Laicos Misioneros Combonianos

Laicos Misioneros Combonianos PCA, retiro cerrado anual

LMC Guatemala

LMC GuatemalaEl pasado fin de semana 9 y 10 de febrero, los LMC PCA, en Guatemala, vivimos el regalo de nuestro retiro cerrado anual.  Se llevó a cabo en las instalaciones de Casa Comboni, en la ciudad de Guatemala.

Asistimos 18 laicos participantes, fue organizado por el Hermano Humberto Rua, asesor nuestro, y por P. Victor Hugo Castillo, quien generosamente preparó el tema para la meditación de los dos días.

Objetivo del retiro: hacer una parada espiritual para recolectar dentro de nosotros lo esencial de la vida misionera, y tomar fuerzas para iniciar las actividades de este año.

Escudriñando la Palabra de Dios  en el Evangelio de Marcos, el día sábado, reflexionamos acerca de Jesús Hijo de Dios:

*la Buena Noticia es Jesús de Nazaret, hombre y Dios, el crucificado y el resucitado, Jesús es Señor de la historia.  A partir de esta verdad, la misión de la Iglesia es hablar de Dios, no sólo crear comunidades, sino llevar a las personas a hacer una profesión de fe.  Devolver la esperanza que tan frágil es en estos tiempos, y devolver la dignidad a quien cree que no la tiene.

*El Bautismo de Jesús y el nuestro, que nos hace hijos de Dios, se nos da el Espíritu, pero no nos hacemos exentos de las tentaciones, nos defendemos con la Palabra y empieza el anuncio.

*Las tentaciones en el desierto, Jesús venció al demonio con la fuerza del Espíritu.  El misionero no es un súper hombre o una súper mujer, es su experiencia humana la que lo capacita para acompañar a otros.  La vocación es lucha y conquista diaria, camino entre tentaciones y superaciones.

Además hubo confesiones, adoración a Jesús Sacramentado y tiempo para la meditación y el silencio.  Sin faltar la convivencia alegre que solo se vive en las cosas de Dios.

El domingo, “la Misión”, el gran don que Dios nos regala, no hay méritos propios.

*La misión surge cuando el discípulo se siente amado por el Padre.  Y va en busca de sus hermanos, los busca por todas partes.  Este amor no tiene ningún interés. La misión de los discípulos es exactamente la misma misión de Jesús.

*La vida apostólica no consiste en hacer tantas cosas, Jesús ha salvado al mundo, no a partir de lo que ha hecho, sino que a partir de un solo acto: la cruz.

*El más grande aprendizaje: “La misión consiste en enseñar la Palabra de Dios, la Buena Nueva.  La misión no es llevar cosas, dar Palabra es mucho más que dar cosas”

*La obra de Dios es que lo adoren en espíritu y en verdad.  El misionero es un obrero, colaborador de Dios, el anuncio del Evangelio, es el anuncio de la verdad que nos hace libres.

Estas fueron algunas de las enseñanzas del retiro.  Podría escribir mucho más, pero a grandes rasgos, en estos temas meditamos a partir de la Palabra.

Terminamos compartiendo un delicioso almuerzo.

Bendito Dios que nos ha llamado y nos capacita para “Ir por todo el mundo y anunciar la Buena Nueva a toda la creación” (Mc, 16, 15)

“Santos y capaces, haciendo causa común con los más pobres y abandonados”

(San Daniel Comboni)

LMC Guatemala

Lily Portillo, LMC-PCA

Encuentro de Formación – «Comboni: Dios, la Cruz y la Misión»

