Laicos Misioneros Combonianos

Ecos de la reunión de Navidad 2013

“Todos diferentes, pero todos unidos con Comboni llevando el rostro y la palabra de Jesucristo aquí y más allá.”

Comenzamos dando las gracias a todas las personas que han contribuido directa o indirectamente para que esta reunión de Navidad fuese posible. Agradecemos a Sandra por la organización de la reunión, a la hermana Carmen Ribeiro, al Hermano Pablo y a las misioneras seculares Joanna y Paula por todo lo que compartieron que es esencial para nosotros, los candidatos a LMC, para entender esta vocación misionera de la familia comboniana en particular. Nuestro agradecimiento también al Padre Avelino quien compartió su experiencia misionera y celebró la Eucaristía. Gracias, en fin, a todos los otros que aunque no los mencione trabajaron duro para que la reunión fuese posible.

Este encuentro estuvo lleno de sonrisas, abrazos, momentos de convivencia y dinámicas animadas. Fue el compartir una alegría que con Jesucristo renace sin cesar. Esta fue una reunión familiar. Nos sentimos verdaderamente una familia. Nos sentimos en un mismo barco remando en la misma dirección. En este barco donde no sólo están todos aquellos con los que vivimos este fin de semana, sino también todos los otros miembros de la familia comboniana dondequiera que estén y de donde quieran que sean. Nos sentimos renovados de fuerzas y con ​​la certeza real y física de sabernos unidos, no por la sangre, sino por compartir el mismo creador y la misma misión. Todos diferentes en la vocación pero todos unidos en Comboni llevando el rostro y la palabra de Jesucristo aquí y allá.

Por Paula Sousa (Portugal)

El amor en la práctica es algo duro y terrible

Catholic Worker

Dorothy Day, la fundadora del Movimiento del Trabajador Católico, dijo una vez “El amor, en la práctica, es algo duro y terrible si lo comparamos con el amor idílico. La realidad continúa a confrontar nuestros sueños, nuestra esperanza y nuestra visión ideal”. Day sabía bien de lo que hablaba porque ella dio toda su vida luchando en solidaridad con los pobres. Amar a los pobres no es cosa fácil. Incluso cuando sentimos un auténtico deseo de “servir a los pobres” podemos no ayudar pero tener una cierta visión romántica de quién son los pobres y qué pensamos que necesitan. Pero la práctica diaria de la caridad está lejos del romanticismo y me sorprendo cuantas veces no consigo amar a los pobres cuando precisamente eso es lo que estoy intentando hacer. Esto ha sido parte de mi experiencia como un misionero laico en Etiopía.

Pero el amor se mantiene cómo el  centro y única fuente de inspiración. Mt 25, 40 “Aquello que hagáis por uno de estos pequeños, me lo hacéis a mí”. Jesús describe en Mt 25, 31-46 que la herencia de su Reino se basa en algo simple y alcanzable. Una vez más Dorothy Day nos da luz con sus comentarios: “Si Cristo no lo hubiese dicho, parecería loco de atar por creerlo. Pero él dijo que si le damos un vaso de agua a un sediento se lo damos a él. El hizo que el cielo  dependa de la forma en que actuamos con él en su disfraz de corriente, frágil y ordinaria humanidad”.

Mt 25, 40 sigue siendo un gran reto que me da fuerzas. Viendo a Jesús en los que están a mi alrededor comienzo a valorar y preocuparme por sus sufrimientos, así como por sus alegrías,  sus esperanzas y los dones que aportan a este mundo. Comienzo a darme cuenta también de mi propia pobreza, aceptando que, como personas, todos compartimos rupturas, pérdidas, rechazos y tenemos necesidades no cubiertas. Veo que el mayor reto es confiar en el Jesús que son los otros, incluso cuando no puedo verlo. Creedme, hay momentos en los que me froto los ojos para ver a Jesús pero todo lo que veo son errores y decepciones.

