Laicos Misioneros Combonianos

Soñar la misión

En septiembre de 2021, llegamos a Camarate, más concretamente al barrio de Fetais, llenos de expectativas sobre el trabajo que íbamos a desarrollar con la comunidad local. Sabíamos que había mucho que hacer, pero no conocíamos las necesidades. No todo salió como esperábamos, sino como Dios quería y, a pesar de las dificultades encontradas, “sentimos” que debíamos continuar en esta misión.

Con la salida de Pedro Nascimento, se plantean nuevos retos, ya que sólo quedamos dos, Maria Augusta y Élia, y seguimos soñando que es posible hacer de Fetais un campo de misión donde la presencia LMC sea una realidad y no sólo un lugar de paso. Pedimos al Señor de la mies que guíe nuestros pasos para que, con humildad y sabiduría, seamos mensajeros del Evangelio para estas personas que vienen de lugares tan lejanos y diferentes, en busca de un mundo mejor que les cuesta encontrar.

Soñar con más misión en la parroquia de Camarate es la experiencia que hemos tenido a lo largo de este tiempo, lo que hemos recibido sin dar nada, lo que nos anima a seguir en este camino, a veces nada fácil. Queremos implicarnos más en esta misión porque

… nos calienta el corazón el abrazo apretado de un niño; los buenos días sonrientes de una persona mayor, escuchar nuestro nombre gritado desde el patio de un colegio; una madre que le dice a su hija de tres años que le dé un beso a su “tía” (a la que conoció en el autobús) …

… nos calientan el corazón los vecinos de la “cuesta” que ya nos llaman para charlar; las granadas que nos ofrecen con sabor a amistad; el gato de la puerta de al lado que se deja acariciar y el dueño del gato que ya nos da las buenas noches cuando nos cruzamos en la calle…

… Nos calienta el corazón la gente que pregunta por Pedro y habla de él con gratitud y cariño por los momentos que les dedicó.

… y también nos calienta el corazón las pequeñas/grandes victorias que conseguimos con los niños que acuden a “Jovem Despertar”, donde ya hemos pasado “días fríos”, pero donde hay calor y alegría y, porque “lo mejor del mundo son los niños”, todo lo que hagamos por ellos y con ellos siempre será poco.

Si Dios nos llama a marcar la diferencia, a estar presentes en las diferentes comunidades, con sencillez sólo podemos decir: “Señor, estamos aquí para servirte, ilumina nuestro camino”.

Con la certeza de que no estamos solos en esta misión.

Abrazo en Cristo

Maria Augusta y Élia- LMC en Camarate

2 comentarios en «Soñar la misión»

  1. Que esos corazones sigan calientes en Amor y Apasionados por la misión que realizan.
    San Daniel Comboni, intercede por las misiones.
    Sagrado Corazón de Jesús a ti los confiamos.

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