Laicos Misioneros Combonianos

La belleza de la misión imperfecta

LMC Peru

LMC Peru“La grandeza de la misión no está en nosotros, sino en Aquel que nos envía” P. Ivo

Un año de misión. ¿Cuánto tiempo cabe en este tiempo? ¿Cuántas vidas han cabido en nuestras vidas? ¿Cuántos brazos se cubrieron con nuestros brazos? ¿Cuánta vida dimos? ¿Cuánta vida recibimos?

Dejamos de planear la vida para permitir que la vida nos planeara, para dejar que Dios nos tocara y la gente nos encontrar. Nos dejamos encontrar tal y como somos, con nuestras heridas, cicatrices e imperfecciones.

Así somos, así nos entregamos a la misión, juntas e imperfectas. Caminamos con la certeza de que “todos tenemos heridas, es por ahí que entra la luz”. No quisimos nunca ser perfectas. Por el contrario dejamos que Dios tocara nuestra imperfección y de ella hiciera camino hacia los hermanos, ahora amigos y vecinos. Ahora nuestra familia.

La belleza de una misión imperfecta está en nosotros, reside en nosotros. La belleza no está en el instante que te das cuenta de que tu misión eres tú misma y tu vida, y sí, en la capacidad de hacer camino contigo misma y poco a poco sin miedo ir dejando que tus heridas, cicatrices o fragilidades sean algo que también constituye tu ser, algo que forma parte.

La misión se convierte entonces en un camino a uno, contigo mismo, a dos, porque tú sabes que fuiste elegida por un amor mayor, a tres, tú, Dios y el otro, con la certeza de que el otro existe para hacer camino contigo.
Te permites ser, te permites conocer un poco más de ti y dejarte descascar poco a poco, y llegar al otro siempre dispuesto a caminar con él. Y todos juntos, de mano dada con Dios, llegas al otro y el otro te llega de la forma más imperfecta y completa.
Es en este camino a tres encontramos a los demás, a los hermanos. Los que ahora se convierten en nuestro hogar y caminan con nosotros. Son ellos que de forma imperfecta nos completan, aumentan y nos hacen crecer. Es el ser imperfectos lo que nos hace encontrar a los demás caminando y creciendo con cada persona que se cruza en nuestro camino. De esta manera, la misión no es sólo enseñar o aprender, sino caminar y crecer juntos, sabiendo que la imperfección de las partes forma la perfección del todo.

Así es la lógica de Dios que nos hizo de tal manera que necesitáramos del otro para amar, ser, vivir y ser feliz.

LMC Peru
Paula y Neuza. LMC Perú

 

La capacidad de ver

Jesus

JesusComentario a Mc 10, 46-52 (XXX Domingo ordinario, 28 de octubre del 2018)

En el camino hacia Jerusalén Jesús pasa por Jericó, una de las ciudades más antiguas de Palestina y hasta el día de hoy un lugar emblemático. Marcos nos cuenta que, saliendo de Jericó para continuar su viaje hacia Jerusalén, Jesús se encuentra con un mendigo ciego llamado Bartimeo.

La postura del “mendigo ciego”

Les invito a releer este texto prestando atención a los detalles. Por mi parte, me permito llamar la atención sobre la figura de Bartimeo:

1.-  Estaba “sentado al borde del camino”. La ceguera no sólo impide ver, sino que también dificulta mucho el camino. Pero pienso que el evangelista no está pensando tanto en los ciegos físicos cuanto en muchos otros que, por decirlo de alguna manera, son ciegos “espirituales”, es decir, no saben qué camino seguir en la vida; están sentados e inmovilizados porque las tinieblas les rodean y no saben qué hacer en la vida ni cómo vivir.

Quizá deba preguntarme cómo ando yo en este momento de mi vida. ¿Acaso me he “sentado”, me estoy quedando inmovilizado al borde del camino, porque no sé qué hacer ni cómo actuar?

