Laicos Misioneros Combonianos

Misión en Etiopía

CLM Ethiopia

Descubrir la misión y cuidarla es también mirar pequeños rostros e imágenes que capturan la inmensa alegría de ser misión, en este caso, entre los GUMUZ. Los Gumuz (habitantes de la región de Benishangul-Gumuz) son el pueblo que Dios ha destinado a nuestros amigos LMC en Etiopía como lugar de misión y de compartir. Fueron allí para encontrar el amor y hoy, en este vídeo, vemos un poco (sólo un poco…) de lo que es el trabajo misionero. El resto de lo que se puede compartir (y que es mucho) queda para una buena conversación y escuchar el testimonio de estos misioneros.

LMC Etiopia

Peregrinación del Siervo de Dios Ezequiel Ramin – 2020

Ezequiel

“¡Mártir de la tierra y del sueño de Dios! ¡Recuerda los 35 años de su martirio!”

Ezequiel

El 24 de julio de 2020 celebraremos 35 años de recuerdo del martirio del Siervo de Dios, el P. Ezequiel Ramin, Misionero Comboniano asesinado en Rondonia por defender la vida de los pueblos indígenas y de las familias sin tierra.

Este año no será posible celebrar la peregrinación del P. Ezequiel como siempre lo hacemos en Cacoal/RO y Rondolância/MT, con mucha gente por causa de la COVID 19.

La COVID al mismo tiempo nos llama a la prudencia y a la solidaridad, especialmente con los territorios más amenazados, con la querida Amazonia, los Pueblos Indígenas y las poblaciones originarias. Por lo tanto, celebraremos esta peregrinación de una manera diferente, involucrando a muchas más personas en todo Brasil.

A lo largo de los días tendremos un programa con diversas actividades que se transmitirá en directo, siempre a las 20 horas (desde Brasilia) y a través del canal Combonianos-Brasil de YouTube. También habrá videos diarios con testimonios en memoria de P Ezequiel.

Estamos juntos en esta peregrinación del P. Ezequiel que se extenderá por todo Brasil. ¡Caminemos en defensa de la vida! ¡En defensa del Amazonas!

Programación:

19 de julio a las 20 hs. – Vigilia Misionera Vocacional en memoria del Padre Ezequiel Ramin.  Escolasticado Internacional Comboniano /SP

20 de julio a las 20 horas – Conversación con Don Roque Paloschi, arzobispo de Porto Velho/RO y presidente de la CIMI, con la CPT/RO y con el P. José Antonio de la Cruz.  “35 años del martirio del P. Ezequiel Ramin: un testimonio profético en defensa de los pueblos indígenas y las familias sin tierra”.

TRÍDUO EN MEMORIA del padre Ezequiel Ramin:

DIA 21/07 – 20h – 1er día del Triduo (desde la Comunidad de Curitiba/PR)

Día 22/07 – 20h – 2º día Triduo (desde la Comunidad de Contagem/MG)

Día 23/07 – 20h – 3º día del Triduo (desde la Comunidad de Piquiá/MA)

Día 24 de julio – 20h – Celebración eucarística de acción de gracias del Padre Ezequiel Ramin y como compromiso colectivo en defensa de la Vida. (desde la Comunidad de SP).

Familia Comboniana Brasil

Encuentro LMC Europeo online

LMC Europa

Este pasado fin de semana tuvimos la oportunidad de encontrarnos a nivel europeo de manera online.

LMC Europa

El encuentro organizado por el comité europeo para todos los LMC de los diferentes países tuvo como tema central “Los desafíos de vivir nuestra vocación misionera como Laicos en Europa

Tuvimos la oportunidad de exponer cada país su realidad.  Muchas de las aportaciones nos ayudaron a entrar en la realidad de la Iglesia en Europa, las dificultades que vamos encontrando al compartir nuestra fe, el retroceso de la religiosidad y de la cultura religiosa entre los jóvenes y la falta de vocaciones.

El componente geográfico de la misión es algo que poco a poco vamos superando y entre todos descubrimos las necesidades misioneras que encontramos en Europa. El viejo continente necesita de nuestra presencia misionera, de la esperanza del evangelio y de la solidaridad, que es expresión de nuestra fe, entre los grupos más vulnerables.

Tuvimos la oportunidad de compartir cómo estamos realizando nuestro servicio misionero en Europa y también compartimos los difíciles momentos que hemos atravesado con la pandemia del coronavirus y cómo ésta nos ha animado a ser creativos.

Las experiencias de cada uno de los cinco grupos nos dan nuevas ideas para estar presentes en estos momentos donde la gente necesita de una presencia esperanzadora.

