Laicos Misioneros Combonianos

¡Voy, Le sigo, pero no voy sola!

LMC Portugal

LMC PortugalEl 16 de julio celebramos en comunidad, en Viseu, en la parroquia de Río de Loba, el envío de nuestra LMC Neuza Francisco junto con su familia y amigos. Ella parte en breve para la misión de Arequipa, en Perú. Compartimos con vosotros su sentir después de este gran día de fiesta.

Es con amor y gratuidad que comparto, un nuevo “Sí”, uno más, entre tantos ya dados hasta ahora, en este camino que es mi vida. Más un sí, simplemente para dejarlo todo y seguirlo.

Les hablo de un sí que nada tiene de fácil, pero que tiene todo de disponibilidad, un sí que está repleto de entrega y de amor. Un “sí”, dado desde la humildad de lo que soy, y de lo que llevo dentro de mí. Un sí lleno de perseverancia, en la certeza de que “Dios no escoge a los más capacitados, sino capacita a los que escoge” (Mons. António Couto).

LMC PortugalEste sí del que os hablo, implica dejar todo, familia, amigos, dejar el confort de una vida que para mí, así, no tenía sentido. En una actitud de desapego, porque sólo a través de él conseguimos experimentar una relación personal con Cristo, sin las dependencias y seguridades creadas a lo largo de nuestra vida. Confío en la llamada que Él me hace a ser feliz, aquí o por dondequiera que Él me acompañe de la mano. Es la certeza de caminar cada vez más dentro de mí, para conocerme, para poder llegar al otro, en una relación que sólo es posible en la convicción de que, camine por donde camine, Dios va de mano dada conmigo.

Hoy tengo una profunda confianza de que Comboni camina conmigo en el sueño de Dios para nosotros, y yo soy también una de las mil vidas para la misión.

Hoy, Él me llama una vez más a dejar mi barco en la playa y con él encontrar otro mar. Voy, sigo, pero no voy sola. Llevo en mí la oración de todos aquellos que se cruzaron mi camino y sembraron en mí pequeñas semillas de un amor profundo que germinó y sigue germinando aquí, bien dentro de mi corazón. Voy, pero no voy sola. Llevo conmigo todos los corazones que se cruzaron en mi camino y me enseñaron a amar, más y más. Llevo conmigo a todos aquellos cuya historia de vida se entrelazó con la mía y me ayudaron a conocer a un Dios misericordioso y compasivo. Guardo en mí los abrazos dados en el transcurso de un camino fecundo y fértil, guardo con amor las manos extendidas, que a pesar de las muchas caídas, siempre me ayudaron a levantarme. Voy, pero no voy sola. Y como muchas veces dice mi abuela: “voy con Dios”.

En este momento, soy llamada al Perú. Siento que una vez más Él me invita a amar, a compartir, a estar, a entregarme, a confiar, para que con el pueblo al que soy llamada, podamos ser juntos. Él me llama a ir a los más pobres y marginados de las periferias de Arequipa. Me llama a ser yo, y a dejar que el tesoro que traigo en mí fructifique con el otro. Abrazo la misión de Arequipa, como quien abraza un sueño, un sueño soñado y esperado desde siempre. Un sueño al que me entregué y me entrego todos los días. Y no, no hablo de una utopía o de algo surrealista; Sino del sueño de ser plenamente, abracé la realidad que abrace.

Voy, no porque quiera salvar al mundo, sino porque también yo, quiero formar parte de esas heridas abiertas en el mundo, herida, compuesta de personas de carne y hueso que en un lugar lejano, también traen dentro de sí, un pedacito de Dios. Quiero ser con ellos, quiero ver el rostro de Dios, en la inhumanidad que busca un sentido, con los pies en la tierra y las manos llenas de nada. Quiero ver a Dios en las sonrisas espontáneas de quienes desconocen el amor, pero vive diariamente para alabar.

Camino, en la confianza, entrega y alegría de saber, que es a Cristo a quien yo sigo, es a Cristo que llevo y es a Cristo al que siempre encontraré. Camino y en cada paso que doy, lo doy con la libertad de saber que siempre será en sus brazos misericordiosos donde me voy a refugiar en cada puesta del sol, y será Él la esperanza que me hará levantar cada amanecer.

Parto en nombre de una comunidad, en nombre de la Iglesia, en el nombre de Jesucristo, voy a anunciar el Evangelio del Amor. Y en este profundo crecer en mí, en Dios y en el otro os pido: rezad por mí.

