Laicos Misioneros Combonianos

¡América Tu vida Es Misión ¡

LMC Guatemala

Con mucha alegría escribimos nuevamente, con un corazón abatido por dejar Brasil, una hermosa comunidad y personas generosas, pero con entusiasmo y esperanza por regresar a Guatemala.

Entre reencuentros con la familia, amigos y amigos de nuestras comunidades y parroquia nos sentimos acogidos y amados, entre llamadas y mensajes a larga distancia con nuestros queridos amigos “mineiros”, iniciamos nuestro proceso de reinserción; a pesar de ser nuestro país de origen nos hemos ido reubicando, reconociendo lugares y personas, asombrándonos de los cambios en los niños y jóvenes y ellos también de los nuestros.

Hoy regresamos con un corazón lleno de muchos aprendizajes, de momentos vividos llenos del amor y misericordia de Dios, pero especialmente con una purificación personal que sabemos que aún continua.  Venimos con mucha fuerza y energía para trabajar por el Reino de Dios, para contarle a todos lo que hemos visto y oído, todo lo que Dios nos ha enseñado.

En esa alegría nuestra comunidad LMC de Guatemala nos organizó una misa y una reunión de bienvenida, “tiraron la casa por la ventana” como el buen guatemalteco diría. Fue una acogida muy reconfortante y lo mas importante a reconocer es que tenemos una comunidad que ha estado apoyándonos en todo momento, con sus dificultades y desafíos, pero es una certeza que esta obra de Dios no es mas que una obra hecha en comunidad con las manos y rodillas de muchos.

Hoy que iniciamos nuevamente nuestra vida como familia, con otra forma de ver las cosas y las realidades, con un corazón que pide justicia y paz. Nos encomendamos a sus oraciones, también nos unimos en oración a todos aquellos que están por partir o que están en misión, para que todo juntos en esa unidad, podamos encontrarnos con el verdadero rostro de Cristo y tener sus mismos sentimientos.

Que San Daniel Comboni siga intercediendo por las necesidades de todos los misioneros y siga tan actuante al lado del Señor para que mas vocaciones religiosas y laicas sean redescubiertas y encaminadas.

¡Que viva la misión! ¡Que viva la familia! ¡Que viva San Daniel Comboni!

Familia Camey Figueroa, LMC Guatemala

¡Que nuestra alegría, sea tú alegría!

LMC Guatemala

La Comunidad de Laicos Misioneros Combonianos Provincia de Centroamérica estamos felices y agradecidos con el Señor Jesús bajo la intercesión de San Daniel Comboni porque el día domingo 7 de noviembre en Casa Comboni en la Eucaristía le Pedimos a Dios por el período de Formación y Misión de Mercedes y Maxi, quienes vivirán su Experiencia de Vida Comunitaria durante 6 meses en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán del Municipio de Santo Domingo Xenacoj.

Una actividad llena de bendiciones y en donde los LMC compartimos él porque es importante esta experiencia de Vida Comunitaria con los familiares, amigos y comunidad de LMC de nuestras enviadas.

A Mercedes y Maxi les acompañamos con nuestras oraciones y que el Espíritu Santo sea su guía y maestro y tengan presente la Identidad y Carisma Comboniano y recuerden siempre esta hermoso escrito de San Daniel Comboni “Mis misioneros deben de tener siempre los ojos en Jesucristo, amándolo tiernamente y procurando entender cada vez mejor qué significa un Dios muerto en la cruz por la salvación del mundo”.

Miriam Herrador

LMC Guatemala

Celebrar el Domund con nuevos candidatos a LMC

Domund

El fin de semana que se celebraba el Domund a nivel mundial tuvimos la suerte de realizar un encuentro con algunas personas que se han acercado al grupo LMC de España para conocernos y realizar un discernimiento vocacional.

Siempre es una suerte poder compartir nuestra vocación y, en la medida de nuestras posibilidades, servir de ayuda en el camino vocacional de nuevos misioneros.

Creemos que en este tiempo de Pandemia muchas cosas pararon, pero no así el Espíritu que siempre está presente y no descansa. Si el Señor sigue llamando nuevos obreros a su mies, nosotros queremos estar abiertos a acompañar este camino en la medida de nuestras posibilidades.

El año pasado tuvimos varios encuentros online con el grupo pero finalmente este año, y dado que los niveles de contagio de la pandemia han descendido, nos animamos a realizar un encuentro presencial donde todos nos pudiéramos encontrar. Siempre manteniendo las medidas de prevención necesarias en estos tiempos.

Fue un bonito fin de semana donde nos desplazamos de todas partes del país para compartir el tiempo, para compartir lo que nos ha traído y comenzar a caminar.

