Laicos Misioneros Combonianos

Fin de Semana de Espiritualidad Misionera Comboniana en Portugal

LMC PortugalDurante los días 23, 24 y 25 de junio tuvo lugar en la casa de los Misioneros Combonianos, de Maia, el fin de semana de Espiritualidad Misionera Comboniana, que se realiza anualmente. Entre los consagrados, LMC’S, colaboradores, miembros de los cenáculos de oración, jóvenes del grupo Fe y Misión, simpatizantes de la Familia Comboniana, se reunió un buen grupo con participantes llegados de norte a sur del país.

Un grupito de nueve Laicos Misioneros Combonianos estuvieron participando. Yo participé, y agradezco a Dios esta oportunidad. ¡Fue muy bueno!

Con la temática: “Con María, misioneros de Jesús“, el encuentro se subdividió en tres grandes subtemas, dos presentados durante el sábado y un tercero que, a través de un trabajo de grupos, surgió en la mañana del domingo.

“De María se aprende el verdadero sentido de ser discípulo.”

El primer subtema denominado: “El camino misionero de María“, a cargo del Padre Dário, Misionero Comboniano, nos presentó a María como la primera discípula, como la primera misionera, disponible para “llevar” a Jesús a los demás, como ejemplo de Misericordia, contemplando la acción de María, el “SÍ”, la visita a su prima Isabel. Exposición que fuimos entrecortando con pequeños cánticos a María. ¡Sin duda un momento muy bueno! Y citando al Papa Francisco, me quedó esta certeza:

“Es necesario aprender con María, revivir su “SÍ “, su disponibilidad total para recibir al Hijo de Dios en su vida, que a partir de ese momento la transformó.
De Papa Francisco

Con la división de los participantes en grupos, tuvimos diferentes momentos para compartir, lo que nos ayudó a interactuar y a conocer otras experiencias, así como, verdaderos testimonios.

LMC PortugalEl segundo subtema, nos llegó a través de la Hermana Arlete, Misionera Comboniana – “El camino misionero de Daniel Comboni, con María“. Vimos el recorrido de San Daniel Comboni desde su entrada en el Instituto Mazza hasta su pasión por el pueblo africano, pasando por su entrega y devoción también al Sagrado Corazón de Jesús y María. Con ayuda de los escritos de Comboni, logramos comprender mejor esta devoción.

“Tú eres tú, divina Madre, que me has inspirado, para el nuevo Plan para la Regeneración de África, (…)”.

De San Daniel Comboni

MARIA, nos adoptó como hijos en el Calvario. Y como dice el Santo Padre: “¡Tenemos Madre!” – una madre que nos protege y acoge bajo Su manto. Una Madre que es ejemplo de vida. Una Madre que nos muestra cómo seguir a Jesús.

Con el programa bien planificado no faltaron tiempo para la reflexión, los cánticos, espacio para la convivencia o momentos de oración.

El domingo por la mañana, después de la oración de la mañana, organizada por los Laicos Misioneros Combonianos, surgió el tercer subtema, no menos importante: “El Lugar de María, en nuestro Caminar Misionero“, con diversas presentaciones, vivimos un poquito el trabajo realizado por los cenáculos de oración, el trabajo realizado por los Grupos de la Infancia Misionera y también el grupo JIM – el Movimiento Joven de la Familia Comboniana.

Los participantes con las presentaciones mostraron a los presentes lo grande que es María en sus vidas. Y cómo se vive la devoción por María en los grupos.

Entre temas y reflexiones, la acogida surgió con la participación de Helena Laranjeiro, Misionera Secular Comboniana.

¡Alegría y buena disposición no faltaron, hasta porque era el fin de semana de San Juan! Los motivos para hacer fiesta también no faltaron, en el día de San Juan, el Padre Claudino, cumplió 44 años de Sacerdocio, el día 25 fue el turno del Padre Dário de estar de enhorabuena con sus 45 años de Sacerdocio. Enhorabuena a ambos… ¡Os deseamos muchos más años de Misión!

LMC Portugal

Sofía Coelho

Regreso de vacaciones de nuestra LMC Maria Augusta

LMC PortugalHa regresado de vacaciones nuestra querida LMC María Augusta de la misión para la que fue llamada a servir en los últimos años, en República Centroafricana (RCA).
Su regreso a Lisboa, ayer por la tarde (4 de julio), fue marcado por una cálida recepción en el aeropuerto donde estuvieron presentes su familia y algunos LMC.
En este momento María Augusta se encuentra en Janeiro de Baixo, Pampilhosa da Serra, junto a su familia, para un tiempo de vacaciones.

