Laicos Misioneros Combonianos

Llegada de la familia LMC de Guatemala al Brasil

LMC Brasil

LMC BrasilOsados por la fe y por la misión

Con mucha alegría la comunidad Nuestra Señora Aparecida, en el pueblo de Ipê Amarelo, en Contagem, Estado de Minas Gerais, recibe a la familia que atravesó kilómetros y kilómetros para llegar a Brasil y juntos con el pueblo brasileño proclamar el evangelio y dar testimonio de que Jesucristo vive y reina.
La curiosidad es muy grande, quedaron admirados tanto por el coraje de quien los recibe y sobre todo de ellos que llegan con los cuatro hijos.
¡Muchas preguntas por ambas partes! ¡Qué hermoso!, ¿cómo descubrieron Ipê Amarelo?, ¿entienden portugués?, ¿cuántos días se quedarán? El carisma comboniano y la sonrisa de los niños y de los padres van dando respuestas sin que nadie necesite traducir, el corazón y los miran hablan, la fe, el coraje, el amor traducen parte de este misterio misionero. Ya en el aeropuerto, todos cansados, ¡ya les brillaba la mirada! Hicimos un largo camino en autobús hasta Contagem, donde nos esperaban los padres de Combonianos y un señor joven de la comunidad.

LMC BrasilTres coches, que osadía, jugábamos por el camino que era un carrusel, sólo nos faltaba bocinar como locos por la carretera hasta llegar a la casa de misión. El rostro cargado con la expresión del cansancio, pero con la sonrisa que esbozaba la alegría de la llegada.
¡Llevan dos días sólo en tierras brasileñas y parece que desde hace años están por aquí!
El valor de arriesgar les envuelve y aquí están. Ya en esta semana iniciaremos las clases inculturación, portugués y todo lo que la misión pide, descubriendo poco a poco las costumbres del pueblo minero.
Sean bienvenidos y juntos seguiremos los pasos de Jesús misionero en tierras de Minas.
Que San Daniel Comboni sea un fuerte intercesor.
Amén

LMC Brasil
Lourdes, LMC Brasil

Llegó el día……..día del envío

LMC Guatemala

LMC GuatemalaAyer, domingo 4 de noviembre, en las instalaciones de Casa Comboni, ciudad de Guatemala,  vivimos el día tan esperado…..después de tiempo de preparación, animación misionera, ventas, fiesta, bulla, gozo, servicio, dificultades, cansancio, trámites legales, después de tantas inquietudes, inseguridades, pero también confianza, amor, oración, entrega……..los LMC de Guatemala,  vivimos un grandioso día, para toda la comunidad, pero especialmente, por supuesto, para Alejandro, Ana Cris, Esteban, Isabel, Agustín y Lucia.

Voy a citar palabras de la homilía hermosa que escuchamos de parte del Provincial de Centro América, P. Víctor Hugo Castillo, quien Inició el mensaje de esta manera:

Toda obra de Dios nace desde lo pequeño. Así como un niño primero es pequeño e indefenso…poco a poco crece. 
Así ha sido el camino de los Laicos Misioneros Combonianos de Guatemala”. 

“La misión  transforma: La manera de pensar, la manera de vivir nuestra fe. La manera de acercarnos a los demás. 
La decisión de partir es una decisión  que se forja en el tiempo”.

Dios realiza milagros todos los días, y no parte de la perfección, ni de lo grandioso, parte de lo sencillo, lo pequeño, es su estilo de amor.  Nosotros en Guatemala, somos pocos, sencillos, con dificultades económicas, pero aún así, cuando Dios quiere llevar a cabo su obra…….y nosotros ponemos nuestra disposición, simplemente…..como sin saber……como sin poder…..sólo confiando….dejándose llevar…..poco a poco, descubriendo el plan de Dios…..caminando juntos….tropezando y levantándonos……así, llegamos como comunidad a este día.