LMC Portugal

LMC PortugalDurante los días 18, 19 y 20 de enero tuvimos el 5º encuentro de formación de este año, en Viseu. Fue la hermana misionera Comboniana Carmo Ribeiro quien nos acompañó este fin de semana tan lleno, tan rico, tan intenso, sobre el tema “Comboni: Dios, la Cruz y la Misión”. Comenzamos por una cosa que consideré muy relevante y que me hizo pronto comprender que el fin de semana sería muy bueno. La hermana Carmo comenzó por darnos un título ligeramente cambiado, más completo: Comboni: Dios, el Corazón del Hijo en la Cruz, como Buen Pastor y la Misión. Y desde ahí empezamos a ver la grandeza de Comboni y de su carisma.
Fuimos viendo a lo largo del sábado aquellos que son y que se han convertido en los grandes pilares de la vivencia de Dios en Comboni. En primer lugar la Confianza en Dios y el profundo sentido de que su vida es de Dios. Comboni siempre dio tiempo a la oración, al silencio e incluso en las tribulaciones confía plenamente y entrega su vida en las manos de Dios. Es de ahí que viene la vocación de Comboni y es siempre a Él que recurre, es siempre en Él que vive y que va haciendo luz en su camino. Esta profunda relación me fascina y me hace ver cómo todavía estoy tan lejos de esta vida entregada y de confianza.
En segundo lugar, el Amor del Corazón traspasado de Cristo Buen Pastor, que dio la identidad y el carisma Comboniano. Es desde una experiencia mística de oración que surge esta fuerte conexión con el corazón traspasado de Cristo Buen Pastor, es de este corazón que Comboni bebió y se fortaleció y fue de aquí que creció su vocación y entrega a la misión. Este corazón que moldeó la forma en que Comboni vivió y que siempre debe moldear nuestra vida. Seamos capaces de tal confianza y entrega.

En tercer lugar, el Amor a la Cruz, la cruz que nos salva. Este sentido de que la cruz, el sufrimiento, las dificultades al ser vividas ¡generan vida! Comboni experimentó el ser pequeñito, abrazó la cruz como su esposa y fue salvado por Dios, por su Amor.
Después, el Cenáculo de Apóstoles, es decir, la comunidad como centro donde la misión se realiza, dentro de sus riquezas, fragilidades y dificultades. Con lo que cada uno es y lo que cada uno es capaz de dar de sí. Y el saber que la comunidad empieza en mí y que la vulnerabilidad nos hace hacer más comunión que nuestras cualidades.

LMC PortugalEn quinto lugar, María, como Madre de la Iglesia y Madre de África. María, que preparó y acompañó siempre a su hijo Jesús, es parte del cenáculo también. En María Comboni ve a la madre de los negros y el apoyo de los misioneros. Y es en ella también que debemos buscar nuestra inspiración, nuestras dudas y poner en sus manos nuestra vida.
Después San José que es también uno de los pilares del carisma Comboniano, el que guardó el mayor tesoro, lo mejor que Dios tenía: Jesús y María. San José que siempre guardó y administró los bienes que Dios le dio y que nunca fueron de él, con silencio, intención recta y un cuidado para que nada les faltase.
Es también en la oración y en el celo que se establece otro pilar de la vida de Comboni en Dios, el sentido de la importancia y de la fuerza de la oración permanente y siempre en el sentido de velar y cuidar de la misión.
Y finalmente, y no menos importante, el sentido de Iglesia, de pertenencia, de ser uno con los demás. Y por encima de todo, obediencia y respeto por las decisiones que la Iglesia tomaba, pero sin olvidar nunca la misión que Dios le había dado, para llevar a cabo el Plan para la Regeneración de la Nigricia.
Bueno, por encima de todo guardo en mi corazón todos estos pilares Combonianos, y siento que los debo buscar también para mi vida. Fue un día intenso, de muchas cosas compartidas, muchos aprendizajes. Hay que rezar todo esto a Dios para que se ilumine el camino a la luz de Comboni.
Terminamos la tarde con una oración, con un gesto sobre alegrías y cruces, una oración comunitaria, donde sentí este cenáculo del que Comboni nos hablaba, donde nuestras fragilidades, alegrías, cruces y miedos fueron puestos en comunión con Jesús y los unos con los otros. Fue una oración muy marcada, intensa y donde conseguí ver el rostro de Jesús allí reflejado.
Por la noche vimos la película “De hombres y dioses”, sobre una comunidad de monjes en Argelia, que viven la difícil elección de huir o continuar junto al pueblo y la misión a la que fueron enviados. Es una película muy intensa, con mucha vida, sobre fe, comunidad, entrega, misión… Sobre el amor de Jesús que se hace presente en cada uno y sobre una entrega total y desmedida, dentro de las fragilidades de cada uno. Una película que ayudó en cierta forma a visualizar toda la vivencia Comboniana de la hablamos y aprendimos durante el día.

