Laicos Misioneros Combonianos

Encuentro LMC México

Grupo MexicoHola querida familia misionera Comboniana,

Llegó el mes de la patria y con él nuestro encuentro mensual misionero comboniano. Los LMCs de México, D.F. nos reunimos en la sede del noviciado continental. Después de instalarnos, el Hermano Joel nos invitó a la cena. La cocina ya estaba en movimiento con Bayro preparando el agua de melón, José calentando la sopa, Roger poniendo la mesa y Delio organizando la comida en el “carrito del sabor”. Después de compartir el pan, pasamos a nuestra hora santa a la luz de las velas, entre salmos y oraciones nos descubrimos delante del Señor necesitados de su fuerza, y de su amor para continuar en su servicio.

Después de un buen descanso, nos dispusimos a iniciar el domingo con la oración de los laudes, dirigidos por Juanita, tuvimos el desayuno preparado por las hermanas de la Congregación Oblatas de Santa Martha, y la celebración eucarística que compartimos con la comunidad; y un grupo juvenil que se encontraba realizando un retiro. El Padre Anastasio, MCCJ, durante la homilía nos recordaba que nuestro encuentro con Jesús nos debe llevar a buscar la sanación espiritual antes que el bienestar físico o económico. Nos invitaba a salir de nosotros mismos siguiendo el ejemplo de Jesús; a compartir con el otro, a mostrar nuestro entusiasmo y así, al ayudar a otros, vamos transformando nuestra vida y dando testimonio.

La Hermana Ma. Elena compartió con nosotros el tema de la mujer en el plan de Comboni. Y entre reflexiones y escritos fuimos descubriendo juntos qué pensaba San Daniel de la mujer, como la valora, le exige, la protege, la trata como un igual, la considera una fortaleza para la misión. Uno de los escritos más conmovedores fue una carta dirigida a su madre, Domenica Pace, a la cual habla con mucha ternura.  Finalmente, no podíamos partir sin organizar las actividades del mes de octubre y agradecer a Dios este encuentro, que vivimos con alegría en medio de la Familia Comboniana.

Martha coordinadora LMC de México

Poco a poco, estamos despegando

GhanaEs una gran alegría para mí que poco a poco, pero con la firmeza, estamos avanzando en la respuesta a nuestra vocación. Las cosas planificadas se están implementando poco a poco.

Antes de tener nuestra reunión este 12 de septiembre, algunos miembros llegaron un día antes para un debate sobre un proyecto. En la tarde del viernes 11, nos reunimos a meditar sobre los misterios dolorosos de nuestro Señor Jesús. Después de esta oración, leímos dos cartas de los Escritos de Comboni, una escrito a D. Nicolás Mazza en el 04 de septiembre 1857 y la segunda escrita sobre el 20 de septiembre 1857 de Egipto a Dr. Benedetto Patuzzi (E 19, 20-26 ). El objetivo principal es el conocimiento de nuestro Fundador. Después de esto, nos tomamos un tiempo para reflexionar un poco acerca de cómo nos estamos avanzando. Este momento de oración comunitaria es para fortalecer todos los grupos locales formados por miembros de la misma zona. Antes de iniciar nuestra reunión mensual del 12 de septiembre, rezamos Laudes. Para nuestra reunión, tuvimos primero una misa presidida por el P. José Rabbiosi. En la reunión, se hizo hincapié en el papel que los grupos locales tienen que jugar: la necesidad de reunirse y orar, participación en JPIC, la formación y la preparación de algunos jóvenes, la proclamación de la Buena Nueva en algunos pueblos y la animación misionera .

Tenemos pensado para la próxima reunión que se celebrara el 10 de octubre presentar la historia de los LMC.

Justin Nougnui, coordinador.

Testimonio en Carapira

Carapira“Lo esencial es invisible a los ojos”! Nunca le encontré tanto sentido a esta frase como después de Mozambique … Cuando nos atrevemos a abrir el corazón a la llamada de Dios, corremos el riesgo de descubrir el verdadero significado de la felicidad. De hecho, fueron tantas las gracias recibidas, tanto el amor vivido y compartido, que esta experiencia ha dado forma a mi vida, me lleno el corazón de tal manera que mis pensamientos, deseos y sueños se dirigen todos ellos a Mozambique.

A lo largo del año que preparamos estos meses de misión en Mozambique, nos fuimos preparando con obras de caridad, formaciones intensas, encuentros íntimos con Dios por medio de la oración y por tanto las expectativas eran altas e inmensa la ansiedad. La verdad, sin embargo, es que nunca pensé vivir este mes tan intensamente, con tanta entrega, con tanto amor… ¡Débil era mi fe, lo reconozco! Después de todo fueron muchas las personas que rezaron por nosotros, fueron muchos los corazones sinceros que han dirigido sus oraciones a Dios.

