Laicos Misioneros Combonianos

Experiencia misionera laical de Ilaria Tinelli y Federica Rettondini en Módica

LMC Italia

“Lo esencial es invisible a los ojos”. Empezamos con esta hermosa frase, sacada de El Principito, porque resume perfectamente lo que más nos ha impactado durante estos meses de vida vivida a tope aquí en Módica.

Después de pasar unas semanas en Verona, para asistir al curso del Centro Unitario de Formación Misionera (CUM) y recibir el mandato del Obispo, volvimos a esta tierra tan rica en vida y pasión, que tanto echábamos de menos. Pasamos unos días por la comunidad de Avola, para dar testimonio en la parroquia y en algunas escuelas. También aquí hemos tocado con nuestras propias manos tanta generosidad, calurosa acogida y graciosa amabilidad, pero sobre todo la “sed” de un Dios que es plenitud de vida y de verdad, y también ese gran deseo que cada uno de nosotros lleva en el corazón de ser siempre hermana/hermano, o “casa”, para alguien.

Cuando volvimos a Modica, como siempre, la gente nos acogió con los brazos abiertos, y nos implicamos en las diversas actividades en curso, como la escuela de italiano, por la mañana, con las mujeres inmigrantes y, por la tarde, con los niños del centro educativo “Crisci Ranni” y los chicos de la Badia.

Mucho más allá de las actividades que se desarrollan, la belleza de esta experiencia reside en ver y sobre todo en sentir que las personas son verdaderamente generosas y hermosas, siempre dispuestas a dedicarse, con todo el amor y la pasión que poseen, a ayudar a los demás y a crear una comunidad ampliada en la que todos se sientan llamados a hacer causa común y a sentirse como una sola familia.

Lo que más nos impresionó -y sentimos como un “gran regalo”- fueron los jóvenes que conocimos en las escuelas, durante las clases de catequesis, sobre todo en la preparación a la Confirmación. Los jóvenes de los institutos (en particular, los del Liceo Classico y Ginnasio de Modica Bassa) eran maravillosos, capaces de regalarnos tanta “belleza” hecha de valores, esperanza y alegría. Percibimos en ellos un gran deseo de vivir una “gran vida”, de gastarse en algo grande. Pero necesitan que los adultos aprendamos a escucharles, estando cerca de ellos y acompañándoles.

Ha habido algunos momentos en clase en los que se han “entregado” de una manera profunda, y hemos comprendido con qué delicadeza y cuidado hay que cuidar sus vidas. Cuántas veces los adultos, por el contrario, juzgamos a estos jóvenes, “etiquetándolos” quizá sólo por su forma de vestir. En cambio, ellos tienen su propio mundo de expresión, y hay que ayudarles a “sacar” lo que llevan dentro.

He aquí un hecho que nos impresionó. Una tarde, dimos un pequeño paseo por Modica Alta, para ver el paisaje, para contemplar la belleza de la creación. Cuando llegamos a “Il Pizzo”, vimos a un grupo de 20 o 30 jóvenes riendo y bromeando. Nos acercamos y, despacio, con mucha delicadeza, les saludamos y luego charlamos un poco con ellos. Nada especial, eso sí. Pero grande fue nuestra sorpresa cuando nos dieron las gracias por el simple hecho de habernos atrevido a saludarles, a pararnos, a compartir nuestras vidas con ellos, y también a escucharles. Nos dijeron: “Normalmente, por no decir casi siempre, nos “critican” y nos mantienen alejados”.

Con estas pocas líneas, queremos invitarles a tener el valor de ‘ensuciarnos las manos’, de atrevernos en nuestras vidas. ¡Vale la pena gastar la vida por los últimos! Y cuando nuestro camino encuentre obstáculos, sigamos impertérritos nuestro camino, sabiendo que el Señor está siempre presente y dispuesto a guiarnos. Lo importante es no ceder a compromisos de ningún tipo, sino continuar fielmente por “el camino del Señor”.

Gracias, chicos. Vosotros sois la “belleza de esta vida”. Y estamos seguros de que la “belleza” y la “plenitud creada” permanecerán siempre indelebles en el corazón de cada uno de nosotros.

Gracias, Modica, por dejarnos vivir seis meses súper llenos de plenitud. ¡Siempre te llevaremos indeleble en nuestros corazones!

