Laicos Misioneros Combonianos

Comunidad europea LMC de formación en Granada

LMC formacion Europa
LMC en formación

La pasada semana he podido compartir con Carolina, David y Juan Eugenio un bonito tiempo de formación en Granada. Tiempo para conocernos mejor, rezar juntos, conversar, pasear, cocinar, comer y celebrar la vida y la vocación misionera (también coincidiendo con el cumpleaños de Comboni).

Durante esta semana hemos tenido tiempo para profundizar en nuestra historia como LMC a nivel internacional, revisar los acuerdos tomados en los encuentros continentales africanos y cómo no dedicar bastante tiempo a compartir las conclusiones de nuestra pasada asamblea internacional de Roma. Siempre dedicamos bastante tiempo a conocer la realidad internacional del LMC y especialmente del continente y el país donde irán.

También dedicamos parte de una tarde a ver videos y fotografías de Etiopía y Mozambique, y desde ahí conversar y responder preguntas sobre la realidad que encontrarán.

Después dedicamos bastante tiempo para trabajar sobre la vida comunitaria. Nuestra comunidad siempre es la base de nuestra presencia LMC en misión y el referente fundamental desde donde realizar nuestro servicio misionero, alimentar y vivir nuestra fe. Como el Cenáculo de apóstoles que quería Comboni desde el que irradiar lo que vivimos dentro. Tomamos tiempo para ir desgranando aspectos prácticos como la organización, responsabilidades en la comunidad, proyectos, economía así como otros más profundos sobre como cuidar nuestra espiritualidad, ser familia comboniana, mantenernos en contacto con aquellos que nos apoyan y demás. Siempre de una manera tranquila para poder conversar, intercambiar puntos de vista y aprender los unos de los otros.  Terminamos esta parte estudiando la Carta de las comunidades internacionales aprobada en nuestra pasada asamblea internacional y que es y será el fundamento de nuestra presencia en comunidades internacionales.

LMC formacion

También hubo tiempo para compartir con la familia comboniana de Granada. Una noche con los religiosos y otra con las religiosas. Un bonito momento donde rezar juntos y hablar de la misión. Pasamos un bonito rato en familia, soñando juntos como Comboni nos soñó.

No olvidamos dedicar un tiempo a trabajar la resolución de conflictos. Sabemos que es algo natural en todas las relaciones humanas y también los conflictos aparecen en nuestras comunidades. Por ello, hay que estar preparados para afrontarlos, solventarlos y crecer juntos como personas y como comunidad.

En estos días también sacamos una mañana completa para caminar juntos. Para visitar el bonito paraje de Los Cahorros, con sus paredes verticales y bellos paisaje en Sierra Nevada. Un momento también para probar nuestras fuerzas y concienciarnos que debemos prepararnos bien para peregrinar en el Camino de Santiago (habrá que aprovechar estas semanas previas para terminar de ponernos en forma). Siempre es bonito salir a la naturaleza y tener tiempo para conversar tranquilamente mientras caminamos y agradecemos a Dios por todo lo que nos regala.

LMC formacion

Terminamos abordando el tema de la interculturalidad. Viajar a otro continente, convivir con otras culturas es maravilloso pero es necesario prepararse apropiadamente para conocer las personas con las que conviviremos los próximos años, para respetar su forma de ver el mundo, para compartir nuestra fe procurando no arrastrar en demasía nuestra propia visión de entender el mundo ni tratar inconscientemente de imponerla sino compartiendo y creciendo en la diversidad.

Para terminar la semana compartimos el fin de semana con la zona sur de los LMC de España. Tiempo para compartir, para formarnos, revisar la vida, analizar este tiempo de preparación específica de los hermanos que parten. Recargar energías para nuestro día a día, etc.

LMC formacion

El domingo estuvimos de animación misionera en una de las parroquias de Granada. David pudo dar un pequeño testimonio antes de su salida a misión, aprovechamos para conversar con los parroquianos y, vender algo de artesanía para recoger fondos para la misión.

