Este domingo (20), la Comunidad Padre Ezequiel Ramin celebró un hito histórico y simbólico: el 40.º aniversario del martirio del misionero comboniano Ezequiel Ramin y el 40.º aniversario de la existencia de la comunidad que lleva su nombre, en el municipio de Mirante da Serra (RO). El evento reunió a unas 300 personas, entre ellas representantes de las comunidades vecinas y del Asentamiento Padre Ezequiel, que también celebra 25 años de su fundación.
La celebración formó parte de la X Peregrinación del Padre Ezequiel Ramin, que se realizará el 27 de julio en la Comunidad Padre Ezequiel Ramin en Rondolândia, Mato Grosso. La Peregrinación busca mantener viva la memoria del joven misionero, quien dedicó su vida a defender a los pobres, a los trabajadores rurales y a los pueblos indígenas de la Amazonía.
Uno de los momentos más emotivos de la celebración fue la presencia y el testimonio de Fabiano Ramin, hermano menor del Padre Ezequiel, quien vino desde Italia especialmente para participar en el evento conmemorativo del 40.º aniversario del martirio y la fundación de la comunidad. En su discurso, marcado por una emoción contenida y una profunda gratitud, Fabiano enfatizó la fuerza del recuerdo que permanece vivo entre las personas a quienes Ezequiel eligió servir con su vida.
“Tengo ganas de llorar, pero no lo haré. A las personas mayores les dan ganas de llorar cuando están muy sensibles. Así que estoy en esa situación. Soy el menor de la familia Ramin y les estoy muy agradecido por esta celebración, por esta ocasión que conmemora no solo el asesinato del Padre Ezequiel, sino también el nacimiento de la comunidad, el bautismo de un pueblo que sigue luchando”.
Enfatizó que la celebración no es solo un recuerdo del pasado, sino un acto de esperanza y continuidad. La misión cristiana, como escribió Ezequiel, es proclamación y denuncia. Denunciar la injusticia es parte de la fe. Y ustedes continúan esta misión».
La presencia de misioneros combonianos en Mirante da Serra durante la Semana Misionera reafirmó la continuidad del carisma y la misión del Padre Ezequiel Ramin, también misionero comboniano. Participaron en actividades pastorales, visitas domiciliarias y momentos de escucha y oración con las familias de la Parroquia Nuestra Señora de los Migrantes, Diócesis de Ji-Paraná.
La presencia misionera refuerza la dimensión internacional y liberadora de la Iglesia en la Amazonía: una Iglesia que camina con la gente, escuchando su dolor y sus esperanzas. Al visitar hogares, los Misioneros Combonianos fortalecieron los lazos comunitarios y también revivieron el espíritu misionero de Ezequiel: una fe que denuncia la injusticia y proclama la esperanza.
La celebración continuó con un almuerzo comunitario, escuchando a los residentes, una actuación del payaso Liro y cerrando con un bingo comunitario.
Uno de los momentos más simbólicos fue la representación mística de jóvenes de la comunidad, que retrató la lucha por la tierra y denunció las estructuras que llevaron al martirio del Padre Ezequiel: «Lo asesinaron porque defendía a los sin tierra, a los ocupantes ilegales, a los indígenas. Porque creía en una sociedad justa».
Para que en todos los rincones del mundo pueda llegar un misionero que tienda una mano amiga, dispuesta a ayudar y, con un corazón compasivo, sea capaz de amar, llorar, reír y orar en comunión a Dios, que ama profundamente cada persona. Oremos.
“De manera que ni el que siembra ni el que riega son nada, sino que Dios lo es todo, pues él es quien hace crecer lo sembrado” (1 Corintios 3:7)
El pasado 5 de julio tuvimos la oportunidad de llevar a cabo una jornada misionera en la comunidad de León El Manzanillo, una experiencia enriquecedora tanto para nosotros como para los habitantes del lugar. Durante la mañana nos dedicamos a visitar a los miembros de la comunidad en sus casas, acercándonos a ellos con el propósito de informarles acerca de las iniciativas que habíamos planeado para ese día. Asimismo, aprovechamos cada conversación para presentarnos como grupo misionero y extenderles una invitación especial para participar en la celebración mensual de la Eucaristía, que se realiza el segundo domingo de cada mes.
Por la tarde, compartimos con los asistentes una breve reflexión acerca del Sagrado Corazón de Jesús, buscando difundir su mensaje de amor y misericordia. La jornada culminó con un taller práctico enfocado en el cuidado del medio ambiente, durante el cual enseñamos cómo elaborar canastas utilizando papel periódico reciclado, fomentando así la creatividad y la conciencia ecológica.
