Laicos Misioneros Combonianos

6 años de Chispuditos

Lmc Guatemala

Con la bendición de Dios, mucha alegría, buen ánimo, sonrisas y anticipación, los LMC estuvimos aportando ideas, actividades y sugerencias de bocadillos para celebrarle a los niños de la Aldea La Salvadora I y II el aniversario…

VI ANIVERSARIO DEL PROGRAMA DE CHISPUDITOS.

Llegado el 3 DE JUNIO, fecha del Aniversario, con una mañana agradablemente soleada y con la asistencia de los 50 niños que mes a mes se les da seguimiento preventivo para la desnutrición infantil, realizamos la preparación de una deliciosa y fresca ensalada de frutas, que niños y padres de familia degustaron juntamente con un pan con relleno de pollo y una muy fría y refrescante horchata.

Hubo juegos divertidos de rondas, cantos y carreras alrededor de sillas; mímicas y hasta carreras de mamás con sus bebés, obsequiándoles a cada uno con un atractivo vaso plástico de colores pastel. Fue un ambiente tan entretenido y ameno, que los niños como los mayores pasamos una mañana de fiesta y diversión.

Por supuesto, el cierre con broche de oro, de esta celebración, fue la presentación de una obra de cuento, en la que los LMC pusieron toda su alma y energía en su actuación, dejando sorprendidos y maravillados a todos los espectadores, fue la fábula de Leo y el ratón. Curiosamente varios niños no conocían la fábula y nos llamó mucho la atención la manera en que, adultos y niños, estaban completamente introducidos en la trama.

Fue un momento muy ameno, un momento en el que celebramos la vida y que, en medio del sufrimiento, hay luz y esperanza para estas aldeas.

Nuestro profundo deseo como comunidad, es ir creciendo con este programa, para que la palabra de Dios pueda llegar a más familias y les consuele en sus pesares, para que más niños puedan tener la oportunidad de mejorar una pequeñez su salud y para que las madres de familia puedan tener las herramientas necesarias para que sus hijos crezcan con mayor oportunidad.

Sara Ramírez

Envío misionero de Cristina Paulek – de la misión de Ipê Amarelo a la misión en Centroáfrica

LMC Brasil

El 23 de julio de 2023, la Laica Misionera Comboniana Cristina Paulek era enviada desde la comunidad de Nossa Senhora Aparecida, en el barrio de Ipê Amarelo, parroquia comboniana de Contagem/Minas Gerais, donde estaba actualmente en misión.

Fue un momento emotivo, de gran alegría y de varios reencuentros de la familia LMC de Brasil.

Cristina parte para la República Centroafricana después de varios años de dedicación misionera en tierras brasileñas. Comenzó su trabajo en 1998 en la formación y luego se dedicó a la causa indígena en Rondônia; desde entonces ha desarrollado diversos trabajos misioneros en la Asociación de Laicos Misioneros Combonianos, incluyendo la coordinación general y el acompañamiento de personas en preparación para ser LMC y para partir. La mayor parte de ese tiempo lo pasó en la Comunidad de Ipê Amarelo, que ahora la envía en misión a otras fronteras.

Estuvieron presentes en esta celebración de envío: Alejo Ramirez y su esposa Terezinha Ramirez, Vanessa y Feliciano con su hija Valentina, Adriana y Marcelo con sus hijos Bernardo y Esther, Liliana y Flávio con su hija Maria y también el fundador de los Laicos Misioneros Combonianos en Brasil, Valdeci Ferreira, que en la ocasión declaró que estaba sorprendido por la decisión de Cristina, una sorpresa alegre. Dijo también que el sueño de África ha sido siempre el sueño misionero del proyecto LMC y que agradece a Dios el don de la vida de Cristina y pide a toda la comunidad que se una a ella en la oración.

Después de la misa, tuvimos un momento muy especial de despedida de Cristina, junto con la comunidad y todos los laicos presentes en un almuerzo en la casa de misión, un momento de gran alegría y satisfacción. La pareja de laicos Adriana y Marcelo declararon que: “este fue un momento muy emocionante que fortalece los lazos de la misión y da un sentido misionero a la vida que vivimos día a día, en nuestro trabajo en nuestra comunidad de base, junto con la educación de nuestros hijos Bernardo y Esther”.

El actual coordinador de los laicos en Brasil, Flávio Schmidt, que viajó cuatro días desde Maranhão hasta Ipê Amarelo con su familia, destaca: “Es un momento de gran alegría para nuestro grupo y para el movimiento como un todo. Cristina ya ha hecho mucho por la misión y ahora continúa su servicio misionero en el corazón de San Daniel Comboni, junto con la familia comboniana allí presente. Es también inspirador que este envío tenga lugar el día en que se recuerda el martirio del P. Ezequiel Ramín en tierras brasileñas. Recemos por ella y por todas las personas que dedican su vida a la construcción del Reino”.