¡Bienvenida María Augusta! Gracias por tu generosidad, dedicación y compromiso en el servicio y entrega a la Misión. ¡Te deseamos unas buenas y merecidas vacaciones!

LMC Portugal

Comunicado encuentro de la Familia Comboniana a nivel general

El día 2 de junio de 2017, se celebró en Roma en la Casa General de las Misioneras Combonianas, la reunión anual del Comité Central de los Laicos Misioneros Combonianos y los Consejos Generales de los Combonianos, las Misioneras Seculares Combonianas y las Hermanas Misioneras Combonianas. Un día completo, vivido con momentos de oración, intercambio, reflexión, programación, comidas juntos y la Santa Misa. Los MCCJ acababan de terminar su Simposio con motivo de los 150 años de su fundación, y por lo tanto han compartido con todos nosotros los frutos y las provocaciones recogidas durante el simposio.

Quince años después de la carta escrita conjuntamente por los tres Consejos Generales sobre la “Colaboración para la Misión” queríamos ahora retomar las intuiciones, reconociendo el camino hecho, reforzando determinados aspectos y explorando nuevas propuestas de cooperación. Los Laicos Misioneros Combonianos son una parte integral de la Familia Comboniana que ahora también quiere abrirse a nuevas formas de laicado Comboniano que surgen en las distintas realidades.
La publicación, en definitiva, de dos cartas, una para todos los miembros de los Institutos y otra para los encargados y encargadas de la formación recogerá el trabajo y las directrices que hemos trabajado durante este día.

familia comboniana

Consejeros Generales de MCCJ, SMC, MSC y el Comité Central de los LMC

Semana de formación en Granada, España

LMCEsta pasada semana estuve acompañando a la comunidad Lisanga en Granada. Esta vez la formación fue en español, lo que paradójicamente fue un rollo pues la mayoría del material lo tenía en inglés o portugués, pero me vino bien para ir teniendo el material en diferentes lenguas.

Éste siempre es un momento privilegiado para mí. Salir del despacho, de los correos electrónicos y las videoconferencias para tener la oportunidad de compartir en primera persona con nuestros LMC. En este caso con David y Aitana (LMC de España) y especialmente con Paula y Neuza (LMC de Portugal que se están preparando en España para partir a Perú). David y Aitana son profesores y estábamos en la semana final de clases así que andaban muy atareados con exámenes, evaluaciones y actividades propias de este tiempo. De todas maneras hicieron hueco para compartir algunos momentos importantes de la formación y la semana. Ellos se ofrecieron voluntarios para acoger y hacer comunidad con Paula y Neuza en los meses que están aquí estudiando español y preparándose para salir al Perú.

Con Paula y Neuza compartí la mayor parte del tiempo. Por la mañana nos levantábamos temprano para rezar laudes y comenzar el día. Los primeros días tenían clases de español por la mañana, los otros días aprovechamos el primer momento de la mañana para hacer algo de deporte. Hay que estar en forma, la misión requiere también de ello. Sobre todo estar preparados para caminar mucho con la gente.

Después tuvimos bastante tiempo para conversar sobre la misión, la comunidad, compartir nuestro carisma comboniano, hablar sobre la Iglesia y los diferentes estilos de misión, conocer en profundidad nuestro LMC a nivel internacional y muchas otras cosas.

Siempre es ilusionante compartir estos momentos previos a la salida. Las inquietudes, los desafíos a afrontar y por encima de todo la confianza en Aquel que nos llama por nuestro nombre para servir lejos de casa.

Durante este tiempo en España muchos son los que han compartido con ellas su experiencia de misión, las han visitado o ellas han podido visitar a muchos LMC españoles y religiosos que han servido en misión (en Perú y otros países). De esta manera la misión se hace comunidad. No son ellas las que van a título personal sino que como misioneras son enviadas por nuestra comunidad LMC, que se hace presente en todo momento, se compromete en su formación y las acompaña también con su oración. Con ellas también nosotros vamos a Perú (comentaban algunos).

