Laicos Misioneros Combonianos

Un gran día para la jardinería

Desde 2010 Mark y Maggie hemos  trabajado con la Universidad Católica y el Grupo de Estudiantes del Colegio Católico. Tienen un comité de líderes estudiantiles muy activo con muchas ideas y energía a los que acompañamos los adultos haciendo de mentores. El grupo de este año es especialmente dinámico. En 2014 se abrirá un nuevo centro Católico aquí, en la ciudad de Awassa, que tendrá una parroquia, una guardería, y lo más importante: el flamante nuevo centro juvenil diocesano. Por ello pensamos que sería genial que los jóvenes se involucraran desde el principio dándole vida a esta obra que pronto será un centro pastoral.

Así que nos acercamos al grupo de estudiantes para ver si ellos querían tomar parte en el diseño y plantación de los jardines que rodean la Iglesia. Les encantó la idea, y enseguida se pusieron a preparar el proyecto con muchas ganas e iniciativa. En muy poco tiempo formaron un pequeño comité con estudiantes de ingeniería y agricultura, inspeccionaron el lugar, tomaron medidas, visitaron algunos bonitos jardines de la ciudad para inspirarse e hicieron un boceto del diseño. Un estudiante dedicó un día entero de viaje para ir a tres horas de distancia para seleccionar y comprar las plantas. Otro estudiante visitó el terreno el día anterior y dibujó el plano en el suelo. Y el último sábado los estudiantes llamaron a sus amigos y… ¡vinieron unas 40 personas y lo plantaron todo de una vez!. Los dividimos en pequeños equipos y con sensación de caos controlado comenzó el trabajo: azadas balanceándose, palas cavando, estiércol volando y plantones cayendo en la tierra. Reímos, cantamos y antes de darnos cuenta el día se acabó. 1200 plantas y flores en su sitio. Así que nos sentamos en la sombra y compartimos plátanos, pan y refrescos. Todo el mundo estaba contento con el buen trabajo del día.

De aquí a unos años, cuando los setos estén frondosos y los árboles sean altos, los jóvenes que en su día colaboraron miraran y sonreirán silenciosamente sabiendo cómo ocurrió todo. Y lo más importantes es que habrán aprendido una gran lección – Podemos lograr grandes y bonitas cosas si estamos dispuestos a esforzarnos y trabajar juntos.

garden new church low res

– Maggie, Mark y Emebet Banga, Laicos Misioneros CombonianosAwassa, Ethiopia

 

Feliz Navidad desde Aber

Desde UgandaLa Navidad es una presencia, una presencia de amor. Este es el estilo de Jesús eligió para su misión, este es el estilo que se supone que debemos también tener en nuestra vida como misioneros… ¡dondequiera que estemos! Desde que llegamos aquí en agosto de 2011, siempre hemos tratado de ser una presencia que pueda despertar signos de interrogación en la vida de las personas, es muy difícil dar respuestas a causa de las diferencias que tenemos, pero al menos podemos dar testimonio con nuestro estilo de vida como familia, médico, educador, padre, madre, esposo, esposa y cristianos.

Esta es la razón por la que nunca quisimos hacer proyectos muy grandes, construir estructuras y cosas así.

Jesús no vino con dinero… Él vino pobre, Jesús no construyó templos… sino el templo de su cuerpo. Viviendo aquí ahora por un tiempo bastante largo, tenemos la posibilidad para comparar nuestro estilo con el estilo de algunas organizaciones no gubernamentales… para nosotros, que no tenemos ningún objetivo inmediato que alcanzar, simplemente podemos hacer nuestro trabajo y vivir nuestra vida de la mejor manera posible. Si tuviéramos que valorar la vida de Jesús por los resultados que obtuvo, se puede decir que no lo consiguió. Pero sabemos que no es así.

De la misma manera, nos cuesta ver que en el hospital las enfermeras se muestran perezosas a pesar de Maria Grazia trata de hacerles entender que deben estar más comprometidas por el bien de los pacientes, o no es gratificante cuando fijamos una reunión de la comisión de justicia y paz y no viene nadie… pero estamos seguros de que este es el camino correcto para estar presente entre estas personas.

Así que, donde quiera que estés viviendo en este momento, os deseamos que seáis sea una presencia de amor para las personas que te rodean. Sin importarte los resultados que consigas, pero tratando solamente de dar lo mejor siguiendo los planes que Dios preparó para ti… de la misma manera que Jesús intentó (y logró) hacer la voluntad del Padre!

Necesitamos sentir presencias de amor a nuestro alrededor, estamos llamados a ser presencia de amor entre las personas.

Feliz Navidad desde Aber (Uganda).

Por Marco Piccione

El amor en la práctica es algo duro y terrible

Catholic Worker

Dorothy Day, la fundadora del Movimiento del Trabajador Católico, dijo una vez “El amor, en la práctica, es algo duro y terrible si lo comparamos con el amor idílico. La realidad continúa a confrontar nuestros sueños, nuestra esperanza y nuestra visión ideal”. Day sabía bien de lo que hablaba porque ella dio toda su vida luchando en solidaridad con los pobres. Amar a los pobres no es cosa fácil. Incluso cuando sentimos un auténtico deseo de “servir a los pobres” podemos no ayudar pero tener una cierta visión romántica de quién son los pobres y qué pensamos que necesitan. Pero la práctica diaria de la caridad está lejos del romanticismo y me sorprendo cuantas veces no consigo amar a los pobres cuando precisamente eso es lo que estoy intentando hacer. Esto ha sido parte de mi experiencia como un misionero laico en Etiopía.

Pero el amor se mantiene cómo el  centro y única fuente de inspiración. Mt 25, 40 “Aquello que hagáis por uno de estos pequeños, me lo hacéis a mí”. Jesús describe en Mt 25, 31-46 que la herencia de su Reino se basa en algo simple y alcanzable. Una vez más Dorothy Day nos da luz con sus comentarios: “Si Cristo no lo hubiese dicho, parecería loco de atar por creerlo. Pero él dijo que si le damos un vaso de agua a un sediento se lo damos a él. El hizo que el cielo  dependa de la forma en que actuamos con él en su disfraz de corriente, frágil y ordinaria humanidad”.

Mt 25, 40 sigue siendo un gran reto que me da fuerzas. Viendo a Jesús en los que están a mi alrededor comienzo a valorar y preocuparme por sus sufrimientos, así como por sus alegrías,  sus esperanzas y los dones que aportan a este mundo. Comienzo a darme cuenta también de mi propia pobreza, aceptando que, como personas, todos compartimos rupturas, pérdidas, rechazos y tenemos necesidades no cubiertas. Veo que el mayor reto es confiar en el Jesús que son los otros, incluso cuando no puedo verlo. Creedme, hay momentos en los que me froto los ojos para ver a Jesús pero todo lo que veo son errores y decepciones.

También estoy aprendiendo que intrínseco al acto de amar al pobre está la totalidad de las virtudes humanas: paciencia, perdón, empatía, esperanza, perseverancia y coraje. La petición completa del mensaje de Amor de Dios se reduce en la obligación de amar al pobre, con una llamada implícita a la autenticidad y la apertura del corazón llevando esta tarea a la práctica en el día a día (cuando el romanticismo se ha ido)

Cuando reflexiono sobre todas estas cosas, creo que al final de los tiempos, cuando me encuentre cara a cara con Jesús, sólo me preguntará una cosa. ¿Cómo amaste a los pobres?

– Mark

Maggie, Mark y Emebet Banga, Laicos Misioneros Combonianos, Awassa, Ethiopia

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