Laicos Misioneros Combonianos

Asamblea nacional de los Laicos Misioneros Combonianos de Italia, en Venegono Superiore

LMC Italia

Los Laicos Misioneros Combonianos (LMC) de Italia se reunieron en Venegono Superiore, al norte de Italia, del 8 al 10 de diciembre, para celebrar su Asamblea nacional. Los participantes eran alrededor de 80, provenientes de Palermo, Lecce, Firenze, Bologna, Padova, Verona, Milano y Venegono Superiore. Estaban, también, presentes dos misioneros combonianos (el P. Eliseo Tacchella, consejero provincial, superior de la Casa Madre de Verona y referente de los misioneros combonianos para los LMC-Italia, y el P. Alessio Geraci, de la comunidad de Padova), una misionera comboniana, una misionera secular comboniana, el sr. Alberto de la Portilla, español, coordinador de los LMC, el sr. Marco Piccione, italiano, membro del Comité Central y el P. Arlindo Pinto (referente del Consejo General de los misioneros combonianos para los LMC, en Roma, y miembro también del Comité Central de los LMC).

Durante los dos primeros días, se hicieran cinco mesas redondas sobre temas específicos, en las que los LMC tuvieron la oportunidad de compartir sus puntos de vista sobre su sentido de pertenencia, el servicio específico de los laicos, las normas para el envío de los LMC en misión a otros países, la organización y estructura nacional e internacional de los LMC, y la colaboración, especialmente, con la Familia Comboniana.

En la tarde del sábado 9 de diciembre, pudieron reunirse online con los LMC italianos comprometidos en el servicio misionero en Brasil, Kenia y Castel Volturno, en la provincia de Caserta, en Campania/Italia.

Tras un prolongado intercambio de opiniones, los participantes a la asamblea decidieron adoptar en su plan de formación las directrices para la formación aprobadas en sus asambleas internacionales, así como sostener el diálogo con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, con vistas al reconocimiento de su “Movimiento LMC” como Asociación Internacional de Fieles (AIF) por el mismo Dicasterio vaticano.

A nivel europeo, se decidió que los LMC seguirán promoviendo la campaña “Stop border violence”, contra los delitos de tortura cometidos dentro de las fronteras de Europa.

El próximo mes de enero, el grupo de coordinación de Italia (actualmente es compuesto por dos representantes de cada grupo local, es tan numeroso que dificulta sus procesos de decisión) se reunirá para elegir un nuevo grupo de coordinación, compuesto únicamente por cinco miembros, que se encargará de coordinar las actividades del Movimiento LMC y de llevar a cabo las iniciativas conjuntas sobre los distintos temas.

La reunión terminó con la celebración de la Misa, presidida por el P. Arlindo. Después de la comunión, tuvo lugar la ceremonia de envío de Ilaria y Federica, que parten para la misión de Carapira, en Mozambique, y de Julia, que irá a Kenia para un breve período de servicio misionero.

Original en https://www.comboni.org/es/contenuti/115835

Celebrando nuestra Vocación Misionera

LMC España

El pasado fin de semana ha tenido lugar en Granada el encuentro nacional de los LMC de España. Ha sido un encuentro muy rico en el que hemos tenido la oportunidad de hacer animación misionera por numerosas parroquias de Granada y de la provincia presentando el Movimiento LMC y nuestra vocación misionera.

Además, este año nuestro encuentro se teñía de un color especial dado que, además de celebrar nuestra vocación misionera, hemos celebrado como Familia Comboniana la vida misionera de una de nuestras compañeras más veteranas del Movimiento: Mª Carmen Polanco. A lo largo de toda su vida misionera, Mª Carmen siempre ha sido un regalo de Dios para todos nosotros. Somos afortunados porque Mª Carmen comenzó su camino de la vida unos cuantos años por delante de nosotros y así, tenemos a quien mirar. Agradecemos lo valioso de tenerla como referente en nuestro propio camino como LMC y damos gracias a Dios por su vida compartida y entregada a la misión.

Mª Carmen, que el Señor te siga cuidando y bendiciendo cada día como hasta ahora.

LMC España

Personas que cambian la historia

LMC Mexico

Hoy en día nuestra economía se ve amenazada por los constantes cambios en el mundo, de hecho, no consigo explicar lo que la gente piensa cuando escucha la frase, EL NUEVO ORDEN MUNDIAL, todo esto hace que las personas en ocasiones se frenen a realizar ayudas para los desfavorecidos en nuestro presente, otros siguen su vida igual que siempre.