2.- Oye que Jesús pasa a su lado. Como sabemos, Jesús no era un predicador estático, sino que caminaba por los senderos de Palestina, buscando encontrarse con las personas y transmitirles el amor del Padre. Jesús resucitado sigue caminando hoy por nuestro mundo, a través, por ejemplo, de la Palabra que escuchamos en la Eucaristía, del Espíritu que me habla en el corazón, de las personas que testimonian su presencia. ¿Lo siento pasar o estoy “sordo”, además de  “ciego”? Bartimeo supo escuchar, supo dejarse ayudar para salir de su ceguera. ¿Me abro yo a la múltiple presencia de Jesús resucitado?

3.-  Grita insistentemente: “Ten compasión de mí”.  Bartimeo no se queda encerrado en un inútil “victimismo” (“que mal estoy”) ni en un falso orgullo (Yo solo me las arreglo solo), sino que supo pedir ayuda y confiar en el Caminante que pasaba a su lado. A veces, esto es una de las cosas más difíciles: nos cuesta reconocer nuestra necesidad y pedir ayuda. Dicen que muchos Santos Padres repetían constantemente la oración de Bartimeo: “Señor, ten compasión de mí”. Prueba a hacerlo tú también

La respuesta de Jesús

Tres son las palabras que pronuncia Jesús y que hoy podemos escuchar como dirigidas a nosotros, sea cual sea nuestra situación de “mendigos”:

-Llámenlo. Jesús no pasa de largo, presta atención a cada persona. Mi situación personal no le es indiferente.

-¿Qué quieres? Es importante que sepamos reconocer nuestras necesidades y nuestros deseos más profundos, verbalizarlos y expresarlos. En este sentido, la oración es un método excelente para reconocer ante nosotros mismos y ante Dios nuestras íntimas necesidades.

-Vete, tui fe te ha salvado. Es decir, en la medida que crees, tú puedes caminar. Tantas veces Jesús dice a las personas: “Levántate y anda”. Hoy nos lo repite a nosotros, en la persona de Bartimeo: cree, levántate, camina, ven detrás de mí como mi discípulo y mi misionero.

Antonio Villarino. Bogotá

Misa de envío Pedro Nacimiento

LMC Portugal

LMC PortugalDespués de un fin de semana grande, en la Comunidad de Ervedal (Alentejo), parroquia que vio crecer al LMC Pedro Nascimento y que ahora lo envía, nuestra LMC Rufina comparte con nosotros la emoción de este momento tan especial.

Hoy el Alentejo, más concretamente Ervedal ha estado en fiesta.
Ya se adivinaba que fuera así, sin embargo, superó y con mucho las expectativas, lo que tampoco es de extrañar, principalmente, cuando encuentras una Iglesia hermosa, exquisitamente decorada, curiosamente, anunciando ya el Año Misionero Extraordinario, y cuyo Pastor logra, seguramente como fruto del trabajo que a lo largo de los años viene desarrollando, congregar todas las parroquias que le están confiadas a participar de forma responsable y alegre en el envío del querido Pedro Nascimento a Etiopía.
El momento culminante fue, sin duda, la Eucaristía, presidida por el Señor Arzobispo D. Francisco Senra Coelho y concelebrada por otros sacerdotes invitados, en particular, el P. Francisco Medeiros, Misionero Comboniano de la diócesis de Viseu.

También contó con la presencia de dos Diáconos, familiares, amigos y varios miembros de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC), que, al igual que Pedro, forman parte de las “Mil Vidas para la Misión”.
Siguió un momento de convivencia, prácticamente, con todos, habiendo sido servido un gran almuerzo a la buena manera alentejana y que nos gustó mucho.
Pedro, como LMC y alentejana, no puedo dejar de dar gracias a Dios por tu envío en este Año Misionero Extraordinario, con la certeza de que será un momento de crecimiento y de enriquecimiento y que te permitirá desarrollar junto al pueblo etíope, una misión desbordada de amor, imbuida de carisma comboniano, e iluminada por la sonrisa que el Señor amorosamente colocó en tu rostro y que endulzó esa alma alentejana que te caracteriza, en los momentos de dificultades.