Con afecto y profunda gratitud,

Ilaria Tinelli y Federica Rettondini

Nuestro recorrido en Ecuador durante 2023

LMC Ecuador

A inicio de año mantuvimos una reunión con el P. Seraphin Kakwata, MCCJ, quien desde el año 2022, está a cargo de la parroquia Verbo Divino de la Vicaría Sur de la Arquidiócesis, ubicada en el Sur Este de Guayaquil, en el sector conocido como Guasmo Sur, quien preocupado por la animación misionera que mantenía el P. Enzo Ballazo, quiere retomar la actividad a lo que nos dejó sus propuestas para analizar a futuro. 

Sin embargo, no podíamos dejar de lado las actividades que teníamos previstas con los candidatos y de aquellas de las que ya eran parte de nuestra pastoral, tales como:

  • Fundación RESA, acompañamiento a inmigrantes extranjeros y sus familias;
  • Capilla Anunciación de María, de Padres Claretianos, acompañamiento en misas;
  • Pastoral Carcelaria Arquidiocesana;
  • Parroquia Inmaculada Concepción, en el Ministerio Extraordinario de la Sagrada Comunión;
  • Santuario María Auxiliadora, en Catequesis, Animación y Grupo de Estudio Bíblico.

A inicios del mes de Septiembre recibimos de parte del P. Seraphin la propuesta del Proyecto de Integración Pastoral y Comunitario de los Laicos Misioneros Combonianos de la Provincia de Ecuador en Guayaquil, en donde se quiere vincular no solo a los LMC sino también a otros laicos que han acompañado en misiones al P. Enzo y que conocen el carisma comboniano, para que junto a los sacerdotes y hermanos MCCJ convivir y formar comunidad colaborando a favor de los miembros y personas de la parroquia Verbo Divino.  Esta propuesta tiene una duración de un año hasta octubre de 2024.

Es así que en octubre de 2023, hasta la presente fecha cada laico-a, solo o acompañado por otro, nos turnamos cada semana y pasamos dos o tres días en la casa parroquial, participamos en las actividades que se tiene con los grupos, las misas, la comida y otros.

De manera particular para los LMC nos ha llenado mucho esta experiencia misionera porque nos ha ayudado a reforzar nuestro carisma y la importancia de la vida comunitaria entre combonianos.

(FOTO) Reunión de los LMC junto con los laicos colaboradores, con P. Seraphin y P. Antonio en la parroquia Verbo Divino.

Lastimosamente, no se pudo concretar la participación de los candidatos en este proyecto, por lo que optaron por retirarse de la formación.

Estamos tratando de que los laicos que nos acompañan puedan surgir algunos para que integren la comunidad de los LMC, ya teniendo como experiencia esta vivencia del Verbo Divino.

Susana Ortega, LMC Ecuador

Feliz Año Nuevo desde Kitelakapel :)

LMC Kenia

¡Saludos desde Kitelakapel!

Esperamos que os vaya bien. A nosotros nos va genial. Estamos empezando el nuevo año escolar. Linda y Pius vuelven a las escuelas para enseñar habilidades para la vida. Yo paso cada vez más tiempo en las clínicas. Espero pacientemente mi permiso de trabajo oficial. Nuestro trabajo pastoral, el proyecto Why Blue Sky de apoyo a los profesores, también vuelve al horario habitual.

Las tres últimas semanas, las del cambio de año, las pasamos de viaje. Justo después de Navidad, que pasamos en Kitelakapel, fuimos a la región de Turkana, habitada por la tribu del mismo nombre. Fuimos allí junto con Guilia y Hani, que nos visitaron de nuevo 🙂 . Fuimos a visitar dos misiones combonianas en Lokichar y Lodwar. Construidas desde cero por los Misioneros Combonianos. En medio de la nada. En Lokichar hay una iglesia, una escuela y un centro para niños con diversas discapacidades. En los pueblos cercanos hay más escuelas construidas por los combonianos y entregadas a la gente. Lo mismo ocurre en Lodwar. Escuelas, capillas, centros de salud. De pueblo a pueblo. Creados con amor para servir a los demás.

