Aquí en Kenia están pasando muchas cosas. Nos hemos unido a una comunidad muy unida y alegre. Hay tres miembros permanentes, tres LMC en la Experiencia Comunitaria y, por supuesto, nosotros en la Experiencia Misionera. Ocho personas en total.
Los miembros de la comunidad nos muestran cómo es su ministerio diario. Primero, pudimos unirnos a ellos en la capilla para una reunión de chicos que se preparan para la confirmación, y asistimos a misa con ellos, donde nos presentaron y nos recibieron con entusiasmo.
Al día siguiente, asistimos a tres clases en un internado de niñas. Estas clases estaban preparadas de forma sorprendentemente profesional y bien organizadas. Uno de los temas era la autoestima y la confianza en uno mismo, lo que puede ayudar a estos jóvenes a moldear sus vidas de forma hermosa y piadosa. Hoy, tercer día de nuestra estancia, nos ha traído aún más atracciones, y mañana promete ser igual de interesante.
Hoy, antes del almuerzo, nos reunimos en la capilla con los chicos que se preparan para el sacramento de la confirmación. Bailaron y cantaron, y luego hubo una presentación multimedia y varios vídeos interesantes.
Por la tarde, unos 90 chicos se reunieron en la capilla para un encuentro fantástico. Los chicos tuvieron la oportunidad de hacer preguntas, que respondimos durante más de una hora. Se produjo una animada conversación sobre política, el sistema político, las diferencias entre nuestros países y, por supuesto, la poligamia.
Finalmente, les preguntamos quién rezaría hoy por la experiencia misionera de Malwina y Leszek, ¡y resultó que la mayoría de ellos estuvieron de acuerdo!
Sentimos que aquí tenemos verdaderos amigos.
Al final del día, tuvimos un encuentro muy alegre con los niños más pequeños. Hubo dibujos para colorear, aprendimos una canción señalando con el dedo y nos divertimos mucho jugando con pompas de jabón y al fútbol.
Cuando terminó la diversión, pudimos decir con una sonrisa que había sucedido algo extraordinario. En la aldea de Kitelakapel, de la tribu Pokot, los niños se divirtieron cantando con alegría: «Los grandes y los pequeños pueden ser santos…» (canción polaca).
Todo ha sido un REGALO de DIOS. Un super regalo inmerecido, infinitamente agradecida. Desbordo de gozo ante los detalles, la ternura, las caricias y abrazos del Señor durante estos días a través de las personas y situaciones….el Señor nos cuida día a día con tanta delicadeza….y esta certeza, que a veces se nubla en el día a día del stress madrileño, se ha hecho patente y explícita en cada minuto de mi recorrido misionero en Kenia: (pasando por Nairobi) en West Pokot, Kitelakapel, comunidad de laicos misioneros combonianos que me han acogido tan alucinantemente bien, y en cada una de las personas Pokot de la parroquia, de los colegios, del pueblo o aldea….todo era como estar en el cielo, “I am in Heaven” les decía a los misioneros. Un privilegio del que me siento indigna, pero que he agradecido infinito y conscientemente día a día.
En las pequeñas dificultades siempre tenía la ayuda de mi Angel de la guarda, que me hacía descubrir que “no hay mal que por bien no venga”. Mas de una vez mi Angel custodio se manifestó en Belinda, una joven laica misionera keniata de Nairobi, que me acompañó en todo momento, siempre atenta y dispuesta, también en Pius con su alegría y espíritu de servicio y en Linda con su buen hacer organizador y su energía. Todos con un ferviente espíritu misionero enraizado en su profunda fe en Dios. Y no olvidamos a father Justus….las casualidades no existen… providencia divina 100%.
¡Los agricultores y ganaderos Pokot tan trabajadores, sobre todo mujeres que sacan adelante a sus familias de 10 hijos o más! Desde tan jovencitas… tanta ternura y alegría… y se sienten tan afortunadas….
En fin…hay tanta gente allí que me ha hecho ver a Dios cara a cara… que me quiero volver ya mismo.
Agradeciendo y contemplando entusiasmada las maravillas de Su Creación: lluvia que regaba los campos y los hacia hermosos, aunque a veces dificultara nuestro movimiento, la naturaleza con todos sus seres vivos: animales de todo tipo y condición que convivían con las personas… y ¡qué personas tan espléndidas!! Sigo emocionada con el recuerdo de las señoras de la CWA de la parroquia o vecinas y sus bebes, de los hombres transportando en piki piki (moto) lo que nosotros llevaríamos en un camión (inimaginable), los niños bailando, cantando, jugando y aprendiendo tantas cosas… y sus “claps” tan creativos… (aplausos elaborados y dedicados) … Alegría desbordante…
En la sociedad actual, en continuo proceso de cambio, pedimos al Señor la capacidad de ponernos a la escucha de las exigencias de toda la humanidad y de la Creación entera, realizando gestos de benevolencia, de respeto y de cuidado por la “casa común”. Oremos.