Redescubrir las video llamadas como manera de permanecer unidos, de rezar juntos, de continuar nuestra formación y de realizar acciones solidarias. Hemos redescubierto la Iglesia doméstica, responsable y protagonista de su fe.

El confinamiento que en un primer momento nos desconcertó fue dando paso a numerosas iniciativas que nos permitían permanecer unidos y en oración y a la vez iniciativas que íbamos abriendo a otros que también buscaban compartir y seguir creciendo en esos momentos.

También compartimos las dificultades de movilidad de estos momentos y de cómo esto ha afectado a nuestras compañeras y compañeros que ya estaban prontos para salir del país a servir en América o África.

Son momentos donde ser solidarios con todos aquellos que lo están pasando mal. Las dificultades se agudizan para muchos, en especial para aquellos que ya estaban en el escalón más bajo como la población inmigrante y otros sectores precarizados. Por otro lado, debemos permanecer atentos a las necesidades de los demás hermanos de otros continentes. La pandemia está azotando a casi todos los países e incluso aquellos que no sufren un gran número de casos se están viendo castigados económicamente por la necesidad de recluir a su población. Ahora más que nunca entendemos lo pequeña y necesitada que es nuestra casa común y la necesidad de solidaridad entre todos.

Debemos ser partícipes de un cambio de prioridades en el mundo de hoy, seguir comprometidos con la educación de los más jóvenes para que crezcan conociendo esta necesidad, pero a la vez continuar luchando por un mundo más justo desde donde estemos.

Europa es lugar de presencia misionera, de una presencia misionera que se hace cercana y signo de esperanza entre los más necesitados del continente (material y espiritualmente pues no podemos olvidar que alimentar este espíritu y los valores que hacen posible una sociedad más solidaria es fundamental). Pero a la vez una presencia misionera que continúe abriendo Europa al mundo, motivando hacia la responsabilidad por un mundo mejor, más humano, más fraterno. Que acabe con las desigualdades que el sistema económico impone en tantos países, colocando a la persona en el centro y donde la economía y las estructuras se pongan al servicio de la sociedad.

La misión sigue siendo más necesaria que nunca. Anunciar que todos somos hermanos y hermanas, que debemos solidarizarnos los unos con los otros, construyendo un mundo mejor para todos, cuidando la naturaleza que es un préstamo de las generaciones venideras y permitiendo una vida digna para todos los pueblos de la tierra.

Nuestro encuentro terminó con una oración donde cada uno, en su propia lengua, puedo compartir esperanzas, peticiones y dar las gracias poniendo todo en las manos del Padre que nos cuida y acompaña.

Comboni dijo que si tuviera mil vidas las daría todas por la misión. Nosotros queremos ofrecer la nuestra y queremos animar a todos los que compartáis estas inquietudes para que os unáis en esta gran labor tan necesaria.

LMC Europa

Un saludo

Alberto de la Portilla

Guatemala en tiempos del COVID

Chispuditos Guatemala

Laicos Misioneros Combonianos de Guatemala, nos ocupamos del anuncio del Reino de manera integral: estar, enseñar, evangelizar con doctrina y testimonio, compartir un poco de pan, un poco de refresco, dar un poco de ayuda mensual, tanto en Santa Cruz Chinautla como en el programa Chispuditos.  Nuestros recursos materiales son pocos, sin embargo, Dios nos ha permitido permanecer en sus obras, nuestro mayor recurso es el deseo del anuncio del amor de Dios.

Chispuditos Guatemala

El amor, el motor, el carisma de Comboni, la manera:

Tendremos que fatigarnos, sudar, morir; pero al pensar que se suda y se muere por amor de Jesucristo y la salvación de las almas más abandonadas de este mundo, encuentro el consuelo necesario para no desistir en esta gran empresa“.

 (San Daniel Comboni)

Estos tiempos de COVID, en que está prohibido “estar” con las personas, “fatigarnos y sudar”, de manera literal, no es posible.  Este ha sido un tiempo para la reflexión, para la reorganización de la misión, ha sido necesario esforzarnos para descubrir, con ayuda de Dios, cómo es posible anunciar a Jesús desde la “pasividad” de nuestra casa.  Al principio de la pandemia, incertidumbre, algo de optimismo también, creímos que iba a ser cuestión de un par de meses nada más, ya llevamos tres meses, y la crisis sanitaria que se vive actualmente en nuestro país está pasando los días más críticos.

Se ha hecho necesario buscar la manera de al menos llevar algo… por poco que sea…nos decía P. Roberto, párroco de Santa Cruz Chinautla.  Esto de pronto hace sentir como si fuéramos una especie de filántropos, y no misioneros anunciadores de Jesús.  Ha tocado estar en las redes sociales para conseguir fondos, y llevar sólo cosas, no presencia, no compartir tiempo, no “estar”. Pareciera estar realizando la misión al estilo de Comboni, a medias.

