Laicos Misioneros Combonianos

¡”Ma Kitelakapel”!

LMC Kenia

¡¡¡¡Crónica tragicómica desde Pokot Occidental, Kenia: episodio uno!!!!

¿Por qué “tragicómico”? ¡Porque, aún sin quererlo, ya sé que va a ser un poco así… y por eso, aquí, me gustaría compartir con vosotros las alegrías y los sufrimientos de mi estar aquí!

EN RESUMEN

– el grupo de Laicos Misioneros Combonianos (LMC) en Kenia es un grupo vivo y acogedor, estoy feliz de formar parte de él

(El padre Maciek y algunos LMC kenianos en mi primer domingo en Nairobi)

– Durante unos tres meses seré huésped de los Padres Combonianos en Kacheliba. Tengo que aprender el idioma local, el pokot (recibiré clases todas las mañanas), y tratar de entender bien cómo funcionan las cosas aquí. Más tarde, junto con otra LMC keniana, Josephine (que también está aquí), me trasladaré a nuestra nueva casa en Kitelakapel, a 15 km de aquí, para empezar nuestras actividades a tiempo completo.

Nuestra casa está casi lista.

– Durante este periodo también nos dedicaremos a estas actividades:

1) Producción de zumo de tamarindo: hay muchos árboles de tamarindo en esta zona. Hemos puesto a algunas señoras de la capilla de Kitelakapel a recoger estos frutos. Ya hemos vendido una pequeña cantidad en Nairobi, ahora tenemos que prepararlo todo para poder seguir haciendo zumo. Será una forma de autofinanciarnos un poco como grupo de Laicos Misioneros Combonianos de Kenia.

(¡nuestro tamarindo!)

(nuestros laicos vendiendo zumo de tamarindo, mantequilla de cacahuete y miel después de la misa en Nairobi)

2) Participación en la jumuiyya/grupos parroquiales/asociaciones: recorreremos los distintos grupos de la parroquia, especialmente en la zona de Kitelakapel, para conocer a la gente, crear vínculos, entender bien las distintas realidades de la parroquia, y ver qué necesidades hay, para entender también en qué tipo de actividades podemos implicarnos, o posiblemente qué nuevas actividades proponer, especialmente en el ámbito pastoral.

3) Actividades en las escuelas: nos reuniremos con los directores de algunas escuelas cercanas a Kitelakapel, para ver si es posible dar algunas clases a tiempo parcial, tal vez a cambio de una pequeña contribución (para tener algo extra para mantenernos)

4) Establecer las bases de nuestra comunidad, preparando nuestros “estatutos” y otros documentos necesarios.

Tal vez nos convirtamos en tres. En julio, es posible que se incorpore otro comboniano ugandés. Para esto, en particular, contamos con sus oraciones (¡porque sería una gran ayuda, dada la montaña de trabajo que tenemos por delante!)

CON MÁS DETALLE:

“Polepole ndio mwendo” dicen los Waswahili (hablantes de swahili). Significa, más o menos, ‘el que va despacio, va firme y llega lejos’…. Y así, me gustaría tener ya grandes logros que enumerar, pero por desgracia, o por suerte, las cosas se mueven muy, muy lentamente aquí. Acabo de llegar y se me pide, con razón, que entre en esta realidad de puntillas, polepole, porque, por mucha experiencia que uno tenga ya -y yo tengo muy poca-, cada realidad es diferente, y aquí, entre otras cosas, todo el mundo está, con razón, muy ocupado, por lo que no puedo esperar que se me explique todo de inmediato, ni que me implique de inmediato en todas las actividades posibles e imaginables.

A mi llegada, fui recibida con gran afecto y entusiasmo por los laicos combonianos kenianos, que inmediatamente me hicieron sentir como en casa. Es bueno sentir que no estoy sola, sino que, juntos, caminamos hacia un objetivo común.

Desde Nairobi, me trasladé a Kacheliba, a unos 15 km de donde voy a vivir, Kitelakapel. El funcionamiento aquí es el siguiente: Kacheliba es la sede parroquial principal, pero la parroquia abarca una zona muy amplia con muchas comunidades, pequeñas capillas (a veces parecen casas diminutas, ¡y en realidad son “iglesias”!), a menudo alejadas. Actualmente hay dos padres y un diácono. Y no pueden multiplicarse como los cinco panes y los dos peces (a no ser que intervenga el Espíritu Santo…) por lo que el trabajo es realmente mucho. Kitelakapel es una de estas comunidades, pero a los padres les gustaría que se convirtiera, tarde o temprano, en una parroquia, por lo que, además de la pequeña iglesia (más grande que las capillas que he mencionado anteriormente), hay una casa donde los padres se detienen a dormir a veces, si es necesario, y que podría convertirse, en el futuro, en el hogar de los padres de la nueva parroquia. No muy lejos, en la misma “calle” (si se puede llamar así), la construcción de otra casa, donde nos alojaremos los laicos combonianos, está ya casi terminada. Es una casa bastante grande (¡confiamos en la llegada de nuevos misioneros laicos!), con mucho espacio alrededor, para construir también un hospital (y, espero, al otro lado, también un parque infantil para organizar actividades con los niños. ¿Cómo podría negar mis orígenes salesianos?).

