Laicos Misioneros Combonianos

Esperanza, respeto, solidaridad y a trabajar…

LMC Costa Rica

Hoy 12 de noviembre 2025, siempre en el marco de la celebración del Foro de la Familia Comboniana sobre Ecología Integral 2025, tuvimos una jornada intensa, iniciando con una oración comunitaria en el Centro Social de Sagrada Familia en Belem, Brasil en donde, luego de ponernos en las manos de Dios, nos reunimos en pequeños grupos y nos dirigimos a diferentes locaciones donde se desarrolla La Conferencia Internacional sobre el cambio Climático COP30.

Interesante reflexión se tuvo en el Simposio de la Iglesia en COP30, donde se reunieron líderes eclesiales de diversos continentes, autoridades y representantes de pueblos tradicionales en un diálogo sobre caminos de conservación ecológica.

Paralelamente se desarrollaban conferencias en otros puntos como en la Universidad Federal de Pará; la zona azul y el río Pará donde se desarrolló una barcada.

Dentro de los temas de conversación y denuncia de esta cumbre destacan: la defensa de los pueblos más necesitados, alto a la violencia, paz solidaridad y cuido de la casa común, la justicia climática, soberanía de los pueblos, solidaridad integral y sobre todo temas tan importantes como la protección de los recursos naturales, no a la minería ni a las prácticas contaminantes.

Terminaba la jornada de este primer día con la apertura de la COP30 en la Universidad y la presentación de grandes personajes incluyendo al Rector y presentaciones artísticas y paralelamente la marcha por los mártires que finalizó con la Santa Misa en la Catedral de Nuestra Señora de Nazaret, concluyendo un día lleno de reflexión, compromiso y esperanza por un mundo más justo, sostenible y solidario respetando a todos aquellos que no hablan de Ecología si no que la viven en su día día….

Maritza Rodríguez Pacheco

LMC Costa Rica

LMC en la misión de Metlatonoc

LMC Mexico

Iniciamos esta misión en Metlatónoc Guerrero el día 1 de julio del 2025 Mariana Meléndez y Leticia Orduñez, Laicas Misioneras Combonianas (LMC). Nuestro comienzo fue desde cero ya que la casa donde viviríamos no estaba amueblada y le faltaban algunos trabajos de fontanería, mientras estuvimos viviendo en la casa parroquial y fue hasta el día 17 del mismo mes que nos fuimos a instalar a nuestro nuevo hogar; donde aún le estaban haciendo arreglos, pero ya podíamos estar. Está bien ubicada, desde la azotea se pueden ver las diferentes colonias, la montaña y un hermoso paisaje donde se puede apreciar la frescura natural del lugar; el segundo piso tiene cuatro habitaciones, una se acondiciono para la cocina y los demás son dormitorios, así podemos recibir visitas misioneras; bajando las escaleras al primer piso del lado izquierdo se encuentra un gran local el cual tenemos planeado utilizar para reuniones de crecimiento humano para las personas que tengan interés en aprender manualidades, refuerzo escolar o aquello que las personas nos han pedido, como rezar el rosario.

La Parroquia de San Miguel Arcángel donde el Padre Miguel Navarrete MCCJ es el Párroco y el Padre Wojcech MCCJ es el Vicario cuenta con 39 comunidades, se les atiende desde la notaría que está abierta desde temprano, ahí llegan las personas de todas las comunidades para pedir su misa describiendo la necesidad de su familia o algún sacramento, también los fiscales van a invitar al padre para que celebre la misa de la fiesta en su comunidad. Poco a poco nos estamos dando a conocer, en las misas, las convivencias o fiestas a las que hemos sido invitadas. El P. Miguel nos presenta como las misioneras que estaremos un tiempo en Metlatónoc apoyando en la Pastoral de la Iglesia.

