Laicos Misioneros Combonianos

Polonia – Hawassa JMJ

Magda LMCEn Cracovia, Polonia, más de un millón de personas celebraron el Día Mundial de la Juventud, del 25 de julio al 31. Mi pequeño sueño habría sido asistir al evento (en Cracovia). Sin embargo, siguiendo mi gran sueño – el de ir en misión a África, tuve que dejarlo. Sin embargo todavía quería unirme con Polonia y todo el mundo en la celebración de la JMJ en cualquier forma que fuera posible. Así que dándole vueltas se me ocurrió organizar un festival para la juventud en Awassa, coincidiendo con la visita del Papa Francisco y el programa en Polonia. La verdad es que no resultó fácil.
La cooperación supuso un gran reto: algunos llegaban atrasados, a otros le costaba cumplir lo comprometido; las cosas andaban algo desorganizadas y alguno que otro fallaba en sus funciones. Antes de la fiesta, traté de construir un equipo, pero los líderes que se suponía iban a ayudar no siempre aparecían por las reuniones.
Dos personas fueron las que más ayudaron en la mayoría de los temas: Tesfa, un joven muy involucrado en las actividades de la Iglesia y Engida, un trabajador de la parroquia. La verdad es que el primer día quede algo decepcionada. Algunas personas que se suponía iban a preparar algunas partes o se atrasaron o ni siquiera llegaron. Con lo cual a veces hubo que improvisar. Más adelante, las cosas comenzaron a mejorar un poco. A pesar de las dificultades, hemos conseguido mantener nuestro plan original.

Durante el festival, cantamos el himno de la JMJ, rezamos la oración oficial de la JMJ, dimos a conocer a San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska y tuvimos algunas charlas sobre la misericordia. Celebramos la adoración del Santísimo Sacramento el jueves. El viernes, preparamos el Viacrucis y una celebración de la Reconciliación. Cada día, seguíamos juntos lo que estaba ocurriendo en Polonia, las noticias e incluso algunas retransmisiones en vivo.
El sábado fuimos a la Casa de las Misioneras de la Madre Teresa – un centro para enfermos donde organizamos un paseo juntos. Por la tarde tuvimos un programa artístico que incluyó una pequeña conferencia, una obra de teatro, preparamos algunos cantos, coreografías, poesía y un concurso sobre Polonia.

Todas las partes de la celebración se asociaron con la Divina Misericordia. Tengo que decir que el sábado fue maravilloso.
Tuvimos algunos problemas técnicos el domingo, pero finalmente logramos ver parte de la transmisión en vivo desde Polonia. Cantamos algunos himnos y evaluamos todo el programa. Los participantes parecían estar muy feliz. Aun cuando algunas cosas estuvieron algo descontroladas, incluso con todos los defectos, los enormes retrasos y diferentes problemas, puedo decir que, con la ayuda de Dios, las cosas salieron bastante bien.

Sin duda fue una gran lección de humildad. Mis dificultades con el idioma fue un gran obstáculo y la falta de un equipo bien organizado también fue un gran inconveniente. Algunas personas pusieron mucho de su parte para el evento, especialmente Tesfa que trabajo mucho en el programa. También recibí mucha ayuda de personas que se ofrecieron voluntariamente. Además tengo que decir que toda la gente, como siempre, fue muy amable, comprensiva y un gran apoyo cuando vieron que necesitaba ayuda. Fue un gran privilegio poder ayudar a organizar el festival. Me enseñó mucho sobre el lugar y la cultura. Doy gracias a Dios por esta maravillosa experiencia; Doy las gracias a todos los que ayudaron a que fuera un éxito. ¡No me arrepiento de nada!