Ya les va quedando menos antes de partir para África. Recemos por que el Señor les acompañe y guie en este momento de formación tan especial, momento también de espiritualidad y oración para prepararnos a la salida.

Gracias por esta semana juntos.

Un saludo

Alberto (coordinador Comité Central LMC)

“Todo lo puedo en Aquel que me da fuerza” (Flp 4, 13)

LMC

LMCQue hermosa es esta África de madera que se encuentra a los pies de Cristo. Dejo que la mirada de San Daniel Comboni me penetre, dejo que me contemple. Y cuánto de mí entra en aquella mirada. Recuerdo las palabras de alguien que un día me dijo “es imposible que esa mirada no te penetre, no nos interpele“. Y lo confirmo cada vez que veo esta imagen de nuestro incansable San Daniel Comboni.

Así es la imagen sobre el altar que contemplo en la capilla de la casa de los MCCJ de Madrid (donde hoy estaré hasta alrededor de las 16h, hora en la que el LMC David me vendrá a buscar para irnos juntos el fin de semana a Arenas de San Pedro a unos 160 km de aquí) pero no me resisto a entrar para estar un momento con el Señor. A Él le pido por la misión. No sólo por la mía, sino por la de cada uno. La de los que parten. La de los que se quedan. Es en el partir que está el amor también. La partida, el dejar lo que tenemos para ganar algo mayor: la libertad de la entrega a Cristo. Y hablar de partida no es sólo hacerlo de la partida física. LMCSino también el salir de nosotros mismos. El salir de ti mismo todos los días. En cada momento. Es lo que hoy sigo buscando, pero que hoy se vuelve físicamente más “factible”. Parto de mi tierra en busca de la sabiduría y la gracia necesarias para que, en el futuro, pueda poner mis dones a rendir mejor. Así en los próximos meses estaré en Madrid junto a la familia que elegí, la familia Comboniana, en un curso de Misionología (cuyo programa desde temprano me dejó el corazón ardiente y los ojos brillantes… confieso hasta que, arde en mí aquella ansiedad propia de los niños en los días antes de regresar a clase). Es lo que hoy, ante esta África a los pies de Cristo, también agradezco: la posibilidad de crecer más en sabiduría y gracia.

En la certeza de que soy frágil pero que, en el seno de una comunidad que vive por y para el amor, me hace más fuerte. Porque “todo puedo en Aquel que me da fuerza” (Flp 4, 13).
“Todo lo puedo en Aquel que me da fuerza” – repito. Resuena esto en mí. Sólo con Él y a través de Él podré tener esta capacidad de salir de mí, ir al encuentro del amor, ser libre en la medida en que confío en Él y en sus manos, amar sin medida. “Dios no escoge a los capacitados sino capacita a los escogidos”. Hoy entendiendo tan bien esto… y rezo a Dios para que me capacite para la misión para la que fui destinada. A mí y a todos los que vienen conmigo. La familia. El novio. Los amigos. Las personas. Cada una, a su manera, es parte de esta misión y me siento responsable de traerlas también conmigo.

LMC“Tú te vuelves eternamente responsable de aquello que cautivas.”

(Antoine de Saint-Exupéry)

Así es… Rezo por cada uno, por la misión de cada uno. Rezad por mí también, os pido. Gracias desde el fondo del corazón por la confianza… Y más que en mí, en Dios. Todo esto – y toda yo – sólo somos posibles a través de Él.

Toma, Señor, y recibe
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad,
todo lo que tengo y poseo;
Tú me lo diste;
a ti, Señor, te lo devuelvo.
Todo es tuyo,
dispón de todo,
a tu entera voluntad.
Dame tu amor y gracia,
que esta me basta.
(San Ignacio de Loyola)

Estamos juntos, siempre.

LMC Carolina Fiúza

LMC España en Radio María

Radio Maria

Radio MariaSaludos a todos y todas

Os dejamos los extractos donde aparecen los LMC en el programa de ayer “Iglesia en misión” que la CALM (Coordinadora de Asociaciones de Laicos Misioneros de España) ha organizado en Radio Maria.

