Laicos Misioneros Combonianos

¿Quién es Jesús?

Un comentario a Mc 8, 27-35 (Domingo XXIV T.O. , 13 de septiembre del 2015)

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Marcos nos sitúa hoy en Cesarea de Felipe, una ciudad romana, en la frontera norte de Israel. Allí, lejos de Jerusalén, Jesús plantea la pregunta sobre su identidad. A esa pregunta se dan en el texto tres respuestas:
1. La visión de las masas, que ven a Jesús como una repetición de los profetas del pasado. Es evidente que Jesús aparece ante la gente como un gran profeta: enseña de manera nueva, curas enfermos, arroja malos espíritus, propone un cambio profundo en la sociedad y en la vida religiosa… Se inscribe en la línea de los grandes profetas, uno más en la historia de Israel.

Me parece que esta visión se parece bastante a la de muchas personas de nuestro tiempo, para quienes Jesús es un personaje histórico interesante, casi fascinante, pero uno más de los grandes hombres que de vez en cuando surgen en la humanidad.

2. La visión de los discípulos: Marco pone la respuesta de los discípulos en boca de Pedro: “Tú eres el Cristo”, es decir, el Mesías esperado, el Ungido por Dios para liderar a su pueblo. Los discípulos evidentemente estaban fascinados por la personalidad de Jesús y veían cumplidas en él las promesas de Dios en el AT.

Me parece que esta visión es la de tantos de nosotros que, al leer los evangelios y al orar, nos sentimos en sintonía con la persona y el mensaje de Jesús. Frente a tanto poder abusivo que encontramos a nuestro alrededor, frente a tanta corrupción, frente a tanta palabra superficial como se grita en nuestros medios de comunicación, muchos de nosotros decimos: Yo sigo a Jesús de Nazaret, él es el enviado de Dios, su propuesta de Reino es la que me convence.

3. La visión de Jesús mismo: Todo lo dicho por la gente y por los discípulos es verdad (él es un profeta, él es el Mesías de Dios), pero ¡ojo!, no se hagan una falsa idea. Este Mesías luminoso y fascinante está llamado a pasar pro Jerusalén, a ser sometido a dura prueba, a pasar por la muerte antes de convertirse en semilla de una esperanza que no muere nunca.

Me parece que aceptar este paso por la cruz y por la muerte es la “piedra de toque” de una fe verdadera, que va más allá de un entusiasmo pasajero. A Pedro le costó mucho dar este paso, como a todos nosotros. La presencia del Espíritu le ayudó a comprender a este Jesús, que es el Cristo de Dios, pero, no como rey y jefe dominador, sino como “siervo de Yahvé”, como quien está dispuesto a ser rechazado, despreciado, torturado.

Pidamos al Señor resucitado, que se nos hace cercano en la Eucaristía, que nos ayude a comprender su verdadera identidad, a seguirle como discípulos, más allá del entusiasmo pasajero, también cuando la cruz se hace presente y el camino a Jerusalén se hace empinado.
P. Antonio Villarino
Roma

Obras maestras

IMG_0411Este es un artículo sobre mi clase de arte, aunque no exactamente. Esto es una historia sobre amigos que he encontrado aquí en Awassa, una pareja verdaderamente especial, Argow y Rachel, y a través de ellos los maravillosos niños con quien nos hemos encontrado y a los que me uno para realizar proyectos de arte una vez por semana. Ellos son una pareja etíope-americana que se conocieron en una escuela bíblica en Hungría y que sintieron que Dios les llamaba a establecerse en Etiopia como misioneros. Argox procede del Estado Regional de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNPRS según sus siglas en inglés), el área de Etiopia con mayor diversidad étnica con 35 tribus. La capital del SNNPRS es Awassa la ciudad en la que vivimos. Después de aprender algunas costumbres negativas de una tribu, los Hamar, en el extremo suroeste de la región, el se sintió llamado a comprometerse. Los Hamar tienen muchas supersticiones y por su causa sobrevivir el día a día es difícil, cualquier cosa que piensen que pueda ser negativa para la gente no será tolerada. Por esta razón hay muchas maneras en las que una persona puede quedar maldita, y cuando alguien queda maldito es asesinado o expulsado de la tribu. Desafortunadamente la mayoría de ellos son bebés o niños. Las razones por las que son malditos pueden ser muchas, por ejemplo: nacer fuera del matrimonio, ser gemelos, que le salgan los dientes de arriba antes que los de abajo, no asistir a uno de los muchos ritos de iniciación sea cual fuere la razón. Estas prácticas culturales de los Hamar no han sido abiertamente contestadas, ni siquiera por el gobierno, y hay grupos locales de derechos humanos que estiman que el 20% de sus niños son asesinados o abandonados.