Como dice el Papa Francisco “Misión es ir al encuentro del otro”.
Y, como se ha mencionado en la Nota Pastoral de la Conferencia Episcopal Portuguesa el Año Misionero y el Mes Misionero extraordinario “Todos, todo y la misión siempre”.
Por tanto, ve, amigo, ve.
¡Estamos juntos! ¡Buena Misión!
Besos
Rufina (14-10-2018)
LMC Portugal
Gracias Rufina. Gracias Pedro. Gracias por la entrega de ambos.

Panes con frijol y Limonada

panes con frijol

panes con frijolA lo largo de este año, 2018, la comunidad LMC de Guatemala, hemos estado compartiendo días de misión en la aldea La Salvadora, en Santa Catarina Pinula, ubicada a 15 kms de la ciudad de Guatemala.

Un sábado de cada mes, visitamos la parte alta de la aldea, a la que llaman “La Salvadora II”.

El itinerario es siempre el mismo: llegamos a las 8 de la mañana,  temprano para  preparar con mucho cariño un panito con “algo” y algún refresco natural,   y compartirlo con todas las personas de la aldea que llegan a participar.  A las 9 de la mañana empieza la jornada de evangelización, manualidades, juegos, actividades, visiteo y nos retiramos alrededor de las 4 o 4:30 de la tarde.

El pasado 22 de septiembre hubo algo especial….algo que me hizo sentir viva, agradecida, gozosa…un detalle que avivó en mi la alegría de estar allí, el compartir a Dios por medio de gestos sencillos de amistad, fraternidad y generosidad.  Esos regalos  que ningún dinero podría pagar, fue un intercambio de Dios.

Resulta que cuando llegamos, los niños nos ayudaron a bajar las cosas del carro.  Al disponernos, varias de nosotras a preparar los panes, (ese día el panito era con frijol colado); varios niños se ofrecieron espontáneamente a prepararlos, por primera vez en todo el año!  Otros rápido preguntaron por el refresco, y se ofrecieron también a hacer la limonada.  Fue hermoso verlos cooperar, gustosos, y al final felices y satisfechos. ¡Ese fue el regalo!  Ver su sonrisa de satisfacción por haber ayudado a hacer los panes con frijol y la limonada.

limonadaLa misión no consiste en hacer grandes hazañas, la misión se construye y se goza de detalle en detalle.  De caricia en caricia. De gozo en gozo.

Así de grande, perdurable, perseverante y delicado es el amor de Dios, el amor que compartimos con aquel  que es discriminado, marginado,  aquel que carece de justas oportunidades de educación y de salud, aquel por quien vale la pena anunciar la buena noticia de Jesús muerto y resucitado.

No importa si a través de los años, esos niños olviden esos sábados…..cuando unos misioneros llegaban a visitarlos, quizá también olvidarán el día en que ellos mismos prepararon los panes con frijol y la limonada.

Confío que en sus corazones  quedará impreso cada gesto de cariño y cercanía,  y que con el tiempo esa memoria de amor se transformará en un verdadero encuentro con Jesús,  para que sean adultos que lo amen profundamente y lo hagan vida.   Solo así, el mundo podrá transformarse en un lugar mejor para todos.