Como ya mencionamos, uno de los objetivos de la labor misionera en el Manzanillo es que los habitantes participen de la Eucaristía y tras sembrar la semilla y continuar regándola, es Dios quien se encargará de su crecimiento en los corazones. El domingo 13 algunos de nuestros miembros acompañaron a la comunidad en la Eucaristía y notaron que asistieron más personas, lo cual nos causa una gran alegría pues en la Eucaristía está el centro de nuestra fe.
Convivencia 20 de julio
El domingo 20 de julio además de compartir como comunidad y hacer revisión de nuestra labor misionera, recibimos los siguientes temas de formación:
El primer anuncio y el papel misionero
Como misioneros, debemos recordar que nuestra labor no se centra en preocuparnos por los resultados, pues los triunfos o fracasos no se evalúan según parámetros humanos. Lo esencial es que al sembrar la semilla del amor de Dios, confiemos en que será el Señor quien se encargará de la cosecha. Dentro del contenido del anuncio del Kerigma, reflexionamos sobre la idea principal: Dios es un Padre amoroso que nos ama de manera personal e incondicional. Su amor no depende de que seamos buenos, sino de que Él es bueno. Sin embargo, este amor divino podemos no experimentarlo debido al pecado, del cual no podemos liberarnos por nuestras propias fuerzas. De igual manera, tampoco podemos vencer solos a nuestros principales enemigos: el mundo, la carne y Satanás. Por ello, necesitamos la salvación.
Pero LA BUENA NOTICIA es que Jesús ya nos ha salvado y perdonado al pagar nuestra deuda con el sacrificio de su sangre. Al morir y resucitar por nosotros, Él nos ha dado nueva vida como hijos de Dios, un regalo que podemos recibir creyendo en Él, confiando en su amor y convirtiéndonos continuamente. Un verdadero encuentro con Cristo nos lleva a formar parte de su cuerpo y nos acerca al hermano, especialmente al más necesitado, para construir el Reino de Dios.
Este mensaje central debe ajustarse a las particularidades de cada persona, considerando los distintos niveles de desarrollo espiritual en los que pueden encontrarse. Por ello, al realizar el anuncio de la BUENA NOTICIA, debemos analizar previamente las necesidades individuales y elaborar un plan adecuado que responda a ellas.
La conciencia
Los seres humanos estamos conformados por tres áreas fundamentales que, aunque estrechamente interconectadas, se analizan de manera separada para comprenderlas y abordarlas mejor. Estas áreas son: la mente, el cuerpo y el espíritu.
La conciencia es una fuerza interior que nos permite discernir y otorgar sentido a cada situación de nuestras vidas. Cumple un rol crucial en la búsqueda de propósito, ayudándonos a identificar valores, metas y objetivos significativos.
Para ilustrar el concepto de conciencia, se presentó la parábola de la brújula como metáfora:
Dirección: simboliza el objetivo más relevante en la vida de una persona.
El cuerpo de la brújula: representa la mentalidad individual.
Aguja: refleja una responsabilidad específica necesaria para alcanzar el objetivo.
Es importante fomentar tanto la conciencia social como la conciencia personal. La conciencia social implica tener empatía hacia las perspectivas y emociones de quienes nos rodean, respetar las normas colectivas y comportarnos de manera responsable dentro de la comunidad. Por otro lado, la conciencia personal se orienta hacia la introspección, gestionando nuestras emociones, comprendiendo nuestras sensaciones, pensamientos y la forma en que interactuamos con los demás.
Al cultivar nuestra conciencia como parte de nuestro desarrollo integral, damos un paso firme hacia la auténtica libertad.
«Me gustaría decirles algo especial a ustedes, que son sensibles a las cosas bellas: ¡tengan un sueño! ¡Cultiven un sueño hermoso y persíganlo toda la vida! La vida que tiene un sueño es una vida feliz. La vida que persigue un sueño es una vida que se renueva cada día. Nuestra vida, que parece larga, en realidad es corta. Que vuestro sueño haga felices no solo a todas las personas, sino también a las próximas generaciones. Es hermoso soñar con hacer feliz a toda la humanidad. ¡No es imposible!». – Ezequiel Ramin
El padre Ezequiel Ramin, misionero comboniano, escribió este texto cuatro años antes de ser brutalmente asesinado por pistoleros el 24 de julio de 1985, en Cacoal, estado de Rondônia, a los 32 años de edad. Tenía un sueño. El sueño del Reino de Dios. Abrazó la causa de los más pobres. Murió defendiendo a los pequeños y los injusticiados, a los campesinos y a los indígenas. Este año conmemoramos los 40 años del martirio del padre Ezequiel Ramin, mártir de la justicia en la Amazonia.
Se estima que más de dos mil personas de Rondônia y otros lugares de Brasil y del mundo participaron en la 10ª Romería del P. Ezequiel Ramin y recordaron su martirio en Cacoal/RO y Rondolândia/MT, los días 26 y 27 de julio. En este 2025, los misioneros combonianos también celebran 50 años de presencia en Rondônia.
