Laicos Misioneros Combonianos

Presentación LMC en el XIX capítulo de los MCCJ

Ayer llegó el momento de la intervención de la Familia Comboniana en el XIX Capítulo General de los MCCJ.

Como el capítulo se desarrolla con fuertes medidas de prevención por causa de la pandemia, esta vez la intervención de los LMC se realizó de manera online.

Para todos nosotros como familia comboniana el capítulo de los MCCJ supone un momento muy importante. Un tiempo de reflexión y escucha de la realidad, un tiempo de discernimiento y de intuición misionera que a todos ilumina.

Nuestra intervención está ubicada en los informes que ayudan a ver la realidad y en particular a ver el camino recorrido como LMC a lo largo de los últimos años.

En un primer momento la idea fue centrar la intervención como parte de la familia comboniana, entender nuestro camino como parte del caminar que hacemos como familia al servicio de la misión y de manera particular recordar cómo queremos caminar en común, qué recorrido hemos realizado hasta ahora y las vías de colaboración abiertas.

Después, durante el bloque central, intentamos desarrollar los retos que como LMC queremos afrontar. En particular entendemos que es importante dar a conocer los acuerdos tomados en nuestra última asamblea internacional que marcan el rumbo que procuramos seguir.

También nosotros, a la luz del análisis de la realidad y los principios que compartimos, procuramos dar una respuesta común a las necesidades de un mundo cada vez más globalizado:

“¡Un mundo, una humanidad, una respuesta común!”

Nuestra interrelación con los religiosos combonianos es muy grande ya que compartimos nuestras presencias en los lugares donde también ellos están presentes y colaboramos de una manera estrecha. Por otro lado, recibimos mucha ayuda y apoyo de su parte y en la medida que conozcan nuestra realidad, fortalezas y debilidades, esa colaboración podrá ser mejor para el bien de la misión.

Nosotros como LMC soñamos un estilo de colaboración como familia comboniana que quisimos subrayar. Propuestas concretas desde donde entendemos que es más sencillo avanzar.

Antes nosotros está el gran reto de la colaboración desde la complementariedad. En la línea de la Sinodalidad en la que el papa Francisco ha desafiado a la Iglesia, y donde nosotros estamos llamados a ser luz como familia comboniana. Para nosotros no es una novedad sino más bien una vuelta a nuestras raíces, a la intuición carismática de Comboni que nos concibió como familia. Comboni que entendió la responsabilidad de toda la Iglesia, la complementariedad y necesidad de todos sus miembros (sacerdotes, hermanos, religiosas, laicos y laicas misioneros y locales, catequistas, artesanos, familias, etc.) para la consecución de la misión. Hoy nuevamente nos sigue iluminando en este camino de colaboración/sinodalidad por el bien de un Mundo, de una Humanidad que necesita del esfuerzo de todos y todas para seguir creciendo, ocupándose de los más débiles y excluidos.

Os dejo con la conclusión del informe donde nos atrevemos a parafrasear a Comboni en este sueño común.

La Obra debe ser católica, no ya española, francesa, alemana o italiana….

Todos los hombres y mujeres de buena voluntad deben ayudar a construir un mundo mejor, un mundo más justo donde cuidemos de manera especial a los más necesitados, a los excluidos y entre todos cuidemos a este planeta que es legado para las generaciones futuras.

Las iniciativas individuales, ya sean de los MCCJ, SMC, MSC o LMC sin duda han hecho y hacen mucho bien, pero no han conseguido acabar con tantas necesidades. Nuestro horizonte procura una colaboración que pueda partir de la Familia Comboniana pero que no puede terminar ahí, ni siquiera a nivel eclesial, sino que se debe abrir y promover con organizaciones civiles y de otras confesiones religiosas con las que compartir y alentar objetivos comunes. Hasta ahora vemos que continúa habiendo grandes injusticias y desigualdades en el mundo de hoy. Continúa habiendo gran necesidad y sed de Dios. El corazón humano anhela el encuentro con Dios como anhela una vida digna de hijos e hijas del Padre, hermanas y hermanos todos.

Por ello, nuestro Plan aspira a hacer presente el Reino de Dios en el mundo, un mundo más humano, más divino, alcanzando de manera especial hasta las comunidades más recónditas y olvidadas, los países más empobrecidos, castigados por la guerra, la pobreza material y espiritual de la precariedad y la miseria… donde la dignidad de la vida humana necesita defenderse.