San Daniel Comboni, ruega por nosotros

Lily Portillo

Celebrar el recuerdo del verdadero nacimiento de San Daniel Comboni

Comboni

DAR LA VIDA PARA QUE TODOS TENGAN VIDA

Solemnidad de San Daniel Comboni

10 de octubre de 2018

“Yo soy el Buen Pastor, conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre; y ofrezco mi vida por las ovejas. Y tengo otras ovejas que no son de este redil; a éstas también debo conducir; oirán mi voz y se convertirán en un solo rebaño y un solo pastor”
(Jn 10,14-16)

ComboniQueridos hermanos,
Celebrar el recuerdo del verdadero nacimiento de San Daniel Comboni nos introduce en el gran misterio de la vida del Buen Pastor con el corazón traspasado que dio su vida para que todos tengan vida y vida en abundancia, especialmente los que aún no pertenecen a la mesa del cuerpo de Cristo, los más pobres y abandonados, para que se conviertan en un solo rebaño y un solo pastor.

Los Combonianos, fieles a esta tradición, al carisma y a la práctica pastoral de nuestro Fundador, estamos invitados a renovarnos cada día en este compromiso misionero para “ser testigos y profetas de relaciones fraternas, basadas en el perdón, la misericordia y la alegría del Evangelio” (AC ’15 n. 1).

La misión en la frontera exigía de Comboni la capacidad de permanecer firme en los momentos difíciles y la fidelidad al precio de la vida misma, porque tenía su mirada en el corazón traspasado del Crucificado, una visión de fe de los acontecimientos y el abrazo a la Nigrizia con un corazón marcado por el amor divino. Una santidad encarnada que sigue los caminos de la pobreza y de la marginación humana, acogiendo al otro, a los diferentes, a los pobres, en un abrazo de comunión y diálogo; una santidad que es la pasión divina que vive en un corazón humano.

Esto es lo que hemos intentado expresar en la reflexión y la oración en la Intercapitular que acabamos de concluir. Hemos estado constantemente atentos a la voz de las víctimas, de los marginados, de grandes multitudes de seres humanos cuyas vidas están amenazadas por un sistema sin corazón que produce la muerte anticipada y violenta de los más débiles.

Esta realidad sigue cuestionando proféticamente nuestra presencia y la calidad de nuestro servicio misionero como lo hizo Comboni en su tiempo. Para responder a estos desafíos, sin embargo, necesitamos acercarnos cada día al misterio del amor de Dios, revelado en Jesucristo, con el espíritu, la mirada y el corazón de Comboni, con un corazón abierto, desbordante de amor y misericordia del Traspasado y, como Él, dejarnos traspasar por tantas situaciones de pobreza y abandono.

Para San Daniel Comboni era evidente que la contemplación del misterio de Dios, crucificado por amor, tenía como finalidad conducir a sus misioneros a una forma de ser misión para testimoniar una vida vivida en “espíritu y verdad”, fruto de una oración jugosa y concluyente, de la práctica de la humildad y de la obediencia, como signos de una espiritualidad profundamente comboniana. Es decir, irradiar con nuestra vida el misterio del Dios Crucificado para acercar a Cristo, fuente de la Vida, a todos los que tienen hambre y sed de justicia.

Con estos sentimientos queremos celebrar esta solemnidad de San Daniel Comboni como Familia Comboniana. Entrar en este misterio del Buen Pastor del corazón traspasado y beber la savia que nos renueva, que nos hace mirar la realidad con los ojos de la fe, de la esperanza y de la caridad, que nos sana y humaniza, que nos hace ser una misión, un “cenáculo de apóstoles”, un don para los demás. “Hago causa común con cada uno de vosotros, y el día más feliz de mi existencia será aquel en que por vosotros pueda dar la vida” (S 3159).

Que San Daniel Comboni interceda ante el Padre por cada uno de nosotros, por toda la Familia Comboniana y por las misiones que se encuentran actualmente en situaciones difíciles: Eritrea, Sudán del Sur, República Democrática del Congo y República Centroafricana.

Feliz Fiesta a todos.
P. Tesfaye Tadesse Gebresilasie; P. Jeremías dos Santos Martins; P. Pietro Ciuciulla; P. Alcides Costa; Hno. Alberto Lamana.