En el inicio del año nos parece importante establecer el camino propuesto, el calendario de encuentros y la temática que ofrecemos. Sabemos que es un esfuerzo para todos el desplazarse, el preparase los temas, el liberar los diferentes fines de semana de los encuentros para poder participar, pero creemos que debe ser un camino serio. Requiere de un esfuerzo por parte de todos, pero si el Señor nos llama la respuesta debe ser también seria y comprometida.

El fin de semana lo dedicamos a conocernos más, a empezar a trabajar sobre nuestra línea de vida, nuestra historia de vida con el Señor y los acontecimientos que nos han traído a este momento vital. También a entender nuestra relación con Dios, pues de eso trata discernir una vocación.

Esperamos haber establecidos las bases del camino a recorrer. Este camino se hará con encuentros presenciales y online pero también con el acompañamiento personalizado de cada candidato y el poder participar tanto en encuentros de zona como en encuentros nacionales con el resto de LMC de España.

Como nos tocó el día del Domund, no pudimos sino compartir nuestra alegría con la parroquia Santa Angela de la Cruz en Madrid que nos acogió para dicho evento. Pudimos ayudar a animar la celebración, trayendo algo de nuestra vida en África y América Latina, acercando la realidad de alguno de estos países y nuestras experiencias vitales.

Preparamos la celebración entre candidatos y LMC junto al coro (que nos hizo un bonito regalo sorpresa) y los catequistas de la parroquia. Creo que fue un momento bonito y participativo donde los niños y niñas así como el resto de la comunidad puedo acercarse de manera diferente a este Domund.

Seguimos pidiendo para que el Señor siga llamando a nuevos misioneros y para que nosotros sepamos acompañarles en su camino vocacional.

Sigue habiendo mucha necesidad de misioneros y misioneras, así que os animamos a cualquiera que sienta esa llamada a acercarse a alguno de nuestros grupos y hacer un camino vocacional. Sepamos decir Sí como Maria.

Un saludo a todos y todas.

Alberto, LMC España

Celebrando La Pascua

LMC Mexico
LMC Mexico

Para celebrar la Pascua es necesario estar preparado, es eso lo que hemos hecho como grupo de Laicos Misioneros Combonianos en Sahuayo (México), hemos seguido trabajando desde nuestra realidad actual, no ha sido fácil el tener que adaptarnos a una modalidad donde tenemos que poner distancia para protegernos unos a otros, hemos cubierto nuestro rostro más no nuestro Espíritu y es así como hemos realizado las actividades que se necesitan para seguir caminando en nuestro caminar misionero. Favorablemente se llevó acabo nuestro retiro de información que ya había sido agendado por segunda vez, gracias a que Quique y Vero fijaron la fecha como coordinadores en consenso con el grupo, llegado el momento no participaron todos los que teníamos contemplados, más llegaron personas que nos cuestionaron nuestro Ser y Que Hacer del grupo.

LMC Mexico

En la Formación Juan José ha sido quien prepara nuestros temas de crecimiento, también se pide apoyo a los Misioneros Combonianos siempre han formado parte de nuestro crecimiento formativo y espiritual sumado a que en esta ocasión también estuvieron presentes las Hermanas Combonianas que nos compartieron el tema Familia Comboniana nos hicieron vivenciar la Riqueza de nuestro Carisma y los aspectos a trabajar para ser mejorados, estos momentos de crecimientos nos ayudaron a tener presente que Dios tiene una misión especifica para cada uno y que en el grupo podemos poner en común lo que cada uno posee para su mejor aprovechamiento.

Como momento culmen hemos podido celebrar la Jornada Misionera (JORNAMIS) donde los jóvenes tienen la oportunidad de compartir temas que les ayudan a su crecimiento, compartir sus sueños, expresar lo que piensan de lo que el mundo les ofrece hoy en día, conocer las vocaciones para descubrir su llamado y hacer el compromiso de ser servicial con el que lo necesita haciendo conciencia de que somos hermanos en Cristo. Este espacio a podido ser recuperado después de meses de parálisis por la pandemia y hoy vuelve a ser un apostolado para los LMC Mónica, Manuel y Ricardo que tienen la Gracia de trabajar con jóvenes.

