Laicos Misioneros Combonianos

Campo Misión-Metlatónoc, México 2015

Semana Santa MexicoEste año 2015, el equipo misionero estuvo conformado por diez personas, fuimos del viernes 27 de marzo al domingo 5 de abril a seis comunidades de la montaña de Guerrero, todas ellas pertenecientes a la parroquia de Metlatónoc: Llano del Nopal, Cocuilotlatzala,  Buenavista, y San Pedro y San Pablo Atzompa. Carolina, quien se encuentra de misión de forma permanente, participó en la comunidad que acompaña, San Juan Huexoapa y Minerva (quien está en experiencia comunitaria con Caro) fue a El Paraíso.

Además de las celebraciones propias de esta semana, visitamos a las familias y compartimos sus alegrías y penas, se apoyó con medicina alternativa en la comunidad de Llano del Nopal, no faltaron las convivencias con los partidos de fútbol o los paseos al río, el entusiasmo y participación de los jóvenes, la tolerancia y apoyo de los más grandes, y la alegría de los niños al pintar y compartir el material que preparamos para ellos.

Ha sido una gran experiencia de apertura, respeto, trabajo en equipo, diálogo. Momento de sentirnos disponibles al encuentro y al conocimiento de otras maneras de celebrar la Semana Santa.

Y la ocasión, sin duda,  de estar atentos a la escucha de lo que Dios nos quiere decir a cada uno de forma particular, pero también a su “Iglesia” por medio de esta Iglesia sencilla que nos permitió acompañarle y enriquecernos mutuamente.

Agradecemos a Dios esta hermosa experiencia y también por todas las personas que salieron a misión en diferentes lugares de México, por todas las familias de las comunidades que nos recibieron, especialmente por aquellas que nos atendieron con mucho amor, por toda la familia comboniana, y compartimos con ustedes las celebraciones y convivencias de esta semana en imágenes.

LMC México

Encuentro Misionero LMC en México – marzo 2015

MéxicoCon la gracia de Dios se llevó a cabo la reunión mensual del mes de marzo de los LMC de México, en donde tuvimos una gran convivencia, reímos, cantamos, oramos. Tuvimos la hora santa, el rezo de los laudes y la participación en la eucaristía.
El punto central fue la preparación de los que participarían en el campo misión de Semana Santa a Guerrero, donde hay presencia permanente de los MCCJ y también de los LMC con la presencia de Carolina Carreón y de Minerva Juárez en la comunidad de San Juan Huexoapa. Esta misión se encuentra en la diócesis de Tlapa de Guerrero, en la parroquia de Metlatónoc. Padre Gabriel nos habló sobre la disposición y apertura con la que se debe preparar el misionero, Eric nos habló de las costumbres y tradiciones del pueblo na saavi, Manuelita nos platicó sobre la historia de casa de misión permanente, y Ramón compartió con nosotros su experiencia en campo misión el año pasado que fue por primera vez.
MéxicoCon gran ilusión continuamos adelante haciendo la invitación a todos los que tenga la inquietud de ser parte de este proyecto de los Laicos Misioneros Combonianos. Y continuar con el ideal de San Daniel Comboni.
Mil vidas para la misión.
LMC México

Desde Chiapas

Isa¡Hola amigos! Buen día de Dios tengan todos ustedes! Desde este pueblo elegido de Dios los saludo con un fuerte abrazo y alegría en el corazón. Deseo que todos y cada uno de ustedes amiguitos y hermanos en Cristo y San Daniel Comboni se encuentren bien física y espiritualmente y gozando de la vida que nos da nuestro Padre del cielo cada día.

Después de mi formación en experiencia comunitaria como LMC, me encuentro de misión en Chiapas. Aquí yo estoy muy bien, laborando en el Hospital San Carlos, viviendo una nueva experiencia misionera y comenzando esta gran misión que Cristo me está encomendando entre estos pueblos indígenas, ya que de la Parroquia son 80 comunidades, pero tenemos más de 100 que caminan hasta 15 horas o más, para venir a nuestro Hospital de San Carlos, pues a veces, en otros hospitales o centros de salud no los quieren atender porque no les entienden, pues tenemos 6 principales dialectos, tzeltal, tojolabal, tzotzil, ladino, chol, pero los que predominan son el Tzeltal y Tzotzil.

