Laicos Misioneros Combonianos

Formación para la misión

Una semana no es mucho tiempo así que hay que aprovecharla bien. Sin duda mi semana en Polonia dio para mucho. En esta ocasión quería compartir con todos sobre el tiempo de formación con la comunidad internacional que se dispone a partir a Uganda.

Dedicamos 3 días intensivos (mañana tarde y noche) para formación. No fue fácil el realizar esta formación en inglés ya que no es la lengua materna de ninguno de nosotros y además necesita perfeccionarse un poco antes de partir a misión (ya lo harán en Londres a partir de marzo). Pero no hay obstáculo grande cuando hay voluntad, así que nos pusimos en marcha. Pronto sacamos los diccionarios de español, polaco e inglés para acertar en la palabra exacta y la ayuda mutua no se hizo esperar. Al final lo hicimos posible (aunque al concluir el día la cabeza pedía descanso por el esfuerzo pero valía la pena).

Creo que ha sido una semana bonita, interesante y necesaria. Como la gran familia que somos todos nos sentimos responsables de esta comunidad que marcha a  abrir nuevos caminos y creo que era importante tomar un tiempo para acompañarlas. Este tiempo de formación fue un tiempo de diálogo donde compartir nuestro ser LMC, nuestra llamada vocacional y los sueños que como misioneros tenemos. A todos estos ideales, que son importantes hablar antes de partir como comunidad, les añadimos un buen tiempo de profundización y aprendizaje más “profesional” de nuestra estancia y servicio en la misión.

Comenzamos por explicar entre todos que es tener esta vocación LMC y nuestra voluntad de compartirla, después dedicamos una tarde para conocer en profundidad la historia del movimiento y los documentos más importantes a nivel europeo e internacional que nos ayuden a centrarnos en esta construcción de una comunidad internacional, donde esperamos que participen muchos otros LMC de diferentes países y otros continentes, para lo cual es bueno sentar bien las bases.

Para fijar los pilares de esta comunidad trabajamos toda la mañana y parte de la tarde del segundo día en ellos, aportando todos y confrontando nuestras expectativas con experiencias concretas de otros LMC, dudas y sueños.

Después estuvimos hablando sobre la importancia de la inculturación, del conocimiento del otro y de nosotros mismos para no trasladar modelos europeos, para dar el tiempo y el espacio al otro, para que no caigamos en la trampa de traspasar nuestras soluciones a los otros sino ayudemos a que cada persona, cada pueblo, pueda tener voz propia y encontrar sus propias soluciones.

El último día hablamos un poco de la importancia de acercarnos y conocer la realidad en profundidad, de escuchar y callar mucho para entender bien y de tener el tiempo suficiente para compartir nuestras vidas conociendo primero el nuevo entorno y sus gentes (en lo que conforma su identidad).

Y por último terminamos hablando de nuestro querido Comboni  y lo que significaba para cada uno de nosotros, de los retos que nos planteaba el ser Combonianos, el estilo, la metodología, la pasión y la entrega de la que somos herederos y a la que debemos fidelidad. Todo ello como LMC y como familia comboniana. Queremos que ese sea nuestro referente, también allí en Gulu (Uganda) donde trabajar desde la comunidad, desde la familia y desde la realidad y necesidades del pueblo, abiertos a aprender cada día  y a contribuir con lo mejor de nosotros mismos.

Personalmente fue un tiempo muy rico, que me permitió además conocer mejor a esta comunidad y estrechar vínculos.

Espero que se sientan siempre arropada por todos nosotros. Son enviadas por todo el movimiento y como tales estaremos apoyándolas.

Yo os he enviado a predicar el Evangelio

CLM Poland“Dios te ha elegido para ir y llevar fruto, y que vuestro fruto sea aceptado. Por tanto, id y predicad el Evangelio a todo el mundo. Esta es la cruz, tu guía para los caminos apostólicos. Esta es tu ayuda en cualquier peligro. Esta es tu consuelo en tu vida y en la muerte”.