(nuestra pequeña iglesia en Kitelakapel)

(Misa en la capilla de Mtembur)

(nuestra casa por dentro y por fuera, ¡casi terminada! Parece un Gran Hotel, pero por suerte por dentro es mucho más sobria de lo que parece eheheh!)

Me acompañará en esta aventura Josephine, la laica keniana que, como yo, dio su disponibilidad para esta misión, y así, juntas, el 29 de abril, prácticamente fundamos esta nueva comunidad internacional de Laicos Misioneros Combonianos. Ella es nativa de estos lares, y habla pokot, y por ello le estoy verdaderamente agradecida, por la ayuda que podrá prestarme para entender no sólo el idioma, sino también para evitar posibles errores o malentendidos relacionados con mi desconocimiento de la cultura local.   

  (Josephine con la falda tradicional Pokot, la ‘loruà’)

(¡la nueva comunidad internacional de LMC en Kitelakapel!)

Cuando la construcción de la casa esté completamente terminada, Josephine y yo nos trasladaremos definitivamente a Kitelakapel. De momento, sin embargo, estamos en Kacheliba, tanto porque la casa aún no está lista como porque tenemos que hacer el curso de pokot (en mi caso) y experimentar algo de vida comunitaria aquí con los padres.

Esperando no haberos aburrido, os envío a todos un fuerte abrazo y un cordial saludo.

¡¡¡¡¡Ah, importante: GRACIAS!!!!!   

Agradezco sinceramente a todos los que han contribuido con sus donaciones a poner en marcha esta nueva comunidad. Me resulta muy embarazoso vivir de la caridad de otros, es una situación nueva para mí, pero para todo, nuestra propia supervivencia, los gastos para poner en marcha la comunidad y cualquier proyecto/actividad con la gente, ahora dependemos de la Providencia. Lo “bello” de esto es el hecho de que, de alguna manera, esto significa que el florecimiento de esta nueva comunidad cristiana en Kitelakapel será el fruto de un esfuerzo compartido: por mi parte y la de Josephine, con nuestra presencia directa, y por parte de quienes nos apoyan, a través de su contribución indirecta. Se convertirá en un esfuerzo de equipo. ¡¡¡Muchas gracias!!!    

Linda

Experiencia Comunitaria en Guatemala

LMC Guatemala

San Daniel Comboni tenía un AMOR INMENSO POR LAS ALMAS DE LOS MAS POBRES Y ABANDONADOS y esto solo se puede vivir desde una EXPERIENCIA DE MISIÓN.

Para los LMC de Guatemala, haber acompañado a Maximina y Mercedes en su proceso de Experiencia Comunitaria, es hoy una escuela de aprendizaje llena de AMOR Y ESPERANZA MISIONERA; por qué, se pueden preguntar muchos; porque cada miembro de la comunidad tiene participación; todos en la oración, en la economía, en el acompañamiento personal, en la formación en tantas actividades que una experiencia misionera necesita y nadie dijo no, estamos en el mismo barco todos subidos en donde DIOS PADRE nos guía bajo la intercesión de SAN DANIEL COMBONI, Nuestra Madre la Virgen María y SANTO DOMINGO DE GUZMAN Patrono de la Comunidad de Xenacoj que abrió las puertas de su casa y de su corazón, para que ellas realizaran esta experiencia durante 6 meses.

En estos 6 meses hubieron puertas tan amplias que con facilidad se pasaban, pero también tan angostas que requerían para ellas y la comunidad estar llenos de oración, sabiduría, comprensión, tolerancia, cansancio y llenos de FE para poderlas pasar.

Gracias Merceditas y Maxi por su disponibilidad y abandonarse a los más pobres y necesitados a quienes estamos seguros llevan en su corazón y fueron para ellos su primera escuela de AMOR FRATERNO y UNIÓN COMUNITARIA.

Miriam Herrador

LMC Guatemala

Obras son amores y no buenas razones

Corazon

Un comentario a Jn 14, 23-29B(VI Domingo de Pascua, 22 de mayo de 2022)

Corazon

El texto que leemos hoy forma parte de los discursos de despedida de Jesús en el evangelio de Juan. El texto, que hay que leer como un gran testamento de amor que Jesús deja a sus amigos y discípulos, se presta a muchas reflexiones. Yo me detengo apenas en una de sus frases: “El que me ama guardará mi palabra… El que no me ama no guarda mis palabras”.

Todos estamos de acuerdo en que el amor, en todas sus dimensiones, es la esencia de la vida. Pero, mi modo de ver, el amor puede estar falseado por dos actitudes contradictorias: un “eficientismo”, que todo lo cifra en “obras”, sin tener en cuenta los sentimientos, las palabras, las sonrisas, la mirada…; y un “espiritualismo” o “sentimentalismo”, que todo lo cifra en palabras bonitas, arrumacos o apariencias, sin hacer nada concreto.