Magda LMC
Magda Fiec, LMC Etiopía

Testigo de un camino común

Marisa LMCEl 7 de agosto, de este año 2016 se celebró en Viseu, Vila Nova do Campo, el envío misionero de la Laica Misionera Comboniana (LMC) Marisa Almeida en una misa presidida por el Obispo D. Ilídio Leandro en la Iglesia Parroquial de Vila Nova do Campo.
José Tolentino Mendonça dice: “Al lado de tu amigo, ningún camino será largo.” Y este camino hecho junto con los LMC parece que comenzó ayer. Parece que fue ayer cuando empecé este viaje con Marisa, la LMC a la que presentamos “con todo lo que somos”. Conocer a Marisa ha sido uno de los mayores tesoros que este camino me ha traído. Al igual que el Evangelio de este domingo, Jesús vino a repetirnos una y otra vez: “No tengan miedo.” Él nos conoce. Él conoce nuestros miedos más profundos, nuestras ansiedades, nuestros obstáculos y las heridas que tenemos que superar. Pero frente a todo esto nos repite: “No tengan miedo”. Y a menudo, tan a menudo, nos centramos en nuestra debilidad, en nuestros miedos y nuestra pequeñez. Tantas veces repetimos con palabras y con la vida: “Señor, soy tan pequeña, pecadora, débil e incapaz”. Y Él siempre nos repite: ” No tengan miedo”.
Así os pasa a vosotros. Así me pasa a mí y lo mismo le ocurre a Marisa. Muchas fueron las veces que en silencio, cada uno de nosotros se preguntó: “¿Yo? ¿Pero yo? Pero Dios, ¡¿con la cantidad de gente tan audaz y valiente me eliges a mí?! “Tantas veces hemos pensado que no somos capaces. Pero él no elige a los capacitados, sino que capacita a los escogidos. Es a nosotros, los frágiles y pecadores a quienes Dios da el Reino de los Cielos. Este fue el tesoro encontrado en los LMC y al que todos ustedes están invitados a seguir y descubrir en su vida: el Amor. Es este Amor que nos hace estar aquí. Es este Amor que nos hace ir. Y cuando nos atrevemos a seguir, compartir y vivir este amor, somos y experimentamos un poco del Reino que el Padre por tiene preparado en el cielo. Este camino es el que nos hace ir, y por eso estamos aquí.
Pero, yo no existo sola. Ninguno de nosotros existe en soledad. Marisa no existe por sí misma. Estamos juntos, como repito a menudo. Y este estar juntos es ir con ella, aunque sea a océanos de distancia. Es por haber experimentado y sentido este amor que Marisa responde a la llamada con un SÍ. Ella también se equivoca, como nosotros. También cae como nosotros. También tiene miedo, como nosotros. Pero escucha en su corazón a Jesús que le dice: “No tengan miedo” y confía diciéndole SÍ con su vida. Y nosotros vamos con ella, estamos con ella y somos misioneros con ella. La misión se hace con los pies de los que parten, las rodillas de los que rezan y las manos de los que ayudan. Haciéndolo así permanecemos juntos. Estando juntos experimentamos el amor de Dios.
Doy las gracias a toda la familia comboniana, presente a través de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, las Misioneras Seculares Combonianas, las hermanas misioneras Combonianas y los Jóvenes en Misión, toda la comunidad y todos los que se unieron a ella, físicamente y espiritualmente, en este momento – hicieron de este momento una experiencia de Amor, un pedazo de cielo. Sintámonos provocados, como ella, a confiar en Dios respondiendo con un SÍ a su invitación Amor.
“Pensar en una persona que ama es rezar por ella”, dice Santa Teresa del Niño Jesús, por eso os invito a cada uno de ustedes a pensar en Marisa para que su misión sea rica y produzca mucho fruto.

¡No tengan miedo, permanecemos juntos!
Marisa LMC
Paula Sousa. Portugal

 

Ser cristiano: sólo para valientes

Un comentario a Lc 12, 49-53 (XX Domingo ordinario, 14 de agosto de 2016)

Jesús 14

Lucas, en su narración evangélica, nos va acercando cada vez más a Jerusalén, donde Jesús se va a enfrentar a la “batalla” de su vida. Jesús propone el Reino de Dios (Reino de Verdad y Justicia, de Amor, de Misericordia y de Paz), pero las autoridades y todos los que tienen sus privilegios asegurados (basados en la mentira y la injusticia, el egoísmo, el desprecio y la violencia) se le oponen tenazmente.

Ante ese conflicto, Jesús no reacciona nunca con violencia, pero tampoco con debilidad o cobardía; él no se “ablanda”, sino que permanece firme y dispuesto a dejarse incluso la vida en ello, como así ha sucedido.