Las cruces misioneras, que recibieron nuestras tres LMC de Polonia -Ewa Maziarz, Joanna Owanek y Monika Krason- les acompañarán en el trabajo misionero en Uganda, donde fueron enviadas. Ellas respondieron “sí” a la llamada de Cristo. Por amor a Él, darán servicio a los más pobres y los más abandonados, que están esperando por ellas en Uganda. Su envío a África para predicar el Evangelio de Cristo es un acontecimiento muy importante no sólo para los Misioneros Combonianos, sino también para toda la comunidad de la Iglesia. No todo el mundo puede ir a misión, pero aquellos que pueden ir allí lo harán en nuestro nombre. Y Ewa, Asia y Monika servirán a nuestros hermanos y hermanas en nuestro nombre en Uganda, compartiendo con ellos la fe, la esperanza y el amor de Cristo.

El envío de estas Laicas Misioneras Combonianas fue muy solemne. Toda la comunidad eclesial en las parroquias de origen de estas misioneras en Zarzecze y Łaziska Górne rezaron por los LMC. Oramos pidiendo fuerza y perseverancia para ellos. Los pastores de la Iglesia de la Arquidiócesis de Katowice y la diócesis de Sandomierz las bendijeron y les impusieron las cruces misioneras. Monika fue enviada por el arzobispo Viktor Skworc y Ewa y Joanna fueron enviados por el Obispo Christopher Nitkiewicz. Las misioneras subrayaron que son conscientes de las dificultades de la misión en Uganda, pero creen que su trabajo será fructífero. Pero, el “fruto será abundante ” si perseveramos en la oración por ellas y por su trabajo. Y nuestras LMC nos pidieron rezar mucho por ellas.

Que la solicitud de nuestras misioneras sea un estímulo para que todos oremos por las misiones, porque cada uno de nosotros está llamado a ser misionero.

Grupo LMC polaco.

Nueva comunidad LMC internacional en Cracovia

LMC en CracoviaEsto es ser misionera, ser capaz de aceptar los cambios con alegría e ilusión allá donde éstos nos lleven y con los hermanos que sea. Y es mucho más fácil cuando descubro con entusiasmo, que también en Cracovia me siento en familia y en casa. La comunidad me ha recibido con mucho cariño y el conocer a mis nuevas compañeras de aventura sólo ha hecho aumentar mis ganas de llegar a África. Comunidad internacional, tres polacas y una española hablando en inglés y con la intención y el deseo de aprender pronto el Acholi.

Somos Monika, Ewa, Asia y yo Carmen, y a pesar del frío del invierno polaco hay mucho calor en nuestros corazones y toda la voluntad de recorrer este camino juntas como comunidad. No sé si son las ganas que todas tenemos pero hemos conectado de maravilla y se respira muy buen ambiente.

Seguimos con el proceso de formación intentando asimilar e interiorizar cosas tan necesarias como saber quiénes somos (laicas combonianas) nuestra historia y lo que significa integrarse y entrar en una cultura desconocida, diferente y a la que queremos acercarnos con el mayor respeto posible.

Creo que somos un equipo que se va a complementar bastante bien, donde hay mucha frescura y esa alegría por vivir el Evangelio y la Misión, que el Papa Francisco nos está recordando y que nosotras trataremos de no olvidar en ningún momento de nuestra experiencia en Gulu (Uganda).

No podía haber sido más positivo este comienzo de año con mi familia, la familia comboniana, con las laicas polacas y los Padres combonianos de la comunidad de Cracovia. Juntos consiguen transmitir esa idea que todos soñamos de unidad y de entusiasmo por un mismo objetivo: seguir a Jesús al lado de los últimos.

Carmen Aranda Arnao. LMC

Visita a Polonia

Hola a todos. Como muchos sabéis la pasada semana estuve visitando al grupo de Polonia. Ha sido una semana muy interesante. En primer lugar me gustaría destacar el fin de semana pasado con el grupo de jóvenes candidatos a LMC. En Polonia tenemos una gran cantera de chicos y sobre todo chicas con interés misioneros que se acercan a este grupo con el fin de conocer esta vocación y con voluntad de servicio a la misión. Es un grupo grande, dinámico y con mucho interés y disponibilidad.

