Seguimos con la serie de testimonios misioneros. En este la Hermana Lucía, misionera comboniana en República Centroafricana, nos habla de algunos momentos importantes de su vocación y vida misionera.
Os invitamos a verlo
Seguimos con la serie de testimonios misioneros. En este la Hermana Lucía, misionera comboniana en República Centroafricana, nos habla de algunos momentos importantes de su vocación y vida misionera.
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Del 15 al 21 de octubre, nuestros miembros LMC vivieron un retiro en silencio verdaderamente especial en Napenda Kuishi, Nairobi. Fue una semana llena de profundas experiencias espirituales, reflexión interior y encuentros con Dios, con nosotros mismos y con la comunidad. El retiro fue dirigido por el P. Daniel Villaverde, que nos guió a través de este tiempo de oración, reflexión y descubrimiento de la espiritualidad de San Daniel Comboni.
Cada día del retiro siguió un ritmo tranquilo: oración matutina, Eucaristía, aportaciones del P. Daniel sobre el aspecto humano, catequesis y espiritualidad de Comboni, y tiempo personal para la meditación y la adoración. El silencio que nos acompañó durante toda la semana se convirtió en un espacio sagrado en el que pudimos escuchar más claramente la voz de Dios y profundizar en nuestras propias vidas.
Durante el retiro, tuvimos la oportunidad de profundizar en la espiritualidad misionera de San Daniel Comboni, un hombre que dedicó toda su vida a proclamar el Evangelio y a servir a los demás. Su ejemplo nos enseña que la verdadera misión nace del encuentro personal con Cristo y del amor a nuestros hermanos y hermanas.

En el silencio y la oración, cada uno de nosotros vivió profundos momentos espirituales, momentos de emoción, descubrimiento, gratitud y paz. Fue un período en el que pudimos permitir que Dios nos hablara sin prisas y sin distracciones.
Al final del retiro, compartimos nuestras experiencias personales entre nosotros. Aunque el silencio nos había acompañado durante la mayor parte de la semana, fue precisamente durante estos momentos de compartir cuando llegamos a conocernos más profunda y verdaderamente, a través de testimonios sinceros que tocaron nuestros corazones.

Regresamos de este retiro con fuerzas renovadas, paz en nuestros corazones y el deseo de vivir más conscientemente, con un espíritu de confianza, sencillez y compromiso misionero. Agradecemos al padre Daniel por su guía espiritual y a todos los participantes por su apertura y compañía en este viaje de silencio y oración.
«En el silencio, Dios habla más alto».
Iza Tobiasiewicz, LMC Kenia
Este fue el tema formativo con el que iniciamos nuestra asamblea nacional de los LMC en Portugal, que tuvo lugar el pasado fin de semana, del 25 al 26 de octubre, en la casa de los MCCJ en Maia. En la reflexión, la Hna. Graça, comboniana, nuestra consejera, nos inspiró a reconocer la mirada de Dios sobre nuestra vocación LMC y a percibir cómo nuestra vocación impregna nuestra vida cotidiana, como «levadura en la masa». ¡También a reconocer que fue Dios quien nos llamó y nos eligió! Nos invitó a contemplar la belleza de la misión y de la vocación, y a buscar reconocer la presencia de la alegría perenne, de la misión como relación, como dinámica de comunión, desde la cual irradiamos el Amor de Dios.
A continuación, se presentaron y aprobaron el Plan de Actividades y el presupuesto anual para 2026. También cada comunidad local tuvo espacio para compartir su planificación para el próximo año.
Al día siguiente se aprobaron las Cartas de los Ministerios que componen la Asociación LMC, elaboradas a partir de la última asamblea, celebrada en marzo de este año.

Al final de la mañana del domingo, celebramos la Santa Misa, presidida por el P. José Vieira, misionero comboniano que trabaja en Etiopía, donde todos los LMC presentes, incluyendo los que participaban online, renovaron su compromiso con la LMC.
El fin de semana fue un tiempo propicio para el encuentro, la reflexión y la convivencia, con la participación de 15 LMC, 3 de ellos online. ¡Damos gracias a Dios por la llamada a cada uno de nosotros y por acompañarnos siempre en este camino misionero!