Para que en todos los rincones del mundo pueda llegar un misionero que tienda una mano amiga, dispuesta a ayudar y, con un corazón compasivo, sea capaz de amar, llorar, reír y orar en comunión a Dios, que ama profundamente cada persona. Oremos.
Después de mucho tiempo, por fin podemos escribirles y darles noticias sobre este importante y delicado proyecto de ayuda humanitaria, que estamos desarrollando y llevando a cabo con todo nuestro corazón y todas nuestras fuerzas.
Los proyectos y trabajos que estamos llevando a cabo son muchos y tratamos de dar lo mejor de nosotros mismos en lo que hacemos por el bien de este pueblo. Nos habíamos quedado con las noticias de una primera intervención urgente apoyada por el equipo misionero (laicos junto con los padres combonianos) que trabaja en la parroquia de Carapira.
Si recuerdan, el mismo día del ciclón, nos reunimos y abrimos las puertas de la Iglesia y no solo eso, para acoger a los desplazados afectados y darles, como primera intervención, comida y un alojamiento donde pasar la noche. Pocos días después de esta catástrofe, el distrito de Monapo, que había intervenido con algunas asociaciones para apoyar a estas familias, nos pidió ayuda para llegar al mayor número de personas posible. Por supuesto, no nos echamos atrás y lo apoyamos todo hasta que la situación se complicó un poco, porque algunos no recibían ayuda. Después de varias intervenciones junto a ellos, percibimos e intuimos que el apoyo que había que dar debía tomar una forma diferente, por lo que nos preguntamos cuál era la forma más correcta de ayudar y cómo. Porque, seamos sinceros, todos somos capaces de dar cosas y todos podemos llamarnos misioneros, pero la pregunta correcta es: ¿cómo puedo ayudarles para darles un apoyo real? ¿Para que puedan seguir teniendo una vida digna? ¿Para que no permanezcan en una situación de dependencia, sino que puedan construir su vida a partir de esta experiencia? A partir de esta profunda pregunta, comenzaron todas nuestras reflexiones como equipo misionero, poniendo sobre la mesa todos los riesgos y posibilidades. ¡El Señor es grande!
A partir de estas reflexiones y viendo un poco más ampliamente la situación general, partimos inmediatamente, haciendo un censo general de nuestra parroquia, es decir, de las 98 comunidades que la componen, junto con todos nuestros regionales y las personas que trabajan con nosotros en los distintos ministerios, involucrando a todos los ancianos de la comunidad y a las propias comunidades. Ya este primer paso, os aseguramos que no fue fácil, porque comunicarse con todos, en un lugar donde la mayoría no tiene teléfono, además de las grandes distancias que nos separan de algunas regiones y al no tener medios de transporte, requirió tiempo. Además, el ciclón Jude destruyó algunos puentes, por lo que también para nosotros era difícil llegar a ciertas zonas con los coches… (hay algunas zonas a las que todavía no se puede llegar)… esto para que comprendáis en qué condiciones tan básicas se vive y el tiempo que se necesita para poder hacer las cosas… Partiendo de este primer censo, las preguntas eran muchas: ¿A quién ayudamos? ¿A cuántas comunidades? ¿Con qué criterios elegimos? ¿Cómo? Y si alguien viene a pedirnos ayuda, ¿qué hacemos? Pero también aquí la Providencia fue inmensa y todo esto no pudo sino abrir aún más nuestra mirada y nos quedamos realmente asombradas por todo el bien y la ayuda concreta que nos ha llegado de vosotros. A partir de estas primeras preguntas, que por un lado pesaban como piedras, para intentar ayudar/dar una señal sin excluir a nadie, en realidad poco a poco todas las piezas encajaron en su sitio. Obviamente, siempre intervenimos de inmediato con comida y primeros auxilios/ayuda, cada vez que llamaban a nuestra puerta. Pero llegamos a la belleza realizada gracias a cada uno de vosotros.
Como ya se ha adelantado, dadas las largas distancias que debían recorrer los regionales, compramos cinco bicicletas, una para cada responsable de región, y se las entregamos a cada uno de ellos en el consejo parroquial. Era imposible regalar una bicicleta a todos los participantes de los distintos ministerios de la parroquia porque son muchos, pero al menos fue una primera intervención para los regionales, que siempre están corriendo por su región y por sus queridas comunidades, ayudándoles así a reducir el tiempo que tardan en llegar a las distintas comunidades de su región. Empezamos con estos cinco responsables regionales a hacer un censo interno en cada una de sus comunidades junto con cada anciano, cada responsable zonal de su zona y, al final, vuestra generosidad nos permitió ayudar a construir una casa en cada comunidad, es decir, un total de 98 casas, para las familias más pobres y necesitadas que ellos mismos identificaron… La casa no será de ladrillo, porque los costes son exorbitantes y nunca podremos intervenir con todos y a gran escala, pero también aquí hemos considerado apoyar la construcción de una casa con estructura de postes de madera y la estructura lateral se hará con bloques de barro mezclado con cemento, lo que significa una casa más fuerte y duradera… Luego, el techo se construirá con bambú y una lona grande, fuerte y resistente que aísla para que no entre agua, todo ello donado gracias a vuestro gran apoyo… Cada comunidad se comprometerá con la construcción, aportando mano de obra, esfuerzo y entusiasmo.