Dice el catecismo de la Iglesia: “Con la ayuda del Espíritu Santo, los cristianos deben distinguir entre el crecimiento del Reino de Dios y el progreso de la cultura y la promoción de la sociedad en las que están implicados.  Esta distinción no es una separación.  La vocación del hombre a la vida eterna no suprime sino refuerza su deber de poner en práctica la energía y los medios recibidos del Creador para servir en este mundo a la justicia y a la paz.” (CEC 2820)

Chispuditos Guatemala

Es decir, la Iglesia muestra que estamos en el camino correcto.  Y ofrezco junto a la acción misionera actual, la siguiente oración:  

Señor, más que lo material, haz que las personas reciban esperanza, y crean en tu amor y en tu presencia siempre, especialmente en los momentos más difíciles”.

…Santos y capaces. Lo uno sin lo otro vale poco para el que sigue la carrera apostólica. …El misionero y la misionera deben ir al cielo acompañados de las almas salvadas. Y aunque ante todo han de ser santos, o sea, completamente ajenos al pecado y a la ofensa a Dios, y humildes, eso no basta: necesitan tener caridad, que es la que los hace capaces”. (San Daniel Comboni)

Chispuditos Guatemala

Lily Portillo

LMC-PCA, Guatemala

Dos jóvenes laicos misioneros en tiempos del coronavirus

Etiopia
Etiopia

Entre las novedades que nos ha traído esta tristemente famosa pandemia del Covid-19 es que no da demasiado margen a la acción caritativa ni al heroísmo en favor de los demás. En viejas épocas de peste, quien optara por ello se podía dedicar totalmente a los apestados aun a riesgo de sus vidas. Así lo hicieron personas que más tarde fueron declarados santos, como Luis Gonzaga, el rey Luis de Francia o Daniel Comboni. Pero eso ahora está prohibido. Estamos en una sociedad superorganizada que actúa por criterios de higiene científica, y lo que se nos dice es que la mejor manera de ayudar al prójimo es estarse quietecitos en casa para disminuir los riesgos de contagio. Con todo, siempre hay espacios para la generosidad, aun en tiempos del coronavirus.

Digo todo esto desde un rincón de África donde, a Dios gracias, ni ha llegado “todavía” el coronavirus y donde las medidas gubernativas de aislamiento no son tan draconianas como lo han sido en Europa. Pero igualmente estamos condicionados de muchas maneras por el virus, el cual es como una espada de Damocles que pende amenazadora sobre nuestras cabezas.

Vivo en la misión de Gilgel Beles, en Etiopía, con dos jóvenes laicos misioneros combonianos, uno español y el otro portugués, que han llegado aquí hace un año. Del coronavirus nada se sabía entonces y venían llenos de ilusión por hacer muchas cosas en favor de los demás. Se dieron sin medida en servicios como la enseñanza de todo aquello que eran capaces de enseñar, las visita a los poblados, llevar al centro de salud a los enfermos que caían en su camino…Trabajaban como a destajo para disfrutar al máximo el breve período de dos años de su permanencia.

Luego, inesperadamente, en mitad de la faena, por así decirlo, llegó el coronavirus. Muchas organizaciones llamaron a sus miembros a volver a la nación de origen. También ellos fueron llamados. Si se quedaban, era bajo su responsabilidad. Y ellos no dudaron en la elección: se quedaban “bajo su propia responsabilidad”, incluso cuando la madre de uno de ellos está pendiente de una delicada operación de cáncer e incluso cuando ellos mismos están aquejados de continuos ataques de tifus y fiebre tifoidea, que los debilitan…

Y aquí siguen. Como ya dije, no es que las medidas de confinamiento sean particularmente duras. El margen de movimiento es todavía bastante amplio,

al menos mientras no asomen por nuestra zona los primeros contagios. Sin embargo, todo el rimo de las actividades se ha resentido. Al paralizarse totalmente la vida académica y al estar prohibidas las reuniones, ya no pueden enseñar .a grupos y la biblioteca que habían abierto ya no tiene clientes.

A pesar de todas estas limitaciones, intentan resistir hasta el límite. Se han encariñado con esta gente y, aunque no puedan hacer muchas cosas “por ellos”, pueden sí estar “con ellos”. Y ellos sienten que la simple presencia en estos momentos de tribulación es un valor que de por sí ya justifica tanto el haber venido como el quedarse el mayor tiempo posible.

LMC Etiopia

P. Juan González Núñez

Desde Gumuz, Etiopía