Hace 5 años, Argow supo de sus colaboradores Hamar que había en un poblado un grupo de nueve mujeres no casadas que estaban embarazadas, y que por haber sido concebidos fuera del matrimonio, esos niños iban a ser asesinados. Argow quiso intentar salvar a esos bebés así que lleno su coche de biberones, pijamas de bebes, pañales y mantas e hizo el viaje de 15 horas para intentar llegar al poblado poco después que nacieran. Cuando llegó los nueve bebes ya habían sido asesinados, llegó demasiado tarde. El volvió a casa destrozado en un silencioso y vacio coche.

Tras esta experiencia Argow se sintió más profundamente comprometido para trabajar con el pueblo Hamar, y así fue que él y Rachel fundaron el orfanato Hogar Infantil Ebenezer Grace (EG) hace 4 años. Ellos ahora acogen a 36 niños desde recién nacidos hasta los 12 años de edad. Los niños proceden de todo el SNNPRS, no sólo de Hamar. Ellos sienten una particular llamada de ayudar a esos pequeños. La mitad de los niños de mi clase de arte son Hamar malditos por alguna de las razones comentadas antes. Algunos niños fueron rescatados justo antes de su muerte por solidarios de Hamar que se oponen a esas tradiciones. Algunos de sus padres intentaron esconder a sus hijos malditos y salvarlos sin separarse de ellos, pero el modo más razonable de hacerlo era enviarlos al EG. Durante los últimos 4 años, Argow y Rachel han intentado mantener buenas relaciones con los líderes de la tribu Hamar. En un movimiento audaz hace varios meses, ellos llevaron a un grupo de 6 preciosas y “malditas” niñas de vuelta a sus poblados a visitar a sus familias y sus comunidades. Las llevaron para una corta visita pero algunos de los familiares rogaron para que se quedaran durante varios días. Puede ser que encuentros de este tipo ayuden al proceso para que los Hamar se enfrenten a sus tradiciones y con el tiempo las cambien.

Ebenezer Grace Children

Los otros chicos de mi clase han llegado al EG debido a una gran variedad de circunstancias que dejan a los niños huérfanos: padre muertos de SIDA, viudas demasiado pobres para mantenerlos, abandonados al nacer, y condiciones sanitarias que hacen que la vida de las zonas rurales sea difícil. Uno de mis estudiantes está enfermo del corazón y está casi ciego. De otra no tenemos información de su pasado, ella fue encontrada recorriendo las calles de una ciudad cercana, con su pelo y su ropa infectados de piojos. Si le preguntas por su historia, no hay respuesta, ella es sordomuda. Suponen que tendrá unos 12 años. Se la dio un nombre, un cumpleaños, ropa nueva y esperanza en un futuro más brillante. Así son mis estudiantes, cada uno con su propia historia y cada uno especial y maravilloso.

Avanzando hasta hoy vemos que cada niño florece a pesar de las limitaciones del cuidado institucional. Han encontrado amor y amistad con sus “hermanos” del EG y con el personal que les atiende. Argow y Rachel les consideran parte de su propia familia (ellos tienen 5 niños biológicos) y están muy dedicados a su cuidado y les ofrecen todas las oportunidades que pueden. He observado que la línea entre los hijos de Argow y Rachel y los niños del EG es bastante borrosa de un modo bonito. Argow y Rachel están haciendo un compromiso a largo plazo para acompañar a sus niños hasta que sean adultos, un compromiso que sólo puede hacer uno con una profunda fe en la providencia y la fidelidad de Dios. Los niños aprenden a conocer a Jesús y a conocer el amor de Dios por ellos y por cada persona. Está la esperanza de que algunos de los niños Hamar retornen como cristianos adultos a servir a su propio pueblo, siendo ellos mismos ejemplo vivo de la dignidad de cada ser humano.

EG Art Class

La primera vez que me encontré con Argow me pregunto que qué podía hacer yo por esos niños, y al siguiente martes estaba ya enseñándoles arte. Todos ellos van a la escuela, incluso a una escuela para sordos. Ellos hacen deporte, ayudan a los más pequeños, desenredan el pelo unos de otros, celebran fiestas de cumpleaños, y se divierten tonteando como cualquier otro niño. Ellos desarrollan sus propios intereses y gustos y se están convirtiendo en buenos jóvenes. Para mi delicia a todos les gusta el arte. Tengo un grupo entusiasta de 12 (8 niñas y 4 niños) de 5 a 12 años. Cuando juntas niños motivados, cartulina amarilla, un poco de pegamento, un botón, un trozo de fieltro, un poco de pintura brillante, y unas pocas ideas… ¡voilá! obtienes una obra maestra.