Damos gracias a Dios por el don de la vida de Cristina Paulek y le pedimos sus bendiciones para que este nuevo tiempo misionero en el corazón de África sea un tiempo fecundo de paz, alegría y, sobre todo, de difusión entusiasta del Evangelio del Reino.

¡Contamos con las oraciones de todos!

Adriana Moutinho, LMC Brasil

Compartir… para que la vida y la dignidad no se nieguen a nadie.

LMC Italia

Hola a todos

somos Ilaria y Federica, dos misioneras laicas combonianas pertenecientes al grupo local de Verona (Italia). Estamos aquí para hablaros de nosotras, no tanto por lo que hacemos, sino para compartir la alegría y la belleza de participar en la vida de este mundo a pesar de sus contradicciones y dificultades. Vivimos para expresar cuánta humanidad en la vida cotidiana se puede encontrar dondequiera que vayamos, abrazando a cada hermano en el Dios Vivo: Él se deja encontrar precisamente en los más marginados, los más solitarios.

Después de una experiencia misionera en Uganda, sentimos una llamada más profunda que nos empujó a querer orientar y dedicar toda nuestra existencia a una vida misionera.

Por casualidad, o más bien por varias coincidencias de Dios, conocimos al P. Eliseo, comboniano y superior de la Casa Madre de Verona. A partir de este encuentro comenzó un nuevo camino comboniano, en el que muchas preguntas y muchas piezas anteriores comenzaron a tomar vida, forma y respuesta en esta misma Familia con la que redescubrimos los valores en los que creemos firmemente, de una Iglesia abierta y universal que acoge a todos, pero especialmente a los últimos.

En este camino de conocimiento, de vida, estamos también muy agradecidas a los hermanos/hermanas del grupo local de Verona; con ellos el camino en el carisma comboniano se concreta en muchas iniciativas de compartir, de participación en la vida misionera local, de crecimiento a nivel humano, espiritual, social y de fe.

Todo esto nos ha llevado a madurar la decisión de formarnos para una próxima salida en una misión internacional laical comboniana, y por este motivo ahora estamos completando nuestra formación compartiendo algunos meses en una comunidad misionera laical comboniana llamada “La Zattera”, Centro de Segunda Acogida de Migrantes, en Palermo.

La comunidad está formada por un matrimonio, Tony Scardamaglia y Dorotea Passantino, y una mujer, Maria Montana, que hace 15 años tuvieron la intuición de crear y experimentar personalmente la acogida de inmigrantes. Nuestra vida cotidiana no sólo se enriquece con su presencia, sino que la compartimos con ocho inmigrantes que viven aquí. La vida cotidiana, que para ellos es una conquista continua en el campo del reconocimiento de los derechos, se convierte para nosotros en una escuela de aprendizaje sobre las diferentes culturas, sobre muchas historias “sagradas” que enriquecen nuestra vida cotidiana y la hacen especial.

Nuestro servicio entonces durante unos días a la semana está dedicado al Centro Astalli, una asociación de voluntariado para la defensa de los derechos, la integración y la inclusión de los inmigrantes extracomunitarios, refugiados y solicitantes de asilo, donde todos los servicios que se ofrecen a los usuarios son de primera y segunda acogida. Para estas dos realidades, las palabras son realmente poco comparadas con vivir plenamente todos sus aspectos. Es difícil explicar en pocas líneas la belleza que experimentamos y compartimos con ellos cada día; sin duda entendemos que es un gran regalo que estamos recibiendo.

Estamos aquí desde mediados de abril y cada día intentamos vivir y captar al Señor que pasa a través de sus gestos cotidianos, en sus rostros y en los relatos de su historia. Debemos decir que Palermo nos está maravillando, es increíblemente hermosa, pero no sólo la ciudad, sobre todo las personas que la representan. Desde el primer día que llegamos, su acogida, su pasión y sus ganas de ayudar los distinguen. Aquí todavía se respira mucho el sentido de ayudarse unos a otros, el sentido de pertenecer a una familia, el sentido de vivir siempre con el corazón abierto para todos. La gente local se desvive por hacerte amar esta tierra de los mil sabores.

Además, también nos encontramos y compartimos algunos momentos con los padres combonianos que viven en la parroquia de la zona de Santa Lucía y con las hermanas combonianas que, en cambio, viven en la parroquia de Nicola di Bari, en el corazón del barrio de Ballarò.

Nuestros días nunca son iguales, siempre están abiertos a mil cambios, al encuentro con el Otro, viviendo en el aquí y ahora lo que el día te ofrece en total gratuidad y plenitud.