Es un gran trabajo misionero y una gran labor humanitaria dirigida por la Congregación de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Padua desde hace más de 30 años, han puesto una escuela de enfermería dentro del hospital y ahí es donde capacitan a los mismos indígenas como enfermeros, y ellos son quienes trabajan en este hospital atendiendo a su propia gente, ellos son quienes nos traducen. Aquí, los pacientes se sienten como en casa y en familia, y aunque paguen cuotas de recuperación, prefieren éste, su hospital. Con esto se está realizando lo que el mismo San Daniel Comboni profetizó en su Plan ” Salvar a los Indígenas con los Indígenas”. Mis recuerdos y oración por todos y que sigamos unidos en nuestra fraternidad con nuestro corazón y nuestro espíritu misionero, los quiero mucho a todos y les deseo los mejor de su vida misionera. Saludos y un abrazo a todos.

Isa

Su amiguita y hermana: ISA.  😉

Experiencia en Mozambique

BeatrizQuerida Familia Misionera:

En la alegría de recibir al Niñito Jesús en nuestros corazones transformando todo aquello que solos no conseguimos y nos hace daño, para así habiendo cerrado nuestro año civil en armonía con nosotros mismos y nuestros hermanos. Aprovecho en este inicio de año para compartir hasta hoy lo que he vivido en esta misión.

Finalizando el 2014, haciendo comunidad con los Laicos Misioneros Combonianos, Flávio Schmidt (Brasileiro) e Márcia Costa (Portuguesa), uniendo fuerzas con los LMC de Mozambique en formación Francisco y Margarida mejor conocidos como el matrimonio Martinho, Ancha (los tres son profesores) y Zeferino joven de la comunidad; trabajando en sintonía con la Equipa misionera conformada por los Misioneros Combonianos (Sacerdotes y Hermanos) y las Hermanas Combonianas, en la parroquia de Carapira.

Beatriz            En lo que corresponde a mi persona, hago lo necesario para mantenerme lo mejor posible en lo humano, espiritual y mental. Aun con los cuidados que consigo tener no escapo de las enfermedades comunes en esta zona, también he tenido mis momentos de cansancio espiritual por descuidar mi oración personal no obstante a eso procuro retomarla de nuevo, para conseguir la paz interior. En relación al estudio, la lengua local para mí ha sido una limitante pues no consigo darme el tiempo y la concentración para estudiarla, la mayor parte del tiempo las personas hablan portugués. Personalmente me siento bendecida por Dios por permitirme y confiarme esta misión donde con mi presencia y aportaciones voy dando el mensaje que Dios tiene para este pueblo dejándolo en el corazón de cada una de las personas que encuentro cada día.

La comunidad para mí ha sido el hogar que conseguimos construir, tenemos un día comunitario a la semana distribuyéndolos en el mes de la siguiente manera: 1ºRetiro, 2ºLibre, 3ºTema de Formación, 4ºEvaluación y cuando hay 5º Libre. En los cuales reconocemos que no es fácil, siendo limitada nuestra comunicación y la integración para trabajar en equipo; más importante para un trabajo en conjunto como el que se nos ha confiado, centralizando nuestra mirada en la persona de Cristo, siendo nuestro motor, ha sido nuestra fuente para conseguir anunciar “La Alegría del Evangelio”; pasando por los momentos de prueba donde cada uno de nosotros mostramos nuestras cualidades y nuestros límites, poniendo en común los puntos a mejorar ha sido una manera en la que conseguimos restablecer el dialogo cuando nos hemos alejado el uno del otro, así es que hemos conseguido caminar juntos en este tiempo, realizando de la mejor manera posible nuestro trabajo y compromisos adquiridos. Hemos pasado por diferentes etapas las cuales hemos aprendido a respetarnos, solidarizándonos y apoyarnos en lo que se nos solicita o es permitido, en los momentos de enfermedad, actividades en casa, trabajos a realizar, apostolado en la parroquia, días de descanso, etc.