En el tenemos una entrevista a nuestro compañero Xoancar que está en Piquiá (Brasil):

 

Una noticia sobre nuestra próxima asamblea internacional que celebraremos en Roma en diciembre:

 

Y el testimonio de Carmen Aranda en su tiempo en Gulu (Uganda):

Esperemos lo disfrutéis

Muchas gracias a la CALM y Radio María por realizar este bonito trabajo de sensibilización sobre el laicado misionero.

Tras dos semanas en Arequipa

LMC Peru

LMC PeruYa hace dos semanas que estoy por aquí y no sé si me parece mucho o poco.

Ya me he habituado a la cocina y se donde están las cosas y he cocinado hasta un bizcocho (sí, tenemos horno!!). También me he hecho al sabor del agua y a la rutina de hervirla y tener que tomarla a veces aún templada (con lo poco que me gusta el agua caliente hasta en invierno…).

El tema del dormir muy bien pues Paula me ha dejado su cama que es la mejor y más grande. En esta cama nos metemos las tres alguna noche cuando no es muy tarde a ver alguna serie o peli. Y alguna mañana de remoloneo también nos juntamos en ella las tres, recordando viejos tiempos en la casa de David. En cualquier caso, los cuartos son en realidad uno dividido por un tabique que no llega al techo y con un hueco para puerta pero sin ella. Así que básicamente es como estar las tres en el mismo cuarto: podemos conversar cada una desde su cama sin mucho problema.

Pero aún no me he hecho al polvo que inunda mis pulmones cada vez que salimos de casa y se hace horrible cuando pasa algún vehículo a nuestro lado.

He sentido ya un par de temblores y me he “gripado” con el cambio de temperatura y los últimos días grises y fríos que hemos tenido.

Me sigue fascinando salir a la calle y ver despuntar el volcán Chachani de 6057m, tan grande y majestuoso con su nieve brillando con el sol, y el volcán Misti  de 5822m, que visualmente no impone tanto porque también estamos mucho más cerca (estamos casi a sus faldas). En estos días ha aparecido también espolvoreadito de nieve.

Al principio me sentía un poco rara pero poco a poco me voy haciendo a la rutina y las actividades de las chicas.

En la cuna (guardería de 2 a 5 años) es donde menos me cuesta porque los nenes son muy lindos y cariñosos, aunque como cualquier niño hacen (o intentan hacer) lo que les da la gana. Vamos los martes y los jueves al proyecto “Mi colegio, mi familia y yo” en el que unos niños se quedan un ratito más haciendo actividades para mejorar su socialización, autonomía, lenguaje… Siempre con alguna actividad divertida o algún juego y luego también comemos todos juntos. El proyecto también exige la implicación de las familias a las que se les hace un seguimiento y se les da formación. Fue interesante estar en las reunión con la directora de la cuna, que es la maestra de que participa en el proyecto, y las dos psicólogas conversando de la evolución de los niños, la situación de las familias, viendo la posibilidad de hacer visitas domiciliarias a esas familias que no están respondiendo a los compromisos marcados…  Aunque sea un proyecto que podríamos considerar un poco “elitista” por solo llegar a hacerse con los 20 niños escogidos por sus necesidades o condiciones, se entiende que para hacerlo bien no puede ser algo de masas. El trato personalizado que se les regala es muy bueno y me encantó ver cómo conocen la realidad de cada niño y de su entorno.

Con los abuelitos tienen un proyecto los miércoles en el que hacen actividades para que se muevan un poquito, hacer manualidades, rezar juntos y hacer juegos sencillos. Con el grupo de mujeres tienen encuentro los sábados y también tratan de llevar siempre a alguien que pueda irles aportando, a veces temas de psicología para ayudarlas en sus temas personales, a veces manualidades… Por lo que percibo, en ambos proyectos se pretende crear grupo, que se acompañen también entre ellos, motivarles para que no oxiden, pasar un rato divertido y ayudarles a hacerse fuertes para seguir con sus problemas y quehacer cotidianos. Con las mujeres sobre todo intentan también otras personas (psicólogas, maestras…) que lleven las sesiones para que vean otras caras y diversificar pero últimamente les están fallando algunas personas y es un poco rollo.