La catequesis es la puerta que se nos ha abierto para servir, hemos comenzado en la zona Parroquial y en una comunidad que se llama Yuvinani, Tenemos un grupo para formar agentes de pastoral, con los cuales nos encontramos dos veces por semana durante 6 meses con un programa propuesto por la parroquia en donde participa el señor Billano, Cristina, Elvia, Florina, Marcelina y Adelma personas que se han disponibles para ayudar en la iglesia. Los grupos para recibir sacramentos son dos grupos, uno es de 33 niños y jóvenes desde 9 a 24 años que se preparan para recibir su primera comunión y el otro son 7 adolescentes entre 13 a 16 años para hacer su confirmación. Estamos aprendiendo las oraciones básicas, los mandamientos, se les comparten los temas de la creación, los profetas, la vida de Jesús. Por medio de videos que faciliten su comprensión poniendo los ejemplos desde la vivencia en su comunidad enseñándolos a diferenciar entre el bien y el mal. El desafió que hemos encontrado es la lengua, no todos hablan español y nosotros no sabemos mixteco, siempre estoy confirmando con el señor Billano quien me ayuda a traducir.

Para estas vacaciones tuvimos la oportunidad de participar en el curso intensivo de catequesis y apoyo escolar que organizo el párroco en donde nos incorporamos al equipo de servicio y colaboramos con Cesar, Consuelo y Sonia jóvenes que van de vacaciones pues están estudiando fuera. En el apoyo escolar estuvo Cesar dando las materias de matemáticas e inglés, en la catequesis estuvimos las mujeres. Hubo buena participación aun cuando estaba lloviendo no dejaron de asistir los niños, llegaban a las 3:30 pm comenzamos con juegos de integración, en seguida el tema y a las 5:00 pm participamos de la misa, después solo se daba indicaciones, recogían sus cosas para terminar a las 6:00 pm y salir temprano a sus casas.

Debido a las lluvias en este tiempo no es posible desplazarnos a las comunidades más lejanas pues los caminos son de terracería, hay deslaves, se desprenden los cerros y pueden caer rocas de todos tamaños que ocasionan el bloqueo de los caminos, también es peligroso porque pueden suceder accidentes y se puede revelar el transporte al barranco. La recomendación es que en tiempos de sequía vamos a llegar en esas comunidades. Ya algunas las conocemos por las visitas que hemos hecho en tiempo de Semana Santa o Navidad.

Participamos en Tlapa en la Asamblea Diocesana, fuimos representando la parroquia con el P. Miguel, Cesar, Gabriel, Adelaida, Leticia y yo. Estuvimos reunidos una semana en cual recibimos temas que nos ayudaron a conocer en un panorama general a las comunidades indígenas, nos dimos cuenta de que hay diferentes grupos indígenas en la diócesis ya que se habla en tlapaneco, nahual y mixteco pudiendo haber mas variantes en el idioma. Se formaron equipos de trabajo acorde a la dimensión donde se sirve. P. Miguel y Gabriel estuvieron en la dimensión de Catequesis coordinada por el P. Nacho; Leticia y Cesar estuvo trabajando con la dimensión de misión coordinada por el P. Damián; Adelaida y yo estuvimos en la dimensión educativa coordinada por el P. Juan. Fue algo nuevo para mí, pero eso si de mucho aprendizaje y compromiso. El trabajo fue intensivo y de gran ayuda para nosotras que vamos llegando, poco a poco vamos aportando nuestro granito de arena para caminar en nuestra Iglesia donde todos los bautizados podemos aportar algo. Agradezco a quien me tiene presente en su oración que me da la fuerza para continuar aun estando lejos de mi familia, gracias por su apoyo económico que facilita el seguir manteniendo la comunidad les comparto que aquí la canasta básica es más cara que en mi comunidad ya que no se vende por kilo sino por piezas y realmente se encarecen las frutas o verduras. También se pueden sumar a este proyecto para que seamos mas en esta misión de LMC que estamos comenzando de forma permanente.

Ha sido una experiencia muy bonita estar compartiendo con el pueblo Mixteco; el curso de catequesis, las graduaciones de las escuelas en distintos grados, los bautismos, quince años, las actividades de la parroquia y lo convivido con las personas en tradiciones y costumbres que tienen aquí, también en fiestas en otras comunidades todo ha sido muy enriquecedor para mí como persona, pero eso si sin olvidar quien soy y de dónde vengo.

Mariana Melendez Candido, LMC México.

Atendiendo el grito de la tierra y los desamparados.