La Primera Lectura que Alejandro y Ana Cris eligieron nos habló de este proceso, para nosotros como comunidad, y especialmente para ellos como matrimonio:
Jeremías 1:4-9

“El Señor me dijo: “Antes de formarte en el vientre de tu madre te conocí; antes que salieras del seno te consagré; como profeta de las gentes te constituí”.  Yo dije: “¡Ah, Señor Dios, mira que yo no sé hablar; soy joven!”.  Pero el Señor me respondió: “No digas: ¡soy joven!, porque adonde yo te envíe, irás; y todo lo que yo te ordene, dirás.
No tengas miedo de ellos, porque yo estoy contigo para protegerte, dice el Señor”.  El Señor extendió su mano, tocó mi boca y me dijo: “Yo pongo mis palabras en tu boca”.

Continúo con palabras de la homilía:

 “Somos llamados para algo grande.  Para recibir bendición. Somos bendición para  los demás. Hacer misión es hacer de la vida un riesgo. La vida vale la pena vivirla cuando tenemos proyectos.  Un proyecto se construye constantemente. Crece mientras nosotros también crecemos. 
En el proyecto de vida hay confianza… Sacrificio”

LMC GuatemalaEstas palabras, resumen el camino recorrido, y el camino por recorrer.  Es maravilloso vivirlo en comunidad.  Todos con el mismo sentir, el mismo deseo, de que la misión Adgentes se lleve a cabo, de que el carisma y la identidad comboniana crezca y sea el medio para anunciar a Jesús muerto y resucitado a todas las naciones, como dice la escritura.  Unos, no saldremos de nuestras fronteras, por circunstancias diversas, pero sí colaboramos para que quienes estén con la posibilidad, lo hagan.  Reflexiono, y agradezco el hecho de ser una comunidad generosa, sin egoísmo, sin envidia, somos familia y queremos lo mejor para cada uno de nuestros hermanos.  Alejandro y Ana Cris, han sido valientes al disponerse generosamente a partir…..los amamos….los admiramos y nos sentimos orgullosos de ellos.  Mientras ellos estén allá en donde Dios los ha enviado, nosotros aquí trabajaremos fuerte y confiados para que nada les falte.

“Aquella  misión doméstica, la que nos hace mirarnos sólo al ombligo. No es una misión que crece. La única manera de crecer es a través de la experiencia. 
El camino hacia la misión conlleva un proceso: sentirse llamado. Rezar. Dialogar Discernir. Pedir Consejo, todo para ponerse en camino…..para partir.

Llevamos este tesoro de la misión  en vasijas de barro. Tengamos presente el hecho de que no hay misión sin cruz”.   Agregó a su mensaje P. Víctor Hugo.

Fortalecidos por el amor, deseamos crecer, abrirnos, tanto a  nuevos miembros, como a espacios distintos…hoy será Brasil, mañana, Dios ya lo sabe, y ya destinó a quienes irán.  Nosotros oramos por discernimiento, por luz por seguir caminando.  Sin conformidad cómoda, todo lo contrario, en movimiento, con dinamismo, mientras hay vida, hay misión, hay proyectos, hay trabajo, hay sentido, hay razón para vivir.  ¿Qué más se puede pedir al cielo? Todo está allí desbordándose, así es el amor de Dios.

María, ejemplo de servicio:

“Sólo cuando se acoge el llamado se es capaz de ir en una actitud de servicio”. 

Dijo P. Víctor Hugo acerca del Evangelio, María se puso en camino, sin pensar, solo quiso servir a su prima Isabel.  Salió….de sí misma, de su casa, de su pueblo….para ir y servir.   A eso estamos llamados todos los bautizados, y este carisma hermoso, el comboniano que une a un montón de “locos”, locos por el amor recibido y experimentado.  Locos por que todos se enteren y lo experimenten…locos por la pasión de la misión.  Locos por Jesucristo.  Esta locura nos hace ir y servir, pocos lo comprenden, varios lo critican,  pero Dios conoce el corazón del misionero y regala los medios para vivir su vocación particular.

“La misión es una locura, cuántas veces escuchamos: ¿para qué te vas tan lejos?, ¿acaso no hay aquí tanto por hacer?  Sí, es la respuesta, solo que mi vocación me llama a ir más allá.  Y la vocación, no se explica, no se comprende, sencillamente allí está como don de Dios”. 