En el Domingo tuvimos el testimonio de la hermana Conceição, que compartió su vivencia misionera y comunitaria. Guardo en el corazón su intensidad a hablar de la misión, de la belleza de la comunidad, de las maravillas que Dios estaba trabajando en las misiones donde estuvo y el sentido de arriesgar en nombre de la misión. Este arriesgar que a veces parece locura pero siempre en la confianza en Jesucristo y en Comboni.
Además de todo esto, que es tanto y tan bueno, tuvimos un fin de semana muy afortunado, donde compartimos café en casa de las hermanas misioneras Combonianas, que con tanto cariño nos recibieron. Tuvimos la presencia del Padre Luís Filipe que nos acompañó en todo el fin de semana y que fue dejando su testimonio como misionero Comboniano y la hermana Conceição que nos dio su testimonio y que compartió tanto de ella misma con nosotros. Hemos tenido también la alegría de vivir la Eucaristía con Artur Valente, con el Padre Luís Filipe y con la hermana Conceição y así, de cierta forma, conmemorar los orígenes e inicios de los Laicos Misioneros Combonianos.
Podría seguir escribiendo cosas que viví, sentí y aprendí este fin de semana pero por encima de todo está la certeza de que la vida de Comboni es intensa e impactante y que su fe lo llevó por los caminos más bonitos de la vida y de la misión.

Que pueda digerir todos estos aprendizajes y rezar a Dios para aclarar el camino a seguir.

LMC Portugal
Ana Isabel Sousa

21 años de vida, “y vida en abundancia”

LMC Portugal

LMC PortugalEs día de agradecer al Señor por el camino que hemos hecho como Laicos Misioneros Combonianos. Hoy cumplimos 21 años de historia y misión; 21 años desde aquel 25 de enero de 1998 en el que iniciamos este camino de discernimiento y formación para Laicos, animados por el Espíritu Santo y por San Daniel Comboni, en Maia.
Ha sido un camino muy bonito. Un camino hecho a los pies de la Cruz, delante del Señor. Y es de este camino que brota la misión -la que está hecha de obras de Dios que “nacen y crecen a los pies de la Cruz”. Un camino como familia, inspirados por San Daniel Comboni que nos conduce a “Salvar África con África” ​​- esta maravillosa África que hoy en día ya no tiene límites, que está en nuestras periferias.
LMC PortugalMuchos fueron los que con nosotros caminaron. Unos fueron, otros continúan comprometidos como LMC, pero todos, de algún modo, fuimos dejando buches y gotas que completan hoy este océano de amor que somos y que une continentes. A todos los que nos acompañaron y nos siguen acompañando se lo agradecemos desde el fondo de nuestro corazón.
LMC PortugalEn estos 21 años fueron varios los LMC que vivieron su vocación misionera en diferentes lugares más allá de nuestras fronteras: en Mozambique, Brasil, la República Centroafricana y Perú. Hoy seguimos difundiendo nuestra alma misionera en estos mismos países: Marisa en Mozambique; Liliana en Brasil; María Augusta y Cristina en la República Centroafricana; Paula y Neuza en Perú. Por no hablar de todos aquellos que están comprometidos y que se encuentran en Portugal, en la periferia, en sus familias, en la vida, tratando de vivir la misión que Dios pide de ellos, y todos los candidatos que buscan desde el discernimiento en el carisma de San Daniel Comboni la llamada de Dios.
Misioneros en Cristo y por el bautismo, avanzamos como nos animaba San Daniel Comboni:
«Tengan siempre los ojos puestos en Jesucristo, amándole tiernamente y procurando entender cada vez mejor lo que significa un Dios muerto en la cruz por la salvación de las almas» (Escritos 2721).
LMC PortugalY este salvar almas para Comboni iba mucho más allá de una simple evangelización: la salvación de la humanidad en la pasión y en la muerte de Cristo, que nace y vive de la identificación del misionero con este misterio pascual, en este morir para nacer, para vivir. “Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, se queda solo, pero si muere, produce mucho fruto”. – (Jn 12,24)
Con mucho ánimo seguimos el camino, las huellas de San Daniel Comboni, de manos entrelazadas para que su obra no muera, un camino de ardua y entusiasmante misión entre los pueblos y naciones sedientos del amor de Cristo.