LMC PeruEn estas actividades he estado un poco más de espectadora pero ya esta semana he llevado yo la sesión con los abuelitos que hemos hecho unas “sonajas” con los rollos de papel higiénico. La verdad es que la haces casi entera tú pero estuvo bien, porque le dimos un tiempo también para que las personalizaran y ahí estuvieron dibujando. Como coincidió con el cumpleaños de Carmina, Paulina trajo una tarta para celebrar el cumple y también mi bienvenida y cantamos el cumpleaños feliz con los abuelitos y algunos niños que conocían a Carmina y ella trajo. Muy linda.

Con las mujeres hemos hecho escarapelas con los colores de Perú porque el 28 de julio se conmemora la independencia de Perú y son las Fiestas Patrias. Son unas fiestas muy importantes que ellos celebran durante toda la semana. De hecho casi todos los sitios ya están decorados con escarapelas, banderas y guirnaldas. Hoy la misa también se ha dedicado a esta fiesta y estaba todo muy ambientado.

Las visitas a las familias es lo que se hace más durillo… Es fuerte ver en qué condiciones vive la gente: cacharros por todas partes, basura, polvo… Casi todas las visitas son personas mayores que están un poco abandonaillas y da bastante penita… Y encima se empeñan en que te lleves unas piezas de fruta o en invitarte a un té y un pan. También visitamos gente que esté enferma o hemos ido a ver familias que han tenido algún bebito o lo van a tener y les llevamos algo de ropita. Me encanta la capacidad que tienen Andrea y Paula de subirles el ánimo. Conocen sus historias y las escuchan con cariño y paciencia, no tienen problema en ponerse sobre la marcha a hacerles un masaje sanador o ayudarles en la tarea que estén (limpiar, cocinar…). Se remangan y a la faena!

También hemos hecho alguna visita al hospital a ver a algún vecino. El hospital es bastante tétrico y viejo, y aún así me dicen ellas que no es de los peores hospitales. Y luego está el tema económico… Aquí algunos logran tener el SIS (Seguro Integral de Salud, que se le otorga a población vulnerable) pero no siempre se logra o los trámites son muy tediosos. Andrea y Paula a veces les ayudan con estos trámites también. Y lo clásico es intentar recoger dinero de alguna forma, que suele ser con alguna “pollada” en la que la familia pide ayuda a vecinos para preparar pollo frito con papas y alguna legumbre y venderlo para sacar dinero. Nosotras hemos ido ya en las dos semanas un par de veces a ver un vecino muy querido que ha estado muy grave pero ya va mejorando. Siempre nos recibe alegre y cariñoso. El fin de semana pasado íbamos a ir a echar una mano a su mujer en la “pollada” pero se nos hizo tarde con las reunión de los papis de la cuna. El domingo fuimos a recoger nuestros platos para colaborar y nos dijo que tuvo mucha ayuda de familiares y amigos. Es muy bonito ver cómo la gente se apoya en estas situaciones, ya sea echando una mano cocinando o comprando luego.

Los miércoles viene el Padre Conrado y tenemos eucaristía en la Capilla Comboni en Villa, que suele ser un poco íntima de más porque no viene mucha gente. En el domingo sí viene más gentecilla y están todos los niños de catequesis y jóvenes de confirmación porque tienen sus reuniones antes de la misa. Los que nunca fallan son los jóvenes que vienen a tocar la guitarra y a cantar. Andrea y Paula comenzaron a reunirse con ellos pero ahora la mayoría han saltado a ser catequistas y ya dos compromisos semanales es demasiado así que con pena han dejado estas reuniones. Se nota mucho la relación cercana que tienen con ellos, la complicidad y el cariño. Ellos son super cariñosos también conmigo. En general, todo el mundo extiende su cariño por ellas también a mí.

