Laicos Misioneros Combonianos

Misión en Guerrero (México)

CarolinaHoy 15 de Octubre del 2014 se cumplió un mes de la partida de Carolina Carreón Martínez a su destino de Misión donde tomó un compromiso de trabajo por 3 años en la sierra de Guerrero. En esta comunidad, donde hay presencia de Padres del Instituto Comboniano, entre los pueblos indígenas mixtecos (ÑAU SAVIL); lugar donde extrañaban la presencia de Misioneros Laicos ya que anteriormente habían sido acompañados por las LMC Marcela, Ángeles, Olivia, Lety, Rosario y Alma.

Carolina, que ha dado el sí al llamado de Dios para hacer presente su Reino, dando a conocer su amor por la humanidad, con confianza y respeto a los pueblos indígenas para que ellos sean los protagonistas de su propia liberación, cuenta con el apoyo y oración del Grupo Laicos Misioneros Combonianos al cual pertenece.

Cordialmente

Adriana M Salcedo Cabello

[Mozambique] Jubileo del Plan para la Regeneración de África

Hay cosas difíciles de contar, como es popular escuchar, sólo viendo. Está de fiesta, la parroquia del Inmaculado Corazón de María en Carapira, en grande fiesta. Conmemorando en este año (2014) ciento cincuenta años del plan de Comboni para la regeneración de África. Un plan concebido para aliviar el sufrimiento del pueblo africano. Un pueblo pobre, sufridor, sujeto a la esclavitud, sin conocer la buena nueva de Jesús. El sueño de Daniel Comboni o sea, el plan de Dios, se transformó en obra, una obra rodeada de grandes dificultades más llena de vida y progreso. Una de las formas que adoptó para superar estas dificultades fue la de “Salvar a África con África”.

También en este año conmemoramos los cincuenta (50) años de la inauguración de la maravillosa iglesia, la parroquia construida por los discípulos de Jesús orientados por el carisma de Daniel Comboni. Fue muy bonito y encantador oír, de los miembros más viejos de la comunidad cristiana, la historia de la parroquia desde la llegada de los primeros misioneros, pasando por la construcción y la inauguración de la iglesia hasta los días de hoy. No se olvidaron de contar los momentos de la guerra civil y de los misioneros y misioneras combonian@s con los cuales pasaron momentos difíciles, dando así su importante y valiosa ayuda.

Las Misioneras Combonianas también cumplen 60 años de presencia en Mozambique, haciendo un recorrido por su historia visitaron la “Isla de Mozambique y la Parroquia de Mussoril” donde tuvieron su primera misión.

Conmemoramos también, los cincuenta años de la creación de la Escuela Industrial de Carapira fundada por los combonianos, obra que tiene por objetivo dar respuesta al lema “Salvar África con África”. Una escuela que, a frente con muchas dificultades, siempre apostó por la formación de los jóvenes mozambiqueños con un elevado nivel técnico-profesional y humano para el servicio del pueblo. Es dentro de estos jubileos que la parroquia asistió a la ordenación del P. José Alberto mozambiqueño y la consagración religiosa de la hna. Lilia Karina mexicana, aumentando así la familia comboniana.

Es maravilloso el modo como la Familia Comboniana – padres, hermanos, hermanas y laicos (estranjeros y mozambiqueños) – coordinan los trabajos de evangelización. Este equipo trabaja en estrecha colaboración, en las tareas que la realidad nos propone, mismo en los momentos para preparación y realización de un evento o fiesta.

En toda África, en particular Mozambique, el evangelio está siendo vivido por más personas, gracias a los Combonianos. Agradecemos a Dios por este legado.

Matrimonio Martinho.

[Mozambique] Trabajo en conjunto

En este semestre, la disciplina de educación cívica y moral para los alumnos de tercer año en la Escuela Industrial de Carapira, ha sido sobre el tema de Educación Sexual. Es un tema que llama la atención y despierta la curiosidad de los alumnos, sobre todo por ser algo tan presente en este periodo de la adolescencia por el cual están pasando.

En este último período, el tema son las ITS (infecciones de transmisión sexual), entre las que está también el SIDA.

Aula da turma do 3oB
Clase de tercero B
Aula da Turma do 3ºA
Clase de tercero A

De esta manera, para proporcionar a los alumnos acceso a informaciones de calidad sobre el asunto, convidé un técnico de salud que trabaja en el Centro de Salud en Carapira para presentar este tema, esclarecer dudas y sensibilizarlos en cuanto la importancia y las maneras de prevenir las enfermedades.

Así, el técnico participó de las clases para las dos clases de tercer año, explicando sobre las enfermedades y sus efectos, haciendo uso de material visual.

Los alumnos participaron activamente con preguntas y testimonios, en un inicio tímidos, pero conforme fue pasando la clase de manera más libre. También la manera en que el técnico dinamizó, hablando en el lenguaje propio de los jóvenes, proporcionó esta abertura. Fue un momento de enriquecimiento interesante, de información, formación y colaboración entre el Centro de Salud y la Escuela. Así trabajamos juntos en la Formación Humana de estos jóvenes, según el ejemplo de Comboni, con la colaboración de profesionales locales.