Soy Beatriz Maldonado Sánchez, mexicana que laboro en un colegio de Sahuayo, mi ciudad donde hace 70 años llegaron los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús; actualmente tengo un año que acompaño las cuentas de la economía internacional del movimiento de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC), ya hemos podido tener una formación que nos ayude a tener herramientas para generar los recursos económicos que necesitamos en el proyecto misionero LMC; pero aun así me doy cuenta que este tiempo el desafío es grande, por eso veo que es necesario dejar la indiferencia con la situación y hacer cosas simples que hagan la diferencia en nuestra realidad económica.

Como fue el caso del niño Ángel me APOYÓ en la propuesta de atender una “TIENDITA DE GOLOSINAS” por un mes en el colegio donde trabajo, para reunir dinero y enviarlo a la misión donde trabajan los laicos; fue así como se consiguieron 100 euros que enviamos al Comité Central para que ellos puedan enviar al grupo de Laicos Misioneros Combonianos que se encuentran en Mozambique y así poder apoyar a la actividad de llevar despensas a los más desfavorecidos.

Afortunadamente también contamos con personas como Carmita Espinoza una amiga ecuatoriana que conoce nuestro movimiento y DONÓ 20 euros para el gasto internacional que se genera, es así que podemos unir esfuerzo cuando son el trabajo de diferentes manos que contribuyen y su colaboración hacen que HOY PODAMOS ESTAR COMUNICADOS, porque fueron colocados en la caja internacional que hoy en día se ve en crisis. Así que si tú quieres ayudar en este proyecto te invitamos a ponerte en comunicación desde nuestra página oficial o enviar un mensaje de WhatsApp con tu servidora al +52 5515 052 960, se parte de esta gran construcción por el Reino de Dios.

Todos podemos dar algo que marque la diferencia y hacer que la historia siga siendo constructiva ante los panoramas desafiantes, todo esto es posible cuando te dejas conquistar por el Amor de Dios que todo lo puede.

Beatriz Maldonado, LMC México

Essa Luta è Nossa (Esta es Nuestra Lucha)

LMC Brasil

PODCAST 2 – COMIENZO CON LA CANCIÓN “Essa Luta è Nossa Essa Luta è do pouvo…”

Hola, somos Anna y Gabriele, y esto es Ciranda, el podcast sobre nuestra experiencia misionera en Brasil. En el que intentamos acercaros a las experiencias cotidianas de quienes viven en esta parte del mundo.

Edvar Dantas Cardeal vive en una pequeña aldea, en las afueras de Açailândia, en el interior de Maranhão. Por desgracia, aún no tiene su propia historia, porque vive donde nadie querría vivir. Cuando llegó a Piquiá, le encantó el nombre del lugar, un homenaje a uno de los mayores árboles de la región con deliciosos frutos, el Piqui.

La comunidad de Piquiá de Baixo (llamada así por estar situada más abajo que el distrito vecino) se creó en la década de 1970, cuando esta parte de la región aún se llamaba “las puertas de la amazonia”, rica en vegetación. La gente plantaba y pescaba en el río que besaba las orillas de la comunidad. Era un pequeño paraíso en la memoria de los habitantes.

Luego, en la década de 1980, llegó el “desarrollo”, que incluso cambió el nombre del pueblo por el de “Pequiá”, acrónimo de “PetroQuímico Açailândia”. La propia Açailândia, o “Ciudad del Açaí”, otra sabrosa fruta típica de la región, ha perdido el significado de su nombre, donde el progreso y el respeto por la vida no pueden coexistir.

Junto a la casa de Edvar se instalaron 14 hornos siderúrgicos, una central termoeléctrica y, finalmente, una planta siderúrgica. Los habitantes de Piquiá ni siquiera sabían lo que era una acería y lo que esto significaría para su salud, sus vidas y que se convertirían en poco más que engranajes de esta máquina industrial. Las empresas llegaron con manifiestos de trabajo, trabajo para todos, pero la intención fue siempre y sólo instalarse allí ganando lo máximo al menor precio posible, engañando a la comunidad y destruyendo el modo de vida de aquellas familias.

Es el año 2005, Edvar se dirige a la pequeña casa de la asociación de habitantes de Piquiá di Baixo de la que es miembro, puede parecer un día como cualquier otro pero quizás no sepa que a partir de ese día, ¡comenzó la verdadera lucha y resistencia de su comunidad! Está cansado de ver cómo el polvo de hierro cae del cielo y se deposita en todas las superficies que encuentra. Ve a amigos y parientes cada vez más enfermos, fuertes complicaciones respiratorias, infecciones cutáneas, constantes dolores de cabeza, problemas intestinales, agotamiento… su pueblo tan querido se desmorona cada vez más.