Y para esto, me parece, se deben unir todas las obras ya existentes (eclesiales y civiles), todas las personas de buena voluntad que, con independencia de su estado civil o eclesial, su confesión religiosa, su cultura o ideología, procuran el bien para toda la humanidad, las cuales, teniendo desinteresadamente ante los ojos el noble fin, deberán dejar a un lado sus intereses particulares.

En eso creemos y debemos ser semilla que lo haga posible.

Alberto de la Portilla, coordinador del Comité Central LMC.

5 comentarios en «Presentación LMC en el XIX capítulo de los MCCJ»

  1. Al sentirme parte de este mundo que deseamos tener y ser parte de esta Familia Comboniana pido a Dios que nos permita abrirnos a este hermoso caminar Misionera.

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  2. Cuanto mas se puede decir, pero todo está resumido en este informe. Es el deseo del corazón de cada LMC del mundo. Sigamos soñando con ese mundo y trabajando desde nuestro lugar en esas cosas pequeñas pero que suman. Luchar contra la miseria y la desigualdad es como tener enfrente el muro de Berlin, tan grande y tan funesto pero que cayó , trabajar dia a dia para poco a poco ese muro caiga. Gracias, el informe es como escuchar la voz de Comboni

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  3. Bonita reflexion. Pero no dice mucho o mejor dicho no dice nada de los Lmc, ni del camino ni de los logros ni de las dificultades concretas vividas a lo largo de estos años. Lo que se expone en el “supuesto report” lo sabemos, lo encontramos en las reflexiones cotidianas, y en cualquier material de reflexión de la iglesia. Hubiera sido creo yo haber presentado… El camino hecho… Los problemas, las dificultades concretas encontradas… Tanto de parte de los lmc en relacion con los mccj o cms… Asi como de parte de los mccj y/o cms… Con los lmc. Esto ayudaria a caminar mejor a hacer las cosas mejor. Hay una realidad que no se puede cambiar y no debe ser cambiada… Cada miembro de la familia tiene un estilo de vida… Pero esto se da en la medida que se diventa adulto es decir se crece.. Se asumen responsabilidades… Tanto los mccj las cms.. O las seculares tiene un camino que les ha permitido crecer hacerce adultos… Los lmc estan en proceso dentro de la familia comboniana y por ende aun tomando forma… Asumiendo una identidad.. Que llegará cuando el tiempo llegue. La otra realidad de la que no debemos perder vista es el hecho que mccj y cms… Son una vida de compromiso en la mission…. Algo asi como “hasta que la muerte los separe” no como sucede con los lmc, y lo digo con mucho respeto “hasta que el contrato los separe”….. Esto no es para desanimarse ni mucho menos, pero es una realidad… Porque la vida de los lmc tiene que tomar un camino una vez que digamos asi “la mision termino” y eso es justo y real… Muchos y muchas han seguido con su “compromiso misionero laical” desde otros estilos de vida… Despues de un periodo en x lugar de mission… Los que fueron como matrimonios regresaron a sus paises a seguir la vida y a luchar por salir adelante… No facil claramente… Otros y otras… Continuando con la vida regresaron a sus paises y formaron sus propias familias… Y esto no quita la “la dimension misionera laical” todos somos misioneros… Otros y otras encontraron su vida en el pais que estuvieron de misión y formaron sus familias en el pais que los acogio y aprendieron a amar… Y se quedaron… Otros y otras… Escogieron parejas del pais donde estuvieron y partieron de regreso a casa.. A seguir desde ahi su “vocacion laical misionera”…. Otros y otras.. Esperaron finalizar “el contrato de mission” para asumir otra “misión” pero con otras instituciones no con los mccj o cms …? Nos hemos preguntado porque? … O hemos preguntado a el o ella porque..? .
    Otros y otras tanto de parte de los lmc como de los mccj o cms no veian la hora de acabar “el contrato de mission” para poder asumir otro compromiso o dejar de tener el compromiso con los mccj cms sc
    Estamos en un camino si…. Se va creciendo si .. Tenemos dificultades si…. Desacuerdos si… Eatas son cosas concretas queridos lmc….. Vamos camiando juntos si…. Pero aun falta mucho…. pero como dice machado “se hace camino al andar” no nos desilusionemos…
    Me gustaria terminar mi comentario invitandoles a dar una lectura profunda al escrito por p. Manuel Joao… Sobre sus “tres deseos para el capitulo de los misioneros combonianos” …. Es una vision profetica… Me gustaria que reflexionaramos la parte donde habla de la relacion entre los miembros de la familia comboniana…. Donde habla de los lmc…. De ahi hay que partir…. Para poder mejorar….
    Bendiciones