¡San Daniel Comboni, ruega por nosotros!
Comunicación LMC Portugal
En el silencio. Si hoy oís su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Dios está en el silencio.
1 Reyes 19:11-12.
Cuando el profeta Elías huyó de sus enemigos a la montaña para buscar la ayuda de Dios.
La presencia del Señor no estaba en el viento fuerte, ni en el terremoto, ni en el fuego, sino que se sentía en el pequeño susurro.
Como misioneros, debemos encontrar nuestras montañas y, en silencio, escuchar la voz de Dios. Al igual que Moisés, encontramos la zarza ardiente que no es consumida por el fuego, nos quitamos las sandalias, que son nuestros pecados y comodidades.
Crear silencio y paz dentro de nosotros mismos y ofrecer el silencio como un regalo a los demás.
ORACIÓN
Jesús era un hombre de oración. Aprendemos de su estilo de oración en silencio y en soledad. Lc 6:12, Mc 6:46
Él nos enseñó a rezar una oración sencilla que hace gran referencia a nuestro Padre celestial, que es el Padrenuestro. Lc 11, 1.
La verdadera oración es en silencio, escuchas a Dios y Él viene a ti, a través de ti llega a los demás.
Debemos orar sin cesar y con comprensión. Un cristiano que no ora es orgulloso y no es humilde.
EL ESPÍRITU SANTO
Lc 3, 21; 5, 16.
En nuestras oraciones debe estar presente el Espíritu Santo, porque es el Espíritu que viene de nuestro Padre celestial para enseñarnos, purificarnos y fortalecernos durante las tribulaciones y la persecución.
Jesús estaba lleno del Espíritu Santo, oraba con el Espíritu Santo y el Espíritu dio testimonio de que era el hijo amado de Dios durante su bautismo.
Aprendemos de los discípulos de Cristo que estaban llenos del Espíritu Santo y predicaban el Evangelio hasta los confines del mundo, enfrentándose a la persecución e incluso a la muerte.
REFLEXIÓN SOBRE LA VIDA DE COMBONI
Dios moldeó y formó a Comboni a través de las personas con las que vivió y con las que interactuó.
El entorno de su familia y su pueblo influyó en su espiritualidad; sus padres eran muy religiosos, ricos en fe y ricos en devociones.
Lo que destaca la singularidad de Comboni es su carácter: era impulsivo, alegre, jovial, muy apasionado y emotivo, lo que le hacía muy sensible al sufrimiento de los demás. Fomentó y cultivó amistades de todos los ámbitos de la vida.
Su amor por la misión, el Sagrado Corazón de Jesús y María, San José y el pueblo de África es una inspiración para todos nosotros.

LA TRINIDAD
El misterio de la Santísima Trinidad.
Tres en uno y uno en tres, iguales pero diferentes. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo comparten todo, se comunican constantemente y hay igualdad en el amor.
La Trinidad nos enseña a compartir nuestros valores, emociones y experiencias a un nivel muy íntimo. Cuando nos permitimos ser vulnerables, evocamos la empatía de los demás. El objetivo es crear una atmósfera amorosa de cuidado y comprensión mutua.
En la Trinidad, la comunicación es perfecta. Para nosotros, la comunicación aún no es perfecta, pero con pequeños pasos en la dirección correcta podemos ayudar a mejorarla.
Debemos aprender a ver la Trinidad en cada uno de nosotros y también preguntarnos qué aspectos de nuestras relaciones no están en consonancia con la Trinidad bendita.
No hay Trinidad sin ti y sin mí. Si queremos entrar en el misterioso corazón de nuestra fe, fijemos nuestra mirada en Jesús, que es visible entre nosotros. Él nos atrae hacia nuestro Padre celestial y el Espíritu Santo viene y vive en nosotros.
A través de Cristo aprendemos el ministerio de la Trinidad: «El que me ve a mí, ve al Padre, y su espíritu vivirá en él; yo, el Padre y el Espíritu Santo somos un solo ser, cada uno por sí mismo».
El vocabulario de la Trinidad se completa con todos nosotros incluidos.
Belinda, LMC Kenia
Los Equipos Combonianos de Paz ECOPAX, es una asociación civil nacida en México, inspiración del Hno. Joel Cruz MCCJ, obra que está echando raíces en Ecuador; que ya tiene 3 Centros Culturales de paz en Guayaquil uno de los cuales es virtual; y uno en la Ciudad de El Empalme, Equipos de los que también forman parte los Laicos Misioneros Combonianos de Ecuador

ECOPAX comunidad integrado por laicos, que formamos equipos y comunidades para restarle espacio a la violencia. ¿Cómo? Creando estructuras de capacitación, planificación y acompañamiento a grupos y comunidades.

Uno de estos Equipos de Paz tiene su centro de actividades en la Parroquia Nta. Sra. De Czestochowa, acompañados por John Villarroel LMC en Ecuador., el pasado 23 de octubre tuvieron una convivencia guiada por el P. Serafin Kakwata MCCJ con el tema: “La paz en las Familias”

Este sábado 25 octubre, en el Centro Cultural Afro de Guayaquil ECOPAX en Ecuador tuvo su asamblea, tal como lo establece su carta operativa, en la que se trataron los “Pilares de la paz en ECOPAX”.
John Villaroel, LMC Ecuador