Los siete miembros del grupo Fe y Misión que llegaron a la misión Carapira, en Mozambique, solo tenemos razones para dar gracias a Dios por todo lo recibido.

En Carapira, acogidos como familia por los varios miembros de la familia comboniana presente allí desde el principio, nos sentimos bienvenidos, integrados. La primera noche tuvimos una reunión para presentarnos entre todos, lo que nos permitió conocer un poco del trabajo que se realiza, y para afirmar nuestra voluntad de trabajar intensamente este mes. Sí, fue siempre una preocupación de todo el grupo entregarse por completo, o en palabras de Fernando Pessoa, poner todo lo que somos en lo más pequeño que hagamos. Y no nos quedamos sin respuesta. Al día siguiente tuvimos una reunión donde nos hicieron varias propuestas, ya sea en la Escuela Industrial de Carapira, en la pastoral, en el internado de las hermanas, así como junto a la comunidad. Recuerdo que después de esta reunión, el grupo comenzó a dividirse las tareas, especificamos las tareas de cada uno, con una intensidad que llenó rápidamente el cuadrante en el que siempre anotábamos todas nuestras actividades. Me sentí siempre contento de ver el cuadro completo. Soy muy consciente de que esto sólo fue posible por la confianza que han depositado en nosotros desde el principio, pero también sé que a lo largo del mes hicimos todo lo posible para cumplir con las expectativas. Para ser honesto, a pesar de querer dar el máximo de mí y trabajar duro, siempre tuve conciencia de que un mes sería muy poco para poder entregarnos sin reservas. La verdad es que yo estaba equivocado. Por supuesto, la dificultad de la lengua y la adaptación complicaban las cosas, pero también las sonrisas, la simpatía, la confianza depositada en nosotros y la fantástica acogida que se nos presentó, hizo todo mucho más fácil. Desde el principio, el hermano Luis permitió que participásemos sin reservas en la escuela, ya sea en el trabajo administrativo, ya sea en actividades con los estudiantes; el padre Firmino permitiendo que lo acompañásemos en sus visitas a las comunidades; las hermanas permitiéndonos  que las ayudásemos con las explicaciones a las niñas en el internado así como al visitar a los enfermos y ancianos de la comunidad y los Laicos Misioneros Combonianos que siempre nos han seguido de cerca y con los que trabajamos muy a gusto. Del trabajo de las hermanas, hermanos y sacerdotes sabía mínimamente por los diversos testimonios que había escuchado. Pero confieso que no sabía el gran trabajo que realizado por los Laicos Misioneros Combonianos. Su dedicación en la Escuela Industrial de Carapira, en clase, en la administración, la enfermería, en el comedor, así como el seguimiento de las actividades extracurriculares es impresionante. Pero más allá de eso, el trabajo pastoral en las comunidades, el trabajo en la parroquia, en la formación de los animadores, el papel de la Justicia y paz en favor de las comunidades me dejaron deslumbrado. Honestamente, por primera vez, desee  ser Laico Misionero Comboniano.

A nivel personal, este mes fue muy importante para mí. Encontré muchos de mis límites cuando la fatiga quería vencerme, fui desafiado a aprender a vivir en comunidad, cómo ser tolerante, a tratar de resolver los problemas a través del diálogo, a examinarme internamente. Ahora que lo pienso todo, me alegro de lo que pude crecer. Pero aparte de todos estos retos he sido tan feliz… Las Eucaristías me llenaron el corazón, con canciones y danzas que expresaban tanto, las sonrisas de los niños, la alegría de la gente de las comunidades, la familia Comboniana en Carapira a quien ahora llamo amigos y amigas, las niñas del internado que tanto me hicieron sonreír, los jóvenes de la escuela, los jóvenes … Oh, Dios mío, como lo echo de menos! Tengo ganas de llorar de alegría …. Me apetece volver…  quiero volver !!!

¡En Mozambique sentí el sol en mi mano! ¡El sol de la alegría, el sol que ilumina nuestra vida, el sol que nos calienta, que calienta nuestros corazones, el sol que nos permite intercambiar miradas, el sol nos hace vivir intensamente el día! ¡En Mozambique tuve el sol en mi mano!