LMC Mexico

Llegado su momento estaba ya en puerta la Semana Santa en donde tuvimos la oportunidad de celebrar en distintas formas, Familia, trabajando y algunos pudimos ir a una misión en las comunidades de Guerrero donde ya hemos trabajado como Laicos y también a comunidades cerca de nuestra ciudad más aisladas de lo común para nosotros. Nos llenó de fortaleza el vivir con personas que nos comparten lo que tienen sin esperar nada a cambio, abriéndonos las puertas de sus hogares para compartir los alimentos con cada uno de nosotros, apoyándonos en todo lo que necesitábamos y lo más importante compartiendo nuestra Fe. Fueron experiencias que nos permitieron vivenciar a Jesús Resucitado desde nuestro vivir particular moviendo aquello que debía ser purificado y transformado con su Amor.

LMC Mexico

LMC Beatriz Maldonado Sánchez

Campaña Manos Unidas 2021

Manos Unidas LMC Sevilla

Durante este fin de semana Manos Unidas (ONG de la Iglesia española) celebra un año más la Campaña contra el Hambre. Y a pesar de las dificultades no se echan atrás y se reinventan para que la Solidaridad se contagie y nos contagie a todos/as.

Manos Unidas LMC Sevilla

Este sábado por la mañana hemos tenido la suerte de participar en una mesa redonda en Sevilla, el pistoletazo de salida para la campaña en nuestra provincia. Siempre nos emociona escuchar el testimonio de los misioneros que han estado más de 30 años en primera línea, compartiendo toda su vida con los pueblos más olvidados, y cómo gracias a la generosidad de tantas personas anónimas se puede hacer realidad la construcción de tantos sueños, y de tantas escuelas, centros de salud…

Además de nuestra experiencia misionera, nos pidieron que presentásemos experiencias de colaboración con Manos Unidas. En este sentido les hablamos de un pequeño proyecto donde colaboramos en nuestro tiempo en Mozambique y también del proyecto que actualmente apoyan en Brasil a nuestra comunidad en Piquiá. Momento también para poder sensibilizar sobre una realidad actual de la misión.

Manos Unidas LMC Sevilla

Durante el fin de semana de la campaña también hemos compartido nuestra experiencia en Mozambique con la parroquia de San José Obrero, en San Juan de Aznalfarache (un pueblito cerca de Sevilla), les hablábamos de un proyecto muy pequeñito con el que Manos Unidas había colaborado con la parroquia Ntra. Sra. De la Paz en Namapa, donde los LMC estuvimos trabajando durante cuatro años.

Fue la construcción de una sala de usos múltiples, cuatro paredes muy bien aprovechadas, llenas de vida y de esperanza. Y les contábamos cómo ese espacio servía de biblioteca, dónde podían sentarse en una mesa y una silla a escribir, frente a la opción de hacerlo en el suelo, sobre una estera, dentro de una pequeña choza a la luz de una vela. Donde los alumnos de Secundaria podían encontrar algunos libros donde consultar la química, las matemáticas, … en una región donde ni siquiera los profesores tenían libros de textos, y todo su material de apoyo eran los cuadernos que guardaban como un tesoro de cuando habían hecho su formación y que intentaban transmitir a sus alumnos a base de pizarra y aprenderse de memoria.

Y les hablábamos del trabajo de promoción de la mujer que se hacía allí. Gracias también a la generosidad anónima habían llegado unas máquinas de coser (sí, de esas a pedales, para poder usarlas donde no hay luz), y se les enseñaba un oficio, dándoles la oportunidad de ganarse la vida, además de crear círculos de apoyo, en el que trabajar con ellas la autoestima y el empoderamiento en una sociedad donde la igualdad entre hombres y mujeres es una utopía.

Y les contábamos la alegría y la vida que se transmitía en los ensayos del coro parroquial, en ese grupo de jóvenes con los que se trabajaban esos valores de compañerismo, de escucha, de trabajo en equipo, intentando acompañarlos en sus procesos de crecimiento como miembros activos de su sociedad, en su momento histórico concreto.

Y les explicábamos cómo una vez cada dos meses, los catequistas de las 86 comunidades que constituían la parroquia, venían un fin de semana a recibir formación cristiana que llevar y compartir con sus comunidades. Muchos venían andando desde largas distancias, con muchas ganas de encontrarse y de profundizar en el conocimiento y en la experiencia de ese Jesús de Nazaret que les estaba cambiando la vida. Y durante esos días la sala se convertía en el lugar de encuentro y acogida, dormitorio y comedor. Pan compartido y Vida compartida.

Y recuerdo esas tardes tranquilas, sentados en esos bancos de piedra a la entrada de la sala, desde dónde veías pasar a la gente sencilla, camino del mercado, de regreso a casa, …. disfrutando de esos bonitos atardeceres africanos, y dando gracias al Padre por toda esa VIDA compartida.

Maricarmen Tomás y Alberto de la Portilla, LMC España