Laicos Misioneros Combonianos

Misa de envío de la LMC Carolina Fiúza

Carolina
Carolina

Mis queridos amigos y amigas,

Mi corazón está plena y muy agradecido por tantas bendiciones y por el amor recibido el 12 de mayo, donde en mi parroquia – Santa Eufemia – se celebró mi envío. Fue una ceremonia muy bonita… y no sólo la ceremonia, sino todo el día en general y la animación misionera, fueron momentos de compartir mucho y de gran fraternidad.

Mi AGRADECIMIENTO A TODOS por estar unidos en oración. Me siento afortunada… por teneros a vosotros como familia y por tantos amigos que me aman y me dan fuerza. ¡GRACIAS!
 
Para quien no pudo estar presente en la Eucaristía, comparto las palabras que dirigí a todos.

Animacion Misionera

Mi querido Padre del Cielo,

Esta es una oración de tu hija muy amada, Carolina de Jesús Fiúza, que hoy, con la fuerza de esta comunidad, es enviada por dos años a amar al pueblo de Etiopía.

Desde hace tiempo oigo tu invitación resonando dentro de mí y que me dice:

“Navega mar adentro y lanza las redes para pescar. No tengas miedo: vienes conmigo, serás pescadora de hombres. ¡Ven, sígueme!”

A Ti te agradezco esta invitación y con mucha alegría que, como María, digo SÍ, ¡Hágase en mí según tu palabra!

A Ti mi mayor AGRADECIMIENTO pues este Sí es fruto de una relación entre los dos. A Ti te repito muchas GRACIAS por no desistir conmigo y porque confías en mí. A Ti también te agradezco por todas estas personas que están aquí de las más diversas formas, física o espiritualmente. A Ti te agradezco estas mil vidas que, muchas veces, sin saberlo, son también mil vidas para la misión, tal como pedía San Daniel Comboni: las mil vidas para la misión. Te agradezco el coraje y la fuerza que dan a mi Sí y la confianza que en mí depositan.

A todas estas personas y a Ti os agradezco y prometo: prometo errar, fallar. ¡Es la condición humana! Sin embargo, prometo intentar mejorar siempre, prometo aprender, escuchar, callar, aceptar, entender, compartir lo que soy, recibir lo que son… y, sobre todo, AMAR. Prometo entregarme totalmente al pueblo etíope y hacer lo que pueda, con lo que tengo, donde esté.

Me miro y me veo pequeña. Pero con mis limitaciones, con lo que traigo en mi mochila, me quiero entregar a Ti y partir hacia los más pobres y necesitados, inspirada por San Daniel Comboni. Confío en Ti. Confío en que Tú no eliges a los capacitados, sino que capacitas a los escogidos. Así, confío que me darás las capacidades para amar a este maravilloso pueblo de Etiopía, donde Tú ya estás desde siempre.

Tal vez muchos no entiendan por qué elijo partir en misión. Comprendo y acepto la incomprensión de muchos. Y agradezco el apoyo que, aun así y de forma incondicional, me dan. Tal como mi querido padre dice, “¡el bien puede hacerse en muchos lados!”. Y no es mentira…, sin embargo, Tú mi Padre del cielo, Tú que eres un solo Cuerpo, pero con muchos miembros y cada miembro con su función, Tú nos llamas a todos a ser misioneros, de formas muy distintas. Hoy y a mí, sé que me llamas a partir, me llamas así a ser grano de trigo que muere en la tierra para que nazca fruto. Y esto es un misterio. Tal como el misterio de tu Hijo muy amado que murió en la cruz. Al igual que Él, también doy mi Sí, dispuesta a hacer nacer y crecer la misión a los pies de la Cruz. ¿Conseguiremos alguna vez entender este misterio de la muerte de Jesús en la Cruz, mi Padre? Tal vez no. De la misma manera, tal vez no sea entendible mi Sí para muchos. Es un misterio, también. También para mí la misión que me entregas en las manos es un misterio. Pero, aun así, digo Sí. Digo Sí confiadamente porque sé que nunca, pero nunca me abandonarás.

Dios mío, Tú sabes la GRATITUD que guardo dentro a tantas personas. Sin oportunidad de mencionar todas, ¡agradezco en especial a mi familia, que me da sentido, que me dio genes de misionera!