LMC Portugal

LMC Portugal

La Iglesia de Cristo en misión en el mundo

Logo-mes-misionero-ES

Logo-mes-misionero-ESEsta guía para la celebración del Mes Misionero Extraordinario, con el tema “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo”, es un texto elaborado por iniciativa de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y las Obras Misionales Pontificias, que contiene aportaciones de todo el mundo y se dirige a los cristianos de todo el mundo. Un texto hecho posible gracias a la intervención de las Direcciones Nacionales de las Obras Misionales Pontificias presentes en los distintos países.

El propósito de la Guía es servir a cada diócesis en sus necesidades de formación y animación misionera, preparando a los fieles a vivir el Mes Misionero Extraordinario querido por el Papa Francisco con ocasión del centenario de la promulgación de la Carta Apostólica Maximum Illud del Papa Benedicto XV (30 de noviembre de 1919).

La Guía ayudará a inspirar la creatividad de las Iglesias locales y de los fieles para abordar los desafíos inherentes a la evangelización a partir de la missio ad gentes y de su propio contexto, sin ninguna pretensión de exhaustividad o de sistematicidad en la reflexión teológica o catequética sobre la misión.

Las partes que componen la Guía corresponden a las dimensiones espirituales, indicadas por el Santo Padre al convocar el Mes Misionero Extraordinario: el encuentro personal con Jesucristo vivo en la Iglesia, el testimonio de los santos y mártires de la misión, la formación catequética a la misión y la caridad misionera. El texto, además de en español, está publicado en inglés, italiano, francés y portugués. Este próximo febrero se publicará la versión en papel.

Guia

 

 

 

 

Obstáculos al amor de Dios como cristianos

obstaculoHemos observado muchas veces un camión que lleva una carga pesada subiendo una montaña. En el lado inclinado de la montaña, el conductor tiene poco trabajo y en el carril de subida, hay una gran cantidad de humo que sale y el conductor necesita mucha atención para manejar el carril de subida. El conductor sube con determinación porque sabe que el carril terminará y se relajará, por lo que no se da por vencido en su tarea de llevar las mercancías al destino requerido. Puedo comparar la confianza en nuestra vida cristiana con este escenario de un conductor de camión que tiene que hacer todos los engranajes de acuerdo con la tarea a realizar. Muchas veces en nuestra vida cristiana, nos encontramos con personas que nos dicen que es muy difícil seguir a Cristo. Una vez que se deciden a seguir a Jesús, se enfrentan a situaciones que les hacen perder entusiasmo y sienten que el fuego que arde por amor a Dios se debilita poco a poco. Nuestra vida cristiana se compone de muchos obstáculos que nos encontramos. Por mucho que tengamos fe en Dios y prometamos mantenernos cerca de Dios en todo momento, hay algunas cosas que nos crearán fricciones en el camino de nuestra vida cristiana para amar a Dios en todo momento. Dios nos creó a su propia imagen y semejanza, Génesis 1: 27-28. Y Jesús vino a cumplir esto en el Nuevo Testamento cuando dijo… He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia Juan 10:10. Puede que no sea fácil para nosotros sentir esta plenitud de vida en Jesús a diario, a menos que seamos conscientes de como en nuestro interior a veces lo rechazamos. Me encuentro con muchos casos de auto-rechazo en mi trabajo diario en el hospital y en las clínicas y familias con toda clase de personas, jóvenes y mayores, laicos y religiosos, y aquellos que no tienen fe en Dios. De acuerdo con las diferentes consultas con pacientes, enseñanzas en general y Catecismos de la Iglesia Católica que el escritor ha encontrado, él ha venido a compilar estas como algunas de las causas del auto rechazo que afectan nuestro amor por Dios. Estas causas, cuando profundizamos para descubrir los detalles, son las mismas, independientemente de quién sea la persona que presenta estos escenarios y afecta a todas las personas de todos los ámbitos de la vida.