Carapira

Pedro Nascimiento

Jornada capitular con la Familia Comboniana

LMCEl XVIII Capítulo General de los Misioneros Combonianos sobre el tema “Discípulos misioneros combonianos, llamados a vivir la alegría del Evangelio en el mundo de hoy” ha iniciado el 6 de septiembre en la Casa General de Roma. La jornada del lunes, todavía en la fase de lectura de la realidad, dio la palabra a los institutos de las Seculares Combonianas, las Misioneras Combonianas y los Laicos Misioneros Combonianos. A través de sus informes, la Asamblea se acercó a los logros, dificultades y sueños; en los que de una forma u otra también se ve reflejado el Instituto de los Misioneros Combonianos.

 

Secular

La secular Isabella d’Alessandro expresó preocupación por el descenso de personal, sin embargo, esto no es un límite al entusiasmo y deseo de abrirse a los desafíos que la misión plantea. Recordó que la experiencia de fragilidad es una oportunidad para colaborar con otros, lo cual invita a profundizar en nuestra identidad.

 

Combonianas

La Madre Luzia Premoli, superiora general de las Misioneras Combonianas, expuso las líneas centrales de la reflexión que se llevó a cabo en el Instituto en torno al tema de la Ministerialidad. La transformación de la misión exige un cambio en el modelo de gobierno. También, la rápida disminución de hermanas en el Instituto plantea desafíos a los que se va dando respuesta a por medio de diversas formas de reorganización.

 

LMC

Finalmente, Alberto de La Portilla, coordinador de los LMC presentó su informe a la Asamblea. Explicó la estructura interna del movimiento y los retos asumidos en la pasada asamblea intercontinental de los LMC en Maia (2012). Expresando el deseo de consolidar los grupos ya establecidos y mejorar la coordinación internacional.

Los tres primeros días del XVIII Capítulo General en Roma

Capitulo MCCJEl XVIII Capítulo General de los Misioneros Combonianos que está teniendo lugar en Roma se inició la mañana del lunes con la presentación del Estatuto del Capítulo por parte del P. Pietro Ciuciulla, miembro de la comisión precapitular. Este documento es un instrumento que guía el desarrollo del Capítulo y sirve en la planificación de las diversas fases de trabajo. Por la tarde, el trabajo se ha realizado a nivel de grupos continentales con el fin de ver y sugerir cambios, enmiendas o mociones para mejorarlo.   Una vez en aula, los capitulares han compartido sus puntos de vistas y cada grupo ha presentado sus propuestas. Al día siguiente se continuó con la votación de las diversas enmiendas hasta ser finalmente aprobado. El cambio principal respecto al Capítulo precedente es que se da un mayor tiempo a la fase de discernimiento hecho en grupos y así se logra una metodología más adecuada para el fin que pretendemos. Se ha evidenciado el deseo de que este Capítulo no caiga en la tentación de producir un largo documento, sino que se concentre en el contenido de un texto que focalice sobre algunas prioridades del Instituto. Después de la aprobación del calendario de trabajo, la sesión de la tarde del martes, día 8 de septiembre, se ha dedicado al discernimiento en grupos para buscar las personas más adecuadas en cada uno de los servicios del Capítulo. La jornada concluyó con la elección de los cuatro escrutadores. El miércoles, 9 de septiembre, la sesión se inició con la elección de los oficios y continuó durante toda la jornada. Consejo de Presidencia: P. Enrique Sánchez, presidente; P. Giuseppe Moschetta y P. Manuel Augusto Lopes Ferreira. Secretario general: P. Pietro Ciuciulla. Moderadores: P. Pedro Andres Miguel, P. Joseph Mumbere Musanga, Hno. Alberto Degan y P. Rogelio Bustos. Comisión especial: P. Rafael Ponce (coordinador), P. Dario Bossi y P. Jeremias dos Santos Martins. La Comisión central está constituida por el Secretario general, los cuatro moderadores y el coordinador de la Comisión especial. Su labor es la de coordinar el trabajo del Capítulo. Escrutadores: Hno. Matthias Adossi, Hno. Dessu Yisrashe, Hno. Humberto da Silva Rua y P. Felix Cabascango. Comunicadores: Hno. Alberto Lamana (coordinador), P. Jean Claude Kobo y P Efrem Tresoldi. Comisión litúrgica: P. Roberto Turyiamureeba, Hno. Jean Marie Mwamba y P. Alcides Costa. Comisión recreativa y cultural: P. Juan Armando Goicochea, P. Karl Peinhopf y P. Ramon Vargas. La jornada concluyó con la celebración de las vísperas de la solemnidad de S. Pedro Claver, patrono del Instituto.

Capitulo MCCJ