Dichosos nosotros Combonianos por esa herencia de nuestro fundador, San Daniel Comboni.  No se explica, casados, solteros, jóvenes, menos jóvenes, pero esta vocación vivida como regalo, en donde sea que estemos, como sea que seamos, es lo que da sentido a nuestra vida, sentido al regalo de nuestro bautismo.   Sigue el tema del amor infinito de Dios, que no se mide en generosidad.

Para terminar, P. Víctor hizo una exhortación a todos los presentes:

“La misión también es de los laicos. El Papa Francisco insiste en que los laicos somos un gigante dormido que hay que despertar!” 

El Corazón de Jesús y de María, son la causa de nuestra alegría

San Daniel Comboni, ruega por nosotros

LMC Guatemala

Lily Portillo

Panes con frijol y Limonada

panes con frijol

panes con frijolA lo largo de este año, 2018, la comunidad LMC de Guatemala, hemos estado compartiendo días de misión en la aldea La Salvadora, en Santa Catarina Pinula, ubicada a 15 kms de la ciudad de Guatemala.

Un sábado de cada mes, visitamos la parte alta de la aldea, a la que llaman “La Salvadora II”.

El itinerario es siempre el mismo: llegamos a las 8 de la mañana,  temprano para  preparar con mucho cariño un panito con “algo” y algún refresco natural,   y compartirlo con todas las personas de la aldea que llegan a participar.  A las 9 de la mañana empieza la jornada de evangelización, manualidades, juegos, actividades, visiteo y nos retiramos alrededor de las 4 o 4:30 de la tarde.

El pasado 22 de septiembre hubo algo especial….algo que me hizo sentir viva, agradecida, gozosa…un detalle que avivó en mi la alegría de estar allí, el compartir a Dios por medio de gestos sencillos de amistad, fraternidad y generosidad.  Esos regalos  que ningún dinero podría pagar, fue un intercambio de Dios.

Resulta que cuando llegamos, los niños nos ayudaron a bajar las cosas del carro.  Al disponernos, varias de nosotras a preparar los panes, (ese día el panito era con frijol colado); varios niños se ofrecieron espontáneamente a prepararlos, por primera vez en todo el año!  Otros rápido preguntaron por el refresco, y se ofrecieron también a hacer la limonada.  Fue hermoso verlos cooperar, gustosos, y al final felices y satisfechos. ¡Ese fue el regalo!  Ver su sonrisa de satisfacción por haber ayudado a hacer los panes con frijol y la limonada.

limonadaLa misión no consiste en hacer grandes hazañas, la misión se construye y se goza de detalle en detalle.  De caricia en caricia. De gozo en gozo.

Así de grande, perdurable, perseverante y delicado es el amor de Dios, el amor que compartimos con aquel  que es discriminado, marginado,  aquel que carece de justas oportunidades de educación y de salud, aquel por quien vale la pena anunciar la buena noticia de Jesús muerto y resucitado.

No importa si a través de los años, esos niños olviden esos sábados…..cuando unos misioneros llegaban a visitarlos, quizá también olvidarán el día en que ellos mismos prepararon los panes con frijol y la limonada.

Confío que en sus corazones  quedará impreso cada gesto de cariño y cercanía,  y que con el tiempo esa memoria de amor se transformará en un verdadero encuentro con Jesús,  para que sean adultos que lo amen profundamente y lo hagan vida.   Solo así, el mundo podrá transformarse en un lugar mejor para todos.

San Daniel Comboni, ruega por nosotros

Lily Portillo

!Experiencia de desapego!

LMC Guatemala

LMC GuatemalaSomos la familia Camey Figueroa y es una alegría compartir nuestros primeros pasos hacia la Misión Brasil.

Estamos en Santo Tomás, San Salvador desde el día 07 de septiembre y partiremos de regreso a Guatemala el 22 del mismo, en donde estamos viviendo nuestra Experiencia de Desapego y vida comunitaria, previo a nuestra partida formal de misión.  Ha sido una experiencia muy necesaria y enriquecedora.

