, las únicas que fueron al sepulcro, movidas por el valor de una fe que sabe ver más allá de la piedra que bloquea la vida.

San Daniel Comboni:

“… Ahora no hay hora o momento que no piense en vosotros” (Escritos 162). Vosotros sois mi herencia…

Canto

Pregunta para la reflexión:

¿De qué apatías sientes que Comboni te pide que despiertes para llevar adelante su Obra con pasión, alegría y radicalidad?

Breve silencio

Compartir

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús y Padre Nuestro…

Oremos juntos:

¡Gracias, Daniel!

Porque creíste en tu sueño.

Tú nos enseñas que es posible ver África a través de los ojos de Dios.

Gracias porque viste y permaneciste fascinado con los africanos viéndolos con el rayo puro de la fe, una mirada de hermano y no de imperialista o esclavista.

Creíste en las capacidades humanas de los africanos, y viste ya a África protagonista de su proceso de liberación.

Tu sueño era el sueño de Dios, tú que creíste y nos enseñas a creer.

Tu vida nos habla de dos encuentros fundamentales:

El primero con Dios y el segundo con los africanos.

Fuiste testigo audaz de la exploración de África y no permaneciste indiferente, ni te refugiaste en un conformismo desesperado mas sentiste dentro la llama de la liberación y quisiste hacer historia con los africanos. Su causa se ​​convirtió en la tuya.

El Espíritu te susurró un Plan sabio:

La regeneración de África por la propia África, y fue primavera, fue fuerza, fue pasión, fue liberación integral.

Gracias porque tu sueño nos ilumina hoy frente a los proyectos neo-imperialistas que continúan a abrir la brecha entre el Norte y el Sur del mundo.

Tu sueño nos guía y nos hacen tomar una posición frente al dios-dinero, frente al ídolo que deshumaniza a las personas.

Hoy en día estamos inmersos en una humanidad perdida y débil, y tú nos invitas a creer en la humanidad, a anunciar a Jesucristo con pasión y credibilidad.

No es fácil vivir en un mundo plural y dividido pero tú nos demostraste que el amor lo puede todo.

Te pedimos que nos mantengas unidos a ti y entre nosotros, tus hijos e hijas, para que permanezcamos fieles al sueño de Dios.

Que nuestras diferencias sean fuente de riqueza y creatividad.

Gracias, Daniel, por creer en tu sueño.