Sin embargo, el amor tiene que tener estas dos dimensiones complementarias:

1.-El amor debe ser concreto, hecho de obras y actitudes concretas, que buscan el bien de la persona amada (sea Dios mismo, sea mi esposo o esposa, sea mi comunidad o cualquier persona). Jesús dice: “El que me ama, guarda mi palabra, cumple mis mandatos”. San Pablo concreta aún más:

“El amor es paciente y bondadoso: no tiene envidia, ni orgullo ni jactancia. No es grosero, ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal” (1Cor 13,4-5).

Y Santiago es mucho más concreto y “tierra-tierra”:

Si un hermano o una hermana están desnudos y faltos del alimento cotidiano, y uno de vosotros le dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les da los necesario para su cuerpo, ¿de qué le sirve?” (Sant 2,15-16).

En esta línea de pensamiento, podríamos concluir: Tú dices que amas a tu esposa o esposo (o tu comunidad), pero no le ayudas en su vida concreta o no la comprendes en su manera de ser, ¿de qué le sirve tu amor? Tú dices que amas a Dios, pero no le haces caso a sus mandamientos, no haces nada por los pobres, no ayudas en la Iglesia, ¿es verdadero tu amor?

2.-Por otra parte, el amor es mucho más que sus manifestaciones concretas. Sin hechos no hay amor, pero los hechos no bastan, porque pueden estar contaminados de orgullo, egoísmo, afán de ser importantes, afán de dominio… El amor es algo más, quizá intangible, pero muy real. Es una implicación de vida, es una cercanía incondicional a la otra persona, incluso cuando uno no puede hacer nada por el otro, por las circunstancias en las que vive. Por eso San Pablo dice también:

“Aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada mi sirve” (1Cor 13,3).

En este sentido, Jesús alaba a aquella mujer que hace un gesto totalmente “inútil” derramando un frasco de perfume caro para honrar a Jesús. Es que el amor no siempre es eficiente, no siempre es calculador, no siempre es “lo más útil”. El amor es un gran don que no puede “comprarse ni venderse”. El amor es, en buena parte, un don del Espíritu Santo que Jesús prometió a los suyos.

Como decía el abbé Pierre, “la vida es un poco de tiempo que Dios nos ha regalado para aprender a amar”.  A vivir se aprende viviendo y a amar se aprende amando. Y en la medida que aprendemos a amar, no de palabra sino de verdad, hacemos experiencia del Padre que “habita en nosotros”, de Jesucristo que nos ilumina con su Palabra y del Espíritu que nos hace crecer continuamente en ese amor.

P. Antonio Villarino

Bogotá

Vivencia LMC Ecuador en Semana Santa 2022

LMC Ecuador

Luego de haberse superado gran parte la pandemia y abrirse la oportunidad de poder compartir de manera presencial con las comunidades, se compartió esta cuaresma y Semana Santa, con comunidades de la Provincia de Esmeraldas.

Pero veamos las imágenes que dicen más que las palabras:

En Cuaresma y Semana Santa los LMC y acompañados por una candidata y amigos de la misión; hicimos presencia una vez más en la comunidad de San Lorenzo en Esmeraldas norte de Ecuador visitando y animando a varias comunidades rurales de esa región del país, durante ese período de tiempo realizamos actividades tales como:

Recorrido por las comunidades, en compañía de grupos de jóvenes:

Visita a familias de las poblaciones visitadas.

Charlas y rezos del Vía Crucis durante la Cuaresma.

Procesión del Domingo de Ramos

Con el acompañamiento de los grupos musicales afros del lugar

Santo Vía Crucis personificado en Viernes Santos

Adicionalmente adjunto video que fue preparado por el grupo juvenil, con las gráficas obtenidas durante el recorrido con ellos durante el tiempo litúrgico mencionado.

Mientras tanto, otros LMC en Guayaquil participaron activamente en las parroquias, en la que hacen apostolado o acompañamiento, en las actividades que se desarrollaron durante los días de la Semana Santa.

Damos gracias a Dios por estos momentos en que pudimos una vez más vivir la experiencia del contacto personal y caminar juntos a las personas de los lugares periféricos de nuestro país

LMC Ecuador

Inauguración de la nueva casa del LMC en Kenia

CLM Kitelakapel

El pasado domingo 15 de mayo tuvo lugar un acontecimiento histórico: la casa de los LMC en Kitelakapel (Kenia) fue oficialmente inaugurada y bendecida por el obispo Maurice.

La ceremonia se realizó en presencia de los LMC de Kenia (Beatrice, Margaret, Alexina), MCCJ de Kacheliba (fr. Chrisantus y fr. Charles) algunos hermanos de Nairobi y fr. Korir – representante del Provincial de MCCJ Kenia, muchos cristianos y estudiantes de las escuelas de los alrededores y por supuesto… los miembros de la comunidad internacional LMC – Linda y Josephine.

Acompañemos a esta nueva comunidad del LMC con nuestras oraciones.