Laicos Misioneros Combonianos

[Mozambique] Animación misionera con jóvenes de la parroquia de Carapira

03-Animacao ChegadaEl 16 de marzo de este año hubo una reunión de jóvenes de la región de Mutoro, una de las 3 zonas de la parroquia, en el que participaron 96 jóvenes entre coordinadores y animadores de la Infancia Misionera y jóvenes de 40 comunidades y 10 zonas de esta región. En esta reunión los LMC y candidatos en formación participaron en un momento de animación misionera con los jóvenes. La reunión se inició a las 13 horas con la presentación de los participantes, donde los laicos en formación hablaron de su historia en el grupo.

Así pues, Mozambique cuenta con 3 LMC extranjeros y 4 laicos misioneros mozambiqueños en formación. Los Laicos Misioneros Combonianos compartieron la historia de San Daniel Comboni, que era un hijo de familia pobre y nacionalidad italiana, también compartieron que la familia comboniana se compone de sacerdotes, hermanos, hermanas, laicos y seculares.

Durante la conversación un joven preguntó qué era ser secular. Seculares significa ser laica misionera consagrada, que vive su vocación dentro de su familia sin la unión marital.

También se habló de algunos requisitos para ser Laico Misionero Comboniano.

El encuentro de animación misionera terminó con un canto << Regocijaos en el Señor siempre>>.

Flavio, LMC y Zeferino, formando de los Laicos Misioneros Combonianos

[Portugal] Ecos de la reunión de marzo 2014

El 8 y 9 de marzo, se celebró una reunión de formación de los LMC, en la casa de Coimbra. El tema fue “Los documentos de la Iglesia”. La formación fue llevada por la LMC Susana Vilas Boas, sorprendente como siempre. También estuvo con nosotros el P Manuel Lopes.

A pesar de la complejidad y riqueza del tema, la creatividad de las presentaciones hizo que la formación fuera un momento agradable en torno a los textos fundamentales de la Iglesia, motivando el deseo de saber. Reconocemos la importancia de los documentos para vivir la fe y la misión en comunión, como miembros de la Iglesia de Cristo.

El programa incluyó la presentación de los documentos más relevantes para la Misión seguidos por la lectura y discusión en grupo para después compartir todos juntos. Transcribo algunos fragmentos de los textos seleccionados:

  • La humanidad puede tener esperanza y debe tener esperanza: el Evangelio vivo y personal, Jesucristo en persona, es la “noticia” nueva y portadora de alegría que la Iglesia anuncia cada día y de la que es testigo cada día. (Christi fideles Laici)
  • El enviado entra en la vida y misión de Aquel que “se despojó de sí mismo tomando condición de siervo”. Por lo tanto, deben estar preparados e ser fieles toda la vida en la una vocación, a renunciar a uno mismo y a todas tus cosas, y hacerse todo para todos. (Ad Gentes)
  • Con el mensaje del Evangelio, la Iglesia ofrece una fuerza liberadora y creadora de desarrollo, precisamente porque lleva a la conversión del corazón y de la mente, hace reconocer la dignidad de cada persona, fomenta la solidaridad, al compromiso y al servicio por los demás, inserta al hombre en el proyecto de Dios que es construir el Reino de Paz y Justicia, ya en esta vida. (Redemptoris Missio).
  • A cada discípulo de Cristo le incumbe el encargo de propagar la fe, de acuerdo con su propia medida. (Lumen Gentium)

El intercambio fue sintetizado por cada uno, en una palabra, que compartimos en la Oración de la Tarde: compromiso, comunidad, comunión /comunidad, voluntad, corresponsabilidad, humildad, generosidad, misión.

El domingo por la mañana, leímos el mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma. Inquietante y desafiante: “Porque la razón de todo esto es el amor divino: un amor que es gracia, generosidad, deseo de cercanía, que no duda en darse a sí mismo y sacrificarse por sus amadas criaturas. (…) No olvidemos que la verdadera pobreza duele”.

Los momentos de oración marcaron el ritmo de la reunión y dieron sentido y fuerza a nuestros propósitos de comunión y misión en la Iglesia.

En el encuentro no faltó la alegría, el compartir, la música, el sol y las flores…

Por todo esto, ¡agradecemos la bondad de Dios!