¿Cómo puedo saber que tengo auto-rechazo?

  • Cuando siento que me falta algo, no estoy satisfecho con lo que soy, mi origen familiar, mi tribu y mi raza, el color de mi piel, mi estatus social, mi trabajo y muchos otros. En este caso, Dios no puede encontrar una manera de usar su amor en mí ya que carezco de autoestima.
  • Estar insatisfecho con la forma en que Dios me creó siendo negro, marrón o el color de mi piel, bajo o alto, gordo o delgado. Cuando observamos a personas gordas que desean adelgazar y viceversa y muchos otros temas relacionados sobre cómo fuimos creados, entonces estamos presenciando el auto rechazo en esa persona y dicho rechazo se podrá proyectar a otras personas como hijos, cónyuge, Hermanos, comunidad, lugar de trabajo y otros.
  • A veces, una persona se siente condenada por algunos pensamientos más íntimos y esto los hace sentir culpables y condenados, y esas personas temen que se les llame y es peor en los casos de asumir una responsabilidad.
  • También observamos a personas que desarrollan una actitud de “No me importa”, con una audacia extraordinaria y esas personas suelen ser un dolor de cabeza para la Comunidad.
  • Estar cerrado a los demás. Una persona no quiere estar abierta a los demás y quiere estar separada de los demás en todo momento y no saber nada de los demás.
  • Sentimiento de necesidad de aislamiento/soledad total de los demás, sentimiento de paz cuando está solo en todo momento y esta soledad no puede ser equivalente a la vida solitaria de ninguna manera. Estas personas están pegadas a su teléfono, televisión, periódicos, radios, novelas y cualquier otra cosa a su disposición todo el tiempo.

Dios nos creó para que podamos disfrutar de la compañía mutua, pero no para ser segregados o aislados unos de otros, peor en nuestras comunidades y familias.

Algunas causas del auto-rechazo.

Esto puede ser el resultado de algunas otras cosas, aunque no se limiten a estas;

  • Niño no deseado en el útero de la madre, que se extiende hasta años posteriores en la vida, esto es peor cuando algunas niñas conciben en la escuela / universidad y, por lo tanto, abandonan la escuela.
  • Cuando un niño nace en un lugar no deseado; en la familia, automóvil, mercado abierto, en el lado de la carretera, un lugar que no sea el hospital y no deseado por el padre en la mayoría de los casos, por lo que es una vergüenza para él y su familia
  • Las familias que se separan, comúnmente por divorcio, la violencia doméstica, el auto-rechazo y el aislamiento, lo que hace que un niño añore el amor del padre / madre todo el tiempo y no encuentra a nadie que le dé este amor parental incondicional.
  • Falta el amor del padre que siempre está ausente por trabajo u otros momentos sociales sin la familia, tal rechazo realmente entra en los niños y los tortura en los años posteriores de sus vidas.
  • Muchos padres y tutores tienden a comparar a los niños / algunos adultos con otras personas que juzgan que son mejores o incluso a compararlos con animales salvajes y domésticos o personas malas o personajes malos en las películas. Esto trae un complejo de inferioridad a los niños que interiorizan que son inútiles y que no tienen lugar en el corazón de nadie, incluidos sus propios padres biológicos.
  • Abuso infantil: brutalidad hacia los niños por parte de los padres, familiares, tanto físicos como verbales, que llevan a muchos niños a las calles comúnmente en los países en desarrollo, como Uganda, que terminan siendo víctimas de infecciones y enfermedades relacionadas con el VIH / SIDA, matrimonios precoces.
  • Falsas promesas con la esperanza de un matrimonio que provoca una profunda herida de desconfianza hacia cualquier persona, ya que el amor ha sido traicionado o maltratado.
  • Experiencias de guerra, al ver a personas asesinadas, a mujeres y niñas violadas y obligadas a abusar de sus propios padres, hermanos en términos de violaciones y asesinatos perpetrados por personas bien conocidas por la comunidad y algunas de ellas son prominentes en la sociedad, incluida la Iglesia.