Sí significa no

Etiopia
Borana Culture Ethiopia
Borana Culture, Southern Ethiopia

“¿Qué les parece? continuó Jesús. Había un hombre que tenía dos  hijos. Se dirigió al primero y le pidió: “Hijo, ve a trabajar hoy en el viñedo.”   “No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue. Luego el padre se  dirigió al otro hijo y le pidió lo mismo. Éste contestó: “Sí, señor”; pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?  “El primero,” contestaron ellos. Mateo 21, 28-31

Después de la lectura de esta parábola en la misa dominical de la misión rural de Dadim, el Padre Anthony, un misionero nigeriano, se zambulló en su homilía con confianza. Un viñedo es inimaginable en medio de la tierra roja árida del sur de Etiopía, por lo que el Padre cambió algunos detalles de la parábola por algo que la gente pudiera comprender. Dadim es una región de pastores cerca de la frontera de Kenia, donde el ganado y los camellos andan libres y la vida de las personas semi-nómadas Borana gira en torno a su ganado. Así que el padre Anthony rehízo la historia y habló de unos hijos a los que se les pidieron que llevaran al rebaño a beber agua.  A pesar de este cambio, la historia seguía en esencia siendo la misma: el primer hijo dijo “No” y luego fue; el segundo hijo dijo ” Sí “, pero no fue.  Y preguntó a la asamblea “¿Cuál de los dos hizo la voluntad del Padre?” Los feligreses fueron unánimes: el segundo hijo. El padre, un poco confundido, explicó nuevamente y de manera minuciosa la historia. Y otra vez recibió la misma contestación.

En la cultura Borana, la palabra “no” nunca se pronuncia. Ni en voz baja. Es el insulto más grave y más si se le dice a un padre. Es la más grave falta de respeto. La única respuesta que se puede dar siempre es ” Sí”. Pero este  “Sí” ¿implica siempre la afirmación? La respuesta parece ser que no. Uno puede ponerse de acuerdo en una hora de y en el lugar de una reunión y nunca presentarse; se puede estar de acuerdo para realizar un trabajo y nunca hacerlo; uno puede decir que se queda pero se marcha; decir que se marcha pero se queda.

Puede ser que realmente digan ” Sí” con muy buena intención, pero luego hay tantos factores en su vida que pueden hacer cambiar  su plan inicial que la mayoría de las respuestas afirmativas de hecho nunca se cumplen. Pero decir “No” es tan grave que incluso haciendo la acción apropiada después no se puede corregir el error inicial.

Aquel día no se llegó a un consenso entre el sacerdote, quien había llegado hace poco, y los feligreses. Para el pueblo Borana fue la actitud inicial del primer hijo el que lo hizo mal. Qué audacia para él decir “No” a su padre.

La misión está  llena de este tipo de situaciones perplejas. Y esto nos hace recordar acerca las diferencias que nos encontramos en las culturas y los desafíos de comunicar el mensaje del Evangelio en esas culturas. Tal vez el padre Anthony también aprendió una lección importante para su futuro trabajo con la comunidad Borana,  aunque seguramente él mantiene la esperanza de que un ” Sí ” en realidad va a convertirse en una acción y compromiso.

– Maggie

Maggie, Mark, Emebet, Isayas y Therese Banga, Laicos Misioneros Combonianos, Awassa, Etiopía

¡Ya estamos en Uganda!

En UgandaLa Comunidad en Gulu ya está completa, finalmente nos hemos reunido con Ewa y Joana que nos esperaban con los brazos abiertos en el Orfanato de St. Jude.
Monika y yo cumplimos hoy nuestra segunda semana y la estamos celebrando con un curso intensivo de “Acoli” la lengua que nos va a permitir comunicarnos e intentar aprender y entender a los que serán nuestros hermanos los próximos años.
Los primeros días en Kampala, tuvimos ocasión de reunirnos con los laicos misioneros combonianos y compartir una interesante charla sobre cómo nos vamos a organizar este tiempo que estaremos en Uganda con ellos. Nos explicaron cómo viven ellos la realidad laical, cuáles son sus proyectos y sus sueños, también sus limitaciones, y personalmente nos hizo mucha ilusión comprobar que estamos mucho más cerca de lo que imaginábamos.
Compartimos también cena y oración en un ambiente muy agradable y con la sensación de estar en casa. Es una suerte para nosotras que haya LMC en Uganda y en Gulu, porque sólo tendremos que unirnos a lo que ya están haciendo y ver lo que se produce estando juntos.
Al día siguiente papeleo y preparación para el largo viaje que nos lleva al norte, a Gulu. Nos despedimos de la Comunidad de Padres Combonianos de Kampala que tan bien nos ha recibido y acogido a nuestra llegada.
Son días de descubrimientos, de impresiones, de “aterrizar” en una tierra nueva, es tiempo de observar y disfrutar de los contrastes.
Hemos tenido también la suerte de encontrarnos con Dana (laica comboniana polaca, que está finalizando su tiempo de servicio en Matany) y Marco y Maria Grazia con sus hijos Francesco y Samuele (laicos combonianos italianos) que también terminan su tiempo de misión en Aber. Fuimos a visitarlos acompañadas de F.Ramón y F.Luigi.
Sólo un día para compartir experiencias, pero tiempo suficiente para comprobar que ha sido una época bonita de vida.
Es muy positivo para nosotras encontrarnos con otros laicos, conocer realidades cercanas a Gulu, escuchar anécdotas y experiencias de los que nos han precedido, nos ayuda a situarnos antes de empezar a asumir la que pronto será nuestra realidad.
En esas estamos, aprendiendo Acoli, compartiendo eucaristías, comidas y paseos con los Acoli y con la familia comboniana y disfrutando en silencio de lo que Uganda nos está regalando estos primeros días.

Carmen, Monika, Asia y Ewa