LMC Portugal

Con amor y gratuidad,

Neuza Francisco

Nueva experiencia en Brasil

LMC Brasil

LMC Brasil¡Llegamos! ¡El día 03 de julio pusimos los pies en Piquiá!
Fuimos recibidos en el aeropuerto de Emperatriz por el LMC Xoán Carlos, que nos trajo en coche hasta Açailândia.
Después de un viaje de poco más de una hora, llegamos a la casa donde nos quedaremos, que ya había sido preparada con el apoyo de la comunidad local.
A las 19 horas algunos líderes de la comunidad, los combonianos, Xoán Carlos y su esposa Dida vinieron a casa trayendo algo para una bonita cena compartida con la que nos acogieron. Tuvimos tiempo para presentarnos cada uno, para dialogar y compartir, en un clima relajado y animado.
Al día siguiente almorzamos en los combonianos junto con el equipo de apoyo socio-jurídico a los habitantes de la comunidad de Piquiá de Baixo, que están en proceso de reasentamiento.
Y así, poco a poco, nos vamos acercando, conociendo la realidad y las personas, para integrarnos en este camino común, en la construcción del Reino.
¡Contamos con las oraciones de todos y todas!

LMC Brasil

Flávio y Liliana

Fin de Semana de Espiritualidad Misionera Comboniana en Portugal

LMC PortugalDurante los días 23, 24 y 25 de junio tuvo lugar en la casa de los Misioneros Combonianos, de Maia, el fin de semana de Espiritualidad Misionera Comboniana, que se realiza anualmente. Entre los consagrados, LMC’S, colaboradores, miembros de los cenáculos de oración, jóvenes del grupo Fe y Misión, simpatizantes de la Familia Comboniana, se reunió un buen grupo con participantes llegados de norte a sur del país.

Un grupito de nueve Laicos Misioneros Combonianos estuvieron participando. Yo participé, y agradezco a Dios esta oportunidad. ¡Fue muy bueno!

Con la temática: “Con María, misioneros de Jesús“, el encuentro se subdividió en tres grandes subtemas, dos presentados durante el sábado y un tercero que, a través de un trabajo de grupos, surgió en la mañana del domingo.

“De María se aprende el verdadero sentido de ser discípulo.”

El primer subtema denominado: “El camino misionero de María“, a cargo del Padre Dário, Misionero Comboniano, nos presentó a María como la primera discípula, como la primera misionera, disponible para “llevar” a Jesús a los demás, como ejemplo de Misericordia, contemplando la acción de María, el “SÍ”, la visita a su prima Isabel. Exposición que fuimos entrecortando con pequeños cánticos a María. ¡Sin duda un momento muy bueno! Y citando al Papa Francisco, me quedó esta certeza:

“Es necesario aprender con María, revivir su “SÍ “, su disponibilidad total para recibir al Hijo de Dios en su vida, que a partir de ese momento la transformó.
De Papa Francisco

Con la división de los participantes en grupos, tuvimos diferentes momentos para compartir, lo que nos ayudó a interactuar y a conocer otras experiencias, así como, verdaderos testimonios.

LMC PortugalEl segundo subtema, nos llegó a través de la Hermana Arlete, Misionera Comboniana – “El camino misionero de Daniel Comboni, con María“. Vimos el recorrido de San Daniel Comboni desde su entrada en el Instituto Mazza hasta su pasión por el pueblo africano, pasando por su entrega y devoción también al Sagrado Corazón de Jesús y María. Con ayuda de los escritos de Comboni, logramos comprender mejor esta devoción.

“Tú eres tú, divina Madre, que me has inspirado, para el nuevo Plan para la Regeneración de África, (…)”.

De San Daniel Comboni

MARIA, nos adoptó como hijos en el Calvario. Y como dice el Santo Padre: “¡Tenemos Madre!” – una madre que nos protege y acoge bajo Su manto. Una Madre que es ejemplo de vida. Una Madre que nos muestra cómo seguir a Jesús.

Con el programa bien planificado no faltaron tiempo para la reflexión, los cánticos, espacio para la convivencia o momentos de oración.

El domingo por la mañana, después de la oración de la mañana, organizada por los Laicos Misioneros Combonianos, surgió el tercer subtema, no menos importante: “El Lugar de María, en nuestro Caminar Misionero“, con diversas presentaciones, vivimos un poquito el trabajo realizado por los cenáculos de oración, el trabajo realizado por los Grupos de la Infancia Misionera y también el grupo JIM – el Movimiento Joven de la Familia Comboniana.