Te agradezco en particular la vida de mis padres, Edite y Manuel Fiúza, que me educaron de la mejor manera que sabían. Sin ellos, mi vida, valores, dones… todo lo que soy, de ninguna manera sería posible. Te agradezco sus vidas y el fruto de tu creación que soy yo hoy, este don que soy y que quiero poner a rendir. Te agradezco porque les da la capacidad de amarme y apoyarme incondicionalmente, aunque a menudo no entienden mis decisiones. Te pido que los guardes, que mires siempre por ellos y que siempre les des la fuerza para luchar por la Vida, tal como me enseñaron a hacerlo.

Te agradezco la vida de mi novio, Hélder Neves, que desde siempre me ha apoyado y me ha dado la fuerza en los momentos de mayor duda. Te agradezco el amor que nos une y que sólo puede venir de ti. Y sé que este Sí no es sólo mío, sino de ambos. También él acepta la invitación de vivir en misión conmigo. ¡Y esta misión la aceptamos con mucha confianza! Te pido que cuides siempre de él, acogiéndolo en tus brazos. Y que lo que Tú uniste, el amor que nos une a los dos, jamás osemos separar o dañar. ¡Danos la confianza y el coraje de mantenernos siempre uno!

Te agradezco por la vida de todos los parroquianos de mi “tierra, que hermosa de tierra”, esta hermosa Santa Eufemia. Esta tierra que me vio crecer y que me acompañó en la vida y la fe cristianas. Entre catequistas, grupos de coro, sacerdotes que aquí ya conocí (y ya son tres), y tantas personas que hoy miro y de las cuales llevo lo mejor… te agradezco la vida de cada uno. Un agradecimiento especial al Padre Nuno Gil, cuya jovialidad y fuerza para llegar a todos no me dejan indiferente. Te pido que le sigas dando ánimo para continuar conduciendo y construyendo tu Reino aquí en la Tierra.

Y, por fin, y sabiendo que tendría que agradecer a muchas otras personas, Te agradezco por toda la Familia Comboniana. Te agradezco por ser luz en este camino en que busco a diario descubrirte y enamorarme más y más por Ti. Te agradezco por el ejemplo que cada uno es para mí de vida inspirada en San Daniel Comboni y por posibilitar que entienda cada vez más y mejor mi vocación misionera. Les agradezco verdaderamente porque en mí confían la misión en Etiopía, y Te pido que consiga siempre ser lo mejor de mí como LMC.

Dios mío, tú sabes lo que traigo dentro, más que nadie. Tú sabes cuánto duele dejar el amor que tengo aquí. Pero tú también sabes cuán feliz estoy pues, allí donde voy también me espera el amor. Porque voy al encuentro el amor, siguiendo los pasos de quien me invita.

Bien sabes, que éste nunca será un Adiós, sino siempre un hasta pronto.

Hasta pronto mi comunidad. Nunca tengan miedo de dar su Sí, pues Dios, como Padre misericordioso, nunca os abandonará. Os dejo un recuerdo: una cruz típicamente Etíope (que incluso os fue enviada por una hermana misionera Comboniana de Etiopía), para que recuerden que todos formamos parte de una misma cruz, la Cruz de Cristo. Rezad por mí y por el pueblo y misión en Etiopía. Confiar en que nosotros también rezamos por vosotros.

Carolina Fiúza, LMC

Noticias de Nairobi Kenia

Escuela
Escuela

Una reunión de la AEFJN ANTENA KENYA, tuvo lugar en las instalaciones de la RSCK (Conferencia de Religiosos de Kenia).

Después de ver algunas preguntas de interés sobre el mundo actual, la relación de Europa con África, las próximas elecciones europeas, algunos movimientos sociales y la forma de organizar la participación en la próxima reunión con un representante de la AEFJN en Bruselas, (quizás para solicitar apoyo económico), en Uganda; con el lema “pensar globalmente, actuar localmente”; se hicieron algunas reflexiones sobre la situación de Kenia.

Todos los participantes sintieron la urgencia no solo de reunirse, sino también de actuar.

Una propuesta interesante fue pedir a la Conferencia Episcopal que levante la voz sobre los salarios de los trabajadores (en constante disminución) frente a las buenas asignaciones para los parlamentarios (en aumento).

La importancia de la educación superior para los religiosos, tanto hombres como mujeres, fue un punto relevante.

Ese fue el momento de presentar correctamente el “INSTITUTO PARA EL MINISTERIO SOCIAL EN MISIÓN” (ISMM) de la “UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TANGAZA” (TUC). THE TANGAZA UNIVERSITY COLLEGE es propiedad conjunta de varias Congregaciones Religiosas. Actualmente el Colegio ofrece certificados, diplomas, licenciaturas y maestrías en sus Institutos.