También estoy aprendiendo que intrínseco al acto de amar al pobre está la totalidad de las virtudes humanas: paciencia, perdón, empatía, esperanza, perseverancia y coraje. La petición completa del mensaje de Amor de Dios se reduce en la obligación de amar al pobre, con una llamada implícita a la autenticidad y la apertura del corazón llevando esta tarea a la práctica en el día a día (cuando el romanticismo se ha ido)

Cuando reflexiono sobre todas estas cosas, creo que al final de los tiempos, cuando me encuentre cara a cara con Jesús, sólo me preguntará una cosa. ¿Cómo amaste a los pobres?

– Mark

Maggie, Mark y Emebet Banga, Laicos Misioneros Combonianos, Awassa, Ethiopia

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Juventud en Matany (Uganda)

Uganda youthEn nuestra parroquia hay cuatro grupos de CYMG. La abreviatura CYMG significa Grupo Juvenil Misionero Cristiano. Hay 150 jóvenes que asisten a las reuniones. Sus principales objetivos son la difusión de la fe, la esperanza y el amor entre los jóvenes. Están involucrados en muchas actividades diferentes por ejemplo, oraciones, compartir la Biblia , seminarios, talleres, debates, juegos, música, danza y teatro, proyecciones de vídeos educativos, concursos y animaciones.

Ellos participan en asambleas nacionales y regionales. Durante estas reuniones pueden participar en concursos. Este año participaron en el Congreso Nacional de los CYMG en Kampala. Doce miembros y el P. John Bosco compitieron contra otros grupos de todo el país. ¡Ganaron y se convirtieron en el número uno! Fue un momento de alegría y de fiesta para ellos y para toda la parroquia. Muchas personas de otras partes del país, no esperaban que el grupo de Karamoja pudiese ganar porque esta región es considerada como subdesarrollada. También se dice que es la más pobre de Uganda.

De hecho, los jóvenes que quisieron ir a Kampala tuvieron que enfrentar muchas dificultades para organizar el viaje. Fue difícil para la mayoría de ellos poder cubrir los costos de transporte. Casi todos ellos no fueron capaces de pagar por todo, por lo que tuvieron que buscar patrocinadores. Yo sabía acerca de sus problemas y gracias al dinero que ustedes me enviaron, pude ayudarles. !Ellos están muy agradecidos por su apoyo y generosidad, y quieren darles las gracias a todos ustedes!

young from karamoja youth from karamoja

Por Danusia. LMC polaca en Uganda

Reunión de la familia comboniana en Roma

Consejos familia comboniana

El pasado 14 de diciembre nos reunimos los consejos generales de la familia comboniana.

Misioneros combonianos, combonianas, seculares y laicos para reflexionar juntos y juntos ver caminos de colaboración.

La reunión la realizamos en casa de las misioneras combonianas en Roma donde fuimos muy bien acogidos por la comunidad.

En la mañana, animada por las combonianas, estuvimos reflexionando sobre Comboni y rezando en torno a ¿qué nos inspira para un camino de colaboración como familia comboniana?

Cada uno de los participantes hablamos de esta reflexión. A nivel personal, acuerdos que en los diferentes institutos se han tomado en este sentido, líneas y experiencias actuales de colaboración.

Este es un reto que miramos en positivo y reconocemos como propio del carisma que nos une, de la intuición de Comboni en la promoción de la misión y de la catolicidad en la responsabilidad de la misma, uniendo y facilitando la colaboración de los distintos carismas y estados dentro de los mismos.

Tuvimos también un tiempo para compartir el camino que vamos haciendo a lo largo del año, preocupaciones comunes y vías de colaboración.

Terminamos esta bonita jornada celebrando la eucaristía, rezando por todos los misioneros combonianos (sacerdotes, hermanos, hermanas, seculares y laicos) que extendidos por todo el mundo dan su vida por “los más pobres y abandonados” como quería Comboni.

Cada paso que damos como familia por el bien de la misión nos acerca y mantiene fieles al sueño de Comboni.