Durante el sábado estuvimos trabajando por grupos y en plenario sobre lo que significa ser Laico Misionero Comboniano y lo que supone participar en el grupo. Fue un momento bonito donde compartir expectativas, ilusiones, dudas e interrogantes sobre esta vida misionera laical.

En la noche compartimos el testimonio misionero de Monikę Krasoń (polaca) y Carmen Aranda (española). Dos de las LMC que se están preparando ahora para partir a Uganda como comunidad internacional; también algo de mi experiencia en Mozambique. Poco tiempo pero bonito.

También tuvimos tiempo para participar el domingo en el envío oficial de Joanna Owanek y Ewa Maziarz desde su parroquia (las otras dos LMC polacas que formarán parte de esta comunidad internacional). Esta misa presidida por su Obispo Monseñor Nitkiewicz, fue acompañada por el párroco, algún otro sacerdote diocesano y 6 misioneros combonianos de las dos comunidades de Polonia encabezados por el P. Gianni Gaiga (representante en Polonia del vicario general). Fue muy bonito el ver como toda la comunidad, con su obispo a la cabeza se responsabilizaba de estas laicas que son enviadas a misión, tanto espiritualmente como también con un compromiso económico que les posibilite viajar, tener un seguro médico y social así como algo de dinero para mantenerse. Creo que tenemos mucho que aprender de la Iglesia polaca en este sentido. Desde Cracovia (unas 3 horas) también fuimos 7 coches con los jóvenes del encuentro, así que estuvieron muy arropadas por toda la familia comboniana (continuaremos con este apoyo en su tiempo de formación y destino en Uganda).

El fin de semana dio también para poder hablar de manera particular con algunos jóvenes, para compartir inquietudes vocacionales y preguntas concretas sobre el quehacer misionero. Esperemos que muchos de ellos encuentren aquí su camino y compromiso al servicio de la misión.

Envío oficial de una Laica Misionera Comboniana en Polonia

Monika“La misión no es ir de viaje, porque la misión no es un tour turístico por el mundo, sino que somos enviados en una misión ” – subrayó monseñor Victor Skworc, quien envió a Monika Krason nuestra LMC de Polonia para trabajar en Uganda. Monika irá de misionera a Gulu, donde trabajará en un orfanato dirigido por los Misioneros Combonianos. Ella va a pasar dos años sirviendo a los más pobres y abandonados, donde dará testimonio del amor de Dios, que no se olvida de los africanos.

El envío oficial tuvo lugar el 12 de enero en la parroquia de su familia en Łaziska Górne. Fue en la iglesia de Nuestra Señora Reina del Santo Rosario en la presencia de familiares, amigos, Misioneros Combonianos, Laicos Misioneros Combonianos y todos los feligreses. Fue un evento inusual, porque Monika es la primera misionera en su parroquia.

En la homilía, el Arzobispo destacó que somos responsables del futuro del Evangelio y que tenemos que compartir con aquellos que no lo han oído todavía. Todo el mundo está llamado a ser misionero, no importa si es en tu país o en un país de misión lejano, a veces a miles de kilómetros de distancia. Monika decidió ir a África. Es un trabajo muy bonito, pero también muy difícil, por lo que es importante apoyarla especialmente en la oración. El arzobispo aseguró Monika que la Iglesia y su parroquia la apoyarán en su compromiso como LMC tanto en la oración como a través de la ayuda material.

Monika recibió la cruz del Arzobispo. Esa cruz será la guía en su trabajo misionero, la ayudará en los peligros y será consuelo en los tiempos difíciles. Fue una experiencia inusual y hermosa para Monika, aquí está el verdadero comienzo de la misión. Deseamos a Monika todo lo mejor, momentos hermosos en Uganda y una buena experiencia de una misión entre los Acholi. Y, por supuesto, todos prometemos un recuerdo en la oración.

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LMC Polonia