Beatriz            Los LMC en formación han sido un apoyo importante en mí caminar misionero poniéndome en sintonía con la realidad de la comunidad que muchas veces a simple vista no se deja ver. Es un desafío para mí estar como responsable en la formación del mismo, siguiendo la propuesta del comité internacional elaboramos un plan de Formación que responde a las necesidades del grupo y así conseguir estar en sintonía con los LMC del mundo. Con ellos hacemos Laudes los martes y jueves una semana en cada casa. Nuestro encuentro anual han participado de inicio a fin los LMC de Mozambique enriqueciendo los resultados que conseguimos pues siempre hicieron sus aportaciones para la toma de decisiones, realizamos algunas animaciones misioneras en las parroquias combonianas y en la escuela Femenina de Nacala donde trabajan las hermanas combonianas, nos encontramos con un grupo de Laicos que acompañan las hermanas en Nampula; en algunas de ellas pusimos a la venta algunos accesorios religiosos para reunir fondos para la realización de nuestra semana misionera. Tuvimos una semana misionera en la comunidad de Namajuba donde conocimos otra realidad ya que es una zona donde están  a explorar los minerales de la tierra y como algunos de los problemas de nuestra comunidad se repiten (agua, escuelas, tierra) y sobre todo formando un buen equipo de trabajo con los dos jóvenes estudiantes de la EIC que se unieron al grupo de LMC.

En la Escuela mi trabajo ha sido de acuerdo a lo que se va necesitando, principalmente en la Secretaria desde ahí se puede realizar cualquier trabajo: limpiezas en los diferentes lugares de la escuela, ventas, inventarios, manuales de operación, orientación y acompañamiento vocacional a los alumnos, etc; tratando de identificar cual sería la mejor manera para realizar mudanzas donde son necesarias entrando en la conciencia de las personas de la localidad que trabajan en la misma, en coordinación con la dirección, la administración, pedagógico y jefe de internado; con la llegada de dos trabajadores que envía el distrito se ha dinamizado la realización de las tareas.

Formo parte del equipo vocacional de la parroquia con el Hermano Luis (Ita), la Hermana Lily (Mex) en su ausencia se unió la Hermana María Pia (Ita), en el cual organizamos retiros mensuales con los jóvenes que quieren tener un acompañamiento vocacional para entrar al seminario o a las congregaciones religiosas. Ha sido un espacio misionero que siempre he gustado trabajar.

BeatrizHa sido un año jubilar lleno de fiestas, iniciando con la apertura de los 150 años del plano de Comboni, tuvimos nuestros encuentros bimestrales donde con el método ver-juzgar-actuar, analizamos la realidad de nuestra misión. Siguiendo con la ordenación diaconal de MCCJ José Alberto y Abelino Diocesano, ya también tuvimos sus ordenaciones sacerdotales en mayo y en diciembre en las dos me toco participar. Los votos perpetuos de la Hermana Lily, los 50 años de la Parroquia de Carapira, la asamblea de los Combonianos, la asamblea de las Combonianas celebrando sus 60 años de presencia en Mozambique. Fiestas del sagrado corazón y San Daniel Comboni, los 50 años de la Escuela Industrias de Carapira, Despedidas, bienvenidas y aniversarios.

En el pueblo de Carapira siempre se aprende algo nuevo su paciencia y disponibilidad me compromete cada día más para dar lo mejor de mí en la realización de cualquier actividad, no es fácil pues desconozco la lengua, mas estamos apostado por la formación de los líderes, en cada una de los diferentes ministerios siendo esta nuestra principal actividad, cabe mencionar que todos las experiencias misioneras que viví en México me han servido muchísimo para saber compartir lo que tengo respetando lo que tienen, sin imponer la forma de vivir mi Fe, sino enriqueciéndola. Tenemos grandes retos como equipo misionero en este compartir y recibir.

Agradezco sinceramente su ayuda y colaboración, seguimos en contacto unidos en oración por el bien de la misión, su hna en Cristo Misioneros: Beatriz LMC

P.D. Jesús Misionero que ha nacido para mostrarnos con sencillez a Ser Humanos en el Amor de Dios, nos conceda las gracias que necesitamos para este año 2015.