El lunes regresamos de Nairobi. Allí pasamos una semana, realizando diversos trámites, pero también conociendo numerosos proyectos, como un centro infantil en medio de los barrios marginales más grandes de África, dirigido por nuestro amigo de la comunidad LMC, o el hogar para niños de la calle Kivuli Center, fundado por el sacerdote diocesano Kizito. Como comunidad internacional, también participamos en la reunión anual del grupo LMC de Kenia. Juntos hicimos balance de 2023 y planificamos 2024. Durante la reunión, se eligieron nuevos líderes y en la Santa Misa solemne, una de las candidatas, Mercy, se convirtió oficialmente en laica misionera comboniana. Es increíble lo mucho que nos sentimos parte de este grupo.

 Tenemos varias ideas en la cabeza y talleres planeados. El nuevo año promete ser intenso. Os mantendremos informados de lo que nos pasa.

Marzena Gibek

Laica Misionera Comboniana -Kitelakapel, Kenia

Un año que nos refleja el rostro de Cristo

LMC Guatemala

A lo largo del 2023 nos encontramos con muchas emociones y realidades, llenas de alegría, tristeza, reconforto, anhelo y cruz…

Los LMC de Guatemala iniciamos un año lleno de esperanzas puestas en el programa de nutrición Chispuditos, el cual creció de manera increíble a tal punto que logramos, junto con profesionales, hacer jornadas médicas y dentales, ya que el suplemento, las formaciones y los víveres no estaban ayudando a los niños a salir de la anemia y de sus enfermedades. Hemos hecho grandes esfuerzos por innovarnos, capacitarnos, pero no ha sido suficiente ya que cuando llegó el pediatra, la nutricionista y la dentista observaron un alto grado de desnutrición, problemas psicomotrices, dentaduras inservibles, enfermedades genéticas, deficiencias en el habla y el crecimiento, causados muchas veces por la misma desnutrición de las madres y la mala educación alimentaria. Son 6 años de un camino arduo, trabajando la mente, el corazón y el estómago, sin duda nos llena de alegría ver a los niños de 6 años que salen del programa sin anemia y con un tamaño y peso promedio, ¡Es para darle gloria a Dios!

Al mismo tiempo nos adentramos en la JPIC sabiendo que San Daniel Comboni tenía un interés especial en la justicia hacia los marginalizados y olvidados; nos sumergimos en la formación para conocer la migración en Guatemala y esta nos llevó a la trata de personas, situación terrible y muy latente en nuestro país. Descubrimos que Comboni lucho mucho por la trata de personas, evitando que se llevaran tantos negros como esclavos. Entendimos con charlas, encuentros personales y varios Cineforos sobre la trata de personas, Conocimos la realidad y crudeza de la vida de mujeres en situación de prostitución. Nuestro corazón se doblegó ante tal situación e iniciamos una campaña de concientización. Guatemala sufre trata de personas, mujeres, niños y surge a partir de la migración, la cual es una de las mayores problemáticas del país, de ahí se desprenden estos problemas sociales, culminando con una mal nutrición de niños, familias desmembradas, mujeres solas y niños prácticamente huérfanos.

Creemos que ha sido un año marcado por un despertar profundo al camino de Comboni. Tuvimos formaciones enriquecedoras, formamos nuevos candidatos a LMC, nos encontramos varias veces con un pequeño grupo de laicos en San Luis Petén que están haciendo su formación para ser LMC, ampliamos nuestra visión hacia nuevos proyectos y crecimos en el carisma Comboniano.

Nos espera un 2024 con nuevos y grandes desafíos, a nivel comunitario, misión ad gentes y a nivel económico, pero confiamos en la santa intercesión de San Daniel Comboni, nos acogemos a los corazones de Jesús y María y le pedimos a San José, que ayude a este pequeño grupo a ser luz y sal por donde vaya.

Feliz Inicio de año 2024 que este lleno de muchas bendiciones y nuevos caminos para cada LMC

Un abrazo fraternal LMC Guatemala

La formación de líderes, un aspecto importante del carisma comboniano

LMC Ghana

Tras enfrentarse a ciertos problemas que dificultaban la supervivencia y continuidad de la misión en Sudán, Daniel Comboni desarrolló el Plan para la Regeneración de África. El plan desarrolla estrategias para asumir la formación de líderes africanos que, a su vez, continúen la formación de sus hermanos y hermanas: “Salvar África a través de África“.

Este fue también el propósito fundamental de nuestra presencia en la comunidad de San Francisco de Asís en Dadome del 24 de diciembre de 2023 al 7 de enero de 2024.