Pero el “instituto para el ministerio social en misión” (ISMM) está dirigido por los misioneros combonianos, MCCJ, junto con las hermanas misioneras combonianas, CMS, como familia comboniana. Es un instituto de educación superior, fundado en 1994, para capacitar a agentes de “transformación social” para la sociedad, la iglesia, los estados y las instituciones. Ofrece varios programas de diploma, b.a, m.a, y doctorado. No solo para los kenianos sino también para los ciudadanos de los países vecinos. Especialmente en este momento, que Europa parece cerrar las puertas a los estudiantes de África, es de fundamental importancia que todas las congregaciones religiosas, aquí y allá, conozcan estas GRANDES POSIBILIDADES en este Instituto.

¡El instituto, ahora incluso con el programa de doctorado sobre “transformación social” celebra este año sus bodas de plata!

Es realmente un maravilloso logro de la familia Comboniana.

MISION DEL ISMM

La misión de “ISMM” es ofrecer altos estándares de educación que posibiliten el desarrollo de los grandes potenciales de cada alumno para convertirse en un agente “transformador” de la sociedad.

Los programas “ISMM” ofrecen a los estudiantes oportunidades de crecimiento y orientación espiritual que contribuyen a su bienestar, a la adquisición de conocimientos, actitudes y habilidades necesarias para la transformación social de la sociedad. Los programas se centran en la dignidad humana, la justicia social, la promoción, la investigación y el desarrollo, brindando a los alumnos las competencias metodológicas y las herramientas operativas para facilitarlos. De hecho, muchas de las personas graduadas ya están activas en “movimientos sociales” con el objetivo de transformar la sociedad en muchas áreas diferentes, desde políticas y legislaciones hasta iniciativas empresariales, del medio ambiente a la construcción de la paz, la salud, etc.

El “ISMM” es un centro de excelencia e innovación para el aprendizaje de ministerios transformadores y la “transformación social”. El “ISMM” educa y capacita a los agentes para descubrir su vocación personal, comunitaria y de “transformaciones mundiales”. De esta manera los alumnos contribuyen con entusiasmo, creatividad, iniciativa, integridad y competencia profesional a una sociedad donde se valora la dignidad humana, y el desarrollo se entiende como un proceso para aprovechar todo el potencial de la vida humana y la justicia social.

Más allá de esto, ¿por qué es necesario mi énfasis?,

Porque es bien sabido que muchos europeos vienen a hacer “experiencias prácticas en África”, mientras que las naciones ricas(?) ¡¡No quieren dar visados a estudiantes africanos!! ¡Y los estudiantes africanos también deberían tener “experiencia práctica” en el extranjero! Por justicia, deberíamos hacer una fuerte defensa de ellos…; para esto….!!! Es un tema muy comboniano. ¡Podemos hacer nuestro mejor esfuerzo para crear conciencia incluso entre los parlamentarios de la Unión Europea sobre este tema! Y hacer una campaña efectiva sobre este asunto.

¡Es por África! ¡Es por los africanos! ¡Es por el mundo! ¡Es por el Reino de Dios!

Directamente desde Kenia,

Hna. Teresita Cortés Aguirre CMS

Noticias de la misión en República Centroafricana

RCA
RCA

Desde la Misión de Mongoumba (República Centroafricana) la LMC María Augusta escribe para el Diario de su parroquia – El Astrolabio.

He venido aquí a Bangui [capital de la República Centroafricana], porque el padre Fernando sufrió un accidente y está aquí en el hospital. Él tuvo el accidente cuando volvía de Mbaiki [Mongoumba pertenece a la Diócesis de Mbaiki], después de participar en la Misa Crismal. Iban con él la LMC Cristina y al padre Maurice y atrás viajaban siete personas. Afortunadamente Cristina y el P Maurice no resultaron heridos ni con grandes dolores físicos, pero siempre e s difícil asumir emocionalmente un accidente. Sin embargo, pudieron estar siempre al lado del padre Fernando, que era lo más importante y necesario.

Las personas que iban detrás tuvieron algunas heridas, pero, afortunadamente, nada de grave, sólo uno de ellos fue hospitalizado, pero no estaba mal, gracias a Dios. El padre Fernando salió despedido por el cristal de la puerta. Tuvo dos traumatismos: uno en la frente junto a los ojos y otro detrás. Fue operado el domingo de Pascua y todo corrió bien.