COP30 LMC

Hoy, 11 de noviembre de 2025, treinta y cuatro miembros de la Familia Comboni de todo el mundo se han reunido en el Centro Social Sagrada Familia de Belém, Brasil, para celebrar el Foro de la Familia Comboniana sobre Ecología Integral 2025. El foro de este año se celebra coincidiendo con la COP30, una conferencia internacional sobre el cambio climático. 

El Foro de la Familia Comboniana sobre Ecología Integral (FFCEI) ofrece así una expresión concreta de comunión con quienes abogan por una sociedad justa que respete y proteja nuestra casa común. 

La sesión inaugural comenzó con una oración, seguida de una breve introducción sobre el FFCEI, su propósito y su misión. A continuación, los participantes participaron en debates en grupo, seguidos de un momento de intercambio y presentación del programa de la semana. La jornada concluyó con la celebración de la Santa Misa, durante la cual los participantes dieron gracias a Dios por el don de la creación y rezaron por la gracia de protegerla.

COP30 LMC

Mañana continuara haciéndonos presentes en la Cumbre de los Pueblos, que hace parte de la COP30, con sus diferentes exposiciones, intercambio de pensamientos, rogamos a Dios el poder tener la sensibilidad y la valentía de poder atender y defender el grito que la tierra nos hace, es nuestro compromiso concienciar a las nuevas generaciones de que tenemos solo una casa común y ella se debe cuidar con acciones concretas que perduren en el tiempo.

COP30 LMC

LMC en la COP30

Tenemos 10 nuevos Laicos Misioneros Combonianos

LMC Guatemala

Durante el mes de octubre tuvimos muchas celebraciones significativas, iniciando el sábado 4 con el alegre festejo del Día del Niño en la Comunidad de León El Manzanillo, a la cual todos asistimos con gran alegría y profundamente inspirados por el Espíritu Santo.  La actividad comenzó alrededor de las 9:00 de la mañana y a lo largo de la jornada, compartimos una refacción, realizamos concursos, dinámicas y disfrutamos rompiendo piñatas. Asimismo, sin dejar de lado el aspecto espiritual, presentamos el tema: Jesús, la salvación. Finalizamos esta actividad cerca del mediodía, pero nuestro compromiso continuó: visitamos a algunas personas que se encontraban enfrentando problemas de salud para brindarles apoyo, palabras de aliento y compartir con ellas la riqueza de la palabra de Dios.

 El 10 de octubre tuvo lugar otra ceremonia especial: una Misa en honor a San Daniel Comboni, celebrada en la Parroquia San Luis, Petén. También conmemoramos 20 años de la presencia de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús (MCCJ) en la comunidad. Ese día fue particularmente importante para los Laicos Misioneros Combonianos (LMC), ya que diez miembros realizaron su compromiso oficial, reafirmando su dedicación al servicio misionero y su identidad como laicos combonianos.

Dos días después, el 12 de octubre, nos reunimos nuevamente en la Celebración Eucarística con motivo de la Fiesta de San Daniel Comboni y para agradecer la clausura del ciclo 2025 en la Escuela Comboni. Durante esta celebración especial, la familia Camey Figueroa, que próximamente partirá en misión hacia Brasil, tuvo el honor de encabezar la procesión inicial, un momento cargado de gratitud y esperanza.

 La alegría continuó por la tarde y disfrutamos todos juntos de un agradable almuerzo.  Alrededor de las 14:00hr dio inicio el tradicional Bingo organizado por los LMC.  Además, tuvimos disponibles diversos artículos para la venta, incluyendo objetos religiosos, libros, macetas y más. Ese día estuvo repleto de gozo y reflexión, mientras recordábamos la importancia de nuestra misión al celebrar el día del nacimiento a la vida eterna de nuestro fundador.

Concluimos el mes participando alegremente de la Peregrinación y Misa de envío del segundo Sínodo Arquidiocesano bajo el lema “Viviendo y Anunciando el Evangelio”, celebrada el domingo 26 de octubre. Este evento buscó renovar el espíritu pastoral, impulsando una Iglesia más inclusiva, misionera y comprometida con la sinodalidad. La Arquidiócesis de Santiago de Guatemala ha utilizado estos sínodos para fortalecer el sentido comunitario, celebrativo y evangelizador dentro de los sacramentos y toda la vida eclesial.