Niños y pobres se alegran con mi presencia

Lety LMCTestimonio de Leticia Ordoñez Bañales

Originaria de Guadalajara, México, esta Laica Misionera Comboniana (LMC) decidió acompañar a la comunidad católica de Rondos, un pequeño pueblo ubicado en las alturas de la provincia de Lauricocha, en el departamento de Huánuco, desde noviembre del 2011. Termina su compromiso este año y a continuación nos narra su experiencia.
Mi vocación empezó cuando tenía 16 años al participar de una misa de envío misionero. La parroquia organizó el evento para despedir a un sacerdote comboniano que partía para África. Sentí el llamado de Dios y en 1988 entré como religiosa a las Misioneras de Guadalupe. Aun así, no sentía realizada mi vocación y en 1999 me retiré para participar de los campos de misión en Guatemala con las Obras Misionales Pontificias Episcopales de México (OMPE) hasta el 2000.
En el 2001 ingresé a los LMC y al mismo tiempo trabajaba en la notaria parroquial de los Santos Crispin y Crispiniano de Guadalajara. En 2004, tuve que dejar todo y viajar a México DF para participar en una experiencia de formación comunitaria con otras laicas combonianas.
Llegué por primera vez al Perú junto con Rocío Quintero, mi compañera mexicana, en 2005. Las dos fuimos enviadas a Huarin, en la sierra de Huánuco. Salomé Flores, una laica peruana, se unió a nosotras y nos acompañó por un año. Rocío tuvo que volver a México luego del segundo año. Al tercer año llegaron los laicos peruanos Doris Pereira y Enrique García. Volví a mi país y entre 2009 a 2011 participé, junto a las LMC mexicanas Marcela Alanís y Olivia Ayala, de la nueva misión de Metlatonoc en el Estado de Guerrero.
Actualmente, Rondos es el pueblo en el que desempeño mi misión desde noviembre del 2011. Cuando llegué, encontré nuevamente a Rocío. Juntas llevamos adelante el trabajo con las mamitas y la enseñanza a los niños de la localidad. Damos clases de religión en las escuelas primarias y catequesis bíblica a niños y jóvenes. Mantenemos abierta la biblioteca durante los meses de verano y organizamos las vacaciones útiles con cursos taller para los alumnos. Aparte tenemos formación en la Escuela de Madres y preparamos a los candidatos para los sacramentos. Especialmente, motivamos a las parejas a casarse por la iglesia, pero solo hubo un matrimonio en 2013. Las fiestas patronales son las épocas de mayor demanda para los sacramentos. Siempre consideramos en nuestra agenda la visita a los enfermos y la ayuda a los pobres y ancianos desamparados.
Esta segunda experiencia en Perú se ha caracterizado por la soledad que muchas veces me ha tocado vivir. Luego de seis meses, Rocío tuvo que regresar a México. Después de un tiempo llegó Daniel, un LMC peruano, con un gran deseo de colaborar y gran amigo de los niños. Pero solo permaneció 7 meses. El tiempo que estuvo logramos hacer un gran trabajo de equipo. El año pasado enviaron a Sharliman, una LMC brasileña, quien no pudo acostumbrarse a la altura de 3650 msnm y tuvo que pedir su traslado para Arequipa a un mes de llegar a Rondos. Sin embargo, todo el tiempo que estuve sola, Dios y María Santísima han sido mi compañía.
Les confesaré que varias veces le digo a Dios: “¿Qué es lo que hago aquí sola?” Y la respuesta llega de los niños que tocan la puerta para pedirme algo; las mamitas que me preguntan “¿Cómo estás?”; los jóvenes que me dicen: “Te he venido a visitar”; los enfermos y abandonados que se alegran con mi presencia. Los niños de la escuela exclaman de alegría ¡la hermana Lety! ¡He ahí mi razón de estar presente en medio de ellos! Se preguntarán ¿Por qué no me quedo? Porque necesito de mi familia de sangre y ellos de mí. Además Rondos tiene derecho a que TÚ ocupes mi lugar.
Revista Misión sin Fronteras