Todo esto traerá dudas sobre Dios y el significado de la vida para las víctimas y los miembros de la familia. Todos estos problemas anteriores se prolongan en un plazo muy largo en la vida, a veces hasta la edad adulta, pueden engendrar los 5 demonios en nuestra vida o en la vida de otros llamados odio, miedo, miedo irracional, sensación de ser inferior y complejo de persecución / autocompasión.

Estos 5 demonios causan lo siguiente en nuestras vidas o en las vidas de otros;

  • Nos impide ver lo que es malo en nosotros mismos, por lo que no vemos nuestros propios errores.
  • Nos hacen ver a otras personas como malas para nosotros, donde siempre somos los buenos.
  • Proyección de problemas, es decir, contando su propio problema en otras personas, su dinero.
  • Conduce a enfermedades psicológicas tales como; úlceras, asma, presión arterial alta, dolor de cabeza y muchos otros.

A menos que las causas internas se eliminen con oraciones de arrepentimiento y asesoramiento, que normalmente son combinaciones de muchos factores, nunca se librará del auto rechazo en la vida. Nunca debemos tomar las oraciones como magia, como si quisieras comida, y ahí está lo que tiene que ver con probar a Dios.

Veamos las manifestaciones de estos 5 demonios en nuestra vida;

ODIO

  • ¿Tengo espíritu de venganza cuando estoy ofendido?
  • ¿Soy muy crítico con otros, es decir, con críticas negativas?
  • ¿Me siento mejor que los demás?
  • ¿Disfruto cuando otros están sufriendo?
  • ¿Soy impaciente con los semáforos?
  • ¿Me molesto cuando alguien conduce mal?
  • ¿Oprimo a los débiles?
  • ¿Disfruto al tener gente debajo de mí?
  • ¿Disfruto humillando a otros?
  • Cuando tengo problemas, ¿obtengo las soluciones en otros? Cuando alguien muere es el responsable de eso… como muchos siempre dicen.
  • ¿Tengo el espíritu que sospecha que los demás hablan de mí?, es decir, que me miran siempre mal
  • ¿Estoy celoso de la manera en que los demás caminan, se visten?
  • ¿Me siento inclinado a adular a los demás o burlarme de ellos diciendo cosas buenas sin querer decirlo?
  • ¿Tengo pensamientos agresivos, acciones, palabras, intolerancia sobre opiniones opuestas?

MIEDO IRRACIONAL

  • ¿Me echo atrás cuando tengo una tarea?
  • ¿Siento la tentación de dejar ir algo que me molesta, es decir, escapar de los demás o de la realidad?
  • ¿Me siento inferior ante mis Superiores?
  • ¿Siento sufrimiento mientras me mantengo tranquilo, es decir, sufriendo en silencio?
  • ¿Temo depender de los demás? Vemos que el bosque está formado por diferentes árboles, que paralizan las plantas de los árboles grandes para alcanzar la luz del sol. No es evitable el depender de los demás.
  • ¿Me niego a colaborar con otros?
  • ¿Necesito que mi radio o televisión estén encendidas para distraerme por temor al silencio?
  • ¿Tengo miedo al futuro o soy supersticioso?