También hemos intervenido para apoyar la construcción de casi 30 capillas de mampostería por el momento… Ya están trabajando para intentar terminar las obras antes de que llegue la temporada de lluvias y, sobre todo, otros ciclones. Las capillas se construirán en mampostería también porque, en el futuro, con otros ciclones, podrán servir de refugio para los desplazados.
Realmente no podéis imaginar su felicidad, la pequeña esperanza que habéis encendido en sus corazones a pesar de las muchas dificultades a las que se enfrentan cada día… Pensad que Carapira es llamada por el pueblo la pequeña Italia: tienen un gran aprecio por nosotros los italianos porque, aparte de la ayuda recibida, siempre han encontrado misioneros italianos que les han querido mucho.
Pero eso no es todo… además de intervenir con las casas, las capillas, etc., hemos comprado mantas, mosquiteras, jabón, etc., para distribuir también a otras familias y poder así llegar a más personas necesitadas.
Algunos miembros del equipo misionero, en particular Wiston y Maria Augusta, con gran alegría y mucha pasión, también están haciendo un curso de medicina natural y están yendo a varias regiones para enseñar las primeras intervenciones básicas, ya que no tienen la posibilidad de comprar medicamentos, además de no encontrarlos, y también porque después del ciclón la situación sanitaria se ha complicado mucho (la simple malaria causa muchas muertes cada día). Ahora, poco a poco, estamos construyendo un pequeño vivero de plantas para la medicina natural y, con el tiempo, nos gustaría entregarles estas pequeñas plantas o, al menos, poder ayudarles un poco en materia de medicina… Otras ideas para el futuro: intervenir en las semillas que les entregamos, etc.
Así que no falta trabajo y, a pesar de los muchos sufrimientos que vivimos cada día y compartimos con ellos, no nos falta la alegría, sino que damos gracias y rezamos para que el Señor nos mantenga siempre sanos y construya un camino para permanecer en el futuro.
Estamos agradecidas a la vida por este camino, por vuestra continua confianza en nosotras y no tenemos palabras suficientes para daros las gracias personalmente. Sabemos la importancia de la transparencia y el valor que tiene, y cada día luchamos por un mundo mejor y por la dignidad, sobre todo de los más pobres y alejados.
Gracias por creer en nosotras y seguir caminando con nosotras, sin dejarnos nunca solas, sino haciéndonos sentir familia y corresponsables. Saber elegir cada día y vivir los verdaderos valores es importante para el bien de todos. Por eso nos sentimos muy responsables de lo que recibimos y hacia todos vosotros, y os pedimos disculpas si no podemos responder de inmediato, porque muchos nos escribís y estamos ocupadas en mil frentes, pero, a nuestro ritmo, lo conseguiremos.
También tenemos una gran noticia que queremos compartir. Para los más valientes y los que no lo son tanto, que quieran venir a ver y tocar con sus propias manos lo que hacemos, os invitamos a pasar un tiempo con nosotras. Lo que podemos ofrecerles será sin duda mucha alegría, el placer de recibirlos y un gran bien también para nosotros, para hacer espacio en nuestro corazón y conocer la misión que es de todos… y lo que tocarán con sus propias manos será la verdadera humanidad y un pueblo que sabrá recibirlos y amarlos. ¿Qué se llevarán a casa?
La vida verdadera y la humanidad vivida… pero eso lo dejaremos que lo descubráis vosotros… y para aquellos que tengan «miedo» a la malaria, tranquilos, con un poco de prevención durante la estancia no notaréis nada. ¡Os esperamos para vivir con nosotros esta vida porque todos somos misión! Sin duda, esta misión será una misión de salida entre la gente… ¡pero dejaremos que descubráis vosotros mismos su belleza!
Con mucho cariño, estima y gratitud, os enviamos un fuerte abrazo; a quienes no podamos abrazar en Italia, os esperamos en Mozambique para una experiencia que recordaréis toda la vida.
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies, pero puede optar por lo contrario si lo desea.
This website uses cookies to improve your experience. If you continue to browse we consider you accept the use of cookies, but you can opt-out if you wish. Acepto Puede obtener más información - You may have more information here
Politica y privacidad de Cookies - Privacy & Cookies Policy
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.