Edvar ha esperado 60 días antes de poder coger un bolígrafo y una hoja en blanco, no sabe cómo empezar a escribir esta carta, cómo utilizar las mejores palabras para hablar de su comunidad, pero sabe con certeza a quién irá dirigida: ¡al Presidente Luiz Inácio Lula da Silva!

Poco después llegó la respuesta, con indicaciones de rutas y organismos públicos que la comunidad debía buscar. Los habitantes de Piquiá pronto se dieron cuenta de que solos, aunque fueran muchos, no podrían luchar contra una montaña del tamaño de una acería, así que poco a poco consiguieron tejer una sólida red de aliados a su alrededor, que llevaron las quejas y reivindicaciones de la comunidad a instituciones internacionales como la ONU. Así, la lucha iniciada por Edvar se convirtió en la de todos, la comunidad de los Padres Combonianos y las asociaciones que con el tiempo se fueron sumando a esta gran resistencia.

De todas las movilizaciones llevadas a cabo por la comunidad a lo largo de los años, algunas fueron muy notables, como la que tuvo lugar en diciembre de 2011, cuando cientos de residentes marcharon y bloquearon la supercarretera que conecta Açailândia con São Luís. El bloqueo duró más de cuatro horas en una prolongada protesta con quema de neumáticos. Otra protesta destacada fue la que obligó a la Siderúrgica a pagar la expropiación, cuando los vecinos hicieron un verdadero esfuerzo de cooperación y, divididos en turnos, cerraron las puertas de entrada y salida de las industrias durante 30 horas.

‘Debemos hacer lo posible en lo imposible’ era lo que Edvar repetía a su gente en Piquiá y esta lucha, de todas, dio sus frutos. Gracias a toda esta movilización, el 31 de diciembre de 2015 se consiguió la aprobación del proyecto urbanístico del nuevo barrio. ¡Debido a la burocracia, que es uno de los instrumentos de opresión a los pobres, los recursos para iniciar las obras sólo se consiguieron en noviembre de 2018, cuando comenzaron las obras de un nuevo BARRIO: ‘PIQUIA DA CONQUISTA!

Edvar Dantas Cardeal falleció el 23 de enero de 2020, víctima de la misma enfermedad contra la que luchaba. Sus pulmones se contaminaron con polvo de hierro, y su lucha terminó tras más de un mes en cuidados intensivos, debido a una insuficiencia respiratoria y otras complicaciones.

Edvar Dantas, que inició esta lucha, nunca verá su final, ¡pero sus ideas y su esperanza viven en el nuevo pueblo de Piquiá da Comquista!

BATE PAPO

La lucha, por lo tanto, sigue en curso y su resultado está abierto al debate.

 Los logros de la comunidad han sido significativos, sobre todo teniendo en cuenta la desproporción de escala entre la comunidad local y la industria nacional/global. Tal vez por ello, las reivindicaciones de la Comunidad de Piquiá de Baixo trascienden la lucha local y se convierten en una bandera más amplia que expone la otra cara de las agendas de desarrollo. Al mismo tiempo que alcanza niveles internacionales (como la ONU), esta lucha tiene lugar en el terreno de la comunidad, en las relaciones humanas directas, como tan bien expresa la carta que el Sr. Edvard escribió a su sobrino Moisés: Lo bonito de esta lucha es que no nos cansamos, y cuando hay una derrota reaccionamos con más entusiasmo y convicción: ¡está muy claro que somos víctimas, hay una injusticia evidente! La ley no puede estar equivocada: ¡nos indemnizarán! A veces incluso los abuelos se engañan a sí mismos y sueñan como un joven inexperto… Al fin y al cabo, es la esperanza lo que nos sostiene. Pero he aprendido, Moisés, que la esperanza es un niño que necesita dos hermanas mayores: paciencia y sabiduría.

 “UN DÍA, USTEDES, LAS NUEVAS GENERACIONES, CONTARÁN ESTA HISTORIA EN EL NUEVO BARRIO: ¡PIQUIA DA CONQUISTA!”

Esta es la canción de la ciranda; se baila en círculo, cada miembro abrazando a sus vecinos y moviéndose al ritmo zapateando fuerte. Esta canción es una danza vinculada a la tradición popular brasileña.

SEU EDVAR DANTAS, ¡PRESENTE!

Anna y Gabrielle, LMC en Brasil