Que el testimonio de Ezequiel Ramin nos anime en la misión.
«Si mi vida le pertenece, también le pertenece mi muerte». – E. Ramin
Después de mucho tiempo, por fin podemos escribirles y darles noticias sobre este importante y delicado proyecto de ayuda humanitaria, que estamos desarrollando y llevando a cabo con todo nuestro corazón y todas nuestras fuerzas.
Los proyectos y trabajos que estamos llevando a cabo son muchos y tratamos de dar lo mejor de nosotros mismos en lo que hacemos por el bien de este pueblo. Nos habíamos quedado con las noticias de una primera intervención urgente apoyada por el equipo misionero (laicos junto con los padres combonianos) que trabaja en la parroquia de Carapira.
Si recuerdan, el mismo día del ciclón, nos reunimos y abrimos las puertas de la Iglesia y no solo eso, para acoger a los desplazados afectados y darles, como primera intervención, comida y un alojamiento donde pasar la noche. Pocos días después de esta catástrofe, el distrito de Monapo, que había intervenido con algunas asociaciones para apoyar a estas familias, nos pidió ayuda para llegar al mayor número de personas posible. Por supuesto, no nos echamos atrás y lo apoyamos todo hasta que la situación se complicó un poco, porque algunos no recibían ayuda. Después de varias intervenciones junto a ellos, percibimos e intuimos que el apoyo que había que dar debía tomar una forma diferente, por lo que nos preguntamos cuál era la forma más correcta de ayudar y cómo. Porque, seamos sinceros, todos somos capaces de dar cosas y todos podemos llamarnos misioneros, pero la pregunta correcta es: ¿cómo puedo ayudarles para darles un apoyo real? ¿Para que puedan seguir teniendo una vida digna? ¿Para que no permanezcan en una situación de dependencia, sino que puedan construir su vida a partir de esta experiencia? A partir de esta profunda pregunta, comenzaron todas nuestras reflexiones como equipo misionero, poniendo sobre la mesa todos los riesgos y posibilidades. ¡El Señor es grande!
A partir de estas reflexiones y viendo un poco más ampliamente la situación general, partimos inmediatamente, haciendo un censo general de nuestra parroquia, es decir, de las 98 comunidades que la componen, junto con todos nuestros regionales y las personas que trabajan con nosotros en los distintos ministerios, involucrando a todos los ancianos de la comunidad y a las propias comunidades. Ya este primer paso, os aseguramos que no fue fácil, porque comunicarse con todos, en un lugar donde la mayoría no tiene teléfono, además de las grandes distancias que nos separan de algunas regiones y al no tener medios de transporte, requirió tiempo. Además, el ciclón Jude destruyó algunos puentes, por lo que también para nosotros era difícil llegar a ciertas zonas con los coches… (hay algunas zonas a las que todavía no se puede llegar)… esto para que comprendáis en qué condiciones tan básicas se vive y el tiempo que se necesita para poder hacer las cosas… Partiendo de este primer censo, las preguntas eran muchas: ¿A quién ayudamos? ¿A cuántas comunidades? ¿Con qué criterios elegimos? ¿Cómo? Y si alguien viene a pedirnos ayuda, ¿qué hacemos? Pero también aquí la Providencia fue inmensa y todo esto no pudo sino abrir aún más nuestra mirada y nos quedamos realmente asombradas por todo el bien y la ayuda concreta que nos ha llegado de vosotros. A partir de estas primeras preguntas, que por un lado pesaban como piedras, para intentar ayudar/dar una señal sin excluir a nadie, en realidad poco a poco todas las piezas encajaron en su sitio. Obviamente, siempre intervenimos de inmediato con comida y primeros auxilios/ayuda, cada vez que llamaban a nuestra puerta. Pero llegamos a la belleza realizada gracias a cada uno de vosotros.
Como ya se ha adelantado, dadas las largas distancias que debían recorrer los regionales, compramos cinco bicicletas, una para cada responsable de región, y se las entregamos a cada uno de ellos en el consejo parroquial. Era imposible regalar una bicicleta a todos los participantes de los distintos ministerios de la parroquia porque son muchos, pero al menos fue una primera intervención para los regionales, que siempre están corriendo por su región y por sus queridas comunidades, ayudándoles así a reducir el tiempo que tardan en llegar a las distintas comunidades de su región. Empezamos con estos cinco responsables regionales a hacer un censo interno en cada una de sus comunidades junto con cada anciano, cada responsable zonal de su zona y, al final, vuestra generosidad nos permitió ayudar a construir una casa en cada comunidad, es decir, un total de 98 casas, para las familias más pobres y necesitadas que ellos mismos identificaron… La casa no será de ladrillo, porque los costes son exorbitantes y nunca podremos intervenir con todos y a gran escala, pero también aquí hemos considerado apoyar la construcción de una casa con estructura de postes de madera y la estructura lateral se hará con bloques de barro mezclado con cemento, lo que significa una casa más fuerte y duradera… Luego, el techo se construirá con bambú y una lona grande, fuerte y resistente que aísla para que no entre agua, todo ello donado gracias a vuestro gran apoyo… Cada comunidad se comprometerá con la construcción, aportando mano de obra, esfuerzo y entusiasmo.