Los participantes con las presentaciones mostraron a los presentes lo grande que es María en sus vidas. Y cómo se vive la devoción por María en los grupos.

Entre temas y reflexiones, la acogida surgió con la participación de Helena Laranjeiro, Misionera Secular Comboniana.

¡Alegría y buena disposición no faltaron, hasta porque era el fin de semana de San Juan! Los motivos para hacer fiesta también no faltaron, en el día de San Juan, el Padre Claudino, cumplió 44 años de Sacerdocio, el día 25 fue el turno del Padre Dário de estar de enhorabuena con sus 45 años de Sacerdocio. Enhorabuena a ambos… ¡Os deseamos muchos más años de Misión!

LMC Portugal

Sofía Coelho

Regreso de vacaciones de nuestra LMC Maria Augusta

LMC PortugalHa regresado de vacaciones nuestra querida LMC María Augusta de la misión para la que fue llamada a servir en los últimos años, en República Centroafricana (RCA).
Su regreso a Lisboa, ayer por la tarde (4 de julio), fue marcado por una cálida recepción en el aeropuerto donde estuvieron presentes su familia y algunos LMC.
En este momento María Augusta se encuentra en Janeiro de Baixo, Pampilhosa da Serra, junto a su familia, para un tiempo de vacaciones.

¡Bienvenida María Augusta! Gracias por tu generosidad, dedicación y compromiso en el servicio y entrega a la Misión. ¡Te deseamos unas buenas y merecidas vacaciones!

LMC Portugal

Semana de formación en Granada, España

LMCEsta pasada semana estuve acompañando a la comunidad Lisanga en Granada. Esta vez la formación fue en español, lo que paradójicamente fue un rollo pues la mayoría del material lo tenía en inglés o portugués, pero me vino bien para ir teniendo el material en diferentes lenguas.

Éste siempre es un momento privilegiado para mí. Salir del despacho, de los correos electrónicos y las videoconferencias para tener la oportunidad de compartir en primera persona con nuestros LMC. En este caso con David y Aitana (LMC de España) y especialmente con Paula y Neuza (LMC de Portugal que se están preparando en España para partir a Perú). David y Aitana son profesores y estábamos en la semana final de clases así que andaban muy atareados con exámenes, evaluaciones y actividades propias de este tiempo. De todas maneras hicieron hueco para compartir algunos momentos importantes de la formación y la semana. Ellos se ofrecieron voluntarios para acoger y hacer comunidad con Paula y Neuza en los meses que están aquí estudiando español y preparándose para salir al Perú.

Con Paula y Neuza compartí la mayor parte del tiempo. Por la mañana nos levantábamos temprano para rezar laudes y comenzar el día. Los primeros días tenían clases de español por la mañana, los otros días aprovechamos el primer momento de la mañana para hacer algo de deporte. Hay que estar en forma, la misión requiere también de ello. Sobre todo estar preparados para caminar mucho con la gente.

Después tuvimos bastante tiempo para conversar sobre la misión, la comunidad, compartir nuestro carisma comboniano, hablar sobre la Iglesia y los diferentes estilos de misión, conocer en profundidad nuestro LMC a nivel internacional y muchas otras cosas.

Siempre es ilusionante compartir estos momentos previos a la salida. Las inquietudes, los desafíos a afrontar y por encima de todo la confianza en Aquel que nos llama por nuestro nombre para servir lejos de casa.

Durante este tiempo en España muchos son los que han compartido con ellas su experiencia de misión, las han visitado o ellas han podido visitar a muchos LMC españoles y religiosos que han servido en misión (en Perú y otros países). De esta manera la misión se hace comunidad. No son ellas las que van a título personal sino que como misioneras son enviadas por nuestra comunidad LMC, que se hace presente en todo momento, se compromete en su formación y las acompaña también con su oración. Con ellas también nosotros vamos a Perú (comentaban algunos).

La semana terminó con el encuentro de evaluación de los LMC de la zona Sur de España. Creo que ellas se han sentido muy acogidas por todos ellos y por la familia comboniana en Granada (religiosos y religiosas) con las que han compartido muchos momentos de estos meses. Y para la zona Sur ha sido un bonito revulsivo, siempre que la misión toca a nuestra puerta nos moviliza, nos anima, nos pone en movimiento y da vida. Así ha sido aquí en España también con la preparación de nuestras compañeras de Portugal. Gracias.

Rezamos para que les vaya muy bien en su misión y estaremos siempre para acompañarlas en este camino de servicio a nuestros hermanos y hermanas en Perú.

LMC en Granada

Un saludo

Alberto de la Portilla