La semana terminó con el encuentro de evaluación de los LMC de la zona Sur de España. Creo que ellas se han sentido muy acogidas por todos ellos y por la familia comboniana en Granada (religiosos y religiosas) con las que han compartido muchos momentos de estos meses. Y para la zona Sur ha sido un bonito revulsivo, siempre que la misión toca a nuestra puerta nos moviliza, nos anima, nos pone en movimiento y da vida. Así ha sido aquí en España también con la preparación de nuestras compañeras de Portugal. Gracias.

Rezamos para que les vaya muy bien en su misión y estaremos siempre para acompañarlas en este camino de servicio a nuestros hermanos y hermanas en Perú.

LMC en Granada

Un saludo

Alberto de la Portilla

“Romper el cordón umbilical”

Un comentario a Mt 10, 37-42 (XIII Domingo ordinario, 2 de julio de 2017)

Este domingo leemos cinco versículos del capítulo décimo de Mateo en el que se nos habla de la misión que Jesús encomienda a sus discípulos. Jesús les advierte que las cosas se pueden poner duras y difíciles y que deben preparase para una fidelidad a toda prueba, libres incluso ante la propia familia o la propia vida. Por otra parte, Jesús afirma que quien hace un pequeño gesto de acogida a sus misioneros, se hace a sí mismo parte de esa misión.
Veamos con un poquito más de detalle.

1. Antes de proseguir, aclaremos una expresión que puede resultarnos falsamente escandalosa. Se trata de la expresión que en algunas biblias dice: “Si alguno no odia a su padre y a su madre…”. A este propósito la Biblia de Jerusalén, una de las principales ediciones de la Biblia, afirma que se trata de un “hebraísmo”, es decir, un dicho coloquial propio de la cultura hebrea que, como otros tantos que hay en español, no hay que entender literalmente, sino buscar su fuerza expresiva. Y la Biblia de Jerusalén explica; “Jesús no pide odio, sino desprendimiento completo e inmediato”.

2. El desprendimiento de la familia, por el contrario, es una actitud necesaria, no sólo para seguir a Jesús, sino también para madurar como personas. Se sabe que algunos hijos nunca abandonan la protección de las “faldas de la mamá” y eso les impide crecer y desarrollar su propia vocación; por ejemplo, les impide realizarse en el matrimonio o en una vocación religiosa… La familia es algo muy valioso, que nos da la vida, nos sostiene y nos abraza con un amor gratuito y hermoso. Pero no podemos quedarnos en eso. Cada uno de nosotros tiene que “romper el cordón umbilical” y construir su propia historia. Y parte importantísima de esta historia es nuestro seguimiento de Jesús, para lo cual necesitamos ser libres y desprendidos incluso de afectos muy queridos. Los misioneros, que parten a tierras lejanas, conocen bien esta experiencia.

3. Pero Jesús dice más: A veces hay que saber renunciar incluso a la propia vida, porque sólo quien pierde la vida la ganará. De hecho, las personas que tienen miedo de arriesgar la propia vida terminan por no vivirla de manera completa. También para seguir a Jesús hay que saber arriesgar. Un misionero, por ejemplo, puede exponerse a enfermedades, como la malaria, o a peligros de conflictos y guerras, pero eso mismo le permite vivir plenamente una historia de amor y entrega que le da “más vida”. Lo mismo se puede decir de una madre que se “desvive” por sus hijos: pierde la vida, pero la recupera más plena de amor.

4. En esa misma línea, hay que entender el gesto de acoger generosamente a los apóstoles de Jesús, con “un vaso de agua”. El que se encierra en sí mismo nunca será capaz de acoger la riqueza que supone otra persona. Sin embargo el que sabe salir al encuentro del otro, no sólo ayuda al otro, sino que se enriquece él mismo. Por eso “el que recibe a un profeta”, él mismo participa de la condición de profeta; el que recibe a un “enviado de Jesús”, él mismo participa de la misión de Jesús.
Todo lo que leemos en los evangelios nos presenta a un Jesús que ama la vida, que sabe gozar de la vida y de los bienes de este mundo. Jesús no es un anacoreta que desprecia la vida o los bienes de este mundo. Pero Jesús es libre y se muestra disponible a renunciar a todo con tal de cumplir la voluntad del Padre.

Ojalá el Espíritu nos haga comprender esto y hacer de nosotros personas libres, capaces de desprendernos de cualquier cosa que nos impida seguir a Jesús y amar plenamente.

P. Antonio Villarino
Bogotá