También hemos intervenido para apoyar la construcción de casi 30 capillas de mampostería por el momento… Ya están trabajando para intentar terminar las obras antes de que llegue la temporada de lluvias y, sobre todo, otros ciclones. Las capillas se construirán en mampostería también porque, en el futuro, con otros ciclones, podrán servir de refugio para los desplazados.
Realmente no podéis imaginar su felicidad, la pequeña esperanza que habéis encendido en sus corazones a pesar de las muchas dificultades a las que se enfrentan cada día… Pensad que Carapira es llamada por el pueblo la pequeña Italia: tienen un gran aprecio por nosotros los italianos porque, aparte de la ayuda recibida, siempre han encontrado misioneros italianos que les han querido mucho.
Pero eso no es todo… además de intervenir con las casas, las capillas, etc., hemos comprado mantas, mosquiteras, jabón, etc., para distribuir también a otras familias y poder así llegar a más personas necesitadas.
Algunos miembros del equipo misionero, en particular Wiston y Maria Augusta, con gran alegría y mucha pasión, también están haciendo un curso de medicina natural y están yendo a varias regiones para enseñar las primeras intervenciones básicas, ya que no tienen la posibilidad de comprar medicamentos, además de no encontrarlos, y también porque después del ciclón la situación sanitaria se ha complicado mucho (la simple malaria causa muchas muertes cada día). Ahora, poco a poco, estamos construyendo un pequeño vivero de plantas para la medicina natural y, con el tiempo, nos gustaría entregarles estas pequeñas plantas o, al menos, poder ayudarles un poco en materia de medicina… Otras ideas para el futuro: intervenir en las semillas que les entregamos, etc.
Así que no falta trabajo y, a pesar de los muchos sufrimientos que vivimos cada día y compartimos con ellos, no nos falta la alegría, sino que damos gracias y rezamos para que el Señor nos mantenga siempre sanos y construya un camino para permanecer en el futuro.
Estamos agradecidas a la vida por este camino, por vuestra continua confianza en nosotras y no tenemos palabras suficientes para daros las gracias personalmente. Sabemos la importancia de la transparencia y el valor que tiene, y cada día luchamos por un mundo mejor y por la dignidad, sobre todo de los más pobres y alejados.
Gracias por creer en nosotras y seguir caminando con nosotras, sin dejarnos nunca solas, sino haciéndonos sentir familia y corresponsables. Saber elegir cada día y vivir los verdaderos valores es importante para el bien de todos. Por eso nos sentimos muy responsables de lo que recibimos y hacia todos vosotros, y os pedimos disculpas si no podemos responder de inmediato, porque muchos nos escribís y estamos ocupadas en mil frentes, pero, a nuestro ritmo, lo conseguiremos.
También tenemos una gran noticia que queremos compartir. Para los más valientes y los que no lo son tanto, que quieran venir a ver y tocar con sus propias manos lo que hacemos, os invitamos a pasar un tiempo con nosotras. Lo que podemos ofrecerles será sin duda mucha alegría, el placer de recibirlos y un gran bien también para nosotros, para hacer espacio en nuestro corazón y conocer la misión que es de todos… y lo que tocarán con sus propias manos será la verdadera humanidad y un pueblo que sabrá recibirlos y amarlos. ¿Qué se llevarán a casa?
La vida verdadera y la humanidad vivida… pero eso lo dejaremos que lo descubráis vosotros… y para aquellos que tengan «miedo» a la malaria, tranquilos, con un poco de prevención durante la estancia no notaréis nada. ¡Os esperamos para vivir con nosotros esta vida porque todos somos misión! Sin duda, esta misión será una misión de salida entre la gente… ¡pero dejaremos que descubráis vosotros mismos su belleza!
Con mucho cariño, estima y gratitud, os enviamos un fuerte abrazo; a quienes no podamos abrazar en Italia, os esperamos en Mozambique para una experiencia que recordaréis toda la vida.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies, pero puede optar por lo contrario si lo desea.
This website uses cookies to improve your experience. If you continue to browse we consider you accept the use of cookies, but you can opt-out if you wish. Acepto Puede obtener más información - You may have more information here
Politica y privacidad de Cookies - Privacy & Cookies Policy
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.