Octubre fue un mes que nos invitó a reflexionar sobre nuestra misión y vivir con verdadero propósito. Cada actividad realizada no solo nos acercó a nuestra fe sino también a nuestra comunidad y compromiso misionero.

Marianne Alarcón, LMC Guatemala

Massimo, hermano sabio que supo vivir y ser «misión»

LMC Italia

Un día, al salir del convento, san Francisco se encontró con fray Ginepro: «Fray Ginepro —le dijo—, ven, vamos a predicar». Fray Ginepro aceptó. Recorrieron la ciudad y, en silencio, rezaron por quienes trabajaban en los talleres y en los huertos. Sonrieron a los niños, especialmente a los más pobres. Intercambiaron algunas palabras con los ancianos. Acariciaron a los enfermos. Ayudaron a los necesitados.

Después de recorrer varias veces la ciudad, «Fray Ginepro —dijo Francisco—, es hora de volver al convento». «¿Y nuestra predicación?». «Ya la hemos hecho… ¡ya la hemos hecho!», respondió el santo sonriendo. «¡La mejor predicación eres tú!». Esta anécdota nos ayuda a recordar a Massimo, querido amigo y hermano del grupo LMC de Verona, fallecido repentinamente el pasado 16 de julio, que había hecho de la concreción y la presencia atenta un estilo de vida. La acogida a todos, la fe y el amor por la misión eran, de hecho, sus características. En definitiva, un «hombre sabio» que poco a poco se revelaba en el estar juntos y en el hacer, y que deja un enorme vacío en todos los que compartieron con él el camino de la vida. Un estilo de concreción que ya en 1976 y 1977 lo había visto comprometido en los campos de trabajo GIM en Friuli, afectado por el terrible terremoto, y en los años de servicio como jefe scout, viviendo con ellos una intensa experiencia de misión en Tanzania. Estaba comprometido con la parroquia, con la pastoral familiar diocesana, con los caminos con las parejas en nueva unión, dedicándose a la preparación y conducción de seminarios y encuentros por toda Italia, así como en el trabajo y en los grupos deportivos.

Y también en la familia comboniana y con nuestro grupo de laicos misioneros combonianos. Esa misma concreción le llevó a entusiasmarse, en los últimos años, por la partida de algunas jóvenes de nuestro grupo en el que, junto a su amada Rita, podía dar expresión concreta a su pasión por la misión, siempre presente en las diversas actividades. «Sabed que partimos con vosotros y que siempre estaremos presentes en vuestras comunidades y para cualquier necesidad», les decía, haciéndose portavoz del grupo que las acompañaba con el pensamiento y la oración hacia la misión. Así fueron enviadas Ilaria y Federica a Mozambique y con el mismo espíritu acompañó en la preparación a Giulia, que partió recientemente hacia Kenia.

La vida de Massimo se desarrolló como un verdadero camino de laico comboniano, no solo por los viajes misioneros realizados con Rita, inmersiones en una humanidad rica y frágil, sino también por vivir el espíritu misionero en la vida cotidiana, como servicio en aquellas experiencias que eran lugares del corazón para él y para Rita, y donde el testimonio concreto de su fe era firme y profundo: «Allí, en el lugar donde el Señor nos pide que estemos, porque todos estamos llamados a ser misioneros», decía. Y como la «luz de las estrellas muertas que ilumina la noche», nos llega la luz de la vida de Massimo a través de las palabras de quienes lo conocieron, de quienes disfrutaron de su capacidad de escuchar, de sus críticas constructivas, del testimonio de Amor con mayúscula vivido con su Rita, del valor y el respeto que sabía dar a cada uno, de la sensación de que con él uno se sentía «acogido». Junto con San Daniel Comboni, Massimo nos ayudará a caminar y a ver, de cualquier manera y en cualquier lugar, el rostro de ese Dios Padre bueno que tanto buscó, rezó, amó y eligió. Massimo, siempre te llevaremos con nosotros.

Fuente: Nigrizia

Una silla permanecerá vacía en nuestras reuniones, como señal para recordarlo y continuar con él las actividades habituales.