Ana y yo llegamos el martes [a Bangui] y nos quedamos en el Postulantado, porque se estaba celebrando la Asamblea de los Combonianos. Pasamos la Pascua muy preocupados, porque no sabíamos cómo estaban… Cuando vimos al padre Fernando todavía estaba mal. Sólo hoy he venido un poco a la Maison Comboni [casa de los misioneros Combonianos en Bangui], porque hemos estado muy ocupadas con él. Gracias a Dios, él se ve mejor día tras día. Todavía necesita comer todo pasado, porque la mandíbula superior no toca la inferior y así no puede masticar. Tenemos esperanza de que a nivel de cabeza estará todo bien, porque él habla bien y todos los sentidos funcionan… Damos muchas gracias a Dios, que protegió a todos los que viajaban. La Providencia Divina estaba con ellos, porque el accidente ocurrió a 1 kilómetro de la Misión de Mbata y también porque apareció un vehículo que los transportó al hospital de la villa (donde el padre Fernando fue suturado) y luego hasta Bangui.

El padre Fernando será trasladado a Benín a hacerse un TAC de cabeza, para verificar si está bien, y después descansar y recuperar fuerzas para continuar la misión que el Señor tiene para él. ¡Tengo confianza que va a estar todo bien, con la gracia del Señor!

Cristina se hizo exámenes y está todo bien. ¡Ella ha ayudado mucho al padre Fernando! Ella se quedará descansando en Bangui hasta sentirse recuperada para volver a Mongoumba.

El padre Maurice está bien, pero muy cansado… hasta el miércoles hizo todas las noches y de día preocupado por los otros siniestrados. Gracias a Dios, el jueves y viernes pudo descansar y ya se le ve mejor…

El padre Samuel regresó el miércoles, bien y animado para la Misión que le espera. Durante los meses de julio y agosto realizará una animación misionera en los Estados Unidos.

Esperamos que en ese momento el padre Fernando ya haya vuelto repleto de salud.

La asamblea corrió bien. Vino a participar un hermano de Togo, amigo del padre Maurice.

La niña gemela de la que os hablé en el último mensaje acabó por morir… El Señor la acogió en sus brazos, porque ella sufrió mucho.

Siempre unidos en la oración.

¡Os deseo un tiempo Santo de Pascua para todos!

¡Un abrazo para todos del tamaño del mundo! Gracias por vuestras oraciones.

Maria Augusta, LMC

para el Astrolabio

ANO V – Nº 147 – 5 de Maio de 2019

Paróquias de Cabril, Dornelas do Zêzere, Fajão, Janeiro de Baixo, Machio, Pampilhosa da Serra, Portela do Fôjo, Unhais-o-Velho e Vidual

Etiopía tierra de misión

CLM Ethiopia
CLM Ethiopia

Queridos Laicos Misioneros Combonianos y amigos que disciernen su vocación LMC
Les enviamos cálidos saludos desde Awassa, una hermosa ciudad en el sur de Etiopía donde los LMC hemos estado presentes durante 9 años. Sin embargo, se avecinan cambios y por ello les invitamos a que este cambio sea de la mejor manera posible.

A principios de mayo, Madzia termina su misión en Etiopía y, a principios de junio, Adela y Tobiasz vuelven a Polonia. Esto prácticamente significa el final de la presencia LMC en Awassa. Pero esto no significa el fin de la presencia LMC en Etiopía. Pedro ya está en Etiopía estudiando Amhárico.

A lo largo de todos estos años, hemos tenido una muy buena cooperación con la Familia Comboniana de Etiopía. Los MCCJ están muy abiertos a la presencia LMC, entienden nuestro carisma y están dispuestos a ayudarnos a establecer una presencia estable, permanente e independiente en Etiopía. Realmente sería una pena no continuar con nuestra presencia en Etiopía.

CLM Ethiopia

Nosotros, como grupo actual LMC en Etiopía, pensamos que ahora era el mejor momento para trasladar nuestra presencia de Awassa a Gumuz, que es una región de primera evangelización en el noroeste de Etiopía. Los Gumuz fueron discriminados durante mucho tiempo por otras tribus etíopes y hasta hace pocos años eran excluidos de la sociedad. Las cosas empezaron a cambiar con la llegada de los misioneros combonianos hace menos de 20 años, quienes compartieron con ellos las Buenas Nuevas y los ayudaron socialmente, construyendo instalaciones educativas y sanitarias en 3 misiones (Gilgel-Beles y Gublack dirigidos por los Padres y hermanos Combonianos y Mandura dirigida por las Hermanas Combonianas). La necesidad de misioneros, también laicos, que vendrían a compartir su tiempo y sus habilidades, son enormes, tanto en el trabajo pastoral como en el social. Tenemos que admitir que el trabajo en el área Gumuz también puede ser bastante desafiante, podemos considerar el clima cálido, muchos casos de malaria, tifus y la necesidad de aprender amhárico… Sin embargo, estamos seguros de que la satisfacción será mayor que cualquier obstáculo.