Gifty Aziedu, Benjamin Amekor y Christian Wotormenyo llegaron a Dadome el domingo 24 de diciembre por la tarde. Más tarde se les unieron Justin Nougnui y Valentin Sewovi. Según las instrucciones del Padre Capellán y del Párroco, debemos extender nuestro servicio a otras dos comunidades de los alrededores, San Miguel de Adudornu y la comunidad de Husikorpe.

En efecto, Adudornu carece de responsables que puedan coordinar las actividades de la comunidad. “Desde la época de Covid-19, ya no nos reunimos para las actividades de la iglesia“, nos dijeron algunos miembros de la comunidad. Nuestro deber durante los pocos días que estuvimos en Dadome fue hacer visitas domiciliarias a las tres comunidades y orientar a algunos miembros para que continuaran con el servicio de catequesis a fin de devolver la vida a las comunidades. En Dadome, las visitas domiciliarias dieron sus frutos, ya que la capilla se llenó la noche del 31 de diciembre y el 7 de enero, fiesta de la Epifanía. La hermana de Dadome, llamada Caridad, siempre estaba dispuesta a servir al Señor. Con nuestra ayuda, el 7 de enero presidió la celebración de la Palabra en Husikorpe, situada a pocos kilómetros de Dadome. Antes de hacerlo ese domingo, ella ya había empezado por las tardes en Dadome durante las celebraciones de la Palabra para poder desenvolverse bien. Ella debe hacerlo en Husikorpe porque Husikorpe, con el abandono del servicio del antiguo catequista, ha pasado temporalmente bajo la coordinación de Dadome. Caridad deberá ayudar a John, el catequista de Dadome, a coordinar las actividades de Dadome y Husikorpe. Ambos deberán alternar su servicio en las dos comunidades. En Adudornu, un poco más lejos de Dadome, se espera encontrar catequistas que vivan allí o no muy lejos.

Gracias a Dios, el padre Leopold nos había dado dos nombres de fieles que querían ayudar en la administración de la comunidad: Stephen y Amewuga. Al servicio de la Palabra de la mañana del domingo 31 asistieron varios niños y adultos. Esto demostró su hambre de Dios y de reunirse en la capilla. Desde el 2020 no se reunían, según nos contaron por falta de catequistas. Así, a partir de esta nueva reunión en vísperas del Año Nuevo, el deseo de Dios y de la comunidad fue una vez más satisfecho. Fuimos a Adudornu en moto. Dada la distancia que separaba Adudornu de Dadome, donde residíamos, la formación de los dos catequistas tuvo lugar entre Adudornu y Dadome. Inmediatamente después del servicio de la Palabra en la mañana del 31, comenzamos a guiarles para presidir las celebraciones. El 3 de enero, fueron invitados a Dadome para recibir formación y el jueves, de nuevo en Adudornu. El 7 de enero, Stephen pudo presidir la celebración de la Palabra. Su responsabilidad no es sólo presidir las celebraciones en ausencia del sacerdote, sino también revitalizar la comunidad con su entrega y celo, siguiendo las directrices de la parroquia.

Un reto que no pudimos superar antes de partir fue encontrar los documentos necesarios para su servicio, pero lo mencionamos en el informe que hicimos al párroco. Además, haremos todo lo posible para proporcionarles ciertos documentos. Otro reto al que también tendrá que enfrentarse Caridad es la falta de medios para ir a Husikorpe cuando le toque. John tiene moto, pero Caridad no. Hemos intercambiado algunas ideas sobre esta realidad con la estación de Husikorpe. Esperamos que nuestra sugerencia pueda tener el apoyo necesario para la continuidad del servicio de Caridad.

La fuerza para tener esta experiencia viene de nuestro amor a Cristo siguiendo las huellas de San Daniel Comboni. Nuestra organización interna, la vida comunitaria, la oración en grupo y el intercambio de ideas entre nosotros nos animaron y motivaron a hacer esta “causa común” con las tres estaciones. Pero, para asumir siempre la continuidad, será bueno que, de vez en cuando, pasemos por las tres comunidades para ver la evolución, lo que requerirá recursos.

 Que nuestro Fundador, San Daniel Comboni nos inspire siempre a estar movidos todo el tiempo por este grito y fuerza de “Salvar África a través de África” y que el Señor nos dé la visión clara de lo que debemos hacer, la fuerza y los medios para lograrlo.

Justin Nougnui, coordinador del LMC.