Ciertamente podemos imaginarnos muchas cosas respecto al campo misión, podemos incluso llegar a pensar que esta experiencia no es necesaria pues basta ser muy precavidos pensando qué vamos a hacer, qué vamos a llevar, cómo trabajar, entre otros. Sin embargo no es hasta que se vive en carne propia que se ven y se viven realmente las cosas como son y eso ha hecho de esta experiencia una gran fortaleza para nosotros como para la comunidad LMC de la Provincia de Centroamérica, pues todo el trabajo que hemos hecho acá ha sido con el apoyo del nuevo grupo LMC que está naciendo en El Salvador.

Quizás la realidad más particular que hemos vivido es el mismo hecho de ser familia. Por misericordia de Dios, como familia tenemos muchas fortalezas pues nos conocemos, sabemos cómo complementarnos y seguir adelante. Pero también es cierto que la situación en la que estamos viviendo es fuera de lo común, nunca lo hemos vivido de esta forma y eso nos ha traído ciertas dificultades.

Éstas dificultades nos han hecho también darnos cuenta que es necesario estar aún más unidos, más conscientes de nuestras debilidades y la necesidad que tenemos de ser más pacientes y perseverantes respecto de ellas.

LMC Guatemala Ya propiamente en el trabajo misionero, y qué vale la pena decir que no se desliga en lo absoluto de nuestro ser individual y familiar, ha sido muy visual respecto a las realidades que viven las personas hoy en día.

Hemos visitado en su mayoría personas de la tercera edad, algunos pocos sanos, otros muy ancianos y enfermos pero en su mayoría todos aquejados por la soledad.

Ancianitos que han tenido familias numerosas, como es el caso de niña Hilda, que tuvo 6 hijos, 2 murieron a temprana edad y los otros 4 vivieron con ella. Claro, su esposo la dejó con los 4 hijos. Ella tenía que trabajar mucho y dejar a los niños solos largas horas. Ahora, los hijos posiblemente sin malas intenciones pero también heridos sin sanar, reflejan la misma situación.

Ella ahora vive con un hijo, que tuvo solo un hijo y que cuya esposa lo dejó. Ahora ese nieto, hijo único de su hijo también se va, en esta ocasión con una hermosa noticia, lleva varios años en el seminario y saluda constantemente a su abuela.

A pesar de que es un país vecino, al llegar nos encontramos con una situación de pobreza y violencia que es aún mayor que en Guatemala, la desigualdad social se ha vuelto más grande desde que cambiaron la moneda al dólar sin una consulta popular y la corrupción daña fuertemente todas las áreas de desarrollo. Sufren de mucho abuso de poder y la Iglesia trata de apoyar a las comunidades para que luchen contra ese mal.

Algo que nos llena de mucha alegría es ver como Monseñor Romero logró impactar en la vida de tantos Salvadoreños, quienes están esperando con ansias su canonización en octubre, no hay casa ni iglesia que no tenga la imagen de él, realmente es un símbolo de justicia y un signo del amor de Dios, ya que lucho por la mediación entre militares y guerrilleros.

Estas realidades no están fuera de lo normal, pues nuestras sociedades actualmente también sufren estas situaciones. Algunas veces por el afán del “vivir bien” y otras también a causa de la pobreza de nuestros países latinoamericanos.

LMC GuatemalaHoy por hoy, es más necesario que como familias vivamos nuestro ser familia. Creer en las promesas de nuestro buen Padre Dios, en donde no debemos preocuparnos por tantas cosas, si las flores del campo se visten hermosas y los pájaros del cielo no trabajan y comen. Así pues Él que es Buen Padre Dios Todopoderoso siempre se recuerda de nosotros.

Nuestra primera preocupación o mejor dicho, nuestra ocupación primera a de ser Amar a Dios y dejarse amar por Él. La vida de Él nos vino y a Él regresará (si así lo decidimos diariamente) y entonces no tener miedo de ser Padres o Madres, tampoco de ser hijos ni mucho menos de ser familia.