Cuando miro a mis estudiantes mientras están tranquilos trabajando agradezco que sus vidas se hayan salvado. Estos chicos son tan únicos como los materiales que usamos para crear nuestras obras maestras. Cada uno es una obra maestra de la creación de Dios.

http://www.ebenezergrace.org/

¡Un sueño hecho realidad!

Sofia3Misión en África, un sueño. Algo que hace tiempo que quería vivir y finalmente conseguí. Tenía 17 años cuando empecé a soñar con África cuando empecé a querer conocer más el “mundo” de la Misión. En agosto, fui como parte del grupo de Fe y Misión con cuatro jóvenes y dos misioneros de la Familia Comboniana, fuimos para Mozambique, a la misión de Carapira. Siempre he pensado que la misión era llevar a Jesús a los demás, pero cuando llegué a Carapira Él ya estaba allí y con los brazos abiertos para recibirme y decirme que me había elegido y que ese pueblo era de Él.

Fue una experiencia indescriptible, pero intentaré compartirla: Encontré un pueblo acogedor, generoso, alegre, lleno de sonrisas. Un pueblo sin prisa, donde el tiempo es un pormenor.

La gente siempre tiene tiempo para hablar, se detienen para saludarse. No se siente estrés, si mi vecino está mal, no soy indiferente.

Encontré un espectacular equipo de misioneros que hace un trabajo de excelencia, todos los días se entrega en cuerpo y alma a la gente de Carapira.

SofiaHermanos, hermanas, sacerdotes y laicos misioneros Combonianos, dan lo mejor como educadores, formadores. Acompañan a decenas de jóvenes, sin tener en cuenta su creencia. Acompañan a las comunidades, tratando de ser presencia de Cristo en medio del pueblo. Conocí de cerca el trabajo de los misioneros laicos, que trabajan apoyando las distintas actividades en la Escuela Industrial, donde tienen un papel muy activo. Laicos que están presentes como alguien que educa, cuida, como alguien que ama, ya que los jóvenes que asisten a la Escuela Industrial dejaron sus casas para poder estudiar. Los laicos son una presencia amiga e incluso materna. Los laicos también ayudan en la pastoral, ayudan a los niños y a los jóvenes a descubrir a Jesús.

Con toda la comunidad misionera que conocí y al lado de los que trabajé y aprendí mucho, encontré que un misionero ama verdaderamente, es capaz de amar, es capaz del amor incondicional. Guardo conmigo cada momento que viví, agradezco la confianza que han depositado en mí y mis colegas.

El mayor desafío que enfrenté a lo largo de este mes fue sin duda el vivir en comunidad.

Toda la experiencia fue extraordinaria, imposible permanecer indiferente, me gustó mucho todo el trabajo que pudimos hacer con los jóvenes de la Escuela Industrial. Sobre la Laudato Si, me encantó estar con las chicas del internado, me gustó haber trabajado con los jóvenes de la comunidad, “Salvar la juventud con la juventud”.

SofiaMe marcó realmente una conversación que tuve en los primeros días, cuando llegué al internado a trabajar con las chicas para apoyar en el estudio y aclarar dudas de portugués y matemáticas. Nelson, una chica de 13-14 años, que asiste a séptimo grado, no se acercaba mucho, siempre me observaba, pero siempre un poco distante, cuando me acerqué para tratar de poner fin a las reservas de ella, ella me dijo: “No quiero ser tu amigo, porque te vas a los pocos días y nunca más te veré”. Esto me cortó el corazón, me dejo parada, quise decir algo, pero no encontraba palabras, quería decirle a esa chica que no sería así, pero estaría mintiendo porque era cierto, tenía un viaje programado. Acepté su elección, decidí no insistir. Y durante los 15 días trabajados en el internado, hablábamos poco, estudiamos juntas, descubrimos palabras nuevas y difíciles, hacíamos la tarea.

Pero yo sé que interactuaba con Nelson, estoy segura, ella sonreía e incluso bromeaba cuando pronunciaba algo mal en Macua, o cuando les dije que tenía miedo de enfermarme de malaria. Y llegó el día en que tenía que decir adiós a ella y a todas las otras chicas. Y Nelson me preguntó: “¿Maestra ahora me va a olvidar?”

Ella es experta en dejarme “bloqueada”, es hermosa, tiene unos ojos grandes, hermosos, brillantes, y estaban llenos de agua y pensé ¿cómo voy a olvidar esto, Señor? No lo haré. La abracé y le dije que no me voy a olvidar de ti.

Algo que también me marcó mucho fueron las Eucaristías, celebran con mucha alegría, cantan, aplauden, son fuertes, muy bonitas. La mujer mozambiqueña, no os puedo dejar de hablar de ella, es luchadora, trabajadora, siempre a cargo de las tareas más complicadas. Tiene un papel fundamental.