Lo mismo le sucedió a sus seguidores, después de la Pascua. Los discípulos del Maestro pronto se dieron cuenta de que seguir a Jesús tiene su costo y de que, a pesar de su actitud pacífica, encontrarán mucha oposición de parte de las autoridades y de los poderosos e incluso de sus propias familias, porque son muchos los que no quieren que las cosas cambien, son muchos los que no quieren el Reino de Dios, porque ellos quieren ser los reyes absolutos y dominadores de otros.

Por eso Lucas les recuerda la vida y las palabras de Jesús: “He venido para prender fuego a la tierra” y estoy dispuesto a “pasar por la prueba de un bautismo”, un bautismo de sangre (su muerte). Yo les doy la paz –dijo en otra ocasión Jesús-, pero no “la paz del mundo”, la paz de la injusticia y de la mentira. Yo les doy la paz que es fruto de la Verdad, de la Justicia y del Amor.

A veces parece como si ser cristiano fuese igual a ser pusilánime, tímido, apagado… No. Todo lo contrario. El cristiano es un apasionado del Reino de Dios, un enamorado de la vida, un amante de la verdad y la justicia. El cristiano no acepta las mentiras de nuestro mundo, se rebela contra ellas; el cristiano no acepta dictadores que se imponen por la fuerza de su poder político, económico o cultural. El cristiano es una persona libre que se sabe hijo de Dios y hermano de todos. Por eso nunca acepta la violencia, pero tampoco la pasividad, la cobardía o la comodidad. El cristiano sabe que le puede tocar afrontar oposición y sacrificio, pero como Jesús está dispuesto a todo,  confiando, como Jesús, en el Padre.

Como dice el papa Francisco, el cristiano “sale” al mundo, con el “fuego” del Espíritu, con mucha paz interior y con mucha misericordia, pero sin arrugarse ante las dificultades y la oposición.

P. Antonio Villarino

Quito

Noticias de la misión de Mongoumba

Maria Augusta LMCAquí ya terminamos el año pastoral el día 3 de julio. Participaron en la misa todos los recién bautizados, los scouts que han hicieron su promesa y todos los peregrinos de las dos peregrinaciones. La primera peregrinación que hicimos a Bangui, con la venida del Papa Francisco, y la segunda a Mbaiki, durante la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Fue una Eucaristía bastante larga, alrededor de 3 horas, pero todo el mundo estaba muy contento.
El obispo de la diócesis hizo un santuario al Sagrado Corazón de Jesús, en lo alto de la colina, desde donde se puede ver un hermoso paisaje. De Mongoumba había unos 250 peregrinos. Comenzamos el 30 de mayo y el 1 de junio llegamos por la noche. Yo no pude caminar porque tenía que conducir uno de los coches que llevan todos los utensilios necesarios para cocinar, la comida y las cocineras. He participado en las oraciones y en las catequesis que se han realizado durante la peregrinación y el día 2 en Mbaiki. En el día del Sagrado Corazón de Jesús, fuimos en procesión al Santuario, a unos 4 km, con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús atrás. La misa fue transmitida por Radio María, Bangui, una radio católica que se escucha bien en Mongoumba. La peregrinación terminó en una de las capillas de la parroquia, Batalimo, con la misa y el bautismo de 30 adolescentes. Pudimos dar gracias a Dios por estar todos allí, con salud y alegría. Annia estaba con malaria y, por tanto, no pudo participar. Elia tampoco, porque alguien tenía que quedarse cuidando a Annia.
A finales de junio terminó la escuela con un bajo porcentaje de aprobados, alrededor del 50% de los estudiantes pasaron de curso este año. Espero que el próximo año serán mejores los resultados…
Hoy estoy en Mbaiki, vine a traer los maestros a participar en una formación de dos semanas, la formación es sobre francés y matemáticas y también en pedagogía. Dios permita que aprendan bien para enseñar mejor a los niños.
Annia, LMC polaca recién llegada, se está adaptando bien y ya sabe bastante Sango. Estudia mucho, y sigue estudiando francés. Aprenden dos idiomas seguidos no debe ser fácil.
Ahora estoy más libre de la escuela, así que aprovecho para ayudar con los niños desnutridos.
Elia regresó el 2 de julio y ya la echamos de menos! Que el Señor le ayude y que todo le quede bien en el brazo que se rompió, ha sufrido mucho con él. ¡Si puede volver estaremos muy contentas!
Siempre unidos en la oración.
Les deseo a todos unas buenas vacaciones.
Besos
María Augusta