Por Patricia

Votos perpetuos de la Hermana Lilia (comboniana en Carapira)

El equipo misionero de Carapira celebró una gran fiesta el 15 de marzo, celebrando el nacimiento de San Daniel Comboni y las vidas que se siguen consagrando. En este día fue la hermana Lilia Karina Navarrete Solís, quien hizo su profesión perpetua, con el lema “Yo te consagré y te constituí profeta de las naciones” (Jer. 1,5). Conocida como la hermana Lily, es de nacionalidad mexicana y trabaja como directora del Centro de Salud de Carapira. Todo se desarrolló en un ambiente familiar con la presencia de funcionarios del Centro de Salud, líderes parroquiales, religiosos y religiosas de la Diócesis de Nacala y Nampula, entre otros invitados. Después de la celebración presidida por el Obispo de la Diócesis de Nacala, Don Germano, compartimos el almuerzo. Los LMC nos unimos al equipo de trabajo que ayudó a ambientar el sitio, servir la comida, lavar los platos, poner en orden todo de nuevo en su lugar y dando apoyo en todo lo posible. La hermana Teresina, aparte de la responsable de la organización, también fue la madrina de la profesión.

Esto siempre es un momento oportuno para la animación misionera. Así, el grupo de laicos preparó un panel titulado “Daniel Comboni inspira”, que contó con las imágenes y textos breves sobre las cuatro ramas de la familia comboniana: Misioneros Combonianos, Misioneras Combonianas, Misioneras Seculares Combonianas y Laicos Misioneros Combonianos.

¡Recemos por la hermana Lilia y todas las vocaciones!

¡Estamos juntos!

LMC Carapira

Feliz aniversario de Comboni

Un saludo a todos en este día tan especial.

En este día tan importante para toda la Familia Comboniana, amigos, amigas y colaboradores queremos compartir con vosotros un sencillo video con algunas imágenes de nuestra actividad misionera.
Poco a poco nos vamos animando y preparando para el encuentro que tendremos como Familia Comboniana en España en torno al 150º Aniversario del Plan de Comboni.

Esperamos que os guste.

Que San Daniel Comboni nos ayude a ser fieles a nuestra vocación misionera y a seguir apoyando a todas aquellos que lo necesiten.
Con vuestra ayuda será posible.

Poner los pies en las huellas del Fundador

ComboniSan Daniel Comboni nació el 15 de marzo de 1831, en Limone sul Garda, Italia. En la escuela del sacerdote Nicolás Mazza, en Verona, descubrió sus principios fundamentales: la santidad, la búsqueda de la verdad y el ímpetu misionero. Fundó los institutos de los combonianos y las combonianas que hoy están un poco por todo el mundo anunciando el Evangelio entre los más pobres y abandonados. Hace diez años, Comboni fue proclamado santo. Publicamos una guion que nos ayude en la celebración como Familia Comboniana a poner los pies sobre las huellas del santo Fundador.

ORACIÓN COMBONIANA

15 de marzo 2014

Celebramos el aniversario de Comboni durante la Cuaresma, donde todo en la Palabra nos llama a la conversión, a despertar del sueño, a dedicarnos a las obras de la luz. Comboni, hombre de fe, supo despertar y dejarse iluminar por Cristo, y también supo despertar el mundo que le rodeaba con su incansable y apasionada animación misionera.

Hoy, en el contexto de la celebración del décimo aniversario de su canonización, nos unimos en oración con la Familia Comboniana, para invocar al Dios de la luz sobre cada uno de nosotros y sobre todos los pueblos que viven en la “sombra de la muerte” debido a las guerras, la injusticia, la pobreza y la opresión. Con Comboni, le pedimos que nos despierte del sueño.

Celebración litúrgica

Canto

De la Carta de San Pablo a los Efesios (5, 8-14)

Antes, ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz. Ahora bien, el fruto de la luz es la bondad, la justicia y la verdad. Sepan discernir lo que agrada al Señor, y no participen de las obras estériles de las tinieblas; al contrario, pónganlas en evidencia. Es verdad que resulta vergonzoso aun mencionar las cosas que esa gente hace ocultamente.  Pero cuando se las pone de manifiesto, aparecen iluminadas por la luz, porque todo lo que se pone de manifiesto es luz. Por eso se dice: Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará.

