Con las palabras del comienzo de esta canción comparto la alegre noticia de que la formación de los futuros LMC en Carapira, norte de Mozambique, se está realizando dentro de nuestras posibilidades y según la voluntad de Dios.
Pedimos y el Señor nos respondió, nos envió nuevos obreros para su mies. A nosotros nos toca hacer nuestra parte, prepararlos de la mejor manera posible para asumir el trabajo misionero entre la gente, la misión de Jesús que nos dejó y que tan bien hizo nuestro fundador Daniel Comboni. Porque es Dios mismo quien dice: “haz tu parte y yo te ayudaré”.
Centrados en Jesucristo, siguiendo el carisma comboniano, ejemplo dejado por nuestro fundador, los LMC de Carapira acompañamos a cuatro jóvenes que han sentido la llamada a ser misioneros laicos y llegan fielmente cada mes para estudiar, reflexionar y compartir desde el año pasado (2022).
La larga distancia recorrida a pie (3 a 4 horas, la mayor parte del tiempo sin beber ni comer nada), no se convirtió en un impedimento para su participación. Movidos por la fuerza del Espíritu de Dios y el deseo de anunciar la Buena Nueva, son fieles a su compromiso de preparación para el trabajo misionero. Para mí, esto es un alimento en el camino.
Nuestros encuentros tienen lugar mensualmente, comienzan a las ocho de la mañana del sábado y terminan con el almuerzo del domingo.
La forma en que se entregan, el esfuerzo que hacen por aprender, el entusiasmo de cada uno en cada reunión, verlos superar desafíos que no son pocos, es la mejor recompensa que recibo.
De hecho, trabajar con el pueblo Macua es un motivo para dar gracias a Dios cada día, por su misericordia y bondad al proporcionarme tanto crecimiento, madurez y experiencia de fe.
Desde Carapira un fuerte abrazo misionero a todos y mucho axé.
Regimar Costa
LMC Brasil – Mozambique