El sábado pasado había unas jornadas para los jóvenes de confirmación de las varias capillas así que fue en el Salón Comboni, al lado de la Iglesia Buen Pastor de los Combonianos, que ya está en Independencia, un barrio un pelín mejor (asfaltado y más cerca del centro). Nos pidieron de dar un tema (“Jesús te llama”) y también nuestro testimonio. Costó pero logramos entre las tres pensar una dinámica chula e interactiva para ellos y también pensar cómo organizar el testimonio. Al final nos quedó una sesión muy chula aunque se quedó corta porque eran casi 50 jóvenes y costaba un poco tirar de ellos. Pero creo que gustó.

LMC PeruA Independencia también vamos los jueves que rezamos las laudes con los combonianos. Luego desayunamos juntos y suele haber reunión. La primera semana iban algunos al médico, Conrado andaba por Lima y al final no hubo así que volvimos paseando a casa. De camino subimos a una zona a echarnos fotos con las pedazo de vistas que tenemos de los volcanes, mientras hacíamos tiempo para visitar a unos abuelitos. Son muy lindos pero discuten mucho, celosillos como adolescentes. Tiene gracia que se digan el uno al otro que tienen alguien por ahí cuando son dos pasas bien arrugadas, ella cieguita y el sordo. Una pareja de personajillos.

Esta semana sí hemos tenido reunión que para mi sorpresa ha consistido en la lectio divina de las lecturas del domingo y luego ya una pequeña reunión (lo que yo entendía por reunión) para organizar los eventos próximos. En ella nos dio Conrado la noticia del fallecimiento de padre Jaime, un comboniano muy querido que estuvo unos 10 años en Arequipa. No han faltado algunas de sus anécdotas. El lunes le dedicaremos una misa en Buen Pastor.

Me gusta que tengan esta actividad semanal con los combonianos que ayuda a sentirte más familia. Porque además así no se relacionan solo con Conrado (párroco y quien normalmente viene Villa) sino todos los padres y hermanos que están. También cuando hay alguna festividad las invitan aunque no siempre se acuerdan… El lunes pasado hicimos una escapada para despedir al hermano José que marcha a Kenia. Echamos un día estupendo en Moquegua, donde estuvimos viendo el centro y un museo de las culturas prehispánicas de la zona, e Ilo, al pie del océano donde dimos un paseito en barco y comimos en una cevicheria. Fue una “panzá” de coche importante, pero aprovechamos bien a la ida medio cantando y durmiendo y a la vuelta hablando de nuestras vocaciones y vidas con el padre Conrado y el padre Isidro.

También tuvimos nosotras un día de turistiqueo por el centro de la ciudad aprovechando el día de comunidad. Cámara en mano recorrimos las iglesias del centro y la Plaza de Armas.

La verdad es que a ellas las veo muy adaptadas y bien. Controlan muy bien las situaciones, le dedican tiempo a la gente sin importar el tiempo o las cosas que tengan por hacer, ayudan en todas las actividades en las que están y a las que se les invita, están presentes en la parroquia y también tienen sus propias iniciativas y proyectos, etc; pero también se dedican tiempo a ellas, a estar en casa y rezar juntas, a ver pelis y series, a escribir y leer, a hablar con sus familias… Es un testimonio muy bonito y vivirlo con ellas es muy especial.

Yo aún me sigo encontrando muchas veces fuera de juego cuando hablan de personas o realidades, o pasa algo y ellas con una mirada ya saben cómo han cambiado los planes y yo voy dos pasos por detrás (literalmente), perdida y sin comprender nada. Pero es normal, aunque se esfuercen por ponerme al día y contarme es difícil resumir 10 meses de vida. Así que procuro no agobiarme ni sentirme mal y simplemente escuchar y si veo que encarta preguntar.