También queremos compartir una reflexión que nos impactó mucho y que creemos que nos puede acompañar en todo lo que hagamos en nuestras vidas. Es una frase de Don Tonino Bello: “Dar a los demás la verdadera imagen de la Iglesia: es decir, personas que se acogen, que se compadecen, que no son mentirosas, que tienen el lenguaje de la transparencia, que no disfrazan las cosas ni disfrazan su persona”.

Experimentamos cada vez más que, para cambiar este tiempo difícil, es necesario que cada uno, a su pequeña manera, dé siempre un paso hacia el otro, aunque cueste tanto. Creemos siempre que compartir con los demás lleva a hacer cosas impensables en la propia vida, por eso queremos que nuestro sueño de salir en misión y compartir sea de todos, y que cada uno a su pequeña manera se sienta parte de la Iglesia que es de Todos en su sencillez, transparencia y en la acogida a todos.

Creemos mucho en ello y nunca dejaremos de testimoniarlo e intentar vivirlo para que la vida y la dignidad no sean negadas a nadie.

Gracias a quienes nos han dado la oportunidad de compartir lo que creemos y vivimos.

Si quieren, pueden seguirnos en las redes sociales donde encontrarán todas las formas de contactarnos y también ser parte de la misión futura, del bien y de esta hermosa extensa familia comboniana.

¡¡¡¡¡¡Hasta la próxima, con muchas noticias inesperadas y dejémonos llevar siempre por el Espíritu!!!!!! Paz y alegría.

Ilaria y Federica

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Pequeñas historias, vivencias compartidas

Guatemala LMC

Es un nuevo año que ya ha llegado a la mitad, con muchas esperanzas iniciamos con alegría esta nueva etapa en los LMC, tratando de que todos en la comunidad participemos con nuestras habilidades y disponiéndonos cada día a aprender más.

En el afán de compartir sencillamente nuestras vivencias como comunidad, algunos nos hemos tomado el tiempo para compartir nuestras alegrías, meditaciones y vivencias en torno a nuestro SER LMC.

“El día de domingo se realizó la convivencia mensual de los LMC en Casa Comboni en el salón pequeño. No estuvimos todos los Laicos por diferentes razones. Hubo cambios en el calendario de este mes. La animación misionera se trasladó para el 28 de mayo y el 30 de abril llegaremos para realizar mejoras en el programa de Chispuditos. Los esposos Mena les tocó realizar el altar y nos explicaron el significado de lo que colocaron.

En la formación se llevó el formulario de la autonomía de grupos LMC, una muy buena reflexión que nos llevó a tomar decisiones como comunidad.  También se dijo que cada una de nosotros busquemos un donante para la misión, luchar por los proyectos de comprar un vehículo y construir una casa de misión, también hablar con el párroco de donde vivimos para hacer más animaciones misioneras.”

Mercedes

“El jueves que fui a la adoración al Santísimo, encontré u amigo y le hablé de la misión, de todo lo que hacíamos, del programa de Chispuditos. Se emocionó y dijo que era una lastima que ya se había comprometido con un grupo de la iglesia.

Otro día vino una señora a inyectarse y nos pusimos a platicar. Me contó que ella no rezaba el rosario, pero un día que llego conmigo yo le conté que yo lo rezaba todos los días y mis peticiones. Ese día tomó la decisión de rezarlo a diario y que le daba las gracias a Dios por todos los consejos que le di.

Un día que regresaba de la iglesia encontré una antigua vecina y se alegró mucho de verme, me abrazaba y abrazaba diciendo que le hacía falta, pues tan solo verme caminar por la calle sentía que le transmitía tranquilidad o seguridad, que no sabía explicarlo.”

Mirta

Compartimos desde la sencilles de corazón y les hacemos saber que vamos caminando, conociéndonos más como comunidad, encontrándonos con nuestro prójimo y colocándonos al servicio.

Dios bendiga la misión, los LMC y San Daniel Comboni interceda por cada uno de nosotros.

LMC Guatemala

Proyecto Memoria de África: María del Prado Fernández Martín

Hermana Prado

Continuamos esta serie de testimonios con la hermana Comboniana María del Prado Fernández Martín.

La hermana Prado Fernández, misionera comboniana, llegó a África en 1986 y vivió durante 30 años en distintos países del continente como la República Centroafricana, Chad o el Congo hasta el año 2016.

En esta entrevista, Prado nos habla de su trabajo como misionera en áreas cómo la sanidad, la educación o a pastoral dando a conocer a través de su recorrido. Sobre todo, el participar en las realidades de las comunidades y lo que le ha supuesto compartir con las personas.

(video en español)