Los religiosos Combonianos estarían muy contentos si nuestro movimiento pudiera abrir una comunidad en Gumuz. Pero para lograr este objetivo, para hacer posible esta misión, necesitamos personas. Estamos felices de que Pedro esté listo para ir a Gumuz; también David y Carolina están por llegar a Etiopía. Seguro que necesitaríamos más LMC listos para venir, para vivir algunos años en África entre los más necesitados. ¡Les animamos a que vengan a Gumuz a todos los que están discerniendo su vocación misionera y estamos seguros de que Daniel Comboni haría lo mismo!

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Saludos
Tobiasz y Adela, Madzia

LMC Etiopía

Primeros momentos por Etiopía

LMC Etiopia

Queridos amigos y amigas,
Salí de Portugal el 6 de marzo de 2019 y llegué a Etiopía el 6 de marzo de 2011. Soy más joven.
Gracias a todos y todas por las manifestaciones de cariño y de amistad. En mis oraciones me pongo en el corazón de Dios porque Él, que nos ama a todos y cada uno de nosotros en particular, sabe lo que es mejor para cada uno de nosotros.
Por eso estoy aquí en Etiopía. Porque Él, que me ama, sabe lo que es mejor para mí. No sé hasta cuándo. Sólo sé que estoy y cada día es una aventura nueva, un deseo sincero de vivir la misión hacia donde me envió.
¡Estoy bien! ¡Mejor que eso, estoy feliz! Me encuentro en la casa provincial de los MCCJ de Etiopía, en Addis Abeba. Esta será mi casa durante los próximos meses, mientras estoy aprendiendo el amárico.
El amárico es una lengua difícil. Pero, gracias a Dios, hasta ahora, aún no caí en la tentación del desánimo. Me fortalece el deseo de estar cerca de las personas, de hablar con ellas, de hacer comunión. Y, sin saber amárico, eso es casi imposible o incluso imposible.
Estoy enamorado de Etiopía. Sé que voy a tener momentos difíciles y duros, de duda y de desesperación. Pero ahora estoy enamorado. Y quiero vivir este momento con intensidad, porque es único.
Vivo en comunidad con los MCCJ en Addis Abeba y me siento comunidad. Desde el principio me han acogido maravillosamente. Nuestro día comienza con la Eucaristía y las laudes a las 6:30; después del desayuno, voy a las clases, que empiezan a las 8:30 y terminan a las 12:00 y, después de almorzar, inicio el tiempo de estudio. A las 18:45 rezamos vísperas y, después de cenar, normalmente, convivimos un poco.
Nuestra casa está casi siempre llena. Por aquí pasan muchos misioneros camino a sus misiones en África. Ya tuve la oportunidad de conocer a algunos sacerdotes y hasta obispos. Ya encontré historias lindas y escalofriantes. Cuán dura es a veces la misión… Pero siempre bella. Nuestra vida está en manos de Dios.

Ya tuve la oportunidad de estar unos días en Hawassa con los LMC aquí en misión. Qué bonito fue. Hasta tuvimos un pastel para conmemorar mi llegada. En la formación aprendemos que debemos recibir bien a los nuevos LMC. Pero recibir esa calurosa acogida y cariño es, de hecho, extraordinario. Estoy agradecido a nuestros LMC en Etiopía por eso.
En Hawassa, durante un paseo en bicicleta, pinché las dos ruedas. Fue un buen bautismo. Este fin de semana participé en un retiro de los Comboni Friends. Fue muy bonito.
La celebración de la Pascua, aquí, será una semana después de la celebración de la Pascua en Portugal. Aprovechando una semana de vacaciones, voy a conocer la misión con los Gumuz, el pueblo con quien, si Dios quiere, voy a trabajar. Estoy entusiasmado. Después os contaré cómo fue.
A todos vosotros y a vuestras familias os deseo una santa Pascua y no se olviden de que Dios nos ama.
Estamos juntos en el amor de Dios.

LMC Etiopia

Pedro Nacimiento, LMC