Me encanta cuando en recorridos interminables de autobús, comidas y oraciones comunitarias, surgen conversaciones chulas sobre cómo se sienten; cómo han sido estos meses; cómo han vivido ésta o aquella situación y cómo la viven ahora; cómo han llevado (y llevan aún a veces) las comparativas con los otros laicos que estuvieron por aquí, especialmente Gonzalo e Isabel que están muy presentes para la gente, porque lógicamente tienen formas diferentes de hacer las cosas; la relación con los Combos y las Camilas (otras religiosas que trabajan por la zona) y también con los laicos de Portugal; y tampoco faltan conversaciones sobre planes de futuro, sueños y deseos… Mucha mucha vida.

Y también me encantan todo el cachondeo y las risas que surgen cada día, ese toque de locura que tienen, ver series tiradas las tres en la cama, canturrear en la cocina… Claro que no faltan algunos reproches o desajustes, porque también somos diferentes en cuanto a gustos y formas de hacer las cosas. Pero en general, encajamos bien y nos disfrutamos mucho creo yo.

Seguiremos viviendo y compartiendo este tiempo de misión juntas y descubriendo lo que nos trae la vida cada día entre estas gentes.

VisitaLMCArequipa1
VisitaLMCArequipa1
VisitaLMCArequipa2
VisitaLMCArequipa2
VisitaLMCArequipa3
VisitaLMCArequipa3
VisitaLMCArequipa4
VisitaLMCArequipa4
VisitaLMCArequipa5
VisitaLMCArequipa5
VisitaLMCArequipa6
VisitaLMCArequipa6
VisitaLMCArequipa7
VisitaLMCArequipa7
VisitaLMCArequipa8
VisitaLMCArequipa8
VisitaLMCArequipa9
VisitaLMCArequipa9
VisitaLMCArequipa10
VisitaLMCArequipa10
previous arrow
next arrow

Besotes a todos. Os quiero

Aitana LMC

Reencuentro en misión

LMC Peru

LMC PeruDespués de vivir con vosotras la preparación para partir a misión, era muy emocionante pensar en llegar a la tierra que ahora es vuestro hogar. Parto para el reencuentro de Perú, mi primera misión hace 9 años, y a reavivar la llama de mi vocación.

Aitana, LMC España

 

Los días van siguiendo en la misión de Villa Ecológica y mientras caminamos por entre las gentes que nos acogen hace ya largos meses deseamos aumentar nuestra comunidad y de alguna forma compartir nuestra vidas y nuestra experiencia de un Jesús misionero. La llegada de alguien a la misión es motivo de ilusión para nosotras, poder compartir lo que somos ahora transformadas por la misión y poder vivir eso con alguien que nos vio nacer en cuanto comunidad. Todas las conversaciones, todo lo que compartimos hasta ahora en palabras y reflexiones nuestras, ahora se vuelven de carne y hueso a través de los rostros que acogen la llegada de Aitana.

Andrea y Paola, LMC Portuguesas

 

LMC PeruEl reencuentro se hizo real en un cálido abrazo en el qué fundimos las tres. De nuevo juntas. Paso a paso vamos ahora poniéndonos al día. En verdad pasó un año desde nuestra experiencia comunitaria en Granada, aquella que fue una experiencia profunda en el comienzo de nuestro camino, y parece que no ha pasado el tiempo. Seguimos caminos distintos pero siempre con la misión en el corazón, enraizadas en ese querer hacer de nuestras vidas mil vidas para la misión. Éste que fue un grito de Comboni sigue siendo la llamada que nos hace dejar la playa rumbo al mar.

LMC PeruLos primeros días transcurren entre presentaciones y bienvenidas, inculturándose poco a poco a las gentes y a la historia de un país. Desde conocer el mercado local hasta participar de las actividades en la cuna y con el grupo de los mayores pasando por visitar a las familias. Desde participar en la eucaristía hasta compartir oración con la comunidad MCCJ pasando por nuestra oración comunitaria. Juntas seguimos descubriéndonos y descubriendo la misión de nuestras vidas.

Comunidad LMC Ayllu, Perú

Aitana, Andrea y Paola