Esto es un poco de lo que viví, fue una buena experiencia que yo realmente quiero repetir.

Fue muy importante para mí, cada día tuvo hechos significativos que no podré olvidar.

Y no se olviden que los sueños se hacen realidad. Sólo tenemos que hacer un 5%, Dios hace el resto.

Sofia Coelho

XVIII Capitulo General de los Misioneros Combonianos

Capitulo MCCJAyer domingo se ha iniciado oficialmente el XVIII Capitulo General de los Misioneros Combonianos con la Santa Misa de apertura.

Los capitulares han tenido una semana de preparación previa.

El capítulo finalizará el próximo 4 de octubre. Durante este tiempo permaneceremos en oración por la buena marcha del mismo, por el bien de la familia comboniana y de la misión a la que estamos llamados.

Para una información constante se puede visitar la página oficial del instituto religioso masculino www.comboni.org donde además de noticias diarias encontramos una serie de videos llamados “Voci del capitolo”, donde algunos capitulares nos ofrecen los aspectos importantes que van tratando y la marcha de las sesiones y encuentros.

Unidos en oración.

Capitulo MCCJ

Capacitado para escuchar y para hablar

Comentario a Mc 7, 31-37 (Domingo XXIII T.O., 6 de septiembre del 2015)

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En la lectura de hoy Marcos presenta a Jesús en territorio “pagano”, donde habitaban personas que no seguían las prácticas religiosas judías, que eran las suyas. Pero, más allá de las diferencias religiosas o culturales entre los habitantes de la Decápolis y los de Nazaret o Jerusalén, Jesús encuentra a un hombre concreto, con un problema “humano”, que afecta por igual a creyentes y no creyentes, ricos y pobres, cultos y analfabetos: es sordo y mundo.

Parece bastante evidente que este caso concreto de un sordo mundo en territorio pagando es, en la intención del evangelista Marcos, un signo evidente de la misión e Jesús.

Él usa el poder-amor de Dios (simbolizado en la imposición de manos) para liberar al ser humano de su sordera (su incapacidad para escuchar a Dios y a los demás, su egoísmo y orgullo auto-referencial, centrado en sí mismo) y de su mudez (su incapacidad para decir palabras comprensibles, su incomunicación, su incapacidad para decir la verdad que vive).

Cuando era joven sacerdote, conocí un niño de diez años al que todos consideraban sordo-mundo, hasta que una joven religiosa comenzó a prestarle mucha atención, a seguirlo de cerca, a mostrarle un amor concreto, sincero, gratuito y constante. Después de un tiempo, la hermana se dio cuenta de que el niño tenía un problema en el oído y lo llevó al médico; resuelto el problema, el niño comenzó a escuchar palabras y a repetirlas, dejando de ser sordomudo. Pensé entonces en la el gran poder del amor, capaz de poner en marcha procesos liberadores.

Sabemos que en la mayoría de los casos no es así. Que frecuentemente la sordera y la mudez no tienen solución, aunque, gracias a Dios, hay muchas maneras de superar la incomunicación. Pero, como en el Evangelio, el problema no reside tanto en la incomunicación física cuanto en otro tipo de incomunicación: aquella que nos lleva a cerrar los cauces de comunicación y de amor con miembros de la propia familia, con miembros de la comunidad, con personas de otras culturas, de otras ideas políticas o de otras religiones…

Frecuentemente nosotros nos volvemos “sordos” y “mudos” en el corazón de nuestra personalidad: Nos negamos a escuchar lo que los otros nos tienen que decir y, por eso mismo, no tenemos una palabra sincera, auténtica, liberadora para los demás.

Todos recordamos el pasaje de Emaús, en el que Jesús camina con los discípulos, escucha sus inquietudes y, sólo después, les comparte unas palabras iluminadoras.
A veces parece que nuestras propias comunidades eclesiales son sordas y mudas: no quieren escuchar los gritos de la humanidad (emigrantes, prófugos, jóvenes, parejas rotas, mujeres…), ni a los profetas de nuestro tiempo que nos muestras caminos de libertad y solidaridad. Esa “sordera” nos hace también “mudos”, incapaces de decir palabras significativas, constructoras de humanidad.

Una Iglesia misionera es una Iglesia que escucha, libre de la sordera del orgullo y de la arrogancia. Sólo así podrá ser liberadora.
En la Eucaristía Jesús nos toca con su cuerpo. Pidámosle que cure nuestra sordera y libere nuestra lengua para que podamos ser sus misioneros, curados y capaces de curar a otros miembros de nuestra humanidad. Y en ello encontremos un camino cada vez más claro hacia la comunión con el Padre.
P. Antonio Villarino
Roma