Damos gracias a Dios por darnos esta oportunidad de poder reconocerlo en la sencillez y en la cotidianidad, pero sobre todo porque nos permite ser testigos de la abundante generosidad de las personas quienes nos reciben en sus casas y nos dan todo, también nos permite darnos cuenta que esta es misión de Dios y no nuestra, que solo somos una familia dispuesta a amar y que busca hacer su voluntad, “Lo que es bueno, perfecto y agradable a Dios Rom 12,4”

Gracias a Dios también el tiempo abundó para otras actividades, como lo fue la visita de animación misionera a la Parroquia de Santo Tomás, el día sábado por la noche, en donde se reúne una comunidad Neocatecumal, que por cierto, también son misioneros ad gentes!

LMC GuatemalaAhí Participamos en la Eucaristía y el P. Santiago Piccinelli, MCCJ presidió la misma, nos presentó como comunidad de LMC junto a nuestro asesor MCCJ el Hno. Humberto. Nos permitió hacer la animación misionera así como vender nuestros productos misioneros hechos con materiales reciclados, y por nosotros mismos.

Como parte del trabajo misionero también está el Desarrollo Humano, en donde San Daniel Comboni insiste: ¡¡Santos y Capaces!! Así  pues,  en  una  tarde  logramos  hacer  un  taller  para  que  las mujeres de las colonias La Hermita y La Morán participaran para aprender  también  ellas  a  hacer  manualidades  con  materiales reciclados. Fue, como siempre, una experiencia maravillosa, pues también se acercaron niños. También  Niña  Betty,  a  quien  le amputaron  su  pie  derecho  hace  2  años  y  está  empezando  a aprender a usar prótesis, por ahora anda en silla de ruedas, pero quien no se rinde y se presentó.

Ana Cris y Alejandro, LMC Guatemala

Noticias de Guatemala desde El Salvador

LMC Guatemala

LMC GuatemalaEl fin de semana del 14, 15 y 16 de septiembre, tres miembros de la comunidad LMC en Guatemala, Mireya Soto, Miriam Herrador y Lily Portillo, junto a  nuestro asesor Hno. Humberto Rua, viajamos a El Salvador que queda aproximadamente a cinco horas de viaje, por carro.

¿El motivo?   …….. Fueron dos, ¡y muy importantes!

Uno, que Alejandro y Ana Cris Camey Figueroa, con sus cuatro hijos, están allá viviendo un tiempo de vida comunitaria, como preparación a su próximo viaje de misión a Brasil.  La comunidad LMC, salvadoreña,  así como la comunidad MCCJ,  los han acogido y acompañado para participar en actividades de catequesis, visiteo, y les han brindado apoyo en todo sentido.  Además han tenido oportunidad de hacer animación misionera en parroquias y a través de un programa de radio.    A Esteban, Isabel, Agustín y Lucia, sus cuatro niños, los vimos muy animados y atienden su misión con amor y alegría.  Toda nuestra gratitud para nuestros hermanos de El Salvador.

“TODO SUCEDE POR LA DISPOSICION ADMIRABLE DE DIOS, AMEMOSLO PUES DE TODO CORAZON Y QUE TODA NUESTRA CONFIANZA ESTE EN ÉL”          

San Daniel Comboni

LMC GuatemalaEl otro motivo, visitar a las coordinadoras de la comunidad LMC-PCA EL SALVADOR, a manera de acompañamiento.  Ellos están en su primer año de formación, se han organizado muy bien y como en todo inicio,  viven gozos y dificultades, dudas y temores.  Son persona de gran entrega, fe y amor.  Van hacia adelante, nuestras oraciones y las oraciones de todos para ellos, por favor.

“ME SIENTO TOTALMENTE LLENO DE FUERZA, VALOR Y CONFIANZA EN DIOS Y EN LA SANTISIMA VIRGEN MARIA, QUE ESTOY SEGURO DE SUPERAR TODO Y DE PREPARARME A OTRAS CRUCES MAS GRANDES QUE PUEDAN VENIR”   

San Daniel Comboni

Nos encomendamos a los Corazones de Jesús y María, San Daniel Comboni, ruega por nosotros.

Un abrazo fraterno desde Guatemala