Palabra de Dios

Carta de Comboni a cada uno de nosotros

Yo estoy con ustedes, vivo la sed de agua viva y el deseo de REGENERAR. Rezo con ustedes.

Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará”.

Sí, es el momento de despertar, de dejarse despertar por el Resucitado, que siempre se adelanta a nuestros días y nos muestra la aurora de nuevos horizontes. Despertar, abrir las puertas de nuestra vida para dejar entrar la vida de Dios a través de la vida de la humanidad.

Despertad del sueño, poned vuestros pies en las huellas que nuestros pueblos están dejando en el surco de la vida para cosechar la época de la esperanza Pascual que con sabiduría y de mil maneras continúan indicando, siendo testigos y compartiendo con nosotros.

Despertad con el canto de esperanza que tiene el coraje de cantar en la noche oscura.

Despertad del sueño de la mediocridad para hacer eco de la buena noticia de Isaías, preludio del Evangelio: ” No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen en las cosas antiguas; yo estoy por hacer algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta? Sí, pondré un camino en el desierto y ríos en la estepa” (Isaías 43: 18-19).

Despertad con el grito de los empobrecidos, oprimidos, excluidos, olvidados, los que tienen hambre y sed de justicia, aquellos que todavía no conocieron la esperanza anunciada por Cristo Jesús.

Despertad a la brisa del viento para abrir vuestros oídos y comprender el eco de la sabiduría de vuestros pueblos que os mantienen en el día a día, el eco de vuestras Iglesias locales que vibran con la vida nueva, el eco del testimonio fiel y mártir de tantas hermanas y hermanos de ayer y de hoy. Permaneced vivos como la semilla que se pudre en el suelo, pero tiene en sí misma el poder para generar vida.

Permaneced despiertos y atentos como las mujeres en la mañana de Pascua, las únicas que fueron al sepulcro, movidas por el valor de una fe que sabe ver más allá de la piedra que bloquea la vida.

San Daniel Comboni:

“… Ahora no hay hora o momento que no piense en vosotros” (Escritos 162). Vosotros sois mi herencia…

Canto

Pregunta para la reflexión:

¿De qué apatías sientes que Comboni te pide que despiertes para llevar adelante su Obra con pasión, alegría y radicalidad?

Breve silencio

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Consagración al Sagrado Corazón de Jesús y Padre Nuestro…

Oremos juntos:

¡Gracias, Daniel!

Porque creíste en tu sueño.

Tú nos enseñas que es posible ver África a través de los ojos de Dios.

Gracias porque viste y permaneciste fascinado con los africanos viéndolos con el rayo puro de la fe, una mirada de hermano y no de imperialista o esclavista.

Creíste en las capacidades humanas de los africanos, y viste ya a África protagonista de su proceso de liberación.

Tu sueño era el sueño de Dios, tú que creíste y nos enseñas a creer.

Tu vida nos habla de dos encuentros fundamentales:

El primero con Dios y el segundo con los africanos.

Fuiste testigo audaz de la exploración de África y no permaneciste indiferente, ni te refugiaste en un conformismo desesperado mas sentiste dentro la llama de la liberación y quisiste hacer historia con los africanos. Su causa se ​​convirtió en la tuya.

El Espíritu te susurró un Plan sabio:

La regeneración de África por la propia África, y fue primavera, fue fuerza, fue pasión, fue liberación integral.

Gracias porque tu sueño nos ilumina hoy frente a los proyectos neo-imperialistas que continúan a abrir la brecha entre el Norte y el Sur del mundo.

Tu sueño nos guía y nos hacen tomar una posición frente al dios-dinero, frente al ídolo que deshumaniza a las personas.

Hoy en día estamos inmersos en una humanidad perdida y débil, y tú nos invitas a creer en la humanidad, a anunciar a Jesucristo con pasión y credibilidad.

No es fácil vivir en un mundo plural y dividido pero tú nos demostraste que el amor lo puede todo.

Te pedimos que nos mantengas unidos a ti y entre nosotros, tus hijos e hijas, para que permanezcamos fieles al sueño de Dios.

Que nuestras diferencias sean fuente de riqueza y creatividad.

Gracias, Daniel, por creer en tu sueño.