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    • Buenas tardes Dhuga.
      Gracias por tu comentario e interés.
      Comentarte que el artículo hace referencia al informe presentado en el Capítulo, pero evidentemente no es dicho informe. El informe es mucho más detallado y hace referencia a lo que comentas (camino recorrido, dificultades, logros, relación con los MCCJ, etc.), pero es algo que se realiza dentro de la sala capitular. Aquí apenas se recoge la reflexión final. Como tampoco hace referencia al diálogo posterior al mismo en donde se profundizó en todos los aspectos de crecimiento, dificultades y logros de todos estos años, tanto como LMC como la relación como miembros de la Familia Comboniana. Creo que son espacios diferentes y comprensible que algunas cosas se traten de manera diferente.
      No coincido contigo en que el compromiso misionero del LMC esté limitado al tiempo de “contrato” o de permanencia fuera. Nuestra vocación laical no es como la del religioso o religiosa, pero no por ello deja de ser una vocación. Ser misionero allá donde el Señor nos coloca en cada momento es un reto que debemos responder día a día. Son muchísimos los que llevan en este servicio misionero 20 o 30 años desde del inicio de este caminar. Otros también han pasado, han servicio y han continuado su misión por otras partes, es verdad, pero no es así para todos (y a los que así lo hicieron gracias). Que todavía queda mucho por crecer, estoy de acuerdo, pero que ya hay un bonito camino hecho también. Ojalá nuestra fidelidad a la llamada recibida fuera mejor y más entregada día a día, pues sí. Pero te garantizo que hay mucho amor y mucha entrega dentro de los LMC.
      La reflexión del P Manuel João la conozco pues siempre tiene la generosidad de compartir con nosotros los temas de formación permanente que prepara. Comparto profundamente la visión más amplia sobre lo que significa el Cenáculo de Apóstoles y la colaboración que Comboni buscaba, pero en lo referente a los LMC no lo veo de la misma manera. Creo que la crítica nos ayuda a crecer y en su momento así se lo agradecí, aunque también le mostré otro punto de vista o le intenté ampliar la visión de los LMC.
      Creo que debemos seguir creciendo. Creo que realizar un informe crítico, evaluar lo bueno y lo malo del camino recorrido, las propuestas lanzadas y ver si somos capaces de alcanzarlas o qué nos lo dificulta nos debe ayudar a crecer. En ello estimo que Comboni es un gran ejemplo para todos.
      Para muestra dejo este pequeño texto que me gusta usar en nuestras formaciones:
      “Y todos los lunes, miércoles y viernes los Sacerdotes, por turno, proponen a discusión general un caso de Moral, uno de Dogmática, Canónica o Liturgia, y un tercero de controversia, teniendo este último especialmente como tema los errores dominantes en el lugar donde se halla el Instituto. El proponente expone sus casos un día antes, en sitio previamente acordado, a fin de que el día y la hora fijados para la discusión todos estén preparados para responder. En este ejercicio pueden participar también los Sacerdotes o Misioneros del lugar, aunque sean de otro rito, a juicio del Superior.”
      (E 1866, Reglamento para los Misioneros de los Institutos de Negros de Egipto, 15.3.1869).
      Preparamos nuestras asambleas internacionales y encuentros continentales dedicando tiempo en cada uno de nuestros grupos y comunidades para evaluar profundamente el camino realizado y realizar propuestas que nos ayuden a mejorar. Tenemos mucho camino por recorrer, ojalá podamos seguir mejorando y siendo fieles a la vocación recibida.
      Te invitaría a releer nuestros acuerdos internacionales para entender mejor nuestra vocación y organización, y a leer las conclusiones de nuestra 6ª asamblea de Roma 2018 para ver las propuestas que queremos llevar adelante en estos años. Y quizás cuando coincidamos podamos tomar un te juntos y seguir profundizando.
      Un saludo y gracias por tu reflexión.

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  4. Gracias alberto por responder y aceptar mi comentario-reflexion. Gracias. Con mucho cariño les deseo un bjen caminar en los pasos de san daniel comboni. Sigan con el mismo amor por el carima misionero demostrado siguiendo a Cristo misionero dwl Padre. Gracias por todo lo que nos enseñan. Ser Lmc dwntro de la familia comboniana seguro no es un camino facil… Pero se va caminando se va creciendo…. Y como comboni siempre dijo como lema… MIL VIDAS PARA LA MISION…..

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