SENTIMIENTO IRRACIONAL DE CULPA

  • ¿Siento que tengo pecados no perdonados?
  • ¿Tengo algo en el pasado que oculto a todo el mundo y sobre el que no quiero pensar, hablar o incluso discutir?
  • ¿Busco permanecer oculto cuando estoy solo, con otros?
  • ¿Siempre tengo dudas sobre mis habilidades morales?
  • ¿Hago o siento hacer algo en contra de mi naturaleza?
  • ¿Soy escrupuloso con mi vida moral?

COMPLEJO DE INFERIORIDAD

  • ¿Prefiero estar solo? Quien construye cerca de un bosque si se le acusa de bailarín nocturno, nadie lo negará (dicho africano)
  • ¿Estoy agitado con los demás o quiero estar solo todo el tiempo?
  • ¿Soy susceptible o crítico de los demás en todos los asuntos? Primero quita la paja de nuestro ojo como el Señor nos dice Mateo 7: 5
  • ¿Me deprimo fácilmente?
  • ¿Doy excesiva importancia a los demás por su éxito?
  • ¿Me humillo ante otros que son inferiores a mí, no expertos en mi campo y en todos los asuntos vistos? ¡Esto es enfermedad!
  • ¿Busco compensación al soñar con cosas que son imposibles de obtener?

COMPLEJO DE PERSECUCIÓN

  • ¿Me lamento internamente de no ser entendido por todos?
  • ¿Tengo miedo de ser rechazado o no estimado en la comunidad?
  • ¿Hablo con frecuencia de injusticia o errores imaginarios en lugar de imaginar soluciones?
  • ¿Tengo la costumbre de quejarme del trabajo, lugares, situaciones o conversaciones negativas?
  • ¿Siempre hablo de mis propios méritos, es decir, habría obtenido esto, eso…?

Camino a seguir

El primer paso para superar esto es aceptar y creer que hay un problema con usted para que pueda buscar una solución relevante en consecuencia.

La oración es la única solución para superar este problema después de buscar asesoramiento espiritual del director espiritual o de otra manera. Esto influirá energética y profundamente en nuestra mente y espíritu para ser dirigidos hacia Dios.

Esto nos llamará a tener una reflexión y una contemplación muy profundas hacia Dios y tener una voluntad fuerte y un amor suficiente para Dios. La oración de conversación/arrepentimiento en tales circunstancias ayuda a sanar/curar nuestra falta de reflexión sobre nuestras actividades.

Dios escucha nuestras oraciones y, por tanto, necesitamos que el espíritu de perseverancia espere la voluntad de Dios en nuestra vida, como pedimos en la fe, convencidos como un agricultor que siembra maíz y que espera que el maíz germine y de frutos con una buena cosecha al final. Lo que llevará tiempo y paciencia. También debemos recordar que nuestras oraciones y respuestas se corresponderán con nuestras acciones para poder colaborar con Dios.

Nuestros Padres espirituales nos dan una hermosa lección sobre tales desafíos en la vida cuando dicen: “Feliz es el hombre”, dice el querido San Francisco de Asís, “que no se preocupa ni se lamenta de nada en este mundo, pero lleva una vida santa, sin ningún apego excesivo, y se abandona alegremente a la voluntad de Dios”. Esto es muy cierto, porque tenemos problemas con nosotros mismos cuando estamos apegados a cosas materiales o placeres y fama mundanos, que son orgullo y egocentrismo que nos impulsan a oprimir y privar a otros de sus debidos elogios y reconocimiento. San Francisco de Sales, sabiendo que todos los accidentes de la vida, sin excepción, ocurren por orden de la Providencia, descansaba ​​en Él con la mayor tranquilidad, como un niño en el seno de su madre. Este gentil santo estaba tan lleno de una confianza tan grande en Dios que en medio de los mayores desastres, nada podía perturbar la paz de su alma. “No puedo dejar de ser persuadido”, dijo a menudo, “que el que cree en una Providencia infinita, que se extiende hasta el gusano más bajo, debe esperar lo bueno de todo lo que le sucede”. Con el mismo espíritu, San Vicente de Paúl nos exhorta: “Pongamos nuestra confianza en Dios y establezcámonos en una dependencia total de Él. Entonces, no temamos lo que los hombres puedan decir o hacer contra nosotros, todos se beneficiarán de nosotros. Sí, “Si toda la tierra se levantara contra nosotros, nada pasará, sino lo que Dios quiera, en quien hemos establecido nuestras esperanzas”. Dice el autor del “Combate espiritual”: “Nada es imposible para Dios, ya que su poder es infinito. Nada es difícil para Dios, ya que su sabiduría es igualmente infinita. Por lo tanto, rendirse a través de las oraciones para permitir que se haga su voluntad en todo lo que suceda”.

Para nosotros es la mejor ofrenda que podemos ofrecerle en nuestras actividades como laicos misioneros combonianos que nos hemos comprometido a hacer. Dios desea nuestro bien con un deseo infinito, ya que su bondad es ilimitada. Se nos dice que Dios no nos envía a llevar una carga más allá de nuestras posibilidades y Él es consciente de todo lo que nos sucede y simplemente decimos con nuestra amada Madre María que se haga de acuerdo a tu voluntad, Lucas 1:38. Lo que puede ser una gran bendición si conseguimos vivir cada día, es decir, vivir cada día como viene, uno a la vez. Cualquiera puede llevar su carga, aunque sea pesada, hasta el anochecer. Cualquiera puede hacer su trabajo, aunque sea difícil, por un día. Puede vivir con dulzura, paciencia, amor, puramente, hasta que el sol se ponga. Y esto es todo lo que la vida significa para nosotros: solo un pequeño día de cada vez: “Cumplir con el deber de hoy; pelee las tentaciones de hoy, y no se debilite ni se distraiga mirando cosas que no puede ver, y no podría entender si las vio”. (Lasance, FX (Francis Xavier), 1860-1946. Mi libro de oraciones; felicidad En bondad: Reflexiones, consejos, oraciones y devociones. New York Benziger Bros.). Dios nos da las noches para cerrar nuestros pequeños días y siempre debemos recordar darle las gracias por el regalo de cada día, independientemente de lo que el día nos trajo. Tanto lo bueno como lo malo, todo lo cual tiene un propósito para que identifiquemos a Dios en lo que nos está sucediendo cada día.

San Daniel Comboni lo expresa hermosamente para recordarnos en nuestro viaje misionero que: Todas las cruces y adversidades solo servirán para fortalecer el Espíritu de los miembros, quienes son fieles a esta tarea santa y están decididos a poner la misión en el camino de cierta prosperidad. Porque las obras de Dios siempre han nacido y crecido al pie del Calvario (Cruz) y deben, como Jesús, pasar por el proceso de la pasión y la muerte para alcanzar la resurrección (Mensaje de San Daniel Comboni, MDC 236). Cuando seamos capaces de tener esta frase frente a nosotros en todos los momentos de nuestra vida, abrazaremos todos los sufrimientos con los brazos abiertos como Laicos Misioneros Combonianos, sabiendo que no hay Pascua sin Viernes Santo. Fortalecernos con nuestra debilidad para encontrar a Dios en todo lo que pasamos como sus seguidores e imitar a nuestra querida Madre María, poniéndonos a trabajar el Sagrado Corazón de Jesús en nuestra vida bajo la inspiración de San José, nuestro modelo en la vida familiar.

Que podamos estar los unos para los otros, para sostenernos las manos cuando vengan momentos difíciles en nuestro diario viaje cristiano, mientras cantamos a diario nuestro hermoso Himno … He decidido seguir a Jesús … sin volver atrás, sin volver atrás … Que siempre seamos uno en Jesucristo, nuestro Señor … ¡Amén!

Eric Ezati

Laico Misionero Comboniano, Uganda