Laicos Misioneros Combonianos

[Mozambique] Encuentro de jóvenes en la parroquia de Mossuril

El encuentro tuvo lugar en la localidad de Namitatar, comunidad de San Juan Bautista, donde participaron 130 personas entre jóvenes y adolescentes de varias zonas de la Parroquia de Mossuril, motivados por la celebración del “Día Mundial de la Juventud”,  con la siguiente programación: el sábado; acogimiento, juegos, dinámicas de integración, oración del Via Crusis y película. El domingo; reflexión sobre temas de JPIC como el “recenseamento” y la ley de la tierra para los jóvenes; así como sobre la etapa de la adolescencia con los adolescentes. Después, animación, culminando con la celebración del Domingo de Ramos, donde los jóvenes proclamaron cantos y danzas afirmando que Jesús es Rey del Universo.

El Sábado el grupo de LMC de Mozambique organizó la procesión del Viacrucis, como señal cada joven llevó una cruz para su reflexión personal, en la familia y su comunidad. El Domingo compartimos juntos la celebración del Domingo de Ramos, tuvimos un momento para hacer animación misionera donde invitamos a las personas que se sientan llamadas a vivir este estilo de vida para que puedan aproximarse a nuestro responsable, el P. Paulo, párroco de esta misma Parroquia.

Me gustó tanto haber participado en este encuentro y espero continuar más veces para prepáreme en mi caminar para la misión y que Dios bendiga a los jóvenes de Mossuril.

Ancha Luis, formanda LMC Mozambique

Muchos saludos desde Alenga en Uganda

Queridos amigos, Espero que estén todos bien. Yo estoy muy bien aquí. Mientras tanto me siento en casa y estoy muy feliz de ayudar a los alumnos mediante la enseñanza de clases de informática. A través de una ayuda de Alemania conseguí diez ordenadores portátiles. Durante el día estoy en el aula y en las tardes doy clases a las hermanas y a la gente de la aldea cercana sobre cómo trabajar con un ordenador. Cada día estoy muy ocupada y feliz de darle a la gente de aquí algunas perspectivas para su futuro.

¡FELICES PASCUAS y muchos saludos desde Alenga en Uganda, Elena!

El duelo y la curación

CandelLas tradiciones sobre el duelo por la muerte de un ser querido son,  aquí en Etiopía,  muy diferentes a nuestra cultura occidental. Los funerales son aquí ocasiones importantes  que involucran a toda la comunidad. Una carpa blanca junto a una casa o en la calle es una señal de duelo. Cuando una persona muere, los familiares y amigos se reúnen en la casa del difunto para consolar a la familia. La carpa de duelo se mantendrá durante más de una semana y durante ese tiempo la familia nunca está sola. Amigos y familiares (incluyendo parientes lejanos y conocidos) van  cada día para acompañarlos y ofrecer sus condolencias, pero sobre todo para sentarse en silencio con la familia. A un funeral típico pueden asistir miles de personas.

Las familias suele ser miembros de unos grupos comunitario locales llamado Idir. Son grupos de auto-ayuda para cubrir los gastos funerarios y los miembros se reúnen mensualmente para tomar decisiones sobre los fondos. A criterio de los miembros del comité, los fondos también pueden ser utilizados para créditos o ayudas en tiempos de dificultades. Un Idir típico puede estar formado por 50 familias. Todos los meses cada familia de la Idir contribuye aproximadamente con 15 birr (1 $) al fondo, y si alguien en su familia muere, se le dará una suma de dinero para ayudar con los costes del entierro y funeral. Mientras que la familia está de duelo, la Idir también se movilizará rápidamente para tomar decisiones por ellos y proporcionarles la carpa de duelo, grandes ollas para cocinar, utensilios, sillas, bancos y mesas. La razón de ser del Idir es proporcionar un tiempo digno y adecuado de luto para la familia y para ello liberan a la familia de todo el peso de la organización del funeral (tanto de los gastos como de la logística).

Al visitar a la familia para darles el pésame, es curioso que muchas veces no se dicen nada. La gente va y viene, sin decir nada, o sin siquiera saludar directamente a los miembros de la familia en duelo. A veces en la vida las palabras son insuficientes y los etíopes se atienen a esta verdad cuando se trata del duelo. Lo importante es estar presente. Algunas veces, toda mi oficina (Mark) ha cerrado para poder ir  todo el personal a dar el pésame. Todo el grupo (con las mujeres llevando pañuelos negros sobre sus cabezas) entrábamos en el recinto o casa y nos sentábamos en silencio en bancos de madera largos, sentándose más cerca de la familia de luto las personas mayores o los invitados más importantes. Nos sentábamos en silencio durante una media hora con un pedazo de pan o cebada tostada que nos servían. Luego, después de un tiempo razonable, el P. Sixto, director de nuestra oficina y el más anciano (con el pelo blanco) se ponía de pie y decía unas palabras y una oración por los difuntos y la familia. Tras eso todo el personal salíamos en silencio, sin decir una palabra.

Cuarenta días después de la muerte hay otra gran celebración para marcar el final del período de duelo principal. Lo normal en esos primeros cuarenta días es que los familiares de los fallecidos lleven diferentes prendas de vestir (sobre todo negro) y peinados (las viudas a menudo se cortan el cabello). Muchas veces algunos parientes van a dormir a la casa de la familia del difunto durante los 40 días para asegurarse de que no están solos. Se suele hacer un pequeño altar conmemorativo con una foto de la persona fallecida y una vela encendida. Para los 40 días normalmente se celebra una eucaristía en la Iglesia (para los ortodoxos y católicos), seguido de una comida en casa de la familia. La carpa blanca se levanta de nuevo y los miembros de la Idir vienen a ayudar en la cocina y con los preparativos. En octubre, el padre de uno de nuestros mejores amigos murió mientras yo (Maggie) estaba trabajando en el sur y no me enteré hasta unos días después del funeral. Al regresar del Sur, tenía muchas ganas de asistir a la celebración de los 40 días para dar mi apoyo a ella y a su familia.

Nuestro amigo vive en Awassa, pero su familia es de la pequeña ciudad de Kebre Mengist a unas 10 horas de viaje. Me alojé en su casa aquí en Awassa la noche antes de nuestra partida, así que pudimos coger el autobús de las 4 a.m. juntos. Llegamos dos días antes de la celebración para ayudar con los preparativos. Fuimos andando desde la estación de autobuses y estábamos en medio de una conversación normal, cuando al entrar en el patio de la casa familiar todo el mundo rompió a llorar y gemir. Esta fue la manera de liberar la tristeza que todavía sentían. Esperamos hasta que uno de los ancianos, un tío, simplemente dijo: ‘basta’ y nos movimos.

Al día siguiente al amanecer, compraron un buey y lo sacrificaron.  Las mujeres comenzaron a llegar en gran número con cestas de cebollas, ajos, tomates y zanahorias atadas a la espalda. Se sentaron a la sombra de los árboles, pelando y cortando las verduras, clasificándolas en coloridas cestas, conversando mientras trabajaban. Prepararon guisos y injera para el almuerzo de los próximos días. Me uní a ellas y me dejaron remover un guiso en una enorme olla de 200L. El trabajo fue interrumpido por las ceremonias del café durante todo el día. El incienso flotaba en el aire. La gente se sentaba y se quedaba.

Agradecieron que quisiera estar allí con ellos, y hasta me dieron un lugar de honor para dormir en una cama (¡…con mi amigo y su tía!). Otros ocho parientes dormían alrededor de nosotros en colchonetas y colchones en el suelo. La misa en la Iglesia ortodoxa a la mañana siguiente fue sencilla y emotiva. Cientos de personas vinieron después para compartir el almuerzo juntos. Nosotros apenas salimos de la habitación de dormir en todo el día. Nos sentamos, la gente venía, se quedaba, contaban historias y compartían recuerdos. Hubo mucha más conversaciones que en los días inmediatamente después de la muerte, lo que revela que los 40 días de luto intenso, dejando todos los sentimientos y lágrimas, ha traído una curación a la que de otra manera no habrían llegado sin este viaje.

– Maggie

Maggie, Mark and Emebet Banga, Comboni Lay Missionaries, Awassa, Ethiopia

Votos perpetuos de la Hermana Lilia (comboniana en Carapira)

El equipo misionero de Carapira celebró una gran fiesta el 15 de marzo, celebrando el nacimiento de San Daniel Comboni y las vidas que se siguen consagrando. En este día fue la hermana Lilia Karina Navarrete Solís, quien hizo su profesión perpetua, con el lema “Yo te consagré y te constituí profeta de las naciones” (Jer. 1,5). Conocida como la hermana Lily, es de nacionalidad mexicana y trabaja como directora del Centro de Salud de Carapira. Todo se desarrolló en un ambiente familiar con la presencia de funcionarios del Centro de Salud, líderes parroquiales, religiosos y religiosas de la Diócesis de Nacala y Nampula, entre otros invitados. Después de la celebración presidida por el Obispo de la Diócesis de Nacala, Don Germano, compartimos el almuerzo. Los LMC nos unimos al equipo de trabajo que ayudó a ambientar el sitio, servir la comida, lavar los platos, poner en orden todo de nuevo en su lugar y dando apoyo en todo lo posible. La hermana Teresina, aparte de la responsable de la organización, también fue la madrina de la profesión.

Esto siempre es un momento oportuno para la animación misionera. Así, el grupo de laicos preparó un panel titulado “Daniel Comboni inspira”, que contó con las imágenes y textos breves sobre las cuatro ramas de la familia comboniana: Misioneros Combonianos, Misioneras Combonianas, Misioneras Seculares Combonianas y Laicos Misioneros Combonianos.

¡Recemos por la hermana Lilia y todas las vocaciones!

¡Estamos juntos!

LMC Carapira

Nuestro primer año en Malawi

Después de pasar nuestro primer año aquí en Malawi, nos hemos preguntado ¿qué hemos hecho? A primea vista, nada, no hemos construido ninguna escuela, no hemos cavado ningún pozo, ni iniciado grandes proyectos o algo similar. Lo que hemos hecho este último año ha sido mostrar la vida de una familia cristiana que se quiere que está dispuesta a poner toda la confianza en Él y difundir su amor en una tierra que lo necesita mucho.

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Los vecinos del barrio

Hemos desarrollado muchas relaciones fuertes con nuestros vecinos, con los maestros con los que trabajamos y con la familia parroquial con la que ahora oramos. Esta ha sido la parte principal de nuestro trabajo y estamos agradecidos a Dios por el éxito con el que hemos logrado estas amistades recién descubiertas.

En los últimos meses nuestra familia (principalmente Tonya) se ha convertido en el médico del barrio. Hemos tratado quemaduras infectadas, transportado niños y adultos al hospital, a veces en medio de la noche, curado cortes, raspones, e incluso algunos hongos de pie bastante impresionantes. La razón por la que todo esto comenzó, no fue porque tengamos más cantidad de medicinas, dinero o recursos que las personas que nos rodean. Aunque todo eso es cierto, empezó porque demostramos compasión y preocupación cuando vimos que nuestros amigos estaban sufriendo.

El sufrimiento de muchos a nuestro alrededor no es algo nuevo. Muchos sufren malaria varias veces al año. También muchos sufren hambre cuando su paga se agota y no pueden permitirse el lujo de bañar o alimentar a su familia después de trabajar 6 días a la semana. Aunque no podemos apoyar todas las necesidades de las personas que nos rodean, hacemos lo que podemos. Le damos un poco de trabajo a los vecinos que necesitan un poco de dinero extra. Damos unos cuantos huevos a la familia no tiene nada más que “nsima” (especie de polenta africana) para la cena. Por poco que sea, mostramos a los que nos rodean el amor que Cristo ha puesto en nuestros corazones.

Jacob acaba de terminar su primer grupo de estudio bíblico con un par de buenos chicos. Comenzar este estudio parecía ser una buena idea con algunos de los jóvenes de aquí de St. Johns. Después de algunas semanas en las que algunos de los chicos aparecieron y otros no, terminó siendo un grupo de sólo tres incluyendo a Jacob. Al principio fue un poco desalentador, pero en Proverbios leemos: “El que gana almas es sabio”. Si cualquier hombre, mujer o niño por una vida piadosa y de ejemplo puede ganar un alma para Dios, su vida no habrá sido un fracaso. Él habrá eclipsado todos los poderosos de su época, porque habrá establecido una corriente que fluirá una y otra vez por los siglos de los siglos.
- Dwight L. Moody. Toda la experiencia ha sido muy fructífera y espera con interés la próxima oportunidad para empezar un nuevo grupo.

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Jacob, Andrew y Charles, el primer grupo de hombre sin excusas en Malawi

Continuamos ayudando en las escuelas infantiles, sobre todo en el plano administrativo. Tenemos la intención de hacer un viaje pronto a la CTC para comprar sillas de madera y mesas para reemplazar las sillas de plástico que se rompen constantemente e introducir nuevos estilos de aprendizajes en el programa existente. Que en este momento en su mayoría consiste en un aprendizaje repetitivo, donde el estudiante memoriza las palabras o definiciones sin saber muy bien lo que quiere decir o entender el contexto de la información. Las mesas y sillas proporcionarán un espacio donde los estudiantes pueden aprender a través de juegos de manipulación y práctica artística. La financiación de estas mesas y sillas proviene de nuestra parroquia de St. Ann en Stoughton. No podemos agradeceros lo suficiente por este maravilloso regalo.

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Tonya y nuestros amigos en la fiesta de despedida del P. Darío

Hace un par de semanas nos despedimos de nuestro amigo y anterior Superior Provincial el P. Darío. Él estará de vacaciones durante el próximo par de meses en su país natal, Portugal. Su siguiente asignación aún no la conoce. Le deseamos todo lo mejor durante sus vacaciones y oramos para que nos encontremos pronto.

Jacob también hizo un pequeño video con fotos de nuestro primer año aquí. Aunque tenemos muchas otras fotos y Dios ha mostrado su rostro de muchas otras maneras, es un buen resumen de este último año.

Damos las gracias a todos ustedes por su apoyo continuado a través de la oración, mensajes de correo electrónico, Skype, y todas las otras formas en las que sentimos su amor y su presencia en nuestras vidas. Le pedimos que por favor considere el apoyo al Programa de Laicos Misioneros Combonianos directamente aquí. Dios bendiga a todos y cada uno de ustedes.

Jacob, Tonya